Química

Nanotubos de carbono: estructura, propiedades, aplicaciones, toxicidad


Los nanotubos de carbono son tubos o cilindros muy pequeños y muy delgados formados únicamente por átomos de carbono (C). Su estructura tubular es visible solo a través de microscopios electrónicos. Se trata de un material sólido de color negro, formado por manojos o haces muy pequeños de varias decenas de nanotubos, enredados entre sí formando una red complicada.

El prefijo “nano” significa “muy pequeño”. La palabra “nano” utilizada en medición significa que es la milmillonésima parte de una medida. Por ejemplo, un nanómetro (nm) es la milmillonésima parte de un metro, es decir, 1 nm = 10-9 m.

Cada minúsculo nanotubo de carbono está formado por una o más láminas de grafito enrolladas sobre sí mismas. Se clasifican en nanotubos de pared simple (una sola lámina enrollada) y nanotubos de pared múltiple (dos o más cilindros uno dentro de otro).

Los nanotubos de carbono son muy fuertes, tienen una alta resistencia a romperse y son muy flexibles. Conducen muy bien el calor y la electricidad. Además conforman un material muy liviano.

Estas propiedades hacen que sean útiles en varios campos de aplicación, tales como la industria automotriz, aeroespacial, electrónica, entre otros. Se han empleado también en medicina, por ejemplo para transportar y liberar fármacos contra el cáncer, vacunas, proteínas, etc.

Sin embargo, su manipulación debe realizarse con equipos de protección pues al ser inhalados pueden causar daños en los pulmones.

Índice del artículo

Descubrimiento de los nanotubos de carbono

Existen diferentes opiniones en la comunidad científica acerca de quién descubrió los nanotubos de carbono. Aunque son muchos los trabajos de investigación sobre estos materiales, a continuación se mencionan solo algunas fechas importantes.

– En 1903, el científico francés Pélabon observó filamentos de carbono en una muestra (para esta fecha aún no se tenían disponibles los microscopios electrónicos).

– En 1950, el físico Roger Bacon, de la empresa Union Carbide, estaba estudiando ciertas muestras de fibras de carbono y observó imágenes de nanopelusas o nanobigotes (traducción del inglés nanowhiskers) rectos y ahuecados.

– En 1952, los científicos rusos Radushkevich y Lukyanovich publicaron fotos de imágenes de nanotubos de carbono sintetizados por ellos mismos y obtenidas con un microscopio electrónico, donde se observa claramente que son huecos.

– En 1973, los científicos rusos Bochvar y Gal’pern completaron una serie de cálculos de los niveles de energía de los orbitales moleculares demostrando que las láminas de grafito pueden enroscarse sobre sí mismas formando “moléculas huecas”.

– En 1976, Morinobu Endo observó fibras de carbono con un centro ahuecado producidas por la pirolisis del benceno y el ferroceno a 1000 °C (la pirolisis es un tipo de descomposición que se produce con calentamiento a muy altas temperaturas en ausencia de oxígeno).

– En 1991 se desató el entusiasmo hacia los nanotubos de carbono luego de que Sumio Iijima sintetizara agujas de carbono hechas con tubos huecos mediante la técnica del arco eléctrico.

– En 1993, Sumio Iijima y Donald Bethune (trabajando de forma independiente el uno del otro) descubrieron simultáneamente los nanotubos de carbono de pared simple.

Interpretaciones de algunas de las fuentes consultadas

Según algunas fuentes de información debería tal vez otorgarse el mérito del descubrimiento de los nanotubos de carbono a los científicos rusos Radushkevich y Lukyanovich en 1952.

Se piensa que no se les dio el merecido crédito debido a que para ese momento existía la llamada “guerra fría” y los científicos occidentales no tenían acceso a los artículos rusos. Además, no muchos sabían traducir del ruso, lo que retrasó aún más que su investigación pudiese ser analizada en el exterior.

En muchos artículos se dice que Iijima fue quien descubrió los nanotubos de carbono en 1991. Sin embargo, ciertos investigadores estiman que el impacto del trabajo de Iijima se debe a que la ciencia ya había alcanzado suficiente grado de madurez como para apreciar la importancia de los nanomateriales.

