Historia

Prosperidad falaz: causas, características y consecuencias


La Prosperidad Falaz fue un término acuñado por el historiador peruano Jorge Basadre Grohmann para denominar la llamada Era del Guano. Para el autor, los beneficios obtenidos por el estado peruano por la venta de ese producto se tradujeron en una prosperidad aparente e irreal.

La frágil economía de Perú en las primeras décadas del siglo XIX encontró una solución cuando los países europeos y Estados Unidos comenzaron a comprar guano, un potente fertilizante. Este producto era muy abundante en el país, especialmente en sus islas.

A partir de los años 50 del siglo XIX, Perú obtuvo grandes beneficios por las importaciones de guano. Su explotación y comercialización quedó en mano de empresas privadas, primero por el sistema de consignatarios y, después, con un contrato directo con compañías extranjeras.

Sin embargo, y de ahí proviene el término falaz aplicado por Basadre, los beneficios no repercutieron en una mejora general del Estado. Entre la corrupción, la inversión en ámbitos no productivos y la falta de previsión para buscar una alternativa económica, la etapa de Prosperidad Falaz acabó en una bancarrota del país.

Índice del artículo

Causas

La luchas por la independencia y los enfrentamientos entre los caudillos había provocado que la economía peruana entre 1821 y 1845 pasara por momentos muy malos.

Además, la falta de estabilidad política y sus incumplimientos en el pago de la deuda hicieron que los créditos externos dejaran de llegar. Tan solo los comerciantes estaban dispuestos a realizar préstamos, con unas condiciones casi de usura.

El guano

Aunque en Perú se conocían las propiedades del guano (estiércol de aves marinas, focas o murciélagos) desde la época prehispánica, no fue hasta el siglo XIX cuando se convirtió en un producto estrella en las exportaciones.

Europa, después de realizar análisis científicos de este tipo de fertilizante, se interesó en su compra. El británico Thomas Way, miembro de la Real Sociedad de Agricultura de Londres, lo recomendó como abono y calculó su precio en 32 libras por tonelada

En el país existían grandes depósitos de este producto, especialmente en las islas del litoral. Interesado en sacar provecho económico, el Estado se asoció con empresas privadas, nacionales y extranjeras.

Entrada capital privado

La primera inversión privada en la explotación del guano fue la del comerciante peruano Francisco Quirós. Este, en 1841, obtuvo los derechos de explotación a cambio de una cantidad bastante baja: 10 mil pesos anuales por 6 años.

Pronto, la demanda inglesa hizo que el Estado se diera cuenta de que podía obtener mucho más. Así, canceló el contrato en 1842 y empezó a negociar con empresarios nacionales y extranjeros. En este caso, la modalidad fue la de venta directa.

Entre los beneficiados por estos contratos en los siguientes cinco años se encontraron el propio Quirós o la empresa británica Gibbs.

Industrialización europea y estadounidense

Las potencias europeas y los Estados Unidos habían entrado en un periodo de industrialización. Esto, aunque aumentó la producción industrial, también provocó una reducción de las explotaciones agrícolas.

La población, que iba aumentando, emigró de manera masiva desde el campo a la ciudad, restando mano de obra a la agricultura y ganadería. Esto provocó hambrunas e hizo que los gobiernos buscaran métodos para que los campos de cultivo rindieran más.

Características

La Prosperidad Falaz, nombre utilizado por el historiador Basadre Grohmann para referirse a la era del guano, se caracterizó, según el autor, por lo irreal del supuesto crecimiento económico generado por la venta de ese producto.

Ciertamente, el Estado ingresó grandes cantidades de dinero, pero el uso del mismo no sirvió para mejorar la situación de la mayoría de la población.

La mayoría de los expertos dividen ese periodo en dos etapas. La primera, cuando el guano fue explotado mediante un sistema de consignatarios (1840 – 1866) y, la segunda, cuando se firmó el Contrato Dreyfus.

Sistema de consignaciones

Esta modalidad de explotación del guano de las islas se realizó entregando concesiones a particulares para que comerciaran con el producto en el exterior. A cambio, estaban obligados a pagar una comisión.

Contrato Dreyfus

Fue un acuerdo comercial entre el Estado peruano y la empresa francesa Casa Dreyfus & Hnos. La compañía se comprometía a comprar dos millones de toneladas de guano y a cubrir la deuda externa del país. A cambio, obtenía la exclusividad de su venta en la mayor parte del mundo.

Despilfarro Fiscal

El principal problema surgido durante la Prosperidad Falaz fue el mal uso de los ingresos obtenidos. Para empezar, los historiadores apuntan que un 20% se dedicó a pagar las deudas, tanto externas como internas. En este punto se incluye el pago de la Consolidación de la deuda interna durante el gobierno de Echenique, que causó un gran escándalo.

Otro 54% se gastó en la expansión de la administración, aumentando la burocracia civil y militar. A esto hay que unir otro 20% dedicado a construir ferrocarriles, muchos de ellos improductivos.

