Historia

Cabezas clavas: qué representan, características, tipos


Las cabezas clavas fueron un tipo de escultura muy característica de la cultura chavín, unas de las civilizaciones que se desarrollaron en el Perú anterior a los incas. Fueron descubiertas en 1919 por el arqueólogo peruano Julio César Tello en el centro urbano principal de esa cultura, Chavín de Huantar.

Las esculturas representan cabezas de seres míticos antropomorfos y zoomorfos. El material utilizado para elaborarlas era la piedra, en concreto toba volcánica, caliza y arenisca. En la parte posterior incluyen una estructura alargada a modo de clavos que se usaba para fijar la pieza a las concavidades de las paredes.

La mitad de las cabezas clavas encontradas tienen rasgos zoomorfos, sobre todo de felinos, serpientes y aves. La mayoría tienen las fosas nasales y una boca felina abiertas. En algunos casos, la parte de arriba de las cabezas muestran serpientes en forma de cresta

Se estima que las esculturas fueron realizadas entre el 1200 a. C. y el 800 a. C. y fueron colocadas en su gran mayoría en las paredes del Templo de Chavín. Hasta el momento se han podido identificar más de 142 cabezas. La mayoría se han trasladado al Museo Nacional Chavín, aunque muchas se perdieron en el aluvión de 1945.

¿Qué representan las cabezas clavas?

Las cabezas clavas son monolitos escultóricos que representan a seres míticos de la cultura Chavín. Se encontraban empotradas en una fila horizontal y en posición equidistantes entre ellas sobre los muros del Templo de Chavín de Huántar.

Su descubrimiento fue llevado a cabo por Julio César Tello, en 1919. Este arqueólogo fue el primero en analizar y desarrollar una teoría sobre qué representaban las cabezas y qué función cumplían, tanto aquellas que tenían rasgos antropomorfos como las que tenían forma zoomorfa.

Animales sagrados

La hipótesis que cuenta con más aceptación afirma que las esculturas representaban a los animales sagrados del Perú precolombino: serpientes, felinos y aves. Estas últimas simbolizaban el mundo de los cielos; los felinos el poder terrestre; y los reptiles el inframundo, el mundo inferior.

Otras cabezas eran representaciones de seres humanos, cuya naturaleza es explicada mediante varias teorías.

Función

Se han presentado diversas hipótesis sobre la función que cumplían estas esculturas. La primera indica que su papel era guardar los templos o ahuyentar a los espíritus negativos.

Julio César Tello tenía la teoría de que las esculturas eran una representación de las cabezas trofeo de los enemigos de la cultura chavín. La costumbre de decapitar y conservar la cabeza de los guerreros rivales estaba muy extendida y, además, concuerda con la tesis presentada por el mismo antropólogo sobre el posible origen selvático de la cultura.

Por su parte, Eduardo de Habich pensaba que las cabezas podían ser representaciones de los sacerdotes de la cultura. Las cabezas reflejarían su imagen cuando estaban realizando los rituales religiosos, en los que era habitual el uso de sustancias alucinógenas como el cactus de San Pedro.

Este estudioso sostenía que el uso de ese alucinógeno se reflejaba alegóricamente en los rasgos faciales de cada cabeza, como si fuera una secuencia. Así, los ojos muy abiertos y con forma circular representarían las pupilas dilatadas a causa de las drogas, mientras que las culebras en la parte superior sería una representación de las alucinaciones.

Por último, Federico Kauffmann Doig opinaba que se trataba de rostros de personajes sobrenaturales pertenecientes a la mitología chavín. La mayoría tendrían forma humana, pero con rasgos de felinos y aves de rapiña mezclados. En este caso, los ojos circulares serían un intento de representar los ojos de los pájaros.

Características de las cabezas clavas

Las cabezas clavas son monolitos, esto es, esculpidas en una única piedra. Aunque el tamaño de cada una es diferente, en general son bastante grandes. La media es de 103 centímetros de largo por 30 cm de ancho y 43 cm de altura. Su peso alcanza los 250 kilos.

