Cultura general

Calendario maya: descripción, cómo funciona, sistemas


El calendario maya es el sistema de medición que utilizaban algunos aborígenes centroamericanos para comprender el curso del tiempo. Su estructura era cíclica y fue elaborado con el propósito de organizar el transcurso de la vida.

Ese sistema de orden y medidas es conocido por su simetría y exactitud, motivo por el cual ha sido categorizado como obra científica. Esto fue porque mostraba de manera precisa las traslaciones de la luna y el sol alrededor de la tierra, aspectos que indicaban cuáles eran los ciclos fértiles o áridos.

Es decir, exhibía cómo los astros determinaban la cotidianidad y el carácter de los hombres. Los mayas examinaron los cambios que ocurrían en cada período y los retrataron en una especie de anuario, cuyo elemento primordial fueron los cálculos.

De ese modo, se percibe que este grupo étnico demostró un gran dominio en el campo matemático y en el ámbito astronómico. Además, consiguió exponer la distancia que había entre los individuos y las constelaciones, suceso que siglos más tarde sería muy importante para la física.

El calendario maya no solo era un medio para especificar la posible duración de la existencia o revelar cuáles eran los días adecuados para realizar los rituales y las ceremonias laborales; también se apreciaba como un tratado filosófico. Este tratado buscaba orientar la realidad física y espiritual de los seres, así como equilibrar la naturaleza con el cosmos.

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Origen

El origen del calendario maya aún es desconocido. Sin embargo, los antropólogos expresan que posiblemente fue creado durante el período clásico, que inició en el 200 d. C. y finalizó en la primera década del 900 d. C.

Para justificar su hipótesis, los investigadores se basaron en las estelas que encontraron en los territorios de Tikal y Uaxactún, ubicados en Guatemala. En los monolíticos hallados se describen algunas fechas fundamentales para la tribu centroamericana.

Por ejemplo, el uinal pop, que hacía referencia al año nuevo; el uinal zip era el mes en el que se invocaban a los dioses; y el uinal uo eran las semanas dedicadas a la oración. Posiblemente, esos indicios fueron las primeras manifestaciones del sistema de medición.

Otro documento esencial es el texto de “Chumayel”, que es uno de los capítulos del Chilam Balam. Este manuscrito fue redactado en la época colonial y en él se detallan las profecías difundidas por los chamanes en la etapa inicial de la civilización maya.

Los historiadores revelan que esos vaticinios estaban relacionados con los ciclos siderales y por tanto con la formación del itinerario temporal. Por lo tanto, el calendario es tan antiguo como la población indígena, ya que era la representación de sus percepciones.

Cosmovisión heredada

El proyecto de querer estructurar el tiempo forma parte del imaginario colectivo. Por ello se debe destacar que el pueblo maya no fue el primero en forjar un calendario, ya que heredaron la idea de los zapotecas.

Los zapotecas eran unos aborígenes que a mediados del siglo XV a. C. establecieron la primera división del período anual, fraccionándolo en 18 meses de 20 días cada uno. Además, designaron que la última semana era adicional porque estaba diseñada para purificar el espíritu a través de los ritos.

No obstante, la etnia zapoteca consiguió fragmentar el ciclo añal gracias a los conocimientos que le transmitieron los olmecas, tribu que señaló cuándo cesaba un año y comenzaba otro. Este suceso lo determinaron mediante el estudio de los astros y sus movimientos.

Así se percibe que el sistema de medición radicaba en la cosmovisión de los pueblos indígenas, que se difundía a lo largo de las generaciones. La diferencia era que las castas recreaban los itinerarios temporales de acuerdo a sus costumbres o descubrimientos.

Descripción

Los mayas percibieron que el tiempo no era continuo, por esa razón instauraron dos métodos de medidas en lugar de uno. El primer calendario se identificaba por ser civil, mientras que el segundo se caracterizaba por su concepción sagrada. Ambos se entrelazaban cada 18.980 días.

De hecho, los períodos se reanudaban cada 52 años; momento en el que se festejaba el fuego nuevo o empezaba otro siglo. Vale recalcar que estos sistemas conformaron la rueda calendárica, un instrumento que estaba constituido por tres círculos.

Como unidad, la rueda representaba las cuatro esquinas del mundo y los espacios externos e internos de la realidad. El anillo central –que era el más pequeño– comprendía 13 números, los cuales indicaban el transcurso de las semanas. En cambio, la composición de los planos superiores era la siguiente:

Segundo anillo

La órbita mediana del calendario se encontraba rodeada por 20 símbolos, que se vinculaban con alguna deidad o un elemento natural. Resulta conveniente mencionar que los glifos señalaban los días. De ese modo se observará a continuación:

-Imix: la figura retratada es un recipiente con agua.

-Ik: su signo es una ventana abierta.

-Akbal: en la imagen se contraponen un murciélago y una guacamaya.

