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Las 100 Mejores Frases de Bajo la Misma Estrella


Te dejo las mejores frases de Bajo la misma estrella, película basada en el libro de amor de John Green The fault in our stars Sus personajes principales son Hazel Grace, Augustus Waters, Isaac y Peter.

Esta historia cuenta cómo una adolescente de apenas dieciséis años, Hazel Grace, aprende a lidiar con el cáncer de pulmón que padece. En un intento por hacer más llevadero su sufrimiento, sus padres la convencen de asistir a un grupo de apoyo para jóvenes con cáncer.

Allí conoce a un exjugador de baloncesto que ha perdido una pierna como consecuencia de un osteosarcoma, Augustus Waters. Esta conmovedora historia nos muestra las melancólicas reflexiones de unos personajes que saben que están cerca del final. Te pueden interesar también estas frases de películas románticas o estas de Love, Rosie.

-Mis pensamientos son estrellas que no puedo acomodar en constelaciones. -Augustus.

-No puedes elegir si van a hacerte daño en este mundo, pero sí puedes elegir quién te lo hace. -Augustus.

-No te contaré nuestra historia de amor, porque –como todas las historias de amor reales– morirá con nosotros, como debe de ser. -Augustus.

-Sé que el Sol tragará la única tierra que tenemos, y estoy enamorado de ti. -Augustus.

-Me enamoro de la manera en la que te quedas dormido. Lentamente, y luego de golpe. -Hazel.

-Algunos infinitos son más grandes que otros infinitos. -Hazel.

-Las marcas que los humanos dejan son comúnmente cicatrices. –Augustus.

-Lo único peor que morir de cáncer, es que un niño muera de cáncer. -Hazel.

-No me molestaría, Hazel Grace. Sería un privilegio que mi corazón fuera roto por ti. -Augustus.

-Algunas veces las personas no entienden las promesas que hacen al realizarlas. -Hazel.

-El mundo no es una fábrica de cumplir deseos. -Augustus.

-El dolor no te cambia, Hazel. Te revela. -Augustus.

-Hazel Grace. No puedo parar de pensar en este maldito libro. Sin embargo, creo que necesitamos un cierre, ¿no lo crees? -Augustus.

-Fui al grupo de apoyo. No porque quisiera o porque pensara que me fuera a ayudar. Sino por la misma razón que hacía cualquier cosa en estos días, para hacer felices a mis padres. -Hazel.

-Uno no puede decidir si será o no lastimado en este mundo, pero si puedes escoger quien te lastima. A mí me gustan mis decisiones, espero que a ella le gusten las suyas. -Augustus.

-No puedo creer que me gusta una chica con unos deseos tan trillados. Terrible. -Augustus.

-Soy una granada, y en determinado momento voy a estallar, y me gustaría minimizar las víctimas, ¿de acuerdo? -Hazel.

-De acuerdo pulmones, mantengan sus asuntos en orden por una semana. -Hazel.

-Apreciada Srita. Lancaster, no puedo responder sus preguntas, al menos no por escrito […]. Pero si quisiera saber y alguna vez se encuentra por Ámstedam, puede visitarme según le convenga. -Van Houten.

-También tienen doctores en Ámsterdam. Y cáncer. -Hazel.

-No existe escasez de culpa para ser encontrada entre nuestras estrellas. –Peter Van Houten.

-Peter Van Houten. Él es la única persona con la que me he topado en mi vida que realmente sabe lo que es estar muriendo, pero no ha en realidad muerto. -Hazel.

-Los funerales, lo he decidido, no son para los muertos. Son para los vivos. -Hazel.

-¡Sr. Lancaster! ¿Cómo está? No me dejaron pasar, es algo así como solo para familiares. […] ¿Podría decirle que estuve aquí? -Augustus.

-¿Qué pasa si te enfermas en un país extranjero? No todos los cánceres son iguales, y el tuyo es particularmente inusual Hazel. -Dra. María.

-Así que, ¿cuál es tu historia? […] No, no, no, no, tu verdadera historia. Tus pasatiempos, tus pasiones, tus fetiches raros. -Augustus.

-Augustus Waters era un engreído hijo de perra. Pero lo perdonamos. No por ser bien parecido de una manera sobre humana, o poruque solo tuvo 19, cuando debío de haber cumplido más -Isaac.

– “Siempre” es como que su frase, siempre se dicen que “siempre” se amarán el uno al otro y demás. Seguramente se han escrito “siempre” el uno al otro como catorce millones de veces este año. -Augustus.

-¿Sí sabes que Gus habla acerca de ti todo el tiempo? -Isaac._-Solo somos amigos. -Hazel.

-¡Isaac! Las almohadas no se rompen. Necesitas romper algo [le ofrece un trofeo de basquetbol] Había estado buscando una manera de decirle a mi padre que odio es basquetbol. ¡Adelante! -Augustus.

