Historia

Tratado de Alcáçovas: antecedentes, causas, contenido, consecuencias


¿Qué fue el Tratado de Alcaçovas?

El Tratado de Alcaçovas, conocido también como Paz de Alcaçovas, fue un acuerdo firmado entre Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, que pasarían a la historia como Reyes Católicos, y el rey Alfonso V de Portugal. La firma tuvo lugar el 4 de septiembre de 1479 en la localidad portuguesa que le da nombre.

Este tratado significó el final de la guerra de Sucesión de Castilla, que había comenzado en 1475. Este conflicto había enfrentado a los partidarios de las dos pretendientes al trono castellano: Juana, hija de Enrique IV de Castilla y esposa de Alfonso V de Portugal, e Isabel, que había contraído matrimonio con el rey de Aragón, Fernando.

Además de la cuestión dinástica, el enfrentamiento estuvo también motivado por la lucha que España y Portugal mantenían por el control marítimo del océano Atlántico. En esta cuestión, el tratado favoreció a Portugal, que logró la posesión de varios territorios en disputa.

Junto al Tratado de Alcaçovas también se negociaron las denominadas Tercerías de Moura, que zanjaron el problema dinástico en Castilla. Juana debió renunciar al trono a cambio de que Isabel hiciera lo mismo con el trono portugués.

Antecedentes y causas

Guerra de Sucesión Castellana

Juana de Trastámara, nacida en 1462, era la hija y heredera del rey Enrique IV de Castilla. Sin embargo, una parte de la nobleza no la quería como reina y su padre tuvo que nombrar heredero a su hermanastro, Alfonso.

Desde el mismo momento de su nacimiento, existió además el rumor de que Juana no era hija del monarca, sino de Beltrán de la Cueva, su valido. Por ese motivo, empezó a ser llamada “la Beltraneja”.

Una revuelta de nobles acabó con el reinado de Enrique en 1465. En su lugar, esos nobles dieron el trono a Alfonso, que solo tenía 12 años.

Esta situación provocó el estallido de una guerra que finalizó en 1468, cuando Alfonso falleció. Enrique IV recuperó la corona, pero estalló un enfrentamiento entre las dos posibles herederas: Juana y la hermana de Alfonso, Isabel.

Isabel rompió relaciones con Enrique IV en 1469. Su siguiente paso fue casarse con Fernando, su primo y entonces heredero a la Corona de Aragón. La pareja fue ganando poder y el apoyo de importantes figuras políticas y religiosas.

Al fallecer Enrique IV, en 1474, las dos pretendientes al trono fueron proclamadas reinas por sus respectivos seguidores.

En esos momentos, los partidarios de Juana, llamados juanistas, eran menos poderosos que sus enemigos. Por ese motivo, propusieron a Alfonso V, rey de Portugal, que se casara con ella a pesar de ser su tío. El monarca portugués aceptó la alianza. Con el equilibrio entre ambos bandos, la guerra fue inevitable.

Lucha por el trono

Una revuelta que estalló en marzo de 1475 contra un noble partidario de Juana fue el detonante de la guerra abierta.

El rey portugués entró con su ejército en Castilla, el 10 de mayo de ese mismo año. Cuando llegaron a Plasencia, Juana y él fueron proclamados reyes de Castilla y León tras contraer matrimonio.

La mayoría de los enfrentamientos se desarrollaron en la misma Castilla. La guerra fue poco a poco decantándose hacia el bando de Isabel, que acabó derrotando a sus enemigos.

Con la guerra terrestre finalizada, el conflicto solo siguió desarrollándose en el mar. Portugal derrotó a la flota castellana en Guinea, con lo que logró el dominio de ese rico territorio africano.

La superioridad portuguesa en el mar y la mantenida por Castilla en tierra provocó que ambos bandos comenzaran a negociar en 1479.

El control del Atlántico

Durante todo el siglo XV, Castilla y Portugal habían mantenido una carrera por controlar el Atlántico. Se trataba de conseguir la mejor posición comercial y de tener acceso a las materias primas y riquezas de los territorios de la costa africana y las islas de ese océano.

Uno de los territorios que fue objeto de disputa fue Guinea, muy rica en oro y esclavos. Igualmente, también existió enfrentamiento sobre quién debía gobernar las islas Canarias.

Ya en 1475, Isabel afirmó que Guinea y el resto de los territorios africanos en disputa debían quedar en manos castellanas. Esto provocó una guerra naval en el Atlántico.

Tras tres años de enfrentamientos, Castilla sufrió una importante derrota en 1478. Al año siguiente, los Reyes Católicos fracasaron en su intento de organizar una nueva flota para enfrentarse a la de Portugal.

Negociaciones de paz

Entre el 20 y 22 de marzo de 1479, Isabel de Castilla inició las conversaciones de paz. Por parte portuguesa acudió Beatriz de Braganza, tía de la reina castellana y prima del monarca portugués. En esa ocasión, las negociaciones acabaron sin éxito.

El principal escollo para llegar a un acuerdo se superó en mayo de ese año, cuando Juana afirmó su intención de ingresar en un monasterio y dejar de reclamar el trono.

La nueva ronda de negociaciones fue protagonizada por los consejeros de los reyes de Castilla y Portugal. El tratado final fue firmado en el pueblo portugués de Alcaçovas, el 4 de septiembre de 1479.

