Lengua y literatura

James Joyce: biografía, estilo, legado, obras, frases


James Agustine Aloysius Joyce (1882-1941) fue un escritor de origen irlandés, considerado como uno de los literatos más importantes de todos los tiempos. La calidad de su obra ha sido determinante e influyente para muchos autores a nivel mundial, marcando así un amplio catálogo de publicaciones.

Los rasgos principales de la literatura de Joyce fueron tener a Dublín como ambiente principal y una marcada presencia de aspectos religiosos y, sobre todo, ante la fe. Sus textos estuvieron cargados de modernismo e innovación, haciendo gala de un lenguaje brillante y expresivo.

Todos los escritos de este autor irlandés gozaron de renombre y fama, estuvieron entre ellos: Dublineses, Retrato del artista adolescente, Exiliados y Ulises. Muchas obras de James Joyce fueron publicadas después de su fallecimiento, tal como sucedió con: Stephen, el héroe.

Índice del artículo

Biografía

Nacimiento y familia

James nació el 2 de febrero de 1882 en Rathgar, Dublín, en el seno de una familia de clase media y de fe católica. Su padre fue John Stanislaus Joyce y su madre se llamó May; el matrimonio concibió quince hijos en total, de los cuales sobrevivieron diez. James fue el mayor de los hermanos.

Por parte de su familia paterna, James estuvo ligado a empresarios dedicados a la explotación de minas de sal y piedra caliza. Además, su padre se desempeñó como funcionario de impuestos, mientras que su madre provino de una familia de buena posición económica en aquella época.

Infancia de Joyce

Cuando tenía cinco años de edad, James Joyce y su familia se mudaron a Bray, una localidad distinguida ubicada al sur de Dublín. Allí pasó los mejores años de su vida y fue donde se enamoró por primera vez. Concretamente de Eileen Vance, una adolescente hija de una familia perteneciente a la religión protestante.

Una anécdota conocida de la infancia de Joyce fue la de su miedo a los perros, fobia ocasionada por haber sido atacado por uno. También le tenía terror a los truenos, porque de acuerdo con su formación católica eran una expresión de la ira de Dios. A los nueve años mostró dotes para la escritura con su poema: “Et Tu, Healy”.

Estudios

Joyce comenzó a estudiar la etapa primaria a los seis años de edad en el prestigioso colegio de los jesuitas llamado Clongowes Wood College. Aunque la matemática no fue su fuerte, fue un estudiante sobresaliente en todas las demás materias. También ejerció como monaguillo.

Después de cuatro años debió abandonar dicha institución por los inconvenientes económicos que aquejaron a su padre. Así que en 1892 ingresó a un centro de enseñanza de los Christian Brothers; y por sus sobresalientes notas luego fue invitado a formar parte del Belvedere College de la Compañía de Jesús.

Continua formación académica

La intención del Belvedere College era la de convencer a Joyce que ingresara como sacerdote a la Orden; sin embargo, él lo rechazó. La decisión la tomó en gran medida por la estricta educación que recibió de niño y los constantes castigos por parte de los jesuitas.

El aventajado estudiante continuó con su preparación de manera persistente, siendo reconocido su desempeño académico con varios premios. Además, complementó su formación con la lectura de grandes clásicos como: Charles Dickens, Walter Scott, William Yeats, lord Byron y George Meredith, por nombrar algunos.

Estudios universitarios

En 1898 James ingresó a la University College, ubicada en Dublín, para estudiar idiomas. El escritor se inclinó al aprendizaje de filosofía y también sobre literatura europea. Aunado a ello fue un destacado estudiante y participó en eventos de arte y letras. Por esa época escribió algunos ensayos para la revista inglesa: The Fortnightly Review.

Fueron varias las experiencias universitarias que enriquecieron la vida de Joyce. En 1900 formó parte de la Sociedad Literaria e Histórica de Dublín. También se relacionó con intelectuales de la talla de: Lady Gregory y William Yeats; y en 1903 se graduó y se fue a París.

Una época difícil

Cuando terminó sus estudios universitarios en Dublín, Joyce se fue a París con la idea de estudiar medicina; pero debido a la miseria en la que cayó su familia tuvo que desistir. Su estancia en la capital francesa fue dura, aunque consiguió empleo como profesor y periodista, había días que no tenía para comer.

