Psicología

11 efectos negativos de la publicidad


¿Qué son los efectos negativos de la publicidad?

Los efectos negativos de la publicidad pueden ser numerosos: crear estereotipos, promover el consumismo, dar información falsa sobre productos dañinos para la salud (como la comida chatarra), iniciar comportamientos violentos, fomentar el individualismo, calificaciones bajas, pérdida de tiempo y otros que explicaremos a continuación.

Cada año, niños y adolescentes están expuestos a más de 40.000 anuncios solo en televisión, aumentando este número si incluimos internet, revistas, o los carteles que vemos en las calles. Incluso en las escuelas se puede encontrar publicidad.

Es fácil pensar que solo son anuncios, y que únicamente nos interrumpen y nos generan molestia. Sin embargo, aunque queramos creer que tenemos control total de nuestras decisiones, la publicidad puede tener efectos mucho más complejos.

Datos más actuales indican que el consumo de publicidad cada vez es mayor. Esto se debe a la invasión de los anuncios también en los dispositivos móviles que usamos cotidianamente.

Naturalmente, los empresarios necesitan valerse de la publicidad para divulgar la utilidad de sus productos y así captar posibles clientes. Para ello desarrollan estrategias, de forma que el producto o servicio se vea lo más atractivo posible de cara al consumidor.

Esto genera una competición entre diferentes empresas, perfeccionando y refinando sus técnicas para que el cliente adquiera su producto y no el de un competidor.

Sin embargo, los anuncios se acompañan en muchas ocasiones de consecuencias negativas, ya sean previstas o no.

Efectos perjudiciales de la publicidad

1. Presiones a los medios de comunicación

Los anunciantes escogen los medios que ven más adecuados para colocar su publicidad, de acuerdo a características demográficas de los consumidores diana. Incluso atienden al contenido de ese medio, si es consistente con el mensaje publicitario que tiene su marca o no.

Los medios de comunicación deben cumplir a veces los deseos de los anunciantes, ya que en muchas ocasiones sus ingresos provienen de estas empresas. Esto puede considerarse como una sutil censura en los medios.

2. Promueve el consumismo

Crea en las personas necesidades y deseos que no existían antes, haciéndoles creer que su valor reside en todo lo que pueden adquirir o poseer. Por lo tanto, esto facilita que las personas se juzguen a sí mismas y a los demás según sus pertenencias.

Es evidente que también invitan a los consumidores a comprar objetos cada vez más sofisticados y con mayor frecuencia. Unido a esto, los anuncios suelen crear un sentimiento de que nuestros objetos son antiguos y hay que sustituirlos por otros más nuevos y mejores.

Esto se relaciona con la obsolescencia programada, o la costumbre de “usar y tirar”, un fenómeno que describe la existencia de productos construidos intencionadamente con “fecha de caducidad”.

Es decir, crean productos de baja calidad, con el objetivo de que los consumidores los desechen con rapidez y se vean obligados a comprar otro nuevo.

3. Crea estereotipos

Suelen mantener y acrecentar los estereotipos, ya que, al dirigirse cada uno a un público especializado, refleja a los grupos de manera muy estereotipada.

Un ejemplo es la frecuencia en la que aparecen mujeres en anuncios de productos de limpieza, que mantiene e incrementa en la sociedad la creencia de considerar la limpieza una tarea femenina. Muchas veces también presentan mujeres hermosas, perfectas y delgadas, generando una imagen distorsionada en las niñas, que desean parecerse a estas modelos.

De esta manera, fomentan las ideas generalizadas y normalmente falsas sobre cómo son (o cómo deberían ser) los miembros de estos grupos.

Esto está vinculado a sentimientos de inadaptación social cuando la persona siente que no encaja con esos estereotipos falsamente fijados. Esto es muy frecuente, pues a pesar de que los anuncios aparentemente reflejan la vida diaria, están muy lejos de la realidad.

4. Modelos de vivir y de ser que no son realistas

Los estilos de vida que aparecen en los anuncios funcionan como un modelo para el consumidor, llamados “de referencia”.

Se utilizan porque los posibles clientes van a dirigir su atención a ello al considerarlo atractivo. Lo mismo ocurre con la aparición de modelos que son físicamente más atractivos que los receptores del anuncio.

