Tratado Salomón-Lozano: características y consecuencias
El Tratado Salomón-Lozano fue un acuerdo firmado por Colombia y Perú con el fin de solucionar los problemas fronterizos entre ambas naciones. La firma se produjo el 24 de marzo de 1922 y pretendía resolver un litigio sobre los límites territoriales que se remontaba hasta la época colonial.
Las tensiones entre Colombia y Perú habían sido constantes desde que ambos países declararon su independencia. Durante un siglo, se habían producido enfrentamientos armados, especialmente entre el Putumayo y el Caquetá. Para complicar aún más el problema, existía un tercer país envuelto en las disputas por los territorios: Ecuador.
Colombia y Perú ya habían tratado de solucionar el litigio en otras ocasiones. A lo largo de los años, habían firmado otros acuerdos, como el Pardo-Tanco Argáez o el Porras-Tanco Argáez. Sin embargo, diversas circunstancias habían evitado que fueran definitivos. Así, se llegó a 1922, momento en que ambos gobiernos firmaron el Salomón-Lozano.
Como los anteriores, este último Tratado tampoco consiguió resolver la situación. Un incidente, en apariencia menor, ocurrido en Leticia, estuvo a punto de provocar una guerra abierta entre los dos países. Solo la muerte del presidente peruano evitó el conflicto.
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Antecedentes
El problema de los límites fronterizos entre Colombia y Perú se remonta a la misma época colonial.
En un primer momento, los españoles englobaron esos territorios bajo el Virreinato del Perú, pero, posteriormente, decidieron separar una parte y crear el Virreinato de Nueva Granada.
Dentro de los dominios del nuevo Virreinato se quedó el territorio de Maynas, en la selva amazónica. Esa zona sería la que se convertiría con el tiempo en el motivo de la disputa entre peruanos y colombianos.
En 1802, los españoles decidieron que Maynas regresara al Virreinato del Perú. Sin embargo, nadie sabe a ciencia cierta la naturaleza de esa orden o, si tan siquiera, llegó a ser obedecida.
La clave del conflicto se encuentra en el principio de Uti possidetis. Según este, las nacientes repúblicas independientes debían conservar las fronteras que tuvieran en 1810, cuando comenzó la revolución independentista.
Durante el resto del siglo XIX, los encontronazos entre ambos países fueron constantes. A veces, simplemente mediante vías diplomáticas. Otras, mediante las armas, como en la guerra grancolombo-peruana de 1828.
Siglo XX
Al comenzar el siglo XX, Colombia tomó la iniciativa para negociar con Perú y Ecuador unas fronteras estables.
El primer intento data del 6 de mayo de 1904, cuando peruanos y colombianos firmaron el Tratado Pardo-Tanco. Este acuerdo sometía la cuestión fronteriza al arbitraje del rey de España. Sin embargo, el gobierno colombiano se echó atrás en el último momento.
Perú, no obstante, insistió en las negociaciones. Envió una delegación a Colombia y consiguió firmar los Tratados Velarde-Calderón-Tanco, el 12 de setiembre de 1905. En esta ocasión, el arbitraje fue otorgado al Papa.
Mientras esperaban la aprobación definitiva, retrasada por Perú, ambos países firmaron un Modus Vivendis. Este consistía en la retirada de todas las guarniciones, aduanas y autoridades civiles de la zona del Putumayo.
Finalmente, a finales de 1907, Colombia se retiró del Modus Vivendis de 1906 y anunció que se haría cargo de nuevo del Putumayo. El resultado fue una serie de enfrentamientos armados entre tropas colombianas y peruanas.
A pesar de todo esto, en 1909, los dos países volvieron a firmar un nuevo tratado, el Porras-Tanco Argáez. En este, las dos naciones acordaron ir a un arbitraje. El conflicto de La Pedrera arruinó este último intento.
Conflicto de La Pedrera
En 1911, Colombia desplegó algunas guarniciones militares en la orilla derecha del río Caquetá. Para conseguirlo, envió un destacamento para ocupar Puerto Córdova, también llamado La Pedrera.
Para evitar que estallara un conflicto abierto, se desarrollaron conversaciones en Bogotá. A resultas de estas, Perú y Colombia firmaron, el 19 de julio de 1911, el convenio Tezanos Pinto-Olaya Herrera. Según el acuerdo, las guarniciones solo iban a ser provisionales, sin que supusieran nada en cuestiones de soberanía.
Características
A pesar del acuerdo respecto a La Pedrera, el incidente provocó que la tensión entre ambos países creciera. Se produjeron incidentes violentos contra la embajada peruana en Bogotá y la prensa criticó la actitud del gobierno.
Entre 1912 y 1918, los dos países insistieron en buscar un acuerdo que resolviera para siempre el problema. Colombia propuso someterse al arbitraje del Papa, mientras Perú proponía como árbitro al Tribunal de la Haya.