-No es como que te vaya a regalar mi deseo ni nada de eso, Hazel. Sabes, yo también quiero conocer este Sr. Peter Van Houten. Hablé con los Genios y estuvieron de acuerdo. Nos vamos en un mes. -Augustus.

-Era insoportable, cada segundo peor que el anterior. […] Recuerdo que no podía respirar y mi pecho ardía como fuego. La enfermera me pidió calificar mi dolor. Y aunque no podía hablar, levanté 9 dedos. -Hazel.

-Mira, me gustas. Y me gusta salir contigo y todo. Pero no podemos dejar que esto siga. -Hazel.

-Lo importante no son las tonterías que te digan las voces, sino lo que las voces están sintiendo. -Van Houten.

-Un día mis pulmones se llenaron de agua y debió de haber sido el fin, pero algo extraño pasó. Los antibióticos sirvieron y drenaron mis pulmones. Acto seguido, estaba en un estudio experimental. -Hazel.

-Hice planes con Augustus Waters. -Hazel.

-Vamos a ir a Ámsterdam. Encontramos una solución al problema, ¡vamos a ir! Hablamos con la Dra. María, todo mundo lo sabe. Pero solo por tres días, no seis. Tenemos incluso un oncólogo ahí. -Frannie.

-Tal vez “de acuerdo” será nuestro “siempre”. -Augustus.

-En caso de que te estuvieras preguntando, por eso me gustas, Hazel Grace. Estás tan ocupada siendo tú que no te das cuenta de que no tienes precedentes. -Augustus.

-Mi nombre es Augustus Waters. He estado en remisión por aproximadamente un año y medio. ¿Mis miedos? El olvido.

-Dijo que el PET era alentador. No estoy buscando asilo político, son unos cuantos días, son solo unas vacaciones. -Hazel.

-Pensé que estábamos en el sótano de una iglesia, pero estamos aparentemente en el corazón de Jesus. -Augustus.

-El olvido es inevitable. Y si eso te asusta, entonces te sugiero que lo ignores. Dios sabe que eso es lo que todos los demás hacen. -Hazel.

-Oh, Dios mío, estoy volando. Oh, Dios mío, estamos volando. ¡Estamos… estamos volando! ¡Mira hacia abajo! ¡Nunca nada se ha visto así en toda la historia de la humanidad! -Augustus.

-Las buenas noticias es que no hay crecimiento tumoral, ni hay nuevos tumores en tu cuerpo. Estamos tan aliviados. -Michael.

-Los grupos de apoyo serán una grandiosa manera para que conectes con personas que están en la misma aventura. Dale la oportunidad. ¿Quién sabe? A lo mejor encuentras entendimiento. -Dra. María.

-Hazel Grace, como muchos antes que tú, diré esto con todo el afecto del mundo, utilizaste tu deseo estúpidamente. […] Lo bueno fue que guardé yo guardé el mío. -Augustus.

-Esa era mi vida. Reality shows, citas con el médico, ocho drogas de prescripción, tres veces al día. Pero lo peor de todo, un grupo de apoyo. -Hazel.

-Algunos turistas piensan que Ámsterdam es la ciudad del pecado, pero en realidad es la ciudad de la libertad. -Frannie.

-Como le digo a los Genios, o viajo con estilo, o no viajo del todo. -Augustus.

-Vamos, tan solo piensa en algo que contarme. La primera cosa que pienses, algo que ames. -Augustus.

-¿Alguna vez se han preguntado por qué les importan demasiadas sus preguntas tontas? -Van Houten.

-¿Aquí es donde traes a todas tus conquistas amorosas? -Hazel._-Sí, a todas. Tal vez por eso sigo siendo virgen. -Augustus.

-Oye, Gus, escucha. ¿Por qué no te vas a casa? Descansa, de acuerdo. -Michael.

-Piensas que la única manera de vivir una vida significativa es que todos de recuerden. ¡Que todos te amen! Adivina que, Gus, ¡esta es tu vida! ¡Esto es todo! Me tendrás a mí, a tu familia y al mundo. -Hazel.

-Creo que tenemos la opción en este mundo acerca de cómo contamos las historias tristes. Podemos endulzarlas. […] Pero esa simplemente no es la verdad. Esta es la verdad. -Hazel.

-Ella me dijo que quería romper conmigo antes de la cirugía porque ya no podía soportarlo. Estoy a punto de perder mi vista y ella no puede soportarlo. -Isaac.

-Hazel Grace, espero que te des cuenta de que tratando de mantener tu distancia de mí, de ninguna manera disminuye mi afecto por ti. Todos tus esfuerzos por alejarme de ti van a fallar. -Augustus.

-Cuando empecé a sentirme mejor, la enfermera me dijo que era una luchadora. “¿Sabes cómo lo sé?”, me dijo. “Le diste un 9 a un dolor de 10”. No lo hice por ser valiente. Estaba guardando mi 10. -Hazel.

-¡Dios mío! ¡Deja de coquetear conmigo! -Hazel.

-¡Guau! ¡Una chica de instituto! Bien, eso explica el aire de sofisticación. -Augustus.