Al poco tiempo decidió regresar a su tierra por la grave situación de salud de su madre, quien falleció en 1903. La perdida sumió a James en una profunda tristeza y eso lo llevó a vagar por Dublín y a relacionarse con personas poco confiables.

Fracaso de su primer intento de publicación

Después de vagar durante casi un año y viviendo de la caridad de algunos conocidos, en 1904 James Joyce realizó el intento de publicar una obra que tenía ya escrita. Sin embargo la revista Dana no la aceptó, así que el incipiente escritor decidió revisarla, y le cambió el nombre a: Stephen, el héroe.

Aún con las correcciones que le hizo, la novela no se dio a conocer en sus años de vida. No obstante, la obra sí le sirvió de impulso para la concepción de Retrato del artista adolescente, un trabajo literario en el que el escritor reflejó algunas experiencias personales.

Entre el amor y el alcoholismo

En 1904 el escritor conoció a la que sería la compañera de su vida: Nora Barnacle, una chica que era empleada del hotel Finn. Joyce, quien al parecer había heredado de su padre el gusto por la bebida, pasó un tiempo en la capital embriagándose y metiéndose en problemas.

Algunos biógrafos han sostenido que tanto la fecha de la primera cita con Nora, 16 de junio de 1904, como el hombre que lo recogió después de una de sus disputas, fueron elementos de Ulises, su obra cumbre. Después de todos aquellos desencuentros, James se fue con su amada a otras tierras europeas.

Vida entre Pula y Trieste

A partir de 1904, James Joyce se marchó con Nora a otros destinos en busca de una mejor vida. Primero llegó a Zúrich para trabajar como profesor de inglés en un prestigioso instituto, pero como no hubo suerte, fue enviado a Trieste, ciudad que para aquel entonces perteneció al Imperio austrohúngaro.

En Trieste tampoco logró un puesto de trabajo y, con la ayuda del director del instituto Berlitz, Almidano Artifoni, finalmente pudo laborar en Pula (actualmente territorio croata). Por razones políticas regresó a Trieste en 1905, donde vivió aproximadamente diez años.

Nacimiento de sus hijos y otras experiencias

En 1905 James y Nora tuvieron la dicha de tener a su primer hijo a quien dieron por nombre Giorgio. Sin embargo, para el escritor la alegría no era plena y necesitaba más ingresos económicos. Por ello, invitó a su hermano Stanislaus a vivir con él, para que lo ayudara con los gastos.

Un año después se fue a Roma, tanto por el gusto de viajar, como por conseguir un empleo mejor. No le fue como esperó, así que regresó a Trieste. En 1907 Lucía, su segunda hija, llegó a su vida y además tuvo la satisfacción de publicar ese mismo año el poemario Música de cámara.

De vuelta a Dublín

Joyce regresó a Dublín en 1909 después de cinco años de ausencia junto a la compañía de su hijo varón. Visitó tanto a su familia como a la de su mujer por vez primera, aunque su motivo principal fue publicar su obra Dublineses. Sin embargo, no lo consiguió hasta cinco años después.

Regresó a Trieste llevando consigo a su hermana Eva para que ayudara a su mujer con los niños. Al cabo de un mes estaba nuevamente en su tierra para llevar a cabo unos negocios, entre ellos establecer una sala de cine. Lamentablemente sus socios lo embaucaron y no vio ganancias.

También trató de mercadear con telas irlandesas a Italia, sin éxito tampoco. Finalmente regresó con su familia en 1910 cargando el peso de esos fracasos económicos, aunque esa vez se llevó consigo a su hermana Eileen para que también colaborara con la familia.

Algunas circunstancias adversas

La situación económica de Joyce y su familia fue precaria hacia 1912, ya que aunque dio algunas conferencias y trabajó para algunos medios impresos, el dinero era poco. Si bien sus conocimientos lo hicieron merecedor de un cargo como profesor, las altas élites lo desvirtuaron por ser de otro país.

Viajó con toda su familia a Dublín en busca de que se le abriera una puerta para publicar Dublineses, pero nuevamente no pudo. Regresó a Trieste y por años vivieron en un pequeño departamento, puesto que los habían desalojado del anterior por la deuda que tenían.

