Historia

Pactos de Familia: antecedentes, primer, segundo, tercero


¿Qué fueron los Pactos de Familia?

Los Pactos de Familia (1733–1789) fueron las alianzas suscritas por los reinos de España y Francia en contra de Inglaterra. Se llaman así porque el poder monárquico de ambos reinos estaba en manos de la familia Borbón. Fueron tres pactos en total, con una vigencia de 56 años.

Los dos primeros pactos se firmaron durante el reinado de Felipe V y el tercero durante la época del rey Carlos III. Los pactos fueron motivados por la política exterior adoptada por los reinos de España y Francia, orientada a recuperar territorios en Europa y América.

El rey Felipe V (1683–1746) quería recuperar los territorios perdidos por España con la firma del Tratado de Utrecht, mientras que Francia —que también resultó perjudicada con este tratado— quería recuperar su hegemonía comercial en América.

Para el logro de estos propósitos las monarquías española y francesa en manos de la dinastía borbónica se valieron de sus lazos de sangre. Esta alianza estratégica se concretó mediante la firma de los tres tratados llamados Pactos de Familia. Comenzaron en 1733 con la firma del primer pacto entre Felipe V de España y el rey Luis XV de Francia.

Antecedentes

El advenimiento de la casa Borbón de Francia al trono español suscitó grandes recelos en los demás reinos europeos, porque consideraban que la alianza de Francia y España crearía un desequilibrio de poder en Europa. Inglaterra entonces lideró una coalición internacional para poner a raya la alianza de la familia Borbón de Francia y España.

Como antecedente a los pactos de familia entre españoles y franceses estuvo el Tratado de Utrech, firmado en Holanda en el 11 de abril de 1713. Este tratado despojó a España de las islas de Gibraltar y Menorca. España también tuvo que ceder territorios en el sur de Italia.

En 1713, al terminar la Guerra de Sucesión de España, Felipe V fue reconocido como rey y de inmediato comenzó una intensa política exterior. Su propósito era recuperar los territorios en Italia que había perdido el reino español con la firma del tratado.

Para ello contó con su esposa, la reina Isabel de Farnesio, porque ella quería conquistar reinos donde pudieran gobernar sus hijos. Primero, el rey Felipe V lo intentó solo, pero no obtuvo éxito; entonces ideó la alianza con Francia.

Por otro lado, Francia había tenido que ceder a Gran Bretaña grandes extensiones territoriales en lo que hoy se conoce como Canadá; es decir, Nueva Escocia, Terranova, Saint Kitts y parte de la Bahía de Hudson.

Además, el Tratado de Utrech perjudicó a los franceses al limitar las amplias ventajas comerciales de las que Francia gozaba en América. De otra parte, el anterior Tratado de los Pirineos impidió la unión efectiva de territorios del sur de Francia y norte de España a través de los Pirineos.

Origen de los pactos

Los reinos de Francia y España reaccionaron a la agresiva política exterior británica y sellaron estos pactos monárquicos de familia para enfrentar a los ingleses. En la práctica, no hacerlo significaba el reconocimiento tácito de la hegemonía mundial británica y someterse a sus reglas.

El rey Felipe V de España, quien era nieto del rey francés Luis XIV, optó por la alianza con Francia, a pesar de las diferencias notables con la rama francesa de la dinastía Borbón.

Entonces, ambas ramas de la dinastía acordaron la firma de estos tres acuerdos, que quedaron registrados en la historia como los Pactos de Familia.

Primer pacto de familia

La firma de este primer Pacto de Familia  tuvo lugar en 1733 y se produjo a propósito de la Guerra de Sucesión de Polonia.

Esta guerra, que estalló tras el fallecimiento del rey Augusto II, fue aprovechada por el rey Felipe V. Cada potencia europea quiso influir en la sucesión del trono polaco, por lo cual se produjeron diversos e intensos movimientos diplomáticos.