-Soy Augustus Waters, tengo 18 años. Enfermé de osteosarcoma hace un año y medio, y perdí esta bebé [muestra su pierna derecha prostetica] como resultado. Ahora soy en parte cyborg, lo cual es grandioso. -Augustus.

-Me encanta cuando me hablas con palabras médicas. -Augustus.

-Esa es el detalle acerca del dolor. Demanda ser sentido. -Augustus.

-Sé lo que estás pensando. Que no es justo para él. No lo es. Él no necesita esto en su vida. Digo, nadie lo necesita. Soy más problemas que lo que valgo. -Hazel.

-Mi nombre es Hazel Grace Lancaster. Y Augustus Waters fue el desafortunado amor de mi vida. Nuestra historia es una historia de amor épico, y probablemente no pueda decir más sin romper en llanto. -Hazel.

-Tengo una pregunta. ¿Aún puedo ir a Ámsterdam? -Hazel.

-No estoy sordo, solo ciego, para poder escucharlos cuando se rían de mi incapacidad. -Isaac.

-Gus, mi amor, no puedo terminar de decirte lo agradecida que estoy con nuestro pequeño infinito. No lo cambiaría por nada en el mundo. Me diste un para siempre con mis días contados. Estoy agradecida. -Hazel.

-Esta es una oportunidad que puede que no tenga nuevamente. Nunca. Incluso si el medicamento está funcionando, no entiendo por qué… -Hazel.

-Para ser completamente honesta, creo que eso es muy genuino. ¿Sabes? Uno simplemente muere a mitad de la vida. Morimos a mitad de una oración. -Hazel.

-Esta es una buena vida, Hazel Grace. -Augustus.

-Ustedes son el efecto secundario de un proceso de evolución que poco le importa la vida de los individuos. Ustedes son un experimento fallido en la mutación. -Van Houten.

-Había estado tratando de decírtelo, soy genial. -Augustus.

-Estoy enamorado de ti. Yo sé que el amor es tan solo un grito hacia el vacío, y que el olvido es inevitable, y que todos estamos condenados. -Augustus.

-¿Incluso aunque tienes cáncer estás dispuesto a darle dinero a una compañía por la oportunidad de adquirir incluso más cáncer? Déjame decirte que no poder respirar apesta. -Hazel.

-Eso es increíble. Hazel, eso es hermoso. Y un poco loco. ¡Te acaba de conocer y te está dando su deseo! Eso es dulce, a menos que…. ¿es tu novio? -Frannie.

-Vamos Hazel Grace, arriésgate conmigo. -Augustus.

-¡Estoy tan emocionada que apenas puedo respirar! -Hazel.

-Mi intención es la de vivir una vida extraordinaria. Ser recordado. -Augustus.

-Bienvenida a mi morada. Mis viejos los llaman “estímulos”. No preguntes. […] Este es Augustolandia. Esta es mi habitación. -Augustus.

-Mi cáncer era originalmente de tiroides, pero ahora tengo una impresionante colonia en mis pulmones. […] ¿Además del cancer terminal? Estoy bien, supongo. -Hazel.

-Lo más importante en una resonancia magnética es no moverse en lo absoluto. Pero ese día, era algo casi imposible. -Hazel.

-No quiero ver un mundo sin Augustus Waters en él. -Isaac.

-Quiero ir a Ámsterdam, Gus. Y quiero que Van Houten me diga que sucedió después de este libro. Pero tampoco quiero esta vida en particular. Supongo que todo está mal. -Hazel.

-Estoy en una montaña rusa que solamente va hacia arriba, mi amiga. -Augustus.

-Mamá, si quieren que sea una adolescente no me manden a un grupo de apoyo. Mejor consíganme una identificación falsa para poder ir a los clubes, tomar cócteles y fumar hierba. -Hazel.

-Porque eres hermosa, y decidí hace tiempo que no me negaré a mí mismo los placeres más simples de la existencia. -Augustus.

-Los panfletos y los sitios web siempre enlistan la depresión como un efecto secundario del cáncer. La depresión no es un efecto secundario del cáncer, es un efecto secundario de estar muriendo. -Hazel.

-No te matan a menos que los enciendas. Yo nunca he encendido uno. Es una metáfora, verás. Pones algo que te puede matar entre tus dientes, pero no le das el poder de hacerlo. -Augustus.

-Tenía trece cuando lo encontraron. Prácticamente el peor de los casos. Cáncer de tiroides, etapa 4. No había mucho que hacer, pero no los detuvo, claro. Cirugía, radiación, quimio. Más radiación. -Hazel.

– “Estimado Sr. Waters, le escribo para agradecerle por su correspondencia […]”. Podría ser que encontré a la asistente de Van Houten y le escribí. Ella tal vez le reenvió el correo a Van Houten. -Augustus.

-Había estado queriendo llamarte por unos días, pero había estado esperando hasta tener una opinión coherente acerca de “Un Dolor Imperial”. -Augustus.