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Escolopendra: características, hábitat, alimentación, especies


Escolopendra (Scolopendra) es un género de miriápodos quilópodos (clase Chilopoda) cuyos representantes se caracterizan por presentar el cuerpo deprimido dorsoventralmente, un par de antenas con 17 a 30 artejos, así como 21 a 23 pares de patas, de los cuales el primer par está modificado como colmillos para inyectar veneno, denominados forcípulas.

Son organismos generalmente de pequeño tamaño, aunque Scolopendra gigantea, la especie más grande, puede llegar a sobrepasar los 30 cm. Son especies carnívoras que cazan a sus presas durante la noche, mientras que de día permanecen ocultas en grietas de rocas, bajo restos de árboles, cuevas, entre otros escondrijos.

Las escolopendras son organismos de reproducción sexual, dioicos, con las hembras presentando un solo ovario y los machos uno o varios testículos. No presentan cópula y la fecundación es indirecta. La hembra deposita cerca de 15 huevos, los cuales incuba hasta su eclosión en forma de juveniles.

El género fue acuñado por Linneo en 1775 y es de distribución mundial. Actualmente cuenta con cerca de 100 especies, pero algunos investigadores sostienen que aún persisten algunas especies crípticas por identificar, las cuales han sido enmascaradas por la alta variabilidad morfológica que se presenta en el grupo.

Todas las especies son tóxicas y su veneno contiene serotonina, histamina, lípidos, polisacáridos y proteasas, entre otros componentes bioactivos. En el ser humano, los efectos del emponzoñamiento por escolopendras incluyen arritmia cardiaca, isquemia miocardial, fallo renal agudo y convulsiones, pero rara vez es mortal.

Índice del artículo

Características de las escolopendras

Las escolopendras poseen un cuerpo dorsoventralmente deprimido compuesto por 21 a 23 segmentos, cada uno provisto con un par de patas alargadas dispuestas a cada lado del cuerpo y extendidas de manera que el cuerpo queda cerca del suelo. En la cabeza presentan un par de antenas simples y multiarticuladas, generalmente compuestas de 17 a 30 artejos.

Son artrópodos mandibulados, con unas mandíbulas provistas de dientes y setas, y por debajo de estos apéndices se localizan dos pares de maxilas que también participan en el proceso de alimentación.

Las patas son multiarticuladas y simples, es decir, compuestas por una sola rama. El primer par de patas del tronco se encuentra modificado como grandes garras venenosas denominadas forcípulas o uñas venenosas. El último par de patas es sensitivo o defensivo y más largo que los restantes, nunca lo utiliza para el desplazamiento.

El tamaño varía según la especie y las condiciones del lugar donde se desarrolle. La especie de mayor tamaño de Europa, Scolopendra cingulata, puede alcanzar los 17 cm de largo, mientras que la escolopendra más grande de las islas del Caribe, y también del género, es Scolopendra gigantea y casi puede duplicar esa longitud.

Taxonomía

Las escolopendras son artrópodos ubicados en el subphylum Myriapoda, clase Chilopoda, Orden Scolopendromorpha y la familia Scolopendridae. El género Scolopendra fue acuñado por Linnaeus en 1758, pero dicho autor no designó una especie tipo.

La designación fue realizada por Pierre André Latreille, quien seleccionó a Scolopendra forficata para tal fin. Sin embargo, esta especie fue reasignada luego al género Lithobius, por tal motivo, la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica seleccionó a Scolopendra morsitans, también descrita por Linneo en 1758, como nueva especie tipo.

El género cuenta actualmente con cerca de 100 especies, la mayoría de las cuales están distribuidas en el neotrópico. Por ejemplo, en toda el Asia tropical existen 16 especies de Scolopendra, mientras que solo en México han sido reportadas 14 especies.

Hábitat y distribución

Las escolopendras son organismos básicamente nocturnos, durante el día están ocultos bajo matorrales, rocas, hojas, troncos, en grietas de rocas o construyen galerías excavando en el suelo. Prefieren zonas con una humedad relativa alta.

Pueden habitar desde zonas desérticas hasta bosques de coníferas, incluso en bosques con árboles planifolios. El género Scolopendra es cosmopolita, con representantes alrededor del mundo, principalmente en las zonas tropicales. Las únicas regiones donde están ausentes son las polares.

Algunas especies tienen una distribución muy restringida, como por ejemplo Scolopendra pomacea, que solo es conocida para algunos estados del centro de México. Otras presentan un intervalo de distribución más amplio e inclusive algunas de ellas, como S.subspinipes y S.morsitans, están ampliamente distribuidas alrededor del mundo entero.

Alimentación

Las escolopendras son depredadoras, sus principales presas las constituyen pequeños insectos como mariposas, saltamontes, escarabajos, cucarachas y otros artrópodos como arañas y escorpiones. Los caracoles y las lombrices de tierra forman también parte de la dieta de algunas escolopendras.