Publicación de Dublineses

A pesar de las desavenencias económicas Joyce continuó escribiendo. En 1913 comenzó a trabajar en las revistas Poetry y The Egoist con la recomendación que su amigo William Yeats dio sobre él al escritor estadounidense Ezra Pound.

Finalmente, en 1914 logró la tan ansiada publicación de Dublineses, gracias al apoyo brindado por el editor inglés Grant Richards. La experiencia fue satisfactoria para James a pesar de que algunas historias fueron excluidas por el contenido y las ventas cayeron por el comienzo de la Primera Guerra Mundial.

Etapa en Zúrich, Suiza

En 1915, como consecuencia de la Primera Guerra Mundial, Joyce y su familia se fueron a vivir a Zúrich. Fue una época de prolífera creatividad para el escritor, pero su economía continuó igual. Vivió de dar clases, de la ayuda de sus amigos y de protectores anónimos que admiraron sus obras.

Una de las mayores satisfacciones de James en aquella etapa fue la publicación de: Retrato del artista adolescente y la edición estadounidense de Dublineses. Además en ese tiempo sus afecciones visuales se agudizaron todavía más, pero se mantuvo escribiendo.

Joyce entre el teatro y Exiliados

Aún en Suiza, Joyce consiguió en 1918 la creación de una compañía de teatro llamada The English Player, conjuntamente con un actor inglés llamado Claud Sykes. Para esa fecha su alcoholismo estuvo a flor de piel, debido a sus reuniones sociales con sus amigos.

Aquel año, el escritor irlandés publicó Exiliados, el cual vio la luz al mismo tiempo en Estados Unidos e Inglaterra. Para entonces Ulises, su máximo proyecto, salió por episodios en las páginas de Little Review. A nivel personal, James Joyce fue un eterno enamorado y las mujeres eran su debilidad.

Vida en París

James llegó a parís en 1920 con el propósito de lograr que tanto Dublineses como Retrato del artista adolescente fueran traducidas al francés, así que la visita de sietes días se convirtió en una estancia de veinte años. Durante el primer año se dedicó a pulir Ulises y gestar nuevas amistades literarias.

Fue en 1922 cuando por fin salió a la luz Ulises, la cual terminó de catapultar su carrera literaria y se convirtió en su obra más importante. Fue una época de luces y sombras, ya  que mantuvo contactos con el reconocido novelista francés Marcel Proust, pero también tuvo que viajar con frecuencia a Suiza para visitar a su hija Lucía, la cual padecía esquizofrenia.

La concepción de Finnegans wake

Una parada en Inglaterra en 1922 fue la inspiración definitiva para que el escritor irlandés decidiera poner manos a la obra a Finnegans wake, su última obra publicada en vida. Sus amistades cercanas llegaron a afirmar que Joyce se había “obsesionado” con aquella futura publicación.

Su mujer y su hermano Stanislaus lo criticaron mucho respecto a esa obra y, aunque pensó en desistir, finalmente siguió desarrollándola. Por esos años, Samuel Beckett publicó una serie de ensayos sobre los adelantos del mencionado texto. No fue sino en 1932 que Joyce se casó con su compañera de vida y madre de sus hijos: Nora Barnacle.

Desdicha y dicha

A finales de 1931 falleció el padre de James, una noticia que devastó al escritor porque se ausentó por mucho tiempo y no se pudo despedir. Al año siguiente, con el nacimiento de su nieto Stephen, hijo de Giorgio, Joyce pudo mitigar el dolor y retomar su vida.

De esa época tuvo amistad con el arquitecto suizo-francés Le Corbusier, que siguió de cerca la traducción de sus obras. En 1939 salió al público Finnegans wake, un texto que debido al lenguaje empleado, la sintáctica y las técnicas vanguardistas no tuvo una acogida del todo positiva por parte del público.

El catolicismo durante su vida

Si bien Joyce provino de una familia católica y fue educado bajo las normas de los jesuitas, con el paso de los años fijó oposición ante la religión tras las experiencias vividas en la infancia. Algunos estudiosos de su vida difieren en que haya renegado totalmente de la fe católica.

En algunas de sus obras reflejó su posición, tal fue el caso del personaje Stephen Dedalus, quien psicológicamente era su “yo superior”. El escritor inglés Anthony Burgess aseveró que tal vez su aversión fue hacia los dogmas de la iglesia, mas no hacia la fe.