El día 27 del mismo mes, Isabel lo ratificó en Trujillo, aunque no fue declarado oficial hasta que Fernando también lo firmó el 6 de marzo de 1480 en Toledo. Finalmente, el papa Sixto IV refrendó lo acordado mediante una bula papal, en 1481.

Contenido del tratado

Aunque Isabel consiguió hacerse con el trono de Castilla, Portugal salió beneficiada en la cuestión de los territorios del Atlántico.

El contenido del Tratado de Alcaçovas limitaba las posibilidades de Castilla para extender sus dominios en la costa africana, mientras que los portugueses confirmaban su control sobre varias zonas.

Cláusulas principales

Además de las Tercerías de Moura, el tratado recogía cuatro cuestiones principales:

  • Paz entre Portugal y los reinos de Castilla y Aragón: con el tratado se puso fin a la guerra por el trono castellano. Alfonso V y Juana renunciaron a la corona de Castilla, mientras que Isabel y Fernando hicieron lo mismo con el trono de Portugal.
  • Reparto territorial: Portugal y Castilla se repartieron los territorios en disputa del océano Atlántico. Los portugueses se quedaron con Guinea, Madeira, las islas Azores, Cabo Verde, Elmina y Flores. Por su parte, Castilla obtuvo la soberanía de las islas Canarias.
  • Quinto real: se trataba de un impuesto que debían pagar los barcos que navegaran hacia Guinea y el territorio de Mina de Oro, ambos bajo control portugués. Con el tratado, Castilla reconoció el derecho de Portugal a cobrarlo a los barcos que partieran de puertos castellanos.
  • Reino de Fez: Castilla reconoció a Portugal el derecho de conquista en exclusividad del reino de Fez, en el actual Marruecos.

Tercerías de Moura

Al mismo tiempo que se negociaba el Tratado de Alcaçovas, Castilla y Portugal elaboraron otro acuerdo sobre la cuestión dinástica castellana.

Las llamadas Tercerías de Moura establecieron que Juana la Beltraneja renunciaba a todos sus títulos y le dieron a elegir entre casarse con el futuro heredero de los Reyes Católicos o ingresar en un convento. Juana eligió esta última opción.

Por otra parte, las Tercerías de Moura también recogían el acuerdo de boda entre Isabel de Aragón, hija de Isabel y Fernando, y el hijo del heredero al trono portugués. Los Reyes Católicos se comprometieron a pagar una gran suma de dinero como dote.

Consecuencias del tratado

Desde el mismo momento de la ratificación del tratado, los Reyes Católicos buscaron la manera de evitar las cláusulas que más les perjudicaban, aunque siempre admitieron su legalidad.

Entre otros aspectos, empezaron a preparar la conquista de Melilla y estrecharon lazos comerciales con Marruecos. Además, reforzaron de manera notable las defensas de las Canarias.

Reparto del Atlántico

La gran mayoría de los territorios atlánticos en disputa quedaron en manos portuguesas, con la excepción de las islas Canarias. Además, el tratado reconocía el derecho de conquista portugués sobre los posibles nuevos descubrimientos en la zona.

El Tratado de Alcaçovas y América

Unos pocos años después de la firma del tratado, la paz lograda empezó a peligrar. Uno de los primeros problemas se produjo en 1493, cuando el entonces rey portugués, Juan II, recibió a Cristóbal Colón cuando este regresaba de su primer viaje a América.

Juan II advirtió que si las tierras que acababan de descubrir estaban al sur de las Canarias, el tratado obligaba a que pasaran a manos portuguesas.

Los Reyes Católicos rechazaron por completo esa interpretación del tratado. Así, intentaron convencer a Juan II de que se quedara con Portugal y que dejara a Castilla las tierras que acababan de descubrir.

La intervención del papa Alejando VI trató de resolver la tensión. El pontífice promulgó tres bulas diferentes en el mismo 1493. La primera otorgaba a Castilla todas las tierras descubiertas por Colón y las que pudiera descubrir en el futuro.

La segunda cambiaba en parte esa interpretación y establecía el derecho a Castilla a lo descubierto a partir de una línea imaginaria situada a 100 leguas al oeste de la Azores.

Por último, en la tercera bula, el papa Alejandro VI eliminaba lo establecido en la segunda y declaraba oficial lo promulgado en la primera.

Tratado de Tordesillas

Juan II rechazó todas esas resoluciones papales, aunque se mantuvo firme en su intención de no iniciar una nueva guerra. Ante esto, los Reyes Católicos y Portugal comenzaron a negociar en Tordesillas.

El resultado de esas negociaciones fue el Tratado de Tordesillas, firmado el 7 de junio de 1494. Mediante este acuerdo, Castilla y Portugal dividieron el Atlántico en dos mitades. La oriental quedó en manos portuguesas, mientras que la occidental quedaba para los castellanos.

Referencias

  1. Universidad de Alicante. Tratado de Alcáçovas (1479 d.C.). Obtenido de blogs.ua.es
  2. Tostado Fernández, Francisco Javier. El tratado de Alcáçovas: la línea que separó dos mundos. Obtenido de eldiario.es
  3. The Editors of Encyclopaedia Britannica. Afonso V. Obtenido de britannica.com
  4. European Network of Places of Peace. Peace Treaty of Alcáçovas (Portugal) was signed 541 years ago. Obtenido de placesofpeace.eu
  5. Mitchell, Mary Ames. The Treaty of Alcáçovas-Toledo. Obtenido de crossingtheoceansea.com