Clara Campoamor: biografía, estilo, citas y obras
Clara Campoamor Rodríguez (1888-1972) fue una escritora, activista de los derechos de la mujer y política española. Su lucha a favor de las mujeres la llevó a promover el voto femenino, y pudieron ejercerlo por vez primera en el proceso electoral de 1933.
Campoamor fue una mujer integra y constante, siempre fiel a sus pensamientos e ideales. La vida la obligó a alcanzar la madurez todavía siendo una niña. No obstante, supo ver en las adversidades posibilidades de superación, y creyó en ella lo suficiente como para crear confianza en otras mujeres.
La obra de Clara como escritora estuvo orientada hacia la política, la historia española y, por supuesto, hacia el establecimiento definitivo de la mujer en la sociedad, como un ser capaz de actuar y aportar positivamente al crecimiento y desarrollo de la sociedad.
Índice del artículo
- 1 Biografía
- 1.1 Nacimiento y familia
- 1.2 Infancia y juventud
- 1.3 Tiempo en el Ateneo
- 1.4 Si se quiere, se puede
- 1.5 La privacidad de su vida
- 1.6 Una mujer de pensamientos claros
- 1.7 Campoamor como política
- 1.8 Ideales femeninos
- 1.9 Exilio de Campoamor
- 1.10 Entrada fugaz a España y muerte en Suiza
- 1.11 Honor a quien honor merece
- 2 Estilo literario
- 3 Citas
- 4 Obras
- 5 Breve descripción de sus obras más representativas
- 6 Referencias
Biografía
Nacimiento y familia
Clara nació el 12 de febrero de 1888 en la ciudad de Madrid. La escritora provenía de una familia modesta. Su padre se llamó Manuel Campoamor Martínez y se desempeñó como contador público, y su madre, de nombre Pilar Rodríguez, fue costurera. La autora tuvo dos hermanos.
Infancia y juventud
Los primeros años de vida de Clara Campoamor transcurrieron en su ciudad natal, los vivió típicamente como una niña de su edad. Cuando tenía diez años su padre murió, y tres años más tarde tuvo que abandonar los estudios para trabajar y ayudar a sostener el hogar.
La adolescente se defendió en el campo laboral ayudando a su madre en la confección de ropa, luego consiguió una plaza como vendedora. También se desempeñó como telefonista. Llegó a la juventud trabajando, pero con el sueño de prepararse profesionalmente.
A los veintiún años Clara consiguió un puesto en los telégrafos del Gobierno como auxiliar. Ese trabajo la llevó a pasar un tiempo en Zaragoza y San Sebastián. La dedicación y el esfuerzo la condujeron a ser profesora de mecanografía y taquigrafía en la Escuela de Adultas, así que regresó a Madrid.
De su experiencia como maestra de mujeres, poco a poco fue alimentando la idea de que había necesidad de cambio para la vida de las féminas. También fue secretaria en el diario La Tribuna, el cual le permitió publicar algunos artículos.
Tiempo en el Ateneo
Clara Campoamor pasó gran parte de su juventud asistiendo al Ateneo de Madrid. Antes de que la política irrumpiera en sus instalaciones, la autora se deleitó en sus salas. Con cada tertulia sació su necesidad de saber y de conocer sobre los temas que le preocuparon.
Entre las paredes del Ateneo, Clara hizo sus primeros contactos con intelectuales y políticos de la época. Además, llegó a desempeñarse como secretaria tercera, ejerciendo su labor para mantener la esencia del Ateneo y de los que en él hicieron vida.
Es importante destacar que en el período de la dictadura de Primo de Rivera, este decidió nombrar a los nuevos representantes, porque los socios principales de la institución le hicieron la guerra. Nombró a Campoamor sin precisar el cargo, pero ella, firme a sus convicciones, no aceptó.
Si se quiere, se puede
Las experiencias laborales de Clara abrieron sus pensamientos y la hicieron una mujer fuerte, decidida y determinada. En 1920, cuando tenía treinta y dos años, tomó la decisión de continuar los estudios que había interrumpido, así que en poco tiempo logró el título de bachiller.
En 1922 ingresó a estudiar derecho en la Universidad Central de Madrid, y dos años más tarde obtuvo la licenciatura. Con su ímpetu demostró que todo era posible, y con treinta y cuatro años, y en plena dictadura de Rivera, ya había logrado prestigio y solidez como abogada.
La privacidad de su vida
El conocimiento que se tiene de la vida privada y familiar de Clara Campoamor es poco. Fue una mujer reservada y cuidadosa ante ese tema. Se sabe que compartía tiempo con su madre, su hermano Ignacio, con la hija de este, y su ahijada Pilar Lois, quien más tarde se convirtió en una insigne médico.
