Cultura general

Vestimenta de la época colonial: variabilidad, confección


La vestimenta de la época colonial se caracteriza por recibir una influencia directa de la moda europea del siglo XV, XVI y XVII, a través de los conquistadores y colonizadores que se trasladaron a América.

Este grupo de colonizadores se desplegaron en diferentes épocas y regiones del territorio americano, proviniendo en su mayoría del Imperio español, el Imperio portugués, el Imperio británico, Francia o los Países Bajos.

La época colonial comenzó a finales del siglo XV y tiene como punto de origen la llegada de Cristóbal Colón a territorio americano en 1492, gracias al apoyo de la Corona de Castilla. Este periodo se extiende hasta comienzos del siglo XVII con la conocida colonización holandesa.

En general se considera que desde el punto de vista estilístico los trajes de la época colonial toman elementos propios del ámbito renacentista y culminan con la tendencia barroca del siglo XVII, específicamente con el estilo rococó.

Algunas piezas que se adoptaron de Europa, fueron evolucionando a variaciones autóctonas como es el caso de las prendas de abrigo de origen español, las capas castellanas, mantas granadinas y cobijas canarias, que al llegar a territorio americano fueron convirtiéndose en la ruana colombiana, el sarape mexicano o el poncho argentino.

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Variabilidad de la vestimenta

Uno de los elementos que caracteriza la moda en la colonia es la variedad de trajes como forma de diferenciación social, pues permitía distinguir culturas, lugares de procedencia, raza o estatus social.

Por ejemplo aquellas personas de estatus elevado eran los que traían telas y accesorios de Europa, así como las más recientes tendencias y modelos del Viejo Mundo.

Era una especie de derecho con el que se nacía y, aunque no había reglas escritas, era de consenso social que algunas prendas, en especial entre las mujeres, eran exclusivas para las señoras y no podían ser usadas por las campesinas.

Atuendos de la alta sociedad 

Las damas solían usar faldas anchas y largas, blusas de encaje o lino y enaguas bordadas. Era frecuente en el estilo español, los abanicos, mantillas, sombrillas y zapatos con hebillas de plata.

Estaba de moda el estilo “acuchillado” que consistía en dejar visible el forro de la prenda o colocar debajo una tela distinta.

Por su parte, el atuendo de los caballeros de alta sociedad se conformaba por pantalones angostos o polainas, capas paños, sacos de levita, camisas con volados, corbatas que terminaban en flecos y en casos puntuales gorgueras. Entre los accesorios destacaron el pañuelo, la galera y el bastón con puño de metal, los cuales eran típicos de la época. Las botas adornadas con engarces de plata eran las más frecuentes.

Las formas que predominaban en los diseños eran como la silueta de un reloj de arena en los atuendos femeninos y en los diseños masculinos se caracterizaba por estar más dirigido hacia lo rectangular.

Atuendos de otras clases sociales

En cuanto a las personas de las clases más bajas vestían con trajes mucho más sencillos que solían estar elaborados con telas de algodón. Dependiendo de la zona climática podían también confeccionarse prendas con lana de oveja o de llama, como era el caso de los ponchos.

Las mujeres campesinas solían usar atuendos que recuerdan la sencillez del quitón griego. Mientras los labradores criollos solían utilizar jubón con mangas, calzas y botas altas de cueros de venado. Lucían la clásica golilla y una faja para ajustar el jubón.

En el caso de los esclavos, los hombres llevaban camisola de algodón con tres aberturas para la cabeza y los brazos, esto era muy típico de haciendas y plantaciones. En el caso de las criadas negras debían llevar vestidos de manga larga, sin adornos y que tapara del cuello a los pies.

Atuendo militar

Uno de los trajes más usados en la época colonia es sin duda el del ámbito militar. En la primera etapa de la conquista era común el uso de armadura completa, indumentaria que se usó alrededor de 1580. Se conformaba de morrión con plumero, gorguera de encajes, calzón corto abullonado y porta espada al cinto.

Posteriormente, las tropas y suboficiales solían usar atuendos similares como altos chacós con penacho y visera, guerrera cotas con bandas cruzadas al pecho que eran distintivas, y pantalón ancho entubado. Estos eran los trajes propios de húsares, lanceros y carabineros de la época.

Los oficiales superiores solían vestirse con casaca ceñida a la cintura que cubría una camisa con cuello alto y un chaleco con 5 o 6 botones. La casaca tenía charreteras aborlonadas y solapas galoneadas amplias, en forma de escudo heráldico. Además solían usar un corbatín negro.

Confección de la vestimenta 

La técnica textil en América se encontraba bastante depurada cuando los españoles llegaron, tanto en colorido como en diseño. El sistema que manejaban era el telar de cintura, el cual se conformaba de dos extremos atados uno a un árbol y otro a la espalda del tejedor. Los tintes vegetales se combinaban entonces con esa técnica que ya tenían dominada a la perfección y que daba como resultado uniformidad del diámetro del hilo.

Entre tanto, los españoles se encargaron de traer una nueva técnica el telar de pie o pedal, también conocido como telar de garrucha o de lanzadera. Esta técnica en ningún momento llegó a sustituir el telar indígena tradicional, sino que se implementaban de manera simultánea.

Para la confección de los atuendos solían usarse desde materiales de lujo para las clases más altas, importadas de países europeos, como por ejemplo el terciopelo, el brocado, el damasco, los encajes y la seda.

Para la vestimenta diaria se utilizaban otro tipo de telas más accesibles como la lana de alpaca o vicuña, el algodón y el lino. Este último, junto a la seda, fueron traídos por los conquistadores y en el corto plazo comenzaron a producirse en asentamientos coloniales.

En ocasiones se podrían entretejer o adherir plumas de aves exóticas a estos materiales para darle un toque más colorido a los atuendos.

En países como Guatemala y Chile los ponchos o también conocidos paños de la tierra elaboradas en centros laneros permitieron obtener piezas estilo poncho impermeables a la lluvia.

Referencias

  1. Época colonial: la ciudad, viviendas, educación y costumbres. (s.f.). Recuperado de sanjuanalmundo.org
  2. La vestimenta colonial. (s.f.). Recuperado de laguia2000.com
  3. Celanese Colombiana S.A. (1945). Historia del traje en Colombia. México: Editorial Atlante.
  4. Biblioteca Hispánica. (2017, 5 de marzo). La indumentaria hispanoamericana, influencia de ida y vuelta. Recuperado de reinamares.hypotheses.org
  5. Colonización europea de América. (2019, 12 de octubre). Wikipedia, La enciclopedia libre. Recuperado de es.wikipedia.org