Por último, el 7% fue destinado a sustituir los ingresos que, hasta su derogación, provenían del tributo indígena. El Estado debió indemnizar, igualmente, a los dueños de los esclavos cuando estos fueron liberados.

Corrupción

Para muchos historiadores, la corrupción fue una de las principales características negativas de este periodo. Los consignatarios, durante su etapa, inflaban los costos e infravaloraban las ventas para aprovecharse del Estado.

Después, la Casa Dreyfus pagó sobornos y extorsiones para conseguir el contrato. Igualmente, también recurrió a esos métodos para que se construyeran los ferrocarriles, a pesar de que muy pocos reportaron beneficios para la sociedad.

Consecuencias

Como se ha señalado, Perú obtuvo enormes ingresos por la venta del guano. No obstante, esos beneficios no se invirtieron de manera apropiada para impulsar el desarrollo del país.

Económicas

Perú pasó por una etapa de aparente bonanza debido a los ingresos provenientes del guano. Precisamente, el término Prosperidad Falaz hace hincapié en que, en realidad, era solo apariencia y no una mejora real.

Hasta 1879, año de comienzo de la guerra con Chile, Perú había exportado entre 11 y 12 millones de toneladas de guano. Las ganancias obtenidas se estiman en unos 750 millones de pesos. El Estado se quedó con un 60% de esas ganancias.

En porcentajes, en el bienio 1846-1847 el guano representaba un 5% de los ingresos totales del Estado. Para el periodo 1869-1875, el porcentaje había subido hasta el 80%.

Desigualdad social

Todos esos ingresos no supusieron ningún beneficio para las clases populares. Según algunos expertos, solo supuso crear un país rico en el interior de un país pobre.

Los que sí se beneficiaron fueron los hacendados de la costa, ya que recibieron fondos al aplicarse la Ley de Consolidación de la deuda interna y las indemnizaciones por liberar a los esclavos.

En líneas generales, la riqueza producida por el guano favoreció el desarrollo de un Estado centralista limeño y criollo, fortaleciendo los aparatos del Estado.

Guerra con España

La antigua metrópolis colonial, España, estaba pasando una grave crisis económica. Para tratar de paliarla, trató de conquistar los territorios peruanos ricos en guano.

Así, una expedición española ocupó las Islas Chincha en 1864. A nivel nacional, esto provocó un golpe de Estado contra el presidente Juan Antonio Pezet, además de la declaración de guerra a España.

Perú, tras el combate del Callao, logró derrotar a la expedición española, que se retiró de las costas peruanas.

Infraestructuras

La construcción del ferrocarril fue el destino principal del dinero recibido por el contrato Dreyfus. De los 90 kilómetros de línea férrea con los que contaba el país, se pasó a una red diez veces mayor en solo una década.

Sin embargo, el coste de las obras fue mayor de los estimado. El gobierno vio como el dinero de Dreyfus no cubría todo el proyecto, por lo que solicitó dos créditos a la misma Casa de Dreyfus. En total, fueron unos 135 millones de soles.

A pesar de la construcción de esta infraestructura, el resultado fue desastroso para la economía nacional. El ferrocarril no fue tan rentable como las autoridades esperaban y, una vez entró en funcionamiento, no cubría los gastos.

Al final, la deuda aumentó de manera descontrolada, hasta el punto de llegar a la bancarrota.

Bancarrota

El haber basado la economía en un único producto hizo que cuando, hacia 1870, las reservas de guano se hubieran casi agotado, el país entero colapsó. En ese momento, tenía la deuda externa más grande de toda América Latina en el mercado de Londres.

En 1872, Dreyfus empezó a pagar menos al Estado y, en 1875, abandonó del todo el negocio. Perú se quedó sin ingresos, aumentando su crisis de forma dramática.

Además, el pago de los prestamos solicitados para construir el ferrocarril equivalía, prácticamente, a todas las mensualidades que pagaba Dreyfus, por lo que era imposible recortar la deuda.

El gobierno peruano intentó sin éxito encontrar otra empresa que sustituyera a la Casa Dreyfus. Ante eso, la única opción era declararse en bancarrota, algo que Perú hizo en 1876.

La gran crisis afectó a toda la población, ya que el presupuesto no alcanzaba para pagar los servicios mínimos, incluidos los educativos y los sanitarios.

Referencias

  1. Carpeta Pedagógica. Prosperidad Falaz. Obtenido de carpetapedagogica.com
  2. EducaRed. La prosperidad falaz. Obtenido de educared.fundaciontelefonica.com.pe
  3. Todo sobre la historia del Perú. Prosperidad Falaz Y Crisis Económica. Obtenido de todosobrelahistoriadelperu.blogspot.com
  4. Earle, Peter C. The Great Guano Boom — and Bust. Obtenido de mises.org
  5. U.S. Library of Congress. The guano era. Obtenido de countrystudies.us
  6. Living in Peru. A history of the peruvian guano industry. Obtenido de livinginperu.com
  7. Gootenberg, Paul. Economic Ideas in Peru’s “Fictitious Prosperity” of Guano, 1840-1880. Recuperado de publishing.cdlib.org