Algunos historiadores aseveran que durante el tiempo en que decidió retomar sus estudios y obtener un título profesional, quizá tuvo el apoyo de alguna persona cercana a nivel íntimo. Sin embargo, no está claro debido a que no dejó rastros de esa área de su vida.
Una mujer de pensamientos claros
Desde muy joven Clara manifestó su pensamiento y creencias liberales. Llevó la bandera liberal a través de la defensa de un país que contara con organismos de talante democrático, y creyó en las leyes como hacedoras y defensoras de la justicia.
Sus pensamientos e ideales fueron motivo para que tanto la política de derecha como de izquierda la condenaran por haber alcanzado todo lo que ellos habían impedido por muchos años. Campoamor no permitió ser marioneta de su propio partido, luchó con todas sus fuerzas para conseguir su cometido.
Campoamor como política
En poco tiempo, Campoamor logró reputación y reconocimiento por su honestidad y buenas actuaciones. En 1931, tiempo de la Segunda República Española, fue diputada por Madrid representada por el Partido Republicano Radical.
A partir de ese momento comenzó su labor oficial como líder y activista de los derechos de la mujer. Fue así como logró formar parte de la delegación Constitucional, y discutió la aprobación del artículo 36 para que las mujeres pudieran ejercer su derecho al voto.
Los movimientos de Clara en la política fueron muchos, y también precisos. Su forma de conducirse la hicieron merecedora de confianza. Se desempeñó como vicepresidenta de la Comisión de Trabajo. Además, participó en la reforma del Código Civil, y fundó la Unión Republicana Femenina.
Clara también fue delegada de la Asamblea de la Sociedad de Naciones, y de manera inmediata viajó a Ginebra, donde representó de manera estupenda los intereses de su país. La escogieron por el impecable y auténtico discurso que dio a las cortes como diputada.
Ideales femeninos
Siendo estudiante universitaria, Clara Campoamor inició sus acciones a favor de la mujer. En 1923 expuso sus ideas, consideraciones y pensamientos sobre el feminismo ante la audiencia de la Universidad de Madrid. Dos años después inició un ciclo de conferencias donde expresó su preocupación por el tema.
La lucha que emprendió para que las mujeres pudieran votar no fue fácil. Se enfrentó a Victoria Kent, también abogada y la primera mujer en ser miembro del Colegio de Abogados de Madrid. Después le siguió Clara; Campoamor logró ganar con ciento sesenta y un votos a favor.
Previamente Campoamor había fundado la Unión Republicana Femenina. Esta fue una organización que se encargó de darle promoción a los derechos de las mujeres dentro de la sociedad. Sus miembros concertaron una serie de propagandas y actividades que las llevó al triunfo definitivo.
Se ha considerado que, entre las labores de Clara, la obtención del voto femenino fue su gran obra maestra. Mientras pudo se mantuvo activa en la lucha por el reconocimiento de las mujeres en otros ámbitos. Además, dio pasos agigantados para que se aprobara el divorcio.
Exilio de Campoamor
Clara Campoamor, al igual que muchos intelectuales y políticos de su época, padeció las consecuencias de la Guerra Civil de 1936. Pero primero fue testigo del horror de la guerra, de la miseria, de las penurias e injusticias. En septiembre se fue de Madrid a Alicante.
Al poco tiempo de llegar a Alicante, partió en un barco alemán con destino a Italia. La idea era poder entrar a Suiza. En el trayecto Clara se enteró de que su enemigo político ordenó asesinarla. Además, la denunciaron ante el fascismo y la retuvieron en la ciudad de Génova por un corto tiempo.
La dejaron en libertad y llegó a Suiza, donde se instaló en la ciudad de Lausana. Fue en ese tiempo cuando comenzó a escribir La revolución española vista por una republicana. Un año más tarde, en 1937, la obra fue publicada en francés.
Por algún tiempo Campoamor anduvo errante, pasó a vivir en varias partes, como consecuencia de la inestabilidad que casi siempre deja el exilio. En 1938 se fue a Suramérica, específicamente a Buenos Aires, Argentina, donde logró sobrevivir realizando traducciones.
En Argentina nació Heroísmo criollo, la marina argentina en el drama español. Para ello contó con la colaboración de un amigo. Se desempeñó como abogada, pero a escondidas; no tenía licencia o permiso para ejercer en ese país.
Entrada fugaz a España y muerte en Suiza
Algunos estudiosos de su vida y obra coinciden al afirmar que en 1947 entró a España casi de incógnito, debido a que por pertenecer a la masonería le esperaba un juicio, aunque no la detuvieron. Posteriormente regresó a Argentina, y de nuevo se fue con una imagen convulsionada de su patria.
Después de haber estado en Argentina por más de ocho años, tomó la decisión de irse a vivir a Suiza. Una vez en el país europeo no volvió a tener la oportunidad de regresar a su país. Le fue detectado un cáncer que la llevó a la muerte el 30 de abril de 1972, más tarde su cuerpo fue repatriado.
