Psicología educativa

Entrevista educativa: en qué consiste, características, fases


La entrevista educativa es una herramienta o técnica de la evaluación psicopedagógica que consiste en la conversación entre dos o más personas con el propósito de auspiciar la colaboración de las familias, el estudiante y las instituciones educativas en la formación de las generaciones que serán adultas en el futuro.

De manera directa o indirecta, la entrevista en educación pretende obtener información ya sea para realizar diagnósticos, para obtener ayuda o para estrechar la relación con los interlocutores, a fin de compartir ideas, sentimientos, pensamientos que faciliten la construcción de aprendizajes nuevos en los niños y adolescentes. 

Esta herramienta psicopedagógica puede presentarse entre maestro-alumno o entre maestro-padres. Presentan en su estructura y características similitudes, pero varían principalmente en los temas abordados.

En el caso de la entrevista maestro-alumno, es clave conversar sobre sus gustos y aficiones, planes futuros, así como que describa aquella situación en la que aparezca el problema o lo que le disgusta.

En la de maestro-padres es fundamental describir las conductas que están motivando el encuentro, pero también otras áreas que sean favorables en el estudiante. Es necesario además pedirle opinión sobre el problema o el motivo de la entrevista.

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¿En qué consiste la entrevista educativa?

La experta en pedagogía de la Universidad Complutense, María Antonia Casanova, la describe como una conversación intencional que permite obtener datos que, de otra manera, no se conseguirían por su carácter confidencial.

La entrevista con fines educativos es un tipo de entrevista de orientación que tiene exclusivamente como objetivos abordar temas académicos, es decir que busca obtener o facilitar o transmitir información en torno a temas como: bajo rendimiento, dificultades con algunas materias, conflictos con compañeros o docentes. También puede contener información o aclaración sobre perspectivas de futuro académico y laboral del estudiante.

A diferencia de una entrevista terapéutica, la educativa es dirigida por el educador, quien selecciona objetivos y contenido así como solicita información pertinente ya sea a los familiares o al alumno.

Además, la tendencia es a tener posibles soluciones pensadas para la situación que se plantea, es decir, es altamente probable que se oriente a la familia o al alumno con algunas pautas a seguir para solventar la situación.

El propósito final de este tipo de herramienta es contribuir al buen desarrollo del niño o adolescente, tanto en el ámbito individual, como el familiar y social.

Características

La entrevista educativa presenta características propias de cualquier género de entrevista como son las siguientes:

– Tener un objetivo claro, pues de esto dependerá el éxito de la intervención. Para ello debe delimitarse la información a compartir y los datos que busca conseguir.

– Producirse entre dos o más personas, que puede ser entre maestro-padres o maestro-alumnos.

– Contar con un responsable de conducir la entrevista, quien será el encargado de formular las preguntas, repreguntar o reorientar la conversación para alcanzar los objetivos. En este caso particular, sería el profesional de la educación quien debe dirigir la interacción. Además es quien se encarga de registrar la información recabada.

El flujo de información es en doble vía, es decir, se obtienen datos y también se comparten.

Cualidades

Cuenta con una serie de cualidades propias este tipo de herramienta pedagógica, entre las que pueden enumerarse:

– La información compartida se refiere a la personalidad, conducta, cualidades y potencialidades de los niños y adolescentes.

– El tiempo es claramente delimitado, planeado con anticipación. Suelen ser breves, concretas y ágiles, con un principio y fin predefinido, lo que la diferencia de otras entrevistas como la terapéutica.

– El espacio en donde se lleve a cabo el encuentro debe ser cómodo y agradable, que se preste a la confidencialidad.

– La intención inmediata de esta conversación puede ser para corregir hábitos y actitudes, orientar o apoyar en determinada situación, así como buscar soluciones a los problemas psicológicos o emocionales del estudiante.

– La comunicación debe ser natural, en un diálogo sencillo y fluido entre los participantes, para que se sientan con la libertad de compartir información o hacer las preguntas que consideren necesarias.

– Es importante que el entrevistador mantenga una actitud empática aunque objetiva durante la conversación, así como transmitirle al otro la garantía de que la información compartida se tratará con confidencialidad y discreción.

– El tono es oficial, cordial, medianamente formal, pero con una entonación que transmita empatía y apertura. La mirada a la cara en las culturas adecuadas es esencial.

Fases

En el ámbito educativo, la entrevista consta 5 fases básicas que le dan estructura a la conversación y al intercambio informativo. A continuación una breve descripción la secuencia de actos:

Primera fase. Mensaje de acogida

Después del saludo inicial y su presentación, el docente toma la palabra con un lenguaje estándar, ni coloquial ni técnico. Los participantes (en caso de no ser el estudiante) deben presentarse y comprobar de alguna forma la identidad y parentesco de los familiares que allí se encuentran.

Si hay más de un representante de la institución, es importante explicar la razón por la que está presente y cómo participará.

Segunda fase. Escucha activa e investigación

En esta etapa, el profesional puede hacer preguntas a los familiares o al estudiante sobre aspectos privados de la familia que se vinculen o puedan influir en la educación. Es importante que mantenga la estructura de temas que había establecido previamente para que no queden asuntos sin conversar.

También es necesario que el docente tome notas de la información que le aportan los representantes y, de ser necesario, repregunte lo que está incompleto o confuso.

Tercera fase. Elaboración de la estrategia a seguir 

Una vez recabada la información, el docente puede orientar y sugerir la estrategia a seguir para solucionar la situación o mejorar algún comportamiento que esté afectando el desarrollo educativo del estudiante.

El profesional hace propuestas, pero los representantes o el estudiante están en la libertad de aceptarlas o rechazarlas, para lo cual es importante que esté preparado para ambos escenarios.

Cuarta fase. Acuerdos y compromisos 

Luego de establecida la estrategia, en la que probablemente haya habido alguna negociación en caso de no haber sido aceptada en su totalidad por los participantes, deben especificarse las acciones a seguir.

En este momento debe expresarse el acuerdo de ambas partes y el docente debe pedir el compromiso del estudiante o de la familia. A su vez, debe comprometerse a llevar a cabo el plan que se fijó de manera consensuada.

Quinta fase. Despedida

En la última fase, el docente debe comprobar que los familiares o el estudiante estén dispuestos a terminar la entrevista, que no haya dudas en los aspectos conversados y finalmente dar cierre a la conversación.

El tono puede ser un tanto más afectivo dependiendo de cómo evolucionó el encuentro, sin embargo, debe mantenerse la formalidad pues debe considerar que está representando a la institución educativa.

Referencias

  1. Torre Puente, J.C. (2001) Orientación familiar en contextos escolares. España: Universidad Pontificia Comillas.
  2. Mora Hernández, L. (2006) Evaluación diagnóstica en la atención de estudiantes con necesidades especiales. Costa Rica: Editorial Universidad Estatal a Distancia.
  3. Albaladejo, M. Cómo decirlo: Entrevistas eficaces en el ámbito educativo. Barcelona: Editorial Graó.
  4. Morga Rodríguez, L. (2012). Teoría y técnica de la entrevista. México: Red Tercer Milenio.
  5. Sánchez, R.C. (s.f.). La entrevista educativa. Recuperado de monografías.com