Psicología

Los 8 tipos de adicciones, causas y consecuencias


Una adicción es el acto de repetir una conducta o comportamiento de forma incontrolada, a pesar de los daños que esto provoque en la vida del individuo. Las adicciones se desarrollan porque en un principio el comportamiento producía un beneficio, que o bien ha desaparecido o bien es insignificante frente a las consecuencias negativas del mismo.

Existen muchos tipos distintos de adicciones; prácticamente cualquier sustancia, situación o acción que provoque efectos placenteros puede acabar creando una adicción. Por lo general, es muy complicado solucionar este problema; tanto es así, que dentro del campo de la psicología se considera una enfermedad mental.

Normalmente, se suelen clasificar las adicciones en dos grupos. Por un lado, tenemos las que están provocadas por sustancias, como por ejemplo el alcohol o el tabaco. Por otra parte, podemos encontrar dependencias puramente comportamentales, como aquellas que tienen que ver con el juego, el sexo o Internet.

En este artículo te contamos cuáles son los tipos de adicciones más comunes. Además, también veremos por qué están causadas, y las consecuencias más habituales de cada una de ellas.

Índice del artículo

Adicciones a sustancias

Entre las adicciones más peligrosas, se encuentran aquellas que tienen que ver con sustancias químicas que afectan directamente al cerebro. Muchas de estas sustancias generan adicción por sí mismas, aunque en muchos casos también provocan cierto grado de dependencia psicológica que empeora aún más el problema.

Entre las adicciones a sustancias más comunes, podemos encontrar las relacionadas con el alcohol, el tabaco, el cannabis, o los psicofármacos. A continuación estudiaremos cada una de ellas.

Adicción al alcohol

El alcoholismo es una de las adicciones más comunes en todo el mundo, y también una de las más destructivas tanto para el individuo como para la sociedad. El abuso del alcohol está relacionado con todo tipo de enfermedades muy graves, además de con comportamientos peligrosos, violentos o criminales.

Las causas de la adicción al alcohol pueden ser muy variadas. Por un lado, se trata de la droga más socialmente aceptada en prácticamente todas las culturas.

Una persona que no beba alcohol es normalmente considerada extraña, existiendo una gran presión social que hace que la mayoría de personas se inicien en su consumo a una edad muy temprana.

Por otra parte, el alcohol se utiliza en general para evitar enfrentarse a problemas, especialmente los de carácter emocional. Así, cuando algunas personas se sienten tristes, preocupadas o nerviosas, recurren a esta sustancia para paliar sus sentimientos. Si a esto se le suma una predisposición genética, es fácil entender la prevalencia del alcoholismo.

En cuanto a las consecuencias de la adicción al alcohol, podemos encontrarnos con graves problemas de salud física y mental para el individuo, además de dificultades a nivel de la sociedad en general. Está relacionada con cirrosis, distintos tipos de cáncer, y enfermedades mentales; pero también con asesinatos y accidentes de tráfico.

Por si esto fuera poco, el alcohol es una de las pocas sustancias cuyo síndrome de abstinencia puede ser mortal. Debido a ello, su adicción es una de las más peligrosas, además de ser de las más complicadas de solucionar.

Adicción al tabaco

A pesar de no ser tan socialmente aceptado como hace unas décadas, el tabaco sigue siendo la sustancia que más daños causa en todo el mundo a nivel de salud. Se calcula que aproximadamente 1.300 millones de muertes anuales están relacionadas con el consumo de esta sustancia.

La adicción al tabaco se produce debido a que uno de sus componentes, la nicotina, altera el funcionamiento del cerebro de forma significativa. Cuando se consume habitualmente, la persona empieza a notar ansiedad y malestar al pasar unas pocas horas sin estar expuesta a una dosis. Debido a ello, su uso se hace cada vez más frecuente.

Por otra parte, antiguamente fumar tabaco estaba muy bien visto a nivel social, algo similar a lo que ocurre con el alcohol hoy en día.

Así, películas, anuncios, programas de televisión y todo tipo de elementos culturales promovían el consumo de esta droga, lo que provocó la adicción de millones de personas en todo el mundo.

Entre las consecuencias más habituales de la adicción al tabaco podemos encontrar el cáncer de pulmón, enfermedades crónicas del aparato respiratorio, y problemas del aparato circulatorio como infartos. A día de hoy, el tabaco causa el 8,8% de muertes mundiales, y un 4,1% de años perdidos a causa de diversas discapacidades.