El 81% de las cabezas fueron elaboradas con toba volcánica, mientras que la caliza fue el material utilizado por otro 15%. El último 4% corresponde a las cabezas fabricadas con arenisca.

El uso mayoritario del primer tipo de roca indica, según González-Ramírez, su abundancia en la zona, la alta porosidad y la facilidad que presentaba para ser labradas. Era, además, un material que facilitaba la talla y el traslado de la pieza.

Descripción

El 51% de las cabezas que han podido ser estudiadas poseen rasgos antropomorfos, el 45% tiene rasgos zoomorfos (de serpientes y felinos) y el 4% son ornitomorfos, con aspecto de ave.

En general, los ojos de las esculturas tienen forma circular y aparecen muy abiertos. La boca, por su parte, rememora la de un felino, tal y como se puede comprobar por la presencia de colmillos. Es también muy frecuente que aparezca un pico de ave, fácilmente reconocible si la pieza se contempla desde un costado.

Algunas de las piezas fueron trabajadas con la intención de que los labios fueran abultados y que la fosas nasales aparecieran abiertas.

Como se ha señalado anteriormente, una parte de las cabezas tienen serpientes en la zona superior, como si fuera el cabello. Además, también aparecen protuberancias que simulan ser crestas.

Un elemento que aparece en todas las piezas y que fue el motivo por el que fueron bautizadas como cabezas clavas es una estructura alargada en la parte posterior. Esta estructura se insertaba en los muros como si fuera un clavo.

Ubicación

En su origen, las cabezas se encontraban en las paredes este, oeste y este del Templo de Chavín, en el centro ceremonial de Chavín de Huántar.

Este complejo estaba ubicado a algo más de 100 kilómetros de la ciudad de Huaraz, en la actual provincia de Huari. Según los arqueólogos, la localidad fue el principal centro político y religioso de la cultura chavín y contaba con varios templos en los peregrinos llegados de otras zonas rendían culto a sus dioses.

Las figuras estaban colocadas debajo de unas cornisas de piedra grabadas en bajorrelieve, formando una fila horizontal. Hoy en día solo hay una cabeza en su lugar original.

Aunque no se han encontrado restos, algunos expertos, como Luis Guillermo Lumbreras, afirman que pudo haber otras cabezas clavas en otros templos de la ciudad, como el Templo Antiguo.

Los conocimientos actuales sobre estas esculturas parecen indicar que no se colocaban en lugares de reunión, sino en zonas exteriores en zonas de circulación y en los laterales de los edificios principales.

Tipos de cabezas clavas

El estudio de las cabezas originales, aunque algunas están bastante dañadas, así como de las copias, ha permitido dividir las esculturas en tres tipos: antropomorfas, zoomorfas y mitológicas.

Antropomorfas

Las cabezas de este tipo son gruesas pero muy elaboradas. Los ojos están abiertos, la boca cerrada, narices aplastadas y presentan rugosidades faciales. En algunos pocos casos se puede ver la dentadura.

Zoomorfas

Estas esculturas presentan forma de animal, concretamente de aves de rapiña, felinos y serpientes. Un rasgo destacado son los afilados colmillos que sobresalen de los picos y mandíbulas.

Mitológicas

El tercer tipo, las cabezas mitológicas, mezclan rasgos humanos y animales. Los labios son gruesos y aparecen crestas o cabelleras formadas por serpientes.

Referencias

  1. Cultura Chavín. Cabezas Clavas. Obtenido de culturachavin.org
  2. González-Ramírez, Andrea.  Estudio de las cabezas clavas del yacimiento de Chavín de Huántar. Obtenido de uab.cat
  3. El Popular. Cabeza clava. Obtenido de elpopular.pe
  4. From Perú. The enigmatic Chavín culture of Peru. Obtenido de peru.info
  5. Museo Larco. Tenon Heads. Obtenido de museolarco.org
  6. UNESCO World Heritage Centre. Chavin (Archaeological Site). Obtenido de
    whc.unesco.org
  7. History News Network.  Ancient tenon heads discovered in Ancash, Peru. Obtenido de historynewsnetwork.org