Organismos

Mycoplasma: qué es, características, taxonomía, morfología, patologías


¿Qué es el Mycoplasma?

Mycoplasmaes un género bacteriano constituido por 60 especies aproximadamente. No tienen pared celular. Son parte de la flora normal de la boca, especialmente M. hominis y M. salivarius.

Sin embargo, son agentes patógenos reconocidos de la vía respiratoria y urogenital en el humano y de las articulaciones en los animales.

La especie más importante es Mycoplasma pneumoniae, responsable del 10% de las neumonías, y Mycoplasma hominis, que causa fiebre postparto en las mujeres e infecciones de las trompas de Falopio.

Los Mycoplasmas son las bacterias más pequeñas que pueden vivir libres en la naturaleza y autorreplicarse extracelularmente, además de poseer ADN y ARN. Todas estas características las diferencian de los virus.

Características del Mycoplasma

– Pueden vivir de forma saprófita en ambientes inhóspitos como aguas termales, desagües de minas o en forma parasitaria en humanos, animales y plantas.

– Tienen afinidad por las membranas de las células de mamíferos.

– Algunas especies se han aislado de las vías genitales, urinarias, respiratorias y de la boca, sin causar daño alguno. Pero M. pneumoniae nunca se encuentra como microbiota normal.

– Su presencia estimula la formación de crioaglutininas, anticuerpos inespecíficos que aglutinan eritrocitos humanos en frío. Estos anticuerpos ayudan al diagnóstico, ya que se elevan en la convalecencia.

– Utilizan la glucosa como fuente de energía y necesitan un ambiente microaerófilo (5% de CO2) para crecer.

– Los medios de cultivo deben contener esterol, purinas y pirimidinas para que puedan desarrollarse.

– Son de crecimiento lento, pudiendo tardar hasta 3 semanas para que aparezcan las colonias.

– Mycoplasma pneumoniae es aerobio estricto pero los otras especies son anaerobios facultativos.

– Este género es resistente a todos los antibióticos betalactámicos y a los glicopéptidos, ya que actúan a nivel de la pared celular y estos microorganismos carecen de ella. Pero sí los inhibe la tetraciclina y eritromicina.

Taxonomía

  • Dominio: Bacteria
  • Phylum: Firmicutes
  • Clase: Mollicute
  • Orden: Mycoplasmatales
  • Familia: Mycoplasmataceae
  • Género: Mycoplasma.

Morfología

– Su tamaño oscila entre 125 a 300 nm, son pleomórficos, es decir, pueden adoptar distintas formas.

– Carecen de pared celular rígida, estando su citoplasma limitado por una membrana celular trilaminar que contiene esterol. Por esta razón no se tiñen con la tinción de Gram, coloreándose ligeramente con Giensa.

– Posee un ADN genómico bicatenario muy pequeño.

Cultivo

En medios de cultivo sólidos las colonias crecen embebidas de manera característica por debajo de la superficie. Dichas colonias son masas protoplásmicas plásticas de forma indefinida que se deforman con facilidad.

El crecimiento en medios líquidos origina muchas formas diferentes, entre ellas anillos, cuerpos bacilares, esféricas, piriformes, filamentosas y estrelladas. Crecen en medios especiales PPLO (Pleuropneumonía Like Organism) a 37°C durante 48 a 96 horas o más.

Después de este tiempo puede observarse con una lupa colonias redondas aisladas diminutas que miden de 20 a 500 µm.

Las colonias de algunas especies de Mycoplasmas poseen una superficie granulosa con un centro denso típicamente sepultado en el agar (aspecto de huevo frito invertido).

Factores de virulencia

En este aspecto se conoce poco, pero se ha observado la presencia de adhesinas en la membrana citoplasmática, que son proteínas que se unen a un receptor de las células de los tejidos afectados.

Patologías

Enfermedades en el humano

Corioamnionitis

Puede ser causada por M. hominis.

Uretritis

Puede ser causada por Mycoplasma genitalium.

Enfermedad inflamatoria pélvicay vaginitis

Producida por Mycoplasma hominis. Si no es tratada a tiempo puede causar infertilidad.

Fiebre puerperal

Fiebre posparto causada principalmente por M. hominis.

Neumonía

Mycoplasma pneumoniae es causa principal de las neumonías, especialmente en edades entre 5 a 20 años. La infección puede pasar inadvertida (asintomática), ser leve o grave. También puede afectar al oído causando otitis media o miringitis bulosa.

A este tipo de neumonía se le llama neumonía atípica debido a que no responde al tratamiento con penicilin,a y para diferenciarla de la neumonía causada por Streptococcus pneumoniae.

Entre los síntomas más comunes se tienen dolor de pecho, dolor de garganta, fiebre, escalofríos, sudoración o tos seca.

Puede haber complicaciones como dolor de oído, dolores musculares y articulares, erupciones en la piel, entre otros.

Enfermedad en los animales

Los animales pueden ser afectados por estos microorganismos. Se ha visto pleuroneumonía bovina (neumonía y derrame pleural) que pueden causar la muerte del animal. La enfermedad se disemina por el aire.

La agalactia de ovejas y cabras se ha observado en la región del Mediterráneo. Esta infección se caracteriza por lesiones locales de piel, ojos, articulaciones, ubre y escroto, produciendo atrofia de las mamas lactantes en las hembras.

El microorganismo se aísla de sangre, leche y exudados del animal. En aves de corral, los microorganismos producen varias enfermedades respiratorias que originan graves problemas económicos. La bacteria se trasmite desde la gallina hacia el huevo y hacia el pollo.