Últimos años y fallecimiento

El estado de ánimo de James decayó casi en su totalidad con las críticas negativas a su última obra, una tristeza a la que sesumó la enfermedad de su hija y el estallido de la Segunda Guerra Mundial. En 1940 se marchó de nuevo a Zúrich, triste y abatido y aferrado al alcohol.

A comienzos de 1941 fue intervenido quirúrgicamente del estómago y posteriormente cayó en coma. Se mantuvo dos días en trance y, aunque lo superó, desafortunadamente falleció el 13 de enero de ese mismo año. No pudo ser repatriado porque el gobierno irlandés le negó los permisos a su esposa e hijo.

Estilo

El estilo literario de James Joyce se caracterizó por ser moderno y vanguardista. Además empleó un lenguaje expresivo, con el uso de una sintaxis muchas veces compleja que en ocasiones dificultó la comprensión del texto, también hubo presencia de muchos símbolos.

Su estilo fue versátil y le eran propios los monólogos, así como la incursión de modos periodísticos y teatrales. En sus obras incluyó experiencias personales y anécdotas con personajes singulares. Joyce hizo un manejo del tiempo particular en el cual el lector se sumergía en laberintos.

Legado

El mayor legado de Joyce ha sido en la literatura, siendo uno de los escritores más influyentes del siglo XX. Además, la forma en la que estructuró sus obras a nivel gramatical, sintáctico y de contenido lo convirtieron en un genio de las letras, al punto de que aún hoy en día sus escritos son objeto de estudio.

Por otro lado, el escritor irlandés tuvo la capacidad de crear personajes similares a los de los grandes clásicos, pero sin llegar a caer en la copia. Joyce empleó técnicas lingüísticas y estéticas innovadoras y únicas, sin dejar de lado los aspectos psicológicos de sus protagonistas.

Análisis de los especialistas

Algunos estudiosos de Joyce y su obra analizaron aspectos que acentuaron todavía más las huellas del escritor en el mundo. El estadounidense Herbert Gorman se refirió a las indagaciones exhaustivas y al dinamismo de sus contenidos. Por su parte, Samuel Beckett acotó que James escribió para todos los sentidos.

El escritor y filósofo italiano Umberto Eco afirmó que el irlandés manifestó en sus obras una visión científica, además reflejó sus conocimientos en todas las formas del arte. En definitiva, Joyce fue único en toda la extensión de la palabra.

Su huella en otras áreas

El legado de este escritor abarca los campos de la ciencia, la psicología, la física y la filosofía. El psicoanalista Jacques Lacan refirió su obra para desglosar el significado de sinthome o escisión; en física se usa la palabra “quark” derivada de la obra Finnegans wake.

Por otro lado, en varias partes del mundo, incluyendo Dublín, cada 16 de junio se celebra el “Bloomsday” para conmemorar el día en que transcurre Ulises. Han sido innumerables las instituciones, organizaciones, artistas e intelectuales que le han rendido homenajes a James Joyce a lo largo de la historia.

Custodio de sus obras

Su nieto Stephen, hijo de Giorgio, ha sido el protector de todas las propiedades y obras que dejó el escritor. En algún momento se deshizo de algunas cartas, en especial de las que Lucía, la hija de Joyce, sostuvo con él; además limitó el uso de sus textos en eventos públicos sin previa autorización.

Obras

– Música de cámara o Chamber music (1907).

– Dublineses o Dubliners (1914).

– Retrato del artista adolescente o Portrait of the artist as a young man (1916).

– Exiliados o Exiles (1918).

– Ulises o Ulysses (1922).

– Poemas manzanas o Poems penyeach (1927).

– Colección de poemas o Collected poems (1936).

– Finnegans wake (1939).

Publicaciones póstumas

– Stephen, el héroe (1944).

– Cartas de James Joyce. Volumen 1 (1957).

– Escritos críticos de James Joyce (1959).

– El gato y el malo (1964).

– Cartas de James Joyce. Volumen 2 (1966).

– Cartas de James Joyce. Volumen 3 (1966).

– Giacomo Joyce (1968).

– Cartas seleccionadas de James Joyce (1975).

– Los gatos de Copenhagen (2012).

– El hotel de Finn (2013).