Adicción al cannabis

La droga recreativa ilegal más utilizada en la mayor parte del mundo es el cannabis o marihuana. A pesar de estar considerada como “segura” por la mayor parte de la población, lo cierto es que su consumo habitual puede ser extremadamente perjudicial para la persona.

Por otra parte, debido a la legalización de esta sustancia en cada vez más lugares del mundo desarrollado, muchas personas creen que se trata de una droga segura. Aunque es cierto que es más difícil desarrollar adicción hacia ella que hacia otras sustancias similares, las consecuencias de este problema pueden ser devastadoras.

La mayoría de casos de adicción al cannabis son de tipo psicológico; es decir, no están directamente relacionados con cambios en el cerebro provocados por la droga.

Sin embargo, en casos de consumo extremo, la adicción psicológica se suma a la física, haciendo que sea extremadamente difícil abandonar esta sustancia.

En cuanto a sus consecuencias, la marihuana puede provocar el deterioro de diferentes capacidades mentales como la inteligencia, la memoria o el habla. También puede causar problemas psicológicos más graves como demencia o esquizofrenia, además de afectar de manera negativa a distintos aspectos de la vida del individuo.

Adicción a psicofármacos

A pesar de no ser tan común en los países de habla hispana como en otros lugares, la adicción a psicofármacos es un problema de salud muy serio a nivel mundial.

Estas sustancias, que en principio están pensadas para mejorar la calidad de vida de sus usuarios, pueden provocar consecuencias tan serias como las drogas ilegales.

Los psicofármacos son medicamentos utilizados para paliar los síntomas de algunas enfermedades mentales como la depresión o los trastornos de ansiedad. Generalmente, solo pueden conseguirse mediante receta médica, aunque en algunos países su uso es totalmente libre.

El problema de algunos psicofármacos es que son extremadamente adictivos, y la tolerancia a los mismos se genera muy rápidamente. Esto quiere decir que, al cabo de cierto tiempo, es necesario tomar dosis cada vez más alta de la sustancia para conseguir los mismos efectos.

Entre los efectos secundarios de psicofármacos como las benzodiacepinas se encuentran la ansiedad, la depresión, estados de ánimo irritables, insomnio, e ideaciones suicidas. Por otro lado, su síndrome de abstinencia puede llegar a ser muy peligroso, además de ser extremadamente para las personas que lo sufren.

Adicciones comportamentales

Además de las adicciones a sustancias, existen muchas otras que están relacionadas con conductas o elementos cotidianos que en principio no tienen por qué ser dañinos. El problema de estas adicciones comportamentales es que se producen de manera más progresiva, y generalmente no estamos tan alertas frente a ellas.

Esto se debe a que, en un principio, elementos como las apuestas, la pornografía, la comida, o Internet no tienen por qué ser peligrosos ni traer producir consecuencias negativas. Sin embargo, su abuso puede llegar a ser casi tan negativo como el relacionado con las sustancias que hemos visto anteriormente.

Adicción a las apuestas

La adicción a las apuestas está en un momento de crecimiento. Esto se debe, en parte, a lo sencillo que es acceder hoy en día a este tipo de juegos, principalmente gracias a la popularización de los casinos online. Por otra parte, a nivel cultural se ha producido un cambio en la percepción de las personas sobre este tema, siendo ahora más aceptable.

Este tipo de adicción puede tomar muchas formas distintas. Desde las máquinas tragaperras típicas de los casinos, hasta partidas de poker, bingo la ruleta, pasando por otras actividades como comprar boletos de lotería o apostar en las carreras; todas estas actividades tienen el potencial de convertirse en una adicción seria.

Las apuestas son muy adictivas debido a que explotan un principio de nuestra psicología conocido como “refuerzo intermitente”. Cuando jugamos, solo recibimos una recompensa un pequeño número de veces; y nos sentimos impulsados a continuar jugando para llegar hasta el próximo premio. Esto puede llegar a producir cambios a nivel cerebral.

En cuanto a las consecuencias de la adicción al juego, podemos encontrarnos con anhedonia (incapacidad para disfrutar con cualquier actividad), ansiedad, depresión, pérdida de dinero, deterioro de las relaciones sociales, aparición de conductas de riesgo y actividades delictivas.