5. Efectos perjudiciales en los niños y jóvenes

Según la Academia Americana de Pediatría, los niños menores de 8 años no comprenden la finalidad de los anuncios. Ellos no los perciben como un intento de vender un producto por parte de una marca, sino que absorben sin control toda la información que les va llegando.

Hay que procurar mantener a los niños alejados de los anuncios porque son más vulnerables a sus efectos. Por ello, indican que pueden incrementar la obesidad infantil, problemas de alimentación y aumento del consumo del alcohol y el tabaco en jóvenes.

6. Produce un comportamiento poco racional

Promueve que los individuos actúen de forma impulsiva, y de acuerdo a recompensas instantáneas en vez de reflexionar sus decisiones. Además, de esta forma disminuye la sensación de responsabilidad sobre las consecuencias a largo plazo.

Como antes mencionamos, la publicidad está cargada de contenido emocional para despertar sentimientos en nosotros. Esto puede hacernos tomar decisiones poco racionales.

7. Construye una imagen irreal del producto

El producto se presenta idealizado, exagerando sus cualidades. Para que un producto se desee comprar, se promociona creando sentimientos de poder y satisfacción en quien lo utiliza, o como un salvador que resuelve problemas graves.

Además, aparece en contextos en los que se refleja un nivel de vida prácticamente inalcanzable por la mayor parte de los consumidores.

También se observa con gran frecuencia que el servicio o producto anunciado no encaja con el real. Esto va generando poco a poco una sensación de desconfianza en los consumidores que se percatan de esta diferencia.

8. Fomenta el individualismo y el egoísmo

La razón es que incrementa la competitividad entre las personas, midiéndolas por sus pertenencias. El objetivo es acumular y renovar bienes, para superar al otro. Así, se va sobreponiendo el bien del individuo sobre el de la sociedad, olvidando la cooperación y la ética comunitaria.

9. Trivializa o transforma valores espirituales o de la comunidad  

Es común en los anuncios comercializar una serie de valores culturales y tradicionales que, según los ideales que se tengan, pueden afectar a algunos colectivos de personas.

10. Los anuncios son “para los ricos”

Si hubiera que cumplir con todas las expectativas que establece la publicidad, tendríamos que ser ricos para poder mantener ese ritmo de compras.

Esto es, los anuncios parecen dirigidos a una parte muy pequeña de la sociedad (que es la que posee el poder adquisitivo) con la que las personas promedio se comparan, creando un sentimiento continuo de insatisfacción.

11. Las deudas

Para resolver la tensión que genera la publicidad, las personas se ven obligadas a consumir.

De esa forma aumenta la satisfacción, pero no es algo duradero, pues siempre va a existir un producto que comprar. Como la mayoría de clientes no poseen recursos económicos suficientes, es cada vez más común endeudarse.

¿Cómo evitar o minimizar estos efectos?

Es prácticamente imposible evitar la publicidad, pero se puede hacer un esfuerzo para cambiar el punto de vista y aprovechar los puntos positivos y paliar los negativos. Lo que se quiere es lograr el consumo inteligente en las personas.

Esto, evidentemente, conlleva un esfuerzo extra:

Pensar

Cuando se esté frente a un anuncio, analizar lo que dice y adoptar una postura crítica. Ser consciente de que no todo lo que dice es totalmente cierto, intentando ver también los aspectos negativos que podría tener el producto anunciado.

Cultivar la motivación intrínseca

Es la relacionada con la satisfacción de los propios valores y no de realizar conductas por una motivación externa (o extrínseca), que es más impulsiva y materialista. Se aconseja esperar 48 horas cuando se desee comprar algo. Plantearse si existe un problema con las compras.

Comprar películas, series, música

Hay que tener en cuenta que los servicios gratuitos para los usuarios deben tener una fuente de ingresos, que en este caso es la publicidad.

Adaptar la publicidad

Si es una empresa, adaptar la publicidad de forma que ejerza una buena influencia en la comunidad. Ofrecer productos más éticos, de calidad y duraderos, que sean realmente necesarios.

Es aconsejable evitar promocionar los estereotipos y centrarse en las cualidades del producto con sinceridad. En cuanto al problema de la influencia en los niños, se puede dirigir los anuncios a los padres directamente, en lugar de a los menores.

Referencias

  1. Broom, K. (s.f.). The Unintended Negative Consequences of Advertising.
  2. How Advertising Manipulates Your Choices and Spending Habits (and What to Do About It). Recuperado de Lifehacker.