Historia

Rebeliones indígenas y campesinas durante el Virreinato


Las rebeliones indígenas durante el virreinato de Nueva España fueron constantes, especialmente en el territorio mexicano. Casi inmediatamente después de la Conquista comenzó la resistencia en gran escala al colonialismo.

En esos primeros tiempos, la mayoría de los indios aún añoraban la época anterior a la llegada de los españoles. Muchos de estos levantamientos representaron graves amenazas para el dominio español en México.

En general, las rebeliones indígenas desempeñaron un papel clave en la historia colonial de las Américas. Estas moldearon las relaciones entre las comunidades autóctonas y los españoles. De alguna manera, ayudaron a estructurar las características principales de la sociedad colonial.

Particularmente en Nueva España, los patrones de las rebeliones indígenas durante el virreinato variaban ampliamente en tiempo y espacio. El núcleo del virreinato estaba localizado en el centro y sur de México.

Allí, las revueltas fueron locales, de pequeña escala y relativamente breves. En las zonas periféricas, fuera de las áreas centrales de los asentamientos indios, estallaron varias rebeliones a gran escala durante el período colonial.

Por otra parte, las causas de estas revueltas eran variadas. Muchas eran producto de la explotación, opresión y violencia por parte de los encomenderos españoles.

Esto era intensificado por las enfermedades epidémicas, sequía y el hambre generalizada. También hubo rebeliones organizadas por líderes religiosos, quienes deseaban recuperar sus antiguas costumbres.

Principales rebeliones indígenas en territorio mexicano durante el virreinato

La Guerra del Mixtón

Una de las primeras grandes rebeliones indígenas durante el virreinato ocurrió en Nueva Galicia. En 1531, los territorios de lo que hoy es Jalisco, Nayarit y el sur de Zacatecas fueron controlados por primera vez por Nuño de Guzmán. Los indígenas de la región – los Cazcan, Teul, Tecuexe, Tonalá y otros – sufrieron grandes abusos hasta 1540.

Entonces, comenzó la rebelión en un contexto de extorsión económica y trabajo forzado. Los caxcanes se unieron a los zacatecos y otros indios nómadas del norte, y dejaron las encomiendas en rebelión.

Un encomendero y dos sacerdotes católicos fueron asesinados. 1600 españoles y aliados indios se habían unido a una expedición para explorar el norte. No había entonces suficiente mano de obra para sofocar un levantamiento.

Muchos indios que habían huído de las haciendas y las minas se reagruparon, principalmente, en el cerro del Mixtón.  Allí, los rebeldes nativos planearon su guerra de guerrillas contra los españoles.

Una delegación de paz fue enviada a las montañas, pero sus miembros fueron asesinados. Seguidamente, derrotaron a un contingente de soldados enviados para asaltar Mixtón.

En la primavera de 1541, el virrey Mendoza envió refuerzos para sofocar la rebelión. El primer asalto falló. El líder de la revuelta Tenamaxtli derrotó un ejército de 400 españoles y varios cientos de aliados indios. A principios de julio de 1541, los españoles temían que la rebelión se extendiera desde Nueva Galicia hasta el corazón del antiguo corazón azteca.

En septiembre de ese mismo año, Tenamaxtli intentó fallidamente tomar Guadalajara. Sus ejércitos se retiraron a la tierra natal de Caxcan y a las montañas. Dos meses después, el virrey Mendoza dirigió un ejército en el territorio de Caxcan para encargarse de la situación. En la primavera de 1542 los españoles tomaron Mixtón, acabando con la insurrección. 

Gran rebelión de los mayas en 1546

La conquista de Yucatán fue la campaña más prolongada y difícil de los españoles. El primer intento fracasado fue dirigido por Francisco Montejo. En 1540, después de 13 años de fracaso, Montejo encomendó la conquista de Yucatán a su hijo, Francisco Montejo.

Siguieron varios años más de campaña difícil. Finalmente, en 1546, la mayor parte de la parte norte de la península quedó bajo control español. Ese año, los españoles debieron enfrentar una de las más cruentas rebeliones indígenas durante el virreinato.

Los mayas del este de Yucatán conservaban diversos grados de independencia y continuaban hostigando a los españoles. Las provincias de Cupul, Cochua, Sotuta y Chetumal, luego de veinte años de resistencia, se rindieron cuando los grupos mayas en el centro de Yucatán se convirtieran en aliados españoles.  Sin embargo, aún recordaban su exitoso pasado y resentían las cargas económicas del colonialismo.

En 1546, durante la primera luna llena de noviembre, los mayas del este y algunos de la región central se rebelaron. Los de Capul fueron los más agresivos, torturando y matando a sus cautivos españoles y a cientos de indios.

Algunos de estos indios se negaban a abandonar el cristianismo. También destruyeron todo a su paso, incluyendo animales y plantas.

Entonces, el conflicto se trasladó a Valladolid, la segunda ciudad de Yucatán colonial. A lo largo de su historia, esta ciudad había sido un punto álgido en el enfrentamiento entre mayas y españoles.

Antes de la conquista era Zaci, la capital del Cupul Maya. Esta ciudad fue fundada en 1543. La coalición de los mayas del este asedió la ciudad por cuatro meses. Al final, cayeron ante las tropas españolas de Mérida.

La Rebelión de Acaxee

Otra de las importantes rebeliones indígenas durante el virreinato ocurrió en el actual estado de Durango. En diciembre de 1601, los acaxee se rebelaron contra los maltratos de las autoridades españolas. Los que se habían convertido al cristianismo y los que no se unieron para expulsar los colonizadores de sus tierras. Estos se  dividieron en escuadrones.

En las semanas siguientes, atacaron a los españoles en los campamentos mineros y en las carreteras de las montañas. También asediaron haciendas. En total, asesinaron a 50 personas.

El obispo de Guadalajara intentó mediar, pero las negociaciones fracasaron. Después de un tiempo, fueron derrotados por una milicia de españoles y sus aliados. Muchos líderes rebeldes fueron ejecutados, mientras que otros fueron vendidos como esclavos.

Revuelta de Tepehuanes

En noviembre de 1616, un levantamiento de los tepehuanes sorprendió a las autoridades coloniales. En pocas semanas, los rebeldes habían matado a más de cuatrocientos españoles, incluyendo 6 jesuitas residentes, un franciscano y un dominico.

También quemaron iglesias, y destruyeron todos los símbolos religiosos cristianos. Los tepehuanes conquistaron la mayor parte de Durango occidental y central. Al norte, algunos Tarahumaras se unieron a la revuelta y asaltaron asentamientos españoles en Chihuahua.

Por su parte, los españoles reaccionaron con fuerza. La revuelta duró más de dos años, hasta que los rebeldes tepehuanos fueron derrotados. Más de mil indios murieron en el proceso y cientos más fueron vendidos como esclavos.

Referencias

  1. The Spanish Empire: A Historical Encyclopedia: A Historical Encyclopedia. Santa Bárbara: ABC-CLIO.
  2. Tenamaxtli and the Mixtón War, 1540-1542. Recuperado de mexicounexplained.com.