Biología celular

El descubrimiento de las células: historia


El descubrimiento de las células marcó, sin lugar a dudas, un antes y un después en la historia de la ciencia, especialmente en el área de la biología y otras ciencias naturales relacionadas. Estos importantes bloques que constituyen a todos los organismos vivos fueron descubiertos a comienzos del siglo XVII, durante la década de 1660, para ser más exactos.

Aunque ahora puede parecer muy evidente hablar de las células como las unidades fundamentales de los seres vivos, antes de su descubrimiento no se tenían en el panorama científico, ni se pensaba, mucho menos, que todos los organismos estuviesen compuestos por una o varias de estas.

Quizá sea pertinente recordar lo que desde el siglo XVII sabemos: que todo lo vivo sobre la tierra está compuesto por estas pequeñas celdillas. Desde los millares de microorganismos que colonizan virtualmente todos los ambientes de la biósfera, hasta los animales y las plantas macroscópicos de quienes nos alimentamos, están compuestos por células.

Aunque de diferentes formas, tamaños y funciones, el cuerpo de un ser humano adulto tiene, aproximadamente, 30 trillones de células, las cuales se organizan en forma de tejidos que, a su vez, conforman los órganos y los sistemas. Los organismos más sencillos están compuestos por células individuales que se propagan al dividirse en dos.

Algunas ramas de la biología se encargan del estudio de estas estructuras con el objetivo principal de conocer más acerca de cómo estas están constituidas, molecularmente hablando, y cómo funcionan en la construcción de individuos tan complejos como los animales y las plantas multicelulares.

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Historia

La primera persona en observar y describir las células fue Robert Hooke, un físico inglés que, en 1665, publicó un trabajo conocido como “Micrographia”, dedicado a la observación microscópica y donde describió sus observaciones de un corte de una lámina de corcho.

En el documento Micrographia, Hooke se refirió como “células” o “poros” a las unidades microscópicas hexagonales, ordenadas de forma similar a un panal de abejas, que evidenció bajo la lente de su microscopio.

A pesar de que fue Hooke quien introdujo en la ciencia el término “célula”, la invención previa del microscopio ya había sentado precedente en el descubrimiento del mundo microscópico, y varios científicos habían realizado observaciones similares con anterioridad:

-Athanasius Kircher, en 1658, ya había demostrado que los gusanos y otras criaturas vivas se desarrollaban en tejidos en descomposición.

-Por esa misma época, el naturalista alemán Jan Swammerdam describió a los glóbulos rojos (eritrocitos) como corpúsculos de la sangre y afirmó que los embriones de rana estaban compuestos por partículas de aspecto globular.

En el año 1676, el holandés Anton van Leeuwenhoek, un científico aficionado apasionado por el mundo microscópico, declaró ante la Real Sociedad la existencia de organismos microscópicos móviles a quienes llamó “animálculos”, a los que hoy en día conocemos como protozoarios y otros seres unicelulares.

Van Leeuwenhoek no tenía estudios universitarios, sin embargo, poseía reconocidos talentos, no solo como observador y registrador, sino también como fabricante de microscopios, con los cuales realizó sus descubrimientos.

Células animales y células vegetales

Más de un siglo después de los excitantes descubrimientos de Robert Hooke y Antoni van Leeuwenhoek, a comienzos de los años 1800, los científicos comenzaron a hacerse más preguntas en relación a lo que componía las estructuras de los animales y las plantas.

Así, el alemán Theodor Schwann siguió estudiando las células vegetales y Matthias Schleiden, otro científico alemán, comenzó a estudiar a los animales, dándose cuenta de que al igual que las primeras células descritas por Hooke en el tejido vegetal del corcho, estos también estaban compuestos por células.

El comienzo de la Teoría Celular

En 1831 Robert Brown, un botánico escocés, al observar al microscopio cortes de hojas de orquídeas estableció que las células vivas poseían en su interior una estructura que denominó “núcleo”, afirmando que este era esencial para su supervivencia.

No fue sino hasta el año 1838 cuando ambos científicos alemanes, Schleiden y Schwann, propusieron formalmente que todos los organismos vivos en la tierra están compuestos por células y fue esta afirmación la que dio origen a uno de los primeros postulados de la actualmente conocida “Teoría celular”.

Las palabras exactas de Schwann fueron “…las partes elementales de todos los tejidos están formadas por células… hay un principio universal de desarrollo para las partes elementales de los organismos y este principio es la formación de las células…”

Casi 20 años más tarde, Rudolf Virchow, en el año 1855 se dio cuenta de que todas las células provienen de una célula preexistente que se divide, es decir, que solo las células producen otras células, como si hiciesen copias de sí mismas.

Así como fueron reconocidas como las unidades elementales de los organismos vivos, las células también fueron consideradas por Virchow como los elementos básicos de los procesos patológicos. Gracias a esta concepción, las enfermedades comenzaron a verse como alteraciones celulares en los seres vivos.

Componentes internos de las células

El interés por las características de las células incrementaba con cada descubrimiento que se hacía público al respecto. Así, poco después de la formulación de la teoría celular, los científicos se dieron cuenta de que el interior de las células no era un fluido homogéneo, sino todo lo contrario.

Algunos investigadores, después de observarlo con cierto detalle, lo describieron como fibrilar, mientras que otros consideraron que tenía un aspecto reticular, granuloso o alveolar.

El advenimiento de mejores técnicas de fijación y tinción permitió hacer descripciones más acertadas, lo que llevó a la identificación de las distintas estructuras contenidas dentro de las células.

En el año 1897 se introdujo el concepto del retículo endoplásmico, mientras que las mitocondrias fueron descritas en el año 1890 por Carl Benda. En ese mismo año Camilo Golgi describió el complejo que hoy lleva su nombre.

Walther Flemming acuñó el término cromatina al referirse a unas cintas que se hacían evidentes durante la división celular, y en 1882, llamó “mitosis” a dicho proceso de división. Los cromosomas fueron detallados en 1888 por Wilhelm Waldeyer al observar la metafase, una de las etapas de la mitosis descrita por Flemming.

Referencias

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  2. Alberts, B., Johnson, A., Lewis, J., Morgan, D., Raff, M., Roberts, K., & Walter, P. (2015). Molecular Biology of the Cell (6th ed.). New York: Garland Science.
  3. Alberts, B., Johnson, A., Lewis, J., Raff, M., Roberts, K., & Walter, P. (2008). Molecular Biology of The Cell (5th ed.). New York: Garland Science, Taylor & Francis Group.
  4. Mazzarello, P. (1999). A unifying concept : the history of cell theory. Nature Cell Biology, 1, 13–15.
  5. NatGeo. (2019). National Geographic. Retrieved July 25, 2019, from www.nationalgeographic.org/news/history-cell-discovering-cell/3rd-grade/
  6. Solomon, E., Berg, L., & Martin, D. (1999). Biology (5th ed.). Philadelphia, Pennsylvania: Saunders College Publishing.
  7. Stansfield, W. D., Colomé, J. S., & Cano, R. J. (2003). Molecular and Cell Biology. (K. E. Cullen, Ed.). McGraw-Hill eBooks.