En general los Mycoplasmas pueden producir infecciones que afectan particularmente al pleura, peritoneo, articulaciones, vías respiratorias y ojos en cerdos, ratas, perros, ratones y otras especies.

Enfermedades en las plantas

Los Mycoplasmas producen clorosis del áster, atrofia del maíz y otras enfermedades de las plantas. Estas enfermedades son transmitidas por insectos.

Diagnóstico

Para el diagnóstico de neumonía por Mycoplasma pneumoniae, en primer lugar es necesario tener la historia clínica del paciente y la exploración física.

Debido a que los Mycoplasmas crecen muy lentamente en el laboratorio, el método diagnóstico por cultivo es de poca utilidad. El Gram de esputo tampoco ayuda mucho, porque el microorganismo no será visible.

El diagnóstico se basa habitualmente en la serología, determinación de anticuerpos IgM específicos y la presencia de aglutininas frías, capaces de aglutinar en frío hematíes humanos del grupo O.

Sin embargo, aunque la elevación de estas aglutininas sugiere infección por Mycoplasma pneumoniae, no es confirmatorio, ya que estas pueden aparecer en otras infecciones por adenovirus, gripe y mononucleosis.

Otros métodos diagnósticos más sofisticados y no rutinarios son inmunoanálisis, hibridación de ADN y reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Otros análisis complementarios pueden ser radiografía de tórax y gasometría arterial.

En el caso de Mycoplasma genitalium, no crece en los medios habituales para Mycoplasmas, por lo que su diagnóstico se realiza únicamente por métodos moleculares.

Tratamiento

Dependiendo de la gravedad de la enfermedad, el tratamiento puede ser oral ambulatorio o intravenoso con requerimiento de hospitalización. Generalmente se usa tetraciclina o cualquiera de los macrólidos (azitromicina, claritromicina o eritromicina).

Las quinolonas también han presentado eficacia. La clindamicina no es útil.

Debe quedar claro que los betalactámicos y glicopéptidos no pueden utilizarse para tratar a este género, ya que estos antibióticos atacan la pared celular y esta estructura se encuentra ausente en los Mycoplasmas.

Tampoco son útiles los antibióticos que intervienen en la síntesis del ácido fólico.

Se recomienda beber mucha agua y líquidos en general para ayudar a que las flemas y secreciones pulmonares sean eliminadas en el caso de infecciones respiratorias causadas por Mycoplasma pneumoniae.

El pronóstico es satisfactorio en la mayoría de los casos y la recuperación es más rápida después del tratamiento médico.

En el caso de M. hominis hay que tener en cuenta que este microorganismo es resistente a eritromicina.

Epidemiología

La principal especie del género Mycoplasma es la especie pneumoniae y su único reservorio es el humano. El modo de transmisión es a través de gotitas de saliva de una persona infectada expelidas al hablar, toser o estornudar, con síntomas o sin ellos.

Se dice que el afectado puede transmitir la infección, desde dos a ocho días antes de aparecer los síntomas, hasta 14 semanas después de la recuperación, por lo que se considera que es moderadamente contagiosa.

El inóculo para la transmisión es muy bajo, aproximadamente de 100 UFC o quizás menos.

Las infecciones por Mycoplasma pneumoniae ocurren en todo el mundo, pero predomina en climas templados, son esporádicas y endémicas.

Es común que se disemine en espacios cerrados, por ejemplo, en miembros de una misma familia, en instituciones, residencias, etc., afectando principalmente a los niños y adultos jóvenes.

Mycoplasma hominis puede estar presente en las vías genitourinarias en estado de portador tanto en hombres como en mujeres, principalmente en promiscuos.

Se transmite por vía sexual y puede afectar al neonato durante el embarazo o en el parto.

Inmunidad

Después de la infección por Mycoplasma aparecen anticuerpos séricos fijadores de complemento. Los mismos alcanzan su máximo entre 2 a 4 semanas después de la infección y desaparecen gradualmente después de 6 a 12 meses.

Estos anticuerpos juegan un papel importante en la prevención de la reinfección, pero por un tiempo determinado, por lo que la infección puede repetirse, ya que la inmunidad no es permanente.

También se puede desarrollar una respuesta inmunitaria en contra de los glicolípidos de la membrana externa de los Mycoplasmas.

Esto puede ser nocivo, ya que atacan erróneamente a los eritrocitos humanos, lo que causa anemia hemolítica e ictericia, pudiendo ocurrir aproximadamente en las dos terceras partes de los pacientes sintomáticos con neumonía por M. pneumoniae.

Debido a que se ha observado que la infección puede ser más intensa en pacientes con edad avanzada, ha hecho pensar que las manifestaciones clínicas de la enfermedad son consecuencia de la respuesta inmunitaria más que de la invasión por la bacteria.

Prevención y control

La única medida de prevención posible es evitar el contacto con pacientes con neumonías agudas en el caso de Mycoplasma pneumoniae. Lo ideal es que el enfermo esté aislado para reducir la probabilidad de diseminación.

Es recomendable cumplir con las medidas de higiene, lavado de manos, esterilización del material contaminado, etc. Apartar utensilios que puedan ser de uso común entre el enfermo y sus familiares, como cubiertos, vasos, etc.

Los pacientes inmunosuprimidos deben evitar acudir a lugares cerrados masivos, como cines, escuelas, etc.

Para Mycoplasma hominis y M. genitalium se debe evitar tener relaciones sexuales con personas promiscuas.

En todas las patologías causadas por el género Mycoplasma puede haber personas que cursan con la infección asintomática, en estos casos la prevención es muy difícil. Hasta el momento no se dispone de vacunas para este género.

Referencias

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