Breve descripción de algunas de sus obras

Música de cámara (1907)

Fue uno de los dos poemarios publicados por Joyce, el otro se tituló Poemas manzanas. Esta obra no fue tan significativa, aún y cuando el escritor se inició escribiendo versos desde sus años de infancia, el contenido no fue tan genial, creativo y brillante como su prosa. Fue más bien convencional y común.

La temática principal fueron la juventud y el amor de esos años. Estudiosos de la obra de Joyce concuerdan en que, más que versos, fueron escritos para el ritmo y la melodía a través del canto; la rima y la métrica fueron persistentes, así como los recursos fónicos.

Fragmento

“A la hora en que todas las cosas reposan

oh, solitario vigilante del cielo,

¿oyes el viento nocturno y el suspiro

de las arpas que tocan el amor descorriendo

las pálidas cancelas del amanecer?”.

Dublineses (1914)

Esta obra estuvo conformada por cuentos, siendo la única de este tipo escrita por Joyce. El escritor la concibió en 1904 y la culminó en 1914, año de su publicación. Las quince historias que componen el libro se alinearon con el realismo literario.

Como el título de la obra lo indica se basó en la vida en Dublín y como la sociedad no evolucionó con los cambios que trajo consigo el siglo XX. En el momento en el cual se dio a conocer el texto algunos aspectos fueron censurados por ser bruscos; no a todos agradó, pero fue la obra que le abrió las puertas a Joyce.

Fragmento

“La señorita Mary Sinico dijo que su madre había adquirido últimamente la costumbre de salir por la noche para comprar bebidas alcohólicas. Según atestiguó, había intentado que su madre entrara en razón, aconsejándole que se inscribiera en la asociación antialcohólica.

Llegó a su casa una hora después que tuviera lugar el accidente. El veredicto del jurado se plegó a la evidencia médica y exoneró a Lennon de toda responsabilidad…”.

Retrato del artista adolescente (1916)

Fue una novela de corte autobiográfico en la que reflejó algunos aspectos de su vida. En un principio el escritor publicó en forma de entregas en The Egoist, durante un año, entre 1914 y 1915. La obra se ubicó dentro del género de “novela de aprendizaje”, conocido con el vocablo alemán bildungsroman.

El personaje principal de la historia fue Stephen Dedalus, psicológicamente el “súper yo” o “álter ego” de Joyce. Se evidenció en la obra la existencia de modismos conservadores y religiosos de la alta sociedad de Dublín, contra las cuales el protagonista debió batallar.

Estructura

James Joyce estructuró la obra en cinco amplios capítulos, donde Stephen es el narrador principal de acuerdo con su visión, convicciones y pensamientos. El desarrollo de la obra abarcó los monólogos y a lo largo de los capítulos se dio una evolución fluida y bien llevada de los personajes.

Fragmento

“A menudo se había visto a sí mismo en figura de sacerdote, provista de aquel tremendo poder ante el cual ángeles y santos se inclinan reverentes. Su alma había cultivado secretamente aquel deseo. Se había visto a sí mismo, sacerdote joven y de maneras silenciosas, entrar rápidamente en el confesionario, subir las gradas del altar…

En aquella borrosa vida que él había vivido en sus fantasías se había arrogado las voces y los gestos observados en algunos sacerdotes… le desagrada pensar que toda aquella misteriosa pompa pudiera convergir hacia su propia persona…”.

Ulises (1922)

Fue la obra más importante y reconocida de James Joyce, la cual lo llevó a la cima de la fama literaria. La trama de la novela transcurrió de manera detallada y minuciosa el día 16 de junio de 1904, fecha en la que el autor conoció a su amada Nora.

Narró la historia de tres habitantes de Dublín: Leopoldo Bloom, la esposa de este Molly y el ya conocido Stephen Dedalus de Retrato del artista adolescente. La novela estuvo compuesta por varios elementos psicológicos, un lenguaje complejo y críticas a la iglesia y al gobierno irlandés.

Composición

El autor se encargó de desarrollar personajes reales, capaces de hacerle creer al lector que eran verdaderos. También incorporó el monólogo y una narración indirecta y libre, es decir, el narrador utilizó los vocablos y los modos de expresión de manera tal que él parecía uno de los personajes.

