Botánica

Polinización directa


La polinización directa, también conocida como autopolinización o autogamia, consiste en el proceso mediante el cual una flor se fecunda a sí misma, sin necesidad de que participen otros factores.

Para llevar a cabo el proceso de polinización, normalmente es necesaria la participación de agentes polinizadores, que pueden ser elementos de la naturaleza, como el agua o el viento, o pueden ser seres vivos, como abejas, escarabajos, colibríes, mariposas, moscas, murciélagos y el ser humano, entre otros.

Estos elementos u organismos se encargan de trasladar el polen de una flor hacia el estigma de otra, y dar inicio a la fecundación. Ahora bien, en el caso de la polinización directa, las flores son capaces de fecundarse a ellas mismas, debido a que el polen cae directamente en el estigma de la misma flor.

¿Cómo se produce la polinización directa?

En la época de fecundación, las flores, que son los órganos reproductivos de las plantas, dejan salir granos de polen desde las anteras, ubicadas en los extremos de los estambres.

La polinización se genera cuando estos granos van a parar al estigma de una flor, ubicado en el pistilo; éste es el lugar en el que se lleva a cabo la fecundación.

Para que esto ocurra, tanto las anteras como los estigmas deben madurarse al mismo tiempo, de manera que puedan coincidir en el momento de mayor posibilidad reproductiva y, finalmente, puedan generar una fecundación efectiva.

Además de la polinización directa, también existe la polinización indirecta, conocida como polinización cruzada o alogamia. Este tipo de polinización se caracteriza porque el polen se traslada de una flor a otra distinta, por lo que la fecundación se genera entre distintos individuos.

Entonces, en la polinización directa el polen de una flor fecunda a esta misma flor, o también a flores distintas del mismo organismo. A este último proceso se le conoce como geitonogamia.

Algunos ejemplos de especies autógamas son el tomate, el guisante, el frijol, el dátil y algunas orquídeas.

La polinización directa puede ser positiva en cuanto a que permite que las plantas no dependan de agentes externos para su reproducción, pero también puede ser negativa en cuanto a que, a través de la autopolinización, se produce una única variedad de planta.

Ventajas

Independencia de polinizadores

La principal ventaja es que las plantas que practican la polinización directa tienen mayor posibilidad de subsistir en caso de que no existan agentes polinizadores en su zona.

Éstas se siguen reproduciendo sin depender de otros organismos o elementos de la naturaleza que activen el proceso de fecundación.

Reproducción rápida

La autopolinización promueve una rápida reproducción, debido a que no está contemplada la participación de agentes externos. Es decir, no se debe esperar a que un polinizador tome el polen y luego lo traslade a otra flor.

Dado que el proceso se produce en la misma planta, es mucho más rápido: no deben tomarse en cuenta tiempos de espera relacionados con traslados.

Menor peligro de extinción

Hay zonas en las que los agentes polinizadores no acceden con facilidad, o se han extinguido por distintas razones.

En estos casos específicos, las plantas autógamas tienen mayores posibilidades de sobrevivir, dado que no dependen de polinizadores externos.

Desventajas

Poca diversidad genética

Dado que la transmisión de genes es siempre entre una misma planta, la información genética que se traspasa termina siendo poco diversa, lo que implica que el resultado será una especie muy uniforme, con poca variabilidad.

Esto constituye una desventaja debido a que puede generarse una especie con poca posibilidad de adaptación a cambios ambientales

Flores pequeñas

Como consecuencia del alto grado consanguíneo generado por la polinización directa, las flores que se generan de este proceso de fecundación tienen a ser de menor calidad.

Son más pequeñas, en algunos casos opacas, sin néctar y sin fragancia, dado que no es necesario para atraer a polinizadores externos. En cambio, las flores generadas de la polinización indirecta o cruzada se caracterizan por ser más hermosas, firmes y con mayor resistencia.

Eventualmente, las flores generadas a través de la polinización directa generan poca cantidad de polen, lo cual puede significar la extinción de la especie en cuestión.

Inhibición del gen autopolinizador

Investigaciones recientes se han enfocado en descubrir las formas de inhabilitar el gen que permite la polinización directa en las plantas.

La necesidad de este estudio se genera, entre otras razones, por la importancia que tiene para muchos agricultores poder tener la posibilidad de mejorar los cultivos y producir especies más fuertes y de más alta calidad, a través de la hibridación (mezcla de distintos organismos para generar uno nuevo).

Para esto, se han centrado en estudiar con detenimiento a aquellas plantas que no generan el proceso de la autopolinización, porque su misma estructura reconoce al propio polen y lo rechaza.

Existen organismos que, incluso, pueden activar o desactivar el proceso de autopolinización según lo que sea más conveniente para la especie.

Por ejemplo, una planta puede tener predisposición a llevar a cabo la polinización cruzada pero, si transcurre un período determinado y esta planta no es polinizada por factores externos, es capaz de generar una polinización directa o autopolinización.

Se considera que ésta es la característica más deseable en los organismos vegetales, debido a que podrían tener aún mayor resistencia a los factores externos.

Se trata de una especie autosuficiente y, al mismo tiempo, con la capacidad de llevar a cabo el proceso de polinización indirecta, que le garantiza una reproducción eficiente, con posibilidades de originar organismos robustos y con mejor y más compleja carga genética.

Las investigaciones se están llevando a cabo por la profesora de Botánica June Nasrallah, y un equipo de investigadores de la Universidad de Cornell, en Nueva York, Estados Unidos.

La intención de esta investigación es comprender el funcionamiento de estas plantas que rechazan su propio polen, y así poder estudiar las maneras de trasladarlo a otras plantas que tienen la predisposición a realizar la polinización directa.

Referencias

  1. “La polinización” en ABC Color. Recuperado en 22 Agosto 2017 de ABC Color: abc.com.py.
  2. “¿Qué es la polinización?” en Generación Verde. Recuperado en 22 Agosto 2017 de Generación Verde: generacionverde.com.
  3. “Nuevo hallazgo sobre genes que activan o desactivan la capacidad vegetal de autopolinizarse” en Sólo Ciencia. Recuperado en 22 Agosto 2017 de Sólo Ciencia: solociencia.com.
  4. Gardapee, P. “Autopolinización vs polinización cruzada” en eHow en Español. Recuperado en 22 Agosto 2017 de eHow en Español: ehowenespanol.com.
  5. “Las plantas que no se autopolinizan tienden a hibridarse con otras especies” (17 Enero 2013) en Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Recuperado en 22 Agosto 2017 de Consejo Superior de Investigaciones Científicas: csic.es.
  6. Holmgren, L. “Tipos de flores que se autopolinizan” en eHow en Español. Recuperado en 22 Agosto 2017 de eHow en Español: ehowenespanol.com.