Hay quien afirma que en esas décadas los físicos generalmente no leían artículos de revistas de química, donde ya se hablaba de los nanotubos de carbono, y que por esta razón fueron “sorprendidos” con el artículo de Iijima.

Pero todo esto no disminuye la alta calidad del trabajo de Iijima de 1991. Y la diferencia de opiniones se mantiene.

Nomenclatura

– Nanotubos de carbono, o CNTs (siglas del inglés Carbon NanoTubes).

– Nanotubos de carbono de pared simple, o SWCNTs (siglas del inglés Single-Walled Carbon NanoTubes).

– Nanotubos de carbono de pared múltiple, o MWCNTs (siglas del inglés Multi-Walled Carbon NanoTubes).

Estructura

Estructura física

Los nanotubos de carbono son tubos o cilindros muy finos y pequeños cuya estructura se puede ver solo con un microscopio electrónico. Consisten en una lámina de grafito (grafeno) enrollada en forma de tubo.

Son moléculas cilíndricas ahuecadas compuestas únicamente por átomos de carbono. Los átomos de carbono están dispuestos en forma de pequeños hexágonos (polígonos de 6 lados) semejantes al benceno y unidos entre sí (anillos bencénicos condensados).

Los tubos pueden o no estar tapados en sus aberturas y pueden ser extremadamente largos al compararse con sus diámetros. Son equivalentes a láminas de grafito (grafeno) enrolladas en forma de tubos sin costuras.

Estructura química

Los CNTs son estructuras poliaromáticas. Los enlaces entre los átomos de carbono son covalentes (es decir, no son iónicos). Estos enlaces están dentro de un mismo plano y son muy fuertes.

La fortaleza de los enlaces C=C hace que los CNTs sean muy rígidos y resistentes. En otras palabras, las paredes de estos tubos son muy fuertes.

Las uniones fuera del plano son muy débiles, lo que significa que no hay uniones fuertes entre un tubo y otro. Sin embargo, son fuerzas de atracción que permiten la formación de manojos o haces de nanotubos.

Clasificación según el número de tubos

Los nanotubos de carbono se dividen en dos grupos: los nanotubos de pared simple, o SWCNT (siglas del inglés Single-Wall Carbon NanoTube), y los nanotubos de pared múltiple, o MWCNT (siglas del inglés Multi-Wall Carbon NanoTube).

Los nanotubos de carbono de pared simple (SWCNT) están constituidos por una sola lámina de grafeno enrollada formando un cilindro, donde los vértices de los hexágonos calzan perfectamente para formar un tubo sin costuras.

Los nanotubos de carbono de pared múltiple (MWCNT) están formados por cilindros concéntricos colocados alrededor de un centro hueco común, esto es, dos o más cilindros huecos colocados unos dentro de otros.

Clasificación según la forma de enrollamiento

Dependiendo de la forma en que la lámina de grafeno se enrolle, el diseño que forman los hexágonos en los CNTs puede ser: en forma de sillón, en forma de zigzag y en forma helicoidal o quiral. Y esto influye en sus propiedades.

Propiedades físicas

Los nanotubos de carbono son sólidos. Se unen para formar ramilletes, haces, manojos o “cuerdas” de varias decenas de nanotubos, enredadas entre sí formando una red muy densa y complicada.

Poseen una fuerza de tensión mayor que la del acero. Esto significa que presentan una alta resistencia a romperse cuando se someten a una tensión. En teoría pueden ser cientos de veces más fuertes que el acero.

Son muy elásticos, se pueden doblar, torcer y plegar sin que se dañen y luego regresar a su forma inicial. Son muy livianos.

Son buenos conductores del calor y de la electricidad. Se dice que poseen una conducta electrónica muy versátil o que tienen una alta conductividad electrónica.

Los tubos de CNTs cuyos hexágonos se disponen en forma de sillón tienen comportamiento metálico o parecido al de los metales.

Aquellos dispuestos en forma de zigzag y helicoidal pueden ser metálicos y semiconductores.

Propiedades químicas

Debido a la fuerza de los enlaces entre sus átomos de carbono los CNTs pueden soportar muy altas temperaturas (750 °C a presión atmosférica y 2800 °C al vacío).