James contó la totalidad de la existencia del pueblo y sus habitantes en un día, todo de manera brillante y magistral a través de un lenguaje claro, una estructura bien pensada, un estilismo fluido y una serie de recursos lingüísticos innovadores. El título hizo alusión a “Ulises” el personaje principal de la Odisea de Homero.

Fragmento

“El señor Bloom comía con deleite los órganos interiores de bestias y aves. Le gustaba la sopa espesa de menudillos, las mollejas sabor a nuez, el corazón relleno asado… que daban a su paladar un sutil sabor de orina levemente olorosa…

Un dolor, que no era todavía el dolor del amor, le roía el corazón. Silenciosamente, ella le había acercado en un sueño después de morir, con su cuerpo consumido, en la suelta mortaja parda, oliendo a cera y palo de rosa: su aliento, inclinado sobre él, mudo y lleno de reproche, tenía un leve olor a cenizas mojadas… Junto al lecho de muerte de ella, un cuenco de porcelana blanca contenía…”.

Finnegans wake (1939)

James Joyce dedicó a la creación de esta obra casi dos décadas, siendo su última publicación. A su proceso de desarrollo se le denominó “obra en marcha” ya que los avances fueron apareciendo en varios medios. Recibieron tanto críticas positivas como negativas.

La obra fue ambientada en Dublín y uno de sus escenarios principales fue un bar. El dueño del lugar era Poter, casado y con tres hijos, la historia giró en torno a un sueño que él tuvo, en cuya dificultad se unen todos los personajes del libro.

Estructura

La historia se desarrolló de manera constante, con la incorporación de continuos monólogos. Además lo psicológico jugó un papel importante a través de los sueños, al tiempo que Joyce hizo más dinámica la obra y a su vez la lectura, con el componente lúdico en el uso de las palabras.

No existió una sinopsis o tesis como tal, sino que más bien el lector interpreta la relevancia de cada personaje y acción. El lenguaje empleado por James fue confuso y complicado, donde los significados en otros idiomas se hicieron notar como parte de la capacidad del autor para innovar.

Fragmento

“Sola, loca en mi soledad, por la culpa de ellos me estoy muriendo ¡Oh amargo final! Me voy a escabullir antes de que se levanten. Nunca verán. Ni sabrán. Ni me extrañarán. Y es viejo y viejo es triste y viejo es triste y cansador.

Vuelvo a vos, mi frío y loco padre, mi frío, loco y temible padre, hasta que el ver de cerca sus ojos, millas y millas de padre, lamentándome me marea y me precipita, a mi sola, a tus brazos…”.

Frases

– “¿Cuál es la razón de que palabras como estas me resulten tan torpes y frías? ¿Será que no hay palabra lo suficientemente tierna para describirte?”.

– “Ya no podemos cambiar de país, cambiemos de tema”.

– “He puesto tantos enigmas y acertijos que la novela mantendrá ocupados a los profesores durante siglos, discutiendo acerca de lo que quise decir. Esa es la única forma de asegurarse la inmortalidad”.

– “No hay herejía ni filosofía tan odiosa para la iglesia como el ser humano”.

– “Los colores dependen de la luz que uno ve”.

– “Mi niñez se inclina a mi lado. Demasiado lejos para que yo apoye una mano en ella por una vez ligeramente”.

– “No hay pasado ni futuro, todo fluye en un eterno presente”.

– “La irresponsabilidad es parte del placer del arte. Es la parte que las escuelas no saben reconocer”.

– “El amor es un maldito fastidio, especialmente cuando también está unido a la lujuria”.

– “Los genios no cometen errores. Sus errores son siempre voluntarios y originan algún descubrimiento”.

Referencias

  1. James Joyce. (2019). España: Wikipedia. Recuperado de: es.wikipedia.org.
  2. Tamaro, E. (2004-2019). James Joyce. (N/a): Biografías y Vidas. Recuperado de: biografiasyvidas.com.
  3. James Joyce. (S. f.). Cuba: Ecu Red. Recuperado de: ecured.cu.
  4. Romero, S. (S. f.). Frases célebres de James Joyce. España: Muy Interesante. Recuperado de: muyinteresante.es.
  5. James Joyce. (2019). Argentina: El Cuenco de Plata. Recuperado de: elcuencodeplata.com.ar.