Honor a quien honor merece
El trabajo, la lucha, el esfuerzo, la pasión y el coraje de Clara Campoamor siguen vigentes. Fueron muchos los homenajes, los reconocimientos y honores que se realizaron para rememorar la inmensurable obra de una mujer española que supo hacerle justicia a sus semejantes.
Al acabarse la dictadura franquista, muchas instituciones, organismos y organizaciones la homenajearon. Su nombre fue llevado con orgullo por colegios, bibliotecas, parques, calles, centros de recreación, y, por supuesto, asociaciones de mujeres.
Al cumplirse cien años de su nacimiento, en 1988, la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos creó un sello para conmemorarla. En sus años de juventud había formado parte de la industria de correos, y desempeñó un impecable trabajo como auxiliar de telégrafos.
Otro de los homenajes que se le hacen a Campoamor es la entrega de un premio que lleva su nombre, y que fue instaurado por el Partido socialista Obrero Español de Andalucía en 1998. Es un reconocimiento a las personas y entes que hayan trabajado por la igualdad de la mujer.
En 2006 fue significativo para el pueblo español por cumplirse 75 años de la aprobación del voto a la mujer. El Congreso de Diputados solicitó colocar una efigie de la activista, como un recordatorio de su labor en pro de los derechos de la mujer.
En 2011, con motivo del Día Internacional de la Mujer, la Fábrica de Monedas de España realizó una moneda de plata con un valor de veinte euros con la cara de Campoamor. En ese mismo año se colocó una estatua de la autora en San Sebastián, en una plaza que lleva su nombre.
Estilo literario
Clara Campoamor fue una escritora que, más que de obras literarias en sí, lo fue de biografías, política e historia. Por lo tanto, definir su estilo dentro de recursos propios de la literatura, no compete. Pero si hay rasgos característicos que son propios de su personalidad y del contexto histórico en el que vivió.
La pluma de Campoamor fue desafiante, con un lenguaje preciso y crítico. Sus letras buscaban justicia e igualdad, así que le imprimió a sus escritos sinceridad, realidad y opciones de cambio, no en vano la literatura de su tiempo la definió como una “mujer moderna”.
Su discurso estuvo lleno de libertad y coraje, si bien la acompañó la retórica y el orden de las ideas, no adornó las palabras ni las frases. Su lenguaje culto fue siempre propicio y acertado, su argumento estuvo basado en las consecuencias de la política para las mujeres entonces desprotegidas.
Citas
– “Solo aquel que no considera a la mujer un ser humano, es capaz de afirmar que todos los derechos del hombre y del ciudadano no deben ser los mismos para la mujer que para el hombre”.
– “La libertad se aprende ejerciéndola”.
– “El feminismo es una protesta valerosa de todo un sexo contra la positiva disminución de su personalidad”.
– “Estoy tan alejada del fascismo como del comunismo, soy liberal”.
– “Resolved lo que queráis, pero afrontando la responsabilidad de dar entrada a esa mitad de género humano en política para que se cosa de dos. No podéis venir aquí vosotros a legislar, a votar impuestos, a dictar deberes, a legislar sobre la raza humana, sobre la mujer y sobre el hijo, aislados, fuera de nosotras”.
– “Es imposible imaginar una mujer de los tiempos modernos que, como principio básico de individualidad, no aspire a la libertad”.
– “El nivel de civilización a que han llegado diversas sociedades humanas está en proporción a la independencia que gozan las mujeres”.
– “Tenéis el derecho que os ha dado la ley, la ley que hicisteis vosotros, pero no tenéis el derecho natural, el derecho fundamental que se basa en el respeto de todo ser humano, y lo que hacéis es detentar un poder; dejad que la mujer se manifieste y veréis como ese poder no podéis seguir detentándolo…”.
– “He trabajado para que en este país los hombres encuentren a las mujeres en todas partes y no solo donde ellos vayan a buscarlas”.
– “La división tan sencilla como falaz hecha por el gobierno entre fascistas y demócratas, para estimular al pueblo, no se corresponde con la verdad. La heterogénea composición de los grupos que constituyen cada uno de los bandos… demuestra que hay al menos tantos elementos liberales entre los alzados como anti demócratas en el bando gubernamental”.
Obras
Los títulos más importantes de la obra de Clara Campoamor fueron:
– El derecho de la mujer en España (1931).
– El voto femenino y yo: mi pecado mortal (1935-1939).
– La révolution espagnole vue par une républicaine (en castellano La revolución española vista por un republicano, publicada en 1937).
– El pensamiento vivo de Concepción Arenal (1943).
– Sor Juana Inés de la Cruz (1944).
– Vida y obra de Quevedo (1945).