Los finales de los nanotubos son químicamente más reactivos que la parte cilíndrica. Si se someten a oxidación se oxidan primero los extremos. Si los tubos son cerrados los extremos se abren.

Cuando se tratan con ácido nítrico HNO3 o ácido sulfúrico H2SO4 bajo ciertas condiciones los CNTs pueden formar grupos tipo carboxílico –COOH o grupos tipo quinona O=C-C4H4-C=O.

Los CNTs con diámetros menores son más reactivos. Los nanotubos de carbono pueden contener átomos o moléculas de otras especies en sus canales internos.

Solubilidad

Debido al hecho de que los CNTs no tienen ningún grupo funcional en su superficie, esta es muy hidrofóbica, es decir, es extremadamente poco compatible con el agua y no es soluble en esta ni en solventes orgánicos no polares.

Sin embargo, si se hacen reaccionar con algunos compuestos los CNTs pueden hacerse solubles. Por ejemplo con ácido nítrico HNO3 pueden solubilizarse en algunos solventes tipo amida bajo ciertas condiciones.

Propiedades bioquímicas

Los nanotubos de carbono puros son bioincompatibles, lo que significa que no son compatibles o afines con la vida o tejidos vivos. Generan una respuesta inmune del organismo, pues son considerados elementos agresores.

Por esta razón los científicos los modifican químicamente de forma tal que sean aceptados por los tejidos del organismo y puedan ser utilizados en aplicaciones médicas.

Pueden interaccionar con macromoléculas como las de las proteínas y el ADN, que es la proteína que conforma los genes de los seres vivos.

Obtención

Los nanotubos de carbono se obtienen partiendo del grafito mediante varias técnicas como por ejemplo la vaporización mediante pulsos de láser, las descargas de arco eléctrico y la deposición química de vapor.

También se han obtenido a partir de una corriente de alta presión de monóxido de carbono (CO) mediante crecimiento catalítico en fase gaseosa.

La presencia de catalizadores metálicos en algunos métodos de obtención ayuda a la alineación de los nanotubos de pared múltiple.

Sin embargo, un nanotubo de carbono no es una molécula que resulta siempre igual. Según el método de preparación y las condiciones se obtienen con diferente largo, diámetro, estructura, peso, y como resultado presentan diferentes propiedades.

Aplicaciones de los nanotubos de carbono

Las propiedades de los CNTs los hacen adecuados para una gran variedad de usos.

Se han utilizado en materiales estructurales para electrónica, óptica, plásticos y otros productos del campo de la nanotecnología, de la industria aeroespacial y de la producción automotriz.

Composiciones o mezclas de materiales con CNTs

Los CNTs se han combinado con polímeros para hacer fibras y telas de polímeros reforzados para alto desempeño. Por ejemplo se han utilizado para reforzar fibras de poliacrilonitrilo con fines de defensa.

Las mezclas de CNTs con polímeros también pueden diseñarse para que posean diferentes propiedades de conducción de la electricidad. Mejoran no solo la fuerza y rigidez del polímero sino que también añaden propiedades de conductividad eléctrica.

También se fabrican fibras y telas de CNTs con resistencias similares a la del aluminio y acero al carbono, pero que son mucho más livianas que estos. Con tales fibras se han diseñado armaduras corporales.

También se han utilizado para obtener cerámicas más resistentes.

Dispositivos electrónicos

Los nanotubos de carbono tienen un gran potencial en electrónica de vacío, nanodispositivos y almacenamiento de energía.

Los CNTs pueden funcionar como diodos, transistores y relés (dispositivos electromagnéticos que permiten abrir y cerrar circuitos eléctricos).

También pueden emitir electrones al ser sometidos a un campo eléctrico o si se aplica un voltaje.

Sensores de gases

La utilización de CNTs en sensores de gases permite que estos sean pequeños, compactos y livianos y que se puedan combinar con aplicaciones electrónicas.

La configuración electrónica de los CNTs hace que los sensores sean muy sensibles a cantidades extremadamente pequeñas de gases y, además, los CNTs pueden ser adaptados químicamente para detectar gases específicos.

Aplicaciones médicas

Debido a su alta área superficial, excelente estabilidad química y estructura poliaromática rica en electrones los CNTs pueden adsorber o conjugarse con una amplia variedad de moléculas terapéuticas, como medicamentos, proteínas, anticuerpos, enzimas, vacunas, etc.