-Kan: es una hamaca y sobre ella se encuentra la red para recolectar maíz.

-Chicchan: es una serpiente enrollada y con la mirada dirigida hacia el horizonte.

-Cimi: son curvas dispersas que se unen, simbolizan la vida y la muerte.

-Manik: son dos líneas sobre un fondo blanco, posiblemente sean los pilares que sostienen el universo.

-Lamat: es la figuración del planeta Venus o del ocaso.

-Muluc: es la representación de la piedra jade.

-Oc: es el báculo que está entretejido por la cola de un perro. A su alrededor hay cuatro puntos que conectan al cosmos con el mundo empírico.

-Chuen: es la cinta del tiempo que se desenlaza y se sumerge en la tierra.

-Eb: es la exposición de un camino.

-Ben: es el crecimiento de los cultivos en sentido horizontal.

-Ix: en el símbolo se exhibe el corazón de la tierra, así como la cara y huella de un jaguar.

-Men: en el dibujo se exterioriza la cabeza del águila real.

-Cib: es un bucle que comunica a las almas.

-Caban: se muestra una caverna y ciertos trazos que son alegorías de los terremotos.

-Etznab: refleja la punta de la daga y al frente se haya la pirámide.

-Cauac: son dos montículos divididos por una raya.

-Ahua: presenta el rostro del guerrero, tiene barba y los labios redondos.

Tercer anillo

En el anillo más amplio se exponen los 365 días del año, los cuales fueron fraccionados en 19 meses. Cada disco tiene una grafía diferente donde se describen los nombres de los períodos mensuales, estos eran:

-Pop: estera.

-Uo: murmullo.

-Zip: espíritu.

-Zotz: murciélago.

-Tzec: calavera.

-Xul: perro.

-Yaxkin: nuevo sol.

-Mol: sol antiguo.

-Chen: oscuridad.

-Yax: albor.

-Zac: lluvia.

-Ceh: cacería.

-Mac: ausencia.

-Kankin: jaguar.

-Muwan: búho.

-Pax: siembra.

-Kayab: tortuga.

-Cumku: cocción.

-Wayeb: visiones.

¿Cómo funciona el calendario maya?

Los mayas consideraban que el tiempo se movía como una serpiente. Por eso crearon y unieron varios sistemas de medición que tenían estructuras zigzagueantes. A pesar de que el año como totalidad contaba con 19 meses, la primera fase concluía cuando transcurría 260 días.

Sin embargo, el ciclo no finalizaba hasta que acontecían 18.980 jornadas. Es decir, el siglo comenzaba cuando el almanaque sagrado giraba 73 veces alrededor del calendario civil, mientras que este último daba 52 vueltas.

Siguiendo ese aspecto, es justo recalcar que el itinerario de medida diseñado por este grupo étnico constaba de cinco unidades:

-Kin: 1 día.

-Uinal: 20 días.

-Tun: 360 días.

-Katun: 7.200 días.

-Baktun: 144.000 días.

Por lo tanto, el período completo estaba integrado por 13 baktun, que eran 5.125,366 años. Después de ese lapso iniciaba otra edad cósmica.

Sistemas

Enfocándose en sus conocimientos matemáticos y astronómicos, los mayas desarrollaron tres calendarios que marcaban diversos ciclos temporales. Dichos sistemas se regían por las traslaciones astrales y las labores habituales de los aborígenes:

Haab

Este sistema de medición era conocido por su carácter social, ya que guiaba las acciones de las personas. Indicaba en qué fechas era prudente cultivar, tejer, elaborar esculturas y erigir hogares. Aparte, estaba centrado en el movimiento solar.

Dicho calendario comprendía 365 días, que se dividían en 19 meses. No obstante, 18 meses se hallaban formados por 20 días, mientras que el último período contaba únicamente con 4 jornadas. Durante esas horas las actividades cotidianas se detenían.

Ahora bien, para este grupo étnico los lapsos mensuales comenzaban a enumerarse desde el cero. Por ello se expuso que la era actual inició el 0 kin del 4 ahua y 8 cumku. Según el almanaque gregoriano, esos datos se referían al 13 de agosto de 3114 a. C.

Tzolkin

El tzolkin era el calendario religioso. Se encontraba vinculado con la traslación de Venus y estaba constituido por 260 días, que incorporaban 13 números y 20 jornadas simbólicas, las cuales se repetían mensualmente. El propósito de este sistema era determinar cuáles eran las fechas apropiadas para realizar los rituales y las ceremonias festivas.

Calendario de cuenta larga

Este sistema era empleado cuando los nativos necesitaban medir los períodos que excedían los 52 años; estaba basado en los ciclos lunares. Dicho calendario permitió que fueran creadas las cinco unidades temporales. Generalmente, ese medio era utilizado para explicar los eventos míticos y organizar los acontecimientos históricos.

Referencias

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