– Heroísmo criollo: la marina argentina en el drama español (1983).
– Del amor y otras pasiones, que fueron una recopilación de varios artículos literarios.
Traducciones
Clara Campoamor se dedicó también a las traducciones, por ejemplo de las obras del francés Théophile Gautier, Diario íntimo (1949) de Henri Amiel, La novela de una momia de Gautier o Historia de María Antonieta de los hermanos Goncourt.
Realizó también la traducción de Los miserables de Víctor Hugo, La bestia humana de Emilio Zola y Las grandes tendencias de la pedagogía de Albert Millot. Además, Campoamor participó en la escritura de prólogos de algunos colegas y amigos como Feminismo socialista, de María Cambrils.
Breve descripción de sus obras más representativas
El voto femenino y yo (1935-1939)
Esta obra de Campoamor fue la exposición de todo el proceso político y social por el que la autora debió pasar para poder conseguir la aprobación del voto de la mujer en su país. A través de una narración en primera persona relató las circunstancias adversas y las objeciones del partido que la “respaldó”.
Clara también dejó manifiesta la posición de algunas féminas que hicieron vida política en España, y que no querían la participación de la mujer en el sufragio. Este libro puede considerarse de lectura obligada, porque la sociedad actual le debe en parte a la escritora los goces que hoy disfruta.
Fragmento de su discurso al exigir respeto por las mujeres
“Pero, además, señores diputados… meditad un momento y decid si habéis votado solos… ¿Ha estado ausente el voto de la mujer? Pues entonces, si afirmáis que la mujer no influye para nada en la vida política del hombre, estáis afirmando su personalidad, afirmando la resistencia a acatarlos… dejad que la mujer se manifieste”.
La revolución española vista por una republicana (1937)
Esta obra es la percepción de Campoamor hacia la revolución que vivió España durante su tiempo. Primero con la dictadura de Primo de Rivera, y luego con la instauración de la Segunda República, además de otros eventos que marcaron el rumbo político de la nación.
Si bien la autora era republicana, siempre dejó claro que no pertenecía ni al socialismo ni al comunismo. Así que esta obra representó un esquema profundo de un sistema que quebrantó a todo un pueblo, y que Clara lo comprendió tanto que adelantadamente supo que la nación iba hacia una dictadura.
Clara comenzó a escribir el libro a principios de su exilio, lo hizo en Suiza. El lenguaje fue preciso y la forma en que lo escribió fue clara. Ella quiso que las personas que no tenían conocimientos sobre los temas que España debatió, pudieran comprenderlos a través de sus argumentos.
El pensamiento vivo de Concepción Arenal (1943)
Con este libro Campoamor recogió el pensamiento de la también activista española por los derechos de la mujer, Concepción Arenal, nacida en el mismo siglo, pero con más de sesenta años de diferencia. La autora se vio reflejada en ella en cuanto a los objetivos y la lucha que compartieron.
La escritora expuso la pasión y fuerza de Arenal ante la necesidad imperiosa de reformar a la sociedad de su época, y que fue ejemplo e inspiración para la misma Clara. La educación, la desigualdad social y política, la pobreza son solo algunos de los temas retratados en este trabajo.
La obra escrita por Campoamor estuvo dividida en dos partes. La primera constó de un grupo de ensayos sobre la protagonista, y también de las ideas y pensamientos innovadores, mientras que la segunda fue una recopilación de las obras de Arenal.
Del amor y otras pasiones (1943-1945)
Esta obra Campoamor la escribió en el exilio, durante su estancia en la ciudad de Buenos Aires, y tuvo la oportunidad de publicarla en la revista Chabela. Fue un conjunto de artículos literarios sobre los intelectuales más destacados del Siglo de Oro, y sobre algunos movimientos de la época.
Esta obra se caracterizó por la crítica audaz y aguda de Clara, que dejó de lado los discursos, para hacer salir a una escritora con particularidades grandiosas. Expuso con grandilocuencia los aspectos más importantes a nivel de intelecto de una España que se debatía entre la guerra y la política.
Referencias
- Clara Campoamor. (2019). España: Wikipedia. Recuperado de: wikipedia.org.
- Español, L. (S. f.). Breve semblanza de Clara Campoamor. España: Wanadoo. Recuperado de: perso.wanadoo.es.
- Vilches, J. (S. f.). Clara Campoamor, la humanista a la que despreció la izquierda. España: La Ilustración Liberal. Recuperado de: clublibertaddigital.com.
- Lovera, M. (2018). Las 5 frases feministas de Clara Campoamor que debemos guardar en nuestra memoria. España: Epik. Recuperado de: as.com.
- Ferrer, S. (2013). La defensora del voto femenino, Clara Campoamor. España: Mujeres en la Historia. Recuperado de: mujeresenlahistoria.com.