Han demostrado ser excelentes vehículos para el transporte y liberación de fármacos, penetrando directamente en las células y manteniendo intacto el medicamento durante su transporte por el organismo.

Esto último permite disminuir la dosis de la medicina y su toxicidad, especialmente de medicamentos anticancerígenos.

Los CNTs han resultado útiles en terapias contra el cáncer, infecciones, regeneración de tejidos, enfermedades neurodegenerativas y como antioxidantes.

También se utilizan en el diagnóstico de enfermedades, en ciertos análisis, como biosensores, separación de fármacos y extracción de compuestos bioquímicos.

Se están empleando también en prótesis ortopédicas y como material de soporte para el crecimiento de tejido óseo.

Otras aplicaciones

También se ha sugerido su uso como materiales para las membranas de baterías y celdas de combustible, ánodos para baterías de ion litio, supercondensadores y filtros químicos.

Su alta conductividad eléctrica y relativa inercia química los hace útiles como electrodos en reacciones electroquímicas.

También pueden adherirse a partículas de reactantes y por su gran área superficial pueden funcionar como soportes para catalizadores.

Tienen además capacidad para almacenar hidrógeno, lo cual encuentra una gran utilidad en vehículos que funcionan con dicho gas, pues con los CNTs se podría transportar de manera segura.

Toxicidad de los nanotubos de carbono

Los estudios realizados han revelado dificultades para evaluar la toxicidad de los CNTs. Esta parece depender de características como longitud, rigidez, concentración y duración de la exposición a los CNTs. También depende del método de producción y pureza de los CNTs.

Sin embargo, se recomienda utilizar equipos de protección durante la manipulación de los CNTs pues hay estudios que indican su semejanza con las fibras de asbesto y que la inhalación del polvo de CNTs puede causar daño a los pulmones.

Referencias

  1. Basu-Dutt, S. et al. (2012). Chemistry of Carbon Nanotubes for Everyone. J. Chem. Educ. 2012, 89, 221-229. Recuperado de pubs.acs.org.
  2. Monthioux, M. and Kuznetsov, V.L. (editors). (2006). Who should be given the credit for the discovery of carbon nanotubes? Carbon 44 (2006) 1621-1623. Recuperado de sciencedirect.com.
  3. Eatemadi, A. et al. (2014). Carbon nanotubes: properties, synthesis, purification, and medical applications. Nanoscale Research Letters 2014, 9:393. Recuperado de ncbi.nlm.nih.gov.
  4. Sajid, M.I. et al. (2016) Carbon nanotubes from synthesis to in vivo biomedical applications. International Journal of Pharmaceutics 501 (2016) 278-299. Recuperado de ncbi.nlm.nih.gov.
  5. Ajayan, P.M. (1999). Nanotubes from Carbon. Chem. 1999, 99, 1787-1799. Recuperado de pubs.acs.org.
  6. Niyogi, S. et al. (2002). Chemistry of Single-Walled Carbon Nanotubes. Acc. Chem. Res. 2002, 35, 1105-1113. Recuperado de pubs.acs.org.
  7. Awasthi, K. et al. (2005). Synthesis of Carbon Nanotubes. J Nanosci Nanotechnol 2005; 5(10):1616-36. Recuperado de ncbi.nlm.nih.gov.
  8. Grobert, N. (2007). Carbon nanotubes – becoming clean. Materialstoday Volume 10, Issues 1-2, pages 28-35. Recuperado de reader.elsevier.com.
  9. He, H. et al. (2013). Carbon Nanotubes: Applications in Pharmacy and Medicine. Biomed Res Int. 2013; 2013: 578290. Recuperado de ncbi.nlm.nih.gov.
  10. Francis, A.P. and Devasena, T. (2018). Toxicity of carbon nanotubes: A review. Toxicology and Industrial Health (2018) 34, 3. Recuperado de journals.sagepub.com.
  11. Harik, V. M. (2017). Geometry of Carbon Nanotubes and Mechanisms of Phagocytosis and Toxic Effects. Toxicol Lett 2017, 273:69-85. Recuperado de ncbi.nlm.nih.gov.