Francia apoyó a Estanislao Leczinski, quien era suegro de Luis XV, en contra de las aspiraciones de Augusto de Sajonia, que contó con el apoyo de Austria, Rusia y Dinamarca. Para reforzar la alianza con Felipe V de España, Francia incorporó al rey de Cerdeña, Carlos Manuel III.

El primer pacto fue firmado el 7 de noviembre de 1733 en El Escorial, a instancias de la reina española Isabel de Farnesio. La reina quería recuperar el sur de Italia para que sus hijos gobernasen porque sus hijos con Felipe V no eran herederos del trono de España, ya que ninguno de ellos era primogénito.

El objetivo fundamental del primer pacto fue defenderse de cualquier agresión proveniente de Inglaterra o Austria. El pacto estipuló además la ocupación militar de Sicilia y Nápoles por parte de España, que estaban en manos de Austria. Por su parte, los franceses intervinieron en el Rin y el rey de Cerdeña lo hizo en el Ducado de Milán.

Las operaciones militares de España finalizaron con la toma de Nápoles y Sicilia. Felipe V dejó entronizado a su hijo Carlos, que se convirtió más tarde en Carlos III de España.

Los resultados de este primer Pacto de Familia y del posterior Tratado de Viena (1738) para acordar la paz, solo favorecieron a España.

El objetivo francés de establecer como rey a Estanislao Leczinski en el trono polaco no se logró.

Segundo Pacto de Familia

Es conocido también con el nombre de Tratado de Fontainebleau, y fue firmado el 25 de octubre de 1743 por Felipe V de España y el rey Luis XV de Francia. En este pacto de familia se afianzó más la alianza militar, defensiva y ofensiva, de los reinos de Francia y España para luchar contra Inglaterra.

La firma de este pacto fue motivada por la Guerra de Sucesión de Austria, luego de la muerte del emperador Carlos IV en octubre de ese año. La decisión de Carlos IV de proclamar a su hija María Teresa como heredera, desató la ofensiva de varias potencias europeas que vieron amenazados sus intereses.

Al igual que había ocurrido antes con el trono de Polonia, los reinos europeos lucharon por imponer un reinado favorable a sus intereses. Todos querían aprovechar la debilidad de la corona austriaca en ese momento.

España apoyó al pretendiente de Sajonia, quien era suegro del rey Carlos VII de Nápoles y Sicilia (después Carlos III de España). En cambio, Inglaterra intervino en la guerra en favor de Austria, que logró quedarse con el ducado de Milán.

Felipe V logró conseguir para su hijo Felipe los ducados de Toscana, Parma y Piacenza, de los cuales tomó posesión en 1748.

A la muerte del rey Felipe V, su hijo primogénito Fernando VI asumió una política distinta con Inglaterra denominada como de “neutralidad activa”. Fernando VI era hijo del monarca español con su primera esposa María Luisa de Saboya. El segundo Pacto de Familia con Francia quedó liquidado.

Tercer Pacto de Familia

Este pacto se le conoce también como Tratado de Versalles, porque se firmó en el palacio del mismo nombre en Francia en 1761. Sirvió para reafirmar la alianza familiar borbónica contra el reino inglés. Después del reinado de Fernando VI (1746–1749), su medio hermano Carlos III asumió el trono español.

El pacto estableció que cualquier ataque a una de las dos potencias sería tomado como una agresión para la otra. Este pacto tuvo el propósito de defender los intereses coloniales de ambos reinos en América.

Fue esta alianza precisamente lo que obligó a España a apoyar a Francia en contra de Inglaterra en la Guerra de los Siete Años.

Sin embargo, la derrota de Francia y España en este conflicto obligó a los españoles a entregar el territorio de Florida (Estados Unidos) a Inglaterra, así como la colonia de Sacramento (Sur de Brasil) y una parte de Uruguay a Portugal.

Más tarde España y Francia apoyaron a los colonos estadounidenses en contra de Inglaterra en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. Al firmarse la Paz de Versalles en 1783 con Inglaterra, España pudo recuperación Menorca y la Florida.

No obstante los éxitos militares, la economía española quedó muy disminuida y esta debilidad tuvo serias consecuencias en las siguientes décadas.