Adicción a la pornografía

A pesar de ser vista como algo totalmente inofensivo por la mayor parte de la población, la pornografía es un material susceptible de volverse extremadamente adictivo. Sin embargo, su consumo está aceptado socialmente, siendo su uso extremadamente habitual por parte de personas de todo tipo.

¿Por qué es adictiva la pornografía? El problema es que las imágenes mostradas en los vídeos pornográficos se centran en elementos como la variedad y la hipersexualidad, a unos niveles que son imposibles de alcanzar en el mundo real. De esta manera, al consumir pornografía, nuestro cerebro se ve estimulado de forma exagerada.

Diversos estudios sobre este tema muestran que, al ver pornografía, nuestro circuito de recompensa genera niveles extremadamente altos de dopamina, la hormona encargada de producirnos placer. Cuando el consumo es habitual, generamos tolerancia hacia este neurotransmisor, lo que provoca todo tipo de consecuencias negativas.

Entre otras cosas, alguien adicto a la pornografía lo tendrá muy difícil para disfrutar con el sexo real, que le parecerá aburrido y poco estimulante en comparación. Así, es habitual encontrar problemas como disfunción eréctil, anorgasmia o dificultades para alcanzar la excitación entre quienes sufren esta adicción.

Por otro lado, la resistencia a la dopamina también provoca consecuencias negativas no relacionadas con el sexo. Algunas de las más habituales son la anhedonia, la depresión, la ansiedad y la irritabilidad.

Adicción a la comida

De la misma manera que la pornografía explota nuestro circuito de recompensa natural y lo sobreestimula, la comida moderna es capaz de volvernos adictos de la misma forma.

Los alimentos que consumimos hoy en día son muy distintos a los que encontrábamos en nuestro entorno natural, por lo que tienen un gran potencial para causar dependencia.

Por una parte, el uso excesivo de grasas perjudiciales, de azúcar y de aditivos de todo tipo hacen que la comida tenga mucho más sabor de lo que sería natural. Al consumir alimentos de esta clase, nuestro cerebro genera altas dosis de dopamina, la misma hormona implicada en la adicción a la pornografía.

Además, muchas veces los alimentos modernos no tienen apenas nutrientes, sino que están compuestos de lo que se conoce como “calorías vacías”. Así, a pesar de alimentarnos, nuestro cuerpo sigue detectando que tiene un déficit de nutrientes, y nos vuelve a mandar la señal de hambre incluso si acabamos de comer.

La consecuencia más preocupante de la adicción a la comida es la obesidad, una enfermedad que la OMS ya considera una epidemia a nivel mundial. Entre sus consecuencias están el aumento del riesgo de padecer distintos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes e incluso alzheimer.

Por otro lado, la adicción a la comida también puede provocar todo tipo de problemas psicológicos, siendo de nuevo los más importantes la ansiedad y la depresión. Las personas con esta dependencia también corren el riesgo de desarrollar otras enfermedades mentales graves como la anorexia o la bulimia.

Adicción a Internet

Terminamos el artículo con una de las adicciones que más se están extendiendo durante los últimos años pero sobre las que menos concienciados estamos; la adicción a Internet. El abuso de Internet puede ser, según los expertos, tan perjudicial como la dependencia de algunas drogas o de el juego, la comida o la pornografía.

El problema es que prácticamente todos los habitantes de países desarrollados nos encontramos conectados constantemente a la red. Internet (y los smartphones en particular) nos provocan picos de dopamina al utilizarlos, ya que por ejemplo recibir un mensaje o un like en una red social son situaciones muy recompensantes.

El uso continuado de Internet y los teléfonos móviles también genera resistencia a la dopamina, lo que provoca graves consecuencias similares a las ya mencionadas anteriormente. Entre otras cosas, esta adicción puede causar depresión, incapacidad para disfrutar, ansiedad, y deterioro de las relaciones sociales.

Por otro lado, además de estos problemas comunes a todas las adicciones comportamentales, la relacionada con Internet y los smartphones también puede provocar el deterioro de algunas capacidades cognitivas, como la atención o la memoria, además de problemas graves de insomnio.

Referencias

  1. “8 common behavioral addictions” en: Everyday Health. Recuperado en: 10 Febrero 2019 de Everyday Health: everydayhealth.com.
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