Las especies de mayor tamaño, o con veneno más potente, tales como Scolopendra subspinipes mutilans y S. gigantea, pueden alimentarse incluso de ranas, lagartijas, aves, ratones e incluso de algunas serpientes.

Según algunos autores, para detectar a la presa emplean sus antenas. Otros, sin embargo sostienen que las presas son capturadas por el último par de patas, los cuales están fuertemente armados de espinas y uñas y luego giran el cuerpo para clavarle las forcípulas y paralizarlas o matarlas.

Luego de inyectado el veneno, no liberan a su presa sino que las mantienen sujetas con las segundas maxilas y las forcípulas, y emplean las mandíbulas en conjunto con las primeras maxilas para manipularla e ingerirla.

Reproducción

Las escolopendras son organismos de reproducción sexual, con los sexos separados (dioicas o gonocóricas) y ovíparas con desarrollo directo. Es decir, que del huevo eclosiona un juvenil con las mismas características del adulto, pero sexualmente inmaduro y de menor talla.

Las hembras presentan un ovario único ubicado dorsalmente con respecto al tubo digestivo. El oviducto desemboca en la región ventral del segmento genital. El macho puede presentar varios testículos también de posición dorsal y que vierten los gametos en un espermiducto único.

Tanto machos como hembras presentan gonópodos en el segmento genital. Estos gonópodos son apéndices que intervienen en el proceso reproductivo de las especies de este género. Los machos construyen un nido con una seda parecida a la de las arañas donde depositan su espermatóforo (paquete de espermatozoides).

La hembra recoge el espermatóforo y lo introduce en su abertura genital hasta la espermateca. Se puede apreciar en el siguiente video:

Los espermatozoides son liberados cuando maduran los óvulos y ocurre la fecundación.

La hembra deposita 15 o más huevos, sobre los cuales ejerce cuidado parental hasta la eclosión. Para protegerlos muchas veces se enrosca sobre ellos cubriéndolos con su cuerpo y sus patas.

El desarrollo es de tipo epimórfico, es decir, que de los huevos eclosionan unos juveniles semejantes a sus padres, con todos los segmentos y apéndices desarrollados, pero que aún no han desarrollado sus gónadas y son mucho más pequeños.

Especies destacadas de escolopendras

Scolopendra gigantea

Esta especie es conocida como escolopendra gigante, siendo el representante de mayor longitud del género. Aunque el promedio de la especie está cercano a los 26 cm, algunos ejemplares pueden superar los 30 cm de longitud.

Las escolopendras gigantes presentan una coloración que varía entre rojiza y marrón cuando son adultas, mientras que en la etapa juvenil su coloración es roja oscura a negra, con la región cefálica roja y proporcionalmente más grande que la de los adultos.

Es una especie americana, distribuida principalmente en las islas del Caribe, desde la Hispaniola hasta Trinidad y Jamaica, incluyendo las Antillas Menores y la isla de Margarita (Venezuela). En la región continental se distribuye desde México hasta Brasil.

Se alimenta principalmente de otros artrópodos tales como cucarachas, alacranes, grillos, saltamontes, mariposas, tarántulas, aunque gracias a su tamaño también puede depredar especies más grandes, incluyendo ratones y murciélagos.

La escolopendra gigante infunde mucho temor, sin embargo, su veneno aunque doloroso, muy raras veces resulta mortal para el ser humano. A pesar de ello, algunas personas poseen ejemplares de esta especie como mascotas.

Scolopendra cingulata

Con sus 17 cm de longitud, esta es la especie de Scolopendra europea que alcanza mayor tamaño. Esta especie presenta una coloración marrón clara a marrón verdosa y bandas transversas más oscuras, los organismos juveniles son más claros, con las bandas trasversas más conspicuas y la cabeza y último segmento corporal y sus apéndices de color naranja.

Es propia de los países mediterráneos en zonas de media y baja altitud. Se alimenta principalmente de otros artrópodos y de caracoles. Su hábitat es el típico del género, es decir, bajo piedras y troncos, entre matorrales, etc.

Scolopendra polymorpha

Recibe este nombre porque es muy variable en su coloración y en algunos caracteres corporales, por ejemplo, las antenas tienen un número de artejos que va desde 7 en adelante. Su tamaño corporal puede oscilar entre 10 y 18 cm.

También recibe el nombre de escolopendra tigre o ciempiés tigre por la presencia de una banda lateral oscura en su cuerpo. La coloración del cuerpo puede variar desde marrón hasta naranja, mientras que la cabeza puede ser marrón oscuro, roja o naranja.

Es una especie americana, distribuida en el sur de los Estados Unidos y norte de México, habita generalmente en zonas desérticas, por lo cual se le conoce también como el ciempiés del desierto de Sonora. Sin embargo, también puede habitar en zonas boscosas.