El acuerdo
Finalmente, el 24 de marzo de 1922, los dos países lograron llegar a un acuerdo. El Tratado Salomón-Lozano fue firmado en Lima y, poco después, ratificado por los Congresos respectivos.
Los autores del Tratado, de los que recibe su nombre, fueron Fabio Lozano Torrijos, representando a Colombia, y Alberto Salomón, enviado por Perú.
Aunque no existió arbitraje, fue fundamental la presión de un tercer país: los Estados Unidos. Su presión fue decisiva para que el presidente peruano, Augusto Leguía, remitiera el documento, muy impopular en su país, al parlamento en diciembre de 1927.
Reparto territorial
El Tratado estableció las fronteras que delimitarían a ambos países, afectando también a Ecuador. Su artículo 1º señala que:
“La línea de frontera entre la República Peruana y la República de Colombia queda acordada, convenida y fijada en los términos que en seguida se expresan: Desde el punto en que el meridiano de la boca del río Cuhimbe en el Putumayo corta al río San Miguel o Sucumbíos, sube por ese mismo meridiano hasta dicha boca del Cuhimbe.
De allí por el río Putumayo hasta la confluencia del río Yaguas; sigue por una línea recta que de esta confluencia va al río Atacuari en el Amazonas y de allí por el río Amazonas hasta el límite entre Perú y Brasil establecido en el Tratado Perú-Brasileño de 23 de octubre de 1851.
Colombia declara que le pertenecen a Perú los territorios comprendidos entre la margen derecha del río Putumayo, hacia el oriente de la boca del Cuhimbe, y la línea establecida y amojonada como frontera entre Colombia y el Ecuador en las hoyas del Putumayo y del Napo, en virtud del Tratado de Límites celebrado entre ambas Repúblicas, el 15 de julio de 1916”
Ratificaciones
El Congreso peruano ratificó el Tratado el 20 de diciembre de 1927 y el colombiano hizo lo propio el 17 de marzo de 1928. La entrega física de los territorios se realizó el 17 de agosto de 1930.
Consecuencias
En Perú, el Tratado fue considerado por muchos sectores como excesivamente entreguista. No obstante, algunos historiadores afirman que Leguía, presidente en ese momento, buscaba un aliado para hacer frente a los conflictos que el país mantenía con Ecuador y Chile.
En este sentido, el resultado de la firma del Tratado fue positivo para Perú, ya que Colombia lo apoyó en el litigio peruano-ecuatoriano.
Guerra colombo-peruana
Un incidente, en apariencia menor, estuvo a punto de provocar una guerra entre Colombia y Perú. El 1 de septiembre de 1932, un grupo de ciudadanos peruanos de Loreto, irrumpieron en Leticia (que había quedado en manos colombianas, la conquistaron y reclamaron su soberanía para Perú.
Colombia lo definió como un incidente doméstico, pero Perú, bajo la presidencia de Luis Miguel Sánchez Cerro, acabó dando apoyó a los ciudadanos peruanos que habían ocupado Leticia.
De esta forma, la tensión comenzó a crecer, aunque sin llegar a la guerra abierta. Esta pudo llegar cuando Colombia rompió relaciones con Perú el 15 de febrero de 1933. Durante las siguientes semanas, los enfrentamientos armados se repitieron en otras varias zonas fronterizas.
Perú movilizó a las tropas para enviarlas a la frontera. Sin embargo, justo después de que Sánchez Cerro saludara a ese contingente antes de que partiera a su destino, un militante del APRA le asesinó de varios disparos.
Su sucesor, Óscar Benavides, detuvo los preparativos para la guerra y se reunió con el presidente colombiano, con el que mantenía buenas relaciones. El 25 de mayo, en la seda de la Sociedad de Naciones, ambos países firmaron un armisticio, evitando la guerra total.
Protocolo de Río de Janeiro
La comisión para solucionar la disputa por Leticia se reunió en Río de Janeiro en octubre de 1933. Perú también cursó una invitación a Ecuador para tratar de negociar las fronteras entre ambos países, pero recibió una negativa por parte ecuatoriana.
El resultado de las conversaciones en Brasil tuvo como resultado el denominado Protocolo de Río de Janeiro, firmado el 24 de mayo de 1934. Este acuerdo ratificaba el Tratado Salomón-Lozano, que, al día de hoy, continúa vigente.
Referencias
- Wikisource. Tratado Salomón-Lozano. Obtenido de es.wikisource.org
- Museo Nacional. Paz en la frontera, 1934. Recuperado de museonacional.gov.co
- Historia del Perú. Frontera entre Perú y Colombia. Obtenido de historiaperuana.pe
- Encyclopedia of Latin American History and Culture. Salomón-Lozano Treaty (1922). Obtenido de encyclopedia.com
- Revolvy. Salomón–Lozano Treaty. Obtenido de revolvy.com
- Omniatlas. South America 1922: Salomón–Lozano Treaty. Obtenido de omniatlas.com
- St. John, Robert Bruce. The Ecuador-Peru Boundary Dispute: The Road to Settlement. Recuperado de books.google.es