Scolopendra hardwickei

Esta especie es conocida comúnmente con el nombre de escolopendra tigre hindú. Es común al sur de India y también habita, aunque en densidades mucho menores, en las islas de Sumatra y Nikobar.

Scolopendra hardwickei resalta por su brillante colorido de bandas alternas de color naranja oscuro y negro brillante, que se corresponden cada banda con un somito corporal entero. Las patas, cabeza y antenas son también de color naranja oscuro, aunque los primeros 6-7 artejos de estas últimas presentan una tonalidad más clara.

Veneno

El veneno de las escolopendras es un coctel de sustancias altamente diverso con más de 60 familias de proteínas y péptidos venenosos. Entre estas sustancias se encuentran serotonina, histamina, lípidos, polisacáridos, enzimas proteasas y fosfolipasas, citolisina y péptidos que poseen actividad neurotóxica.

Los científicos han logrado caracterizar uno de los péptidos que conforman el veneno de las escolopendras chinas de cabeza roja (Scolopendra subspinipes mutilans). Este péptido es llamado en inglés Ssm Spooky Toxin (SsTx) o Toxina Escalofriante Ssm. Estas últimas siglas por el nombre científico de la escolopendra, de donde fue extraído.

La toxina es relativamente pequeña, compuesta de 53 residuos aminoácidos y se caracteriza por estar cargada positivamente debido a la presencia de arginina y lisina en las posiciones 12 y 13, respectivamente.

Gracias a su carga positiva, interfiere activamente al asociarse a las cargas negativas de los canales de potasio del sistema nervioso. Debido a ello, falla la comunicación del cerebro con el corazón y el sistema respiratorio, ocasionando que el corazón cese de latir y se interrumpa la respiración.

El veneno puede actuar en fracciones de segundo y es tan potente que bastan 10 micromoles de la toxina para bloquear los canales de potasio en un décimo de segundo. Esto permite a Scolopendra subspinipes mutilans atacar y depredar organismos hasta 15 veces más grandes que ellas, como ratones y aves.

Picadura

La picadura de las escolopendras es sumamente dolorosa, sin embargo, rara vez es mortal para el ser humano. La intensidad del dolor es proporcional al tamaño de la escolopendra causante de la lesión. El principal riesgo con este tipo de picadura es que ocurra un shock anafiláctico.

Los síntomas del emponzoñamiento por Scolopendra, además de un dolor muy intenso que irradia desde el lugar de la picadura, incluyen inflamación, enrojecimiento de la piel, inflamación de los canales linfáticos (linfangitis) y eventualmente pueden ocurrir ulceraciones y necrosis tisular local.

El dolor, y en ocasiones prurito, pueden durar varias semanas. Otros síntomas como vómitos, sudoración, dolor de cabeza, arritmia cardíaca, falla renal con pérdidas de proteínas en la orina, así como convulsiones, son muy poco frecuentes.

El veneno es inyectado por medio de las forcípulas. Además de ello, las escolopendras secretan toxinas en las bases de las patas, que poseen garras muy agudas y pueden inyectar estas toxinas, las cuales causan inflamación e irritación local.

El tratamiento para el emponzoñamiento por escolopendra es sintomático. Los médicos recomiendan inmunización contra el tétano y limpieza de la herida para evitar infección. Para el dolor recomiendan analgésicos o hidrocortisona. Los antiinflamatorios sin esteroides y antihistamínicos también son recomendados.

Algunos autores sugieren el uso de papaína, compuesto presente en la papaya y que es capaz de desnaturalizar el veneno.

Usos

Los investigadores han aislado un componente bioactivo de Scolopendra subspinipes mutilans que ha demostrado tener propiedades para bajar los niveles de colesterol, triglicéridos y lipoproteínas de baja densidad en ratones de laboratorio, por lo cual creen que puede ayudar a manejar algunos problemas relacionados con la obesidad.

También es potencialmente útil para el tratamiento de la diabetes mellitus, por su capacidad para mantener los valores de azúcar en la sangre en niveles adecuados.

Referencias

  1. W. Siriwut, G.D. Edgecombe§, C. Sutcharit, P. Tongkerd, S. Panha (2016). A taxonomic review of the centipede genus Scolopendra Linnaeus, 1758 (Scolopendromorpha, Scolopendridae) in mainland Southeast Asia, with description of a new species from Laos. Zookeys.
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  3. T.L. Postma (2009). Neurotoxic Animal Poisons and Venoms. Clinical Neurotoxicology.
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  5. J. Molinari, E.E. Gutiérrez, A.A. de Ascenção, J.M. Nassar, A. Arends & R.J. Márquez (2005). Predation by giant centipedes, Scolopendra gigantea, on three species of bats in a Venezuelan cave. Caribbean Journal of Science.
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