Biología

Rizoides: funciones, en briofitas, hongos y algas


Los rizoides son estructuras que recuerdan a las raíces de las plantas vasculares, y cumplen funciones similares a estas. Se localizan en la porción inferior de algunos organismos, como algas, musgos y hongos.

También se ha reportado la presencia de rizoides en las esponjas de mar y otros animales simples que viven anclados a un sustrato. El rizoide se encarga de fijar el cuerpo vegetativo del organismo al sustrato, y es capaz de mediar la absorción de nutrientes.

La estructura de los rizoides varía de manera considerable dependiendo del grupo de estudio. Algunos presentan ramificaciones complejas, mientras que otros son flexibles y en forma de bulbos.

En los hongos, los rizoides se encuentran en el talo y son muy similares a las raíces verdaderas. En los musgos, los rizoides se encargan de anclar al gametofito al sustrato, facilitando la absorción de sales minerales y agua.

Los rizoides son elementos claves que, gracias a su morfología variada, permiten diferenciar entre especies, siendo un elemento taxonómico importante en los hongos.

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Funciones de los rizoides

Actualmente, existen pocos estudios relacionados con la función de los rizoides. Sin embargo, la evidencia que se tiene apunta a que los rizoides son particularmente importantes en la fijación del cuerpo al sustrato y en la toma de nutrientes del suelo.

Fijación al sustrato

En la literatura, se le atribuye a los rizoides funciones de anclaje al sustrato. Los rizoides de varias hepáticas forman una especie de discos o ramificaciones en las puntas de la estructura que, al entrar en contacto con las partículas sólidas, se adhieren fuertemente.

Un patrón similar de ramificación y adherencia se ha evidenciado en la punta de los rizoides de los musgos y algunos helechos, cuando entran en contacto con superficies duras.

Otros hechos sustentan este papel de fijación. En algunos musgos, los rizoides son más abundantes y mucho más ramificados en los individuos que crecen en sustancias duras (como rocas, por ejemplo), comparada con aquellas que crecen en suelos.

Toma de agua y nutrientes

A los rizoides también se les han atribuido funciones relacionadas con la toma y transporte de agua. Muchas briofitas son ectohídricas – carecen de una cutícula gruesa y absorben el agua por toda la superficie del cuerpo.

En estas especies, los rizoides no son necesarios para la toma directa del agua, pero varios de estos musgos producen una gruesa capa de rizoides.

Otras especies de briofitas son endohídricas y poseen un sistema interno de transporte de agua. En estas especies, los rizoides poseen una función fundamental y median la totalidad de la toma de agua.

En algunas especies de algas, se ha detectado que los rizoides actúan de manera directa en la toma de nutrientes inorgánicos. En estas especies, los rizoides exhiben una concentración de minerales mayor a la concentración del agua en que están inmersas.

Rizoides en las briofitas

Las briofitas incluyen una serie de plantas terrestres que se localizan en ambientes húmedos. Algunas pueden ocupar hábitats acuáticos, mientras que otras pueden desenvolverse como plantas epifitas.

En cuanto a sus características externas, el gametofito de las briofitas puede acabar distintos rangos de tamaño, desde unos pocos milímetros hasta casi 50 centímetros.

Algunos talos se denominan talos foliosos y estos se diferencian en un eje principal con “hojas” y la porción opuesta con rizoides.

Se atribuye esta terminología a los órganos de estas plantas porque son del tipo no vascular, es decir no poseen el sistema vascular de las plantas superiores. Por ello, no es correcto emplear los términos hojas y raíces, propiamente dichas.

Los rizoides de las briofitas pueden ser del tipo unicelular, o bien ser pluricelulares. Los del tipo unicelular pueden presentar paredes lisas o ser tuberculados. Estos últimos poseen unas invaginaciones en forma de clavija.

Ambos tipos de rizoides se localizan en la región de la corona de la superficie ventral del talo. Con la excepción del género Anthoceros y otras briofitas taloides, cuyos rizoides de paredes lisas se localizan de manera dispersa en toda la superficie ventral.

Los musgos, por su parte, se caracterizan por poseer rizoides del tipo multicelulares con septos oblicuos.

Rizoides en los hongos

En el reino de los hongos, los rizoides aparecen en las formas que crecen adheridas a un sustrato y necesitan alguna estructura que asista su anclaje. Estas prolongaciones pueden ser del tipo simple o ramificada.

En los hongos, los rizoides son órganos filamentosos de fijación al sustrato que difieren de las hifas en dos características principales.

Primero, estas van disminuyendo su tamaño a medida que ocurre el proceso de ramificación. De esta forma, cada ramificación sucesiva es más pequeña que la rama que le dio origen. Como resultado de este proceso, se obtiene un sistema ramificado extendido.

Segundo, en contraste con las células del talo, las del rizoide carecen de núcleo. Estas características explican por qué los rizoides tienen capacidad limitada de crecimiento.

Rizoides en las algas

Los rizoides se desarrollan en la fase haploide de algunas algas, como los géneros Chara y Spirogyra. Al igual que en los grupos anteriores, el rizoide puede ser del tipo unicelular o pluricelular, y esta característica depende del grupo.

Por ejemplo, en las Zygnematales los rizoides son del tipo unicelular. Este grupo de algas son también llamadas Conjugales. Son algas verdes que habitan cuerpos de agua dulce, se caracterizan por presentar filamentos ramificados y células relativamente gruesas.

En contraste, en el grupo de las macroalgas Charales – su desarrollo supera en muchos casos los 60 centímetros de longitud – los rizoides son multicelulares. Al igual que las algas Zygnematales, las algas carales son verdes y de agua dulce. Desde el punto de visto filogenético, se consideran cercanas a las plantas terrestres.

Rizoides versus los pelos de la raíz

Existe un parecido evidente entre los rizoides y los pelos de las raíces de las plantas vasculares. Aunque cumplen funcionen similares, se discute que ambos órganos son análogos y no homólogos, ya que no existe correspondencia entre sus estructuras y son producidas en distintas fases del ciclo de vida.

Es posible que la semejanza entre los rizoides y los pelos de las raíces sea resultado de un proceso de evolución convergente.

Referencias

  1. Curtis, H., & Schnek, A. (2006). Invitación a la Biología. Ed. Médica Panamericana.
  2. Griffin, D. H. (1996). Fungal physiology. John Wiley & Sons.
  3. Jones, V. A., & Dolan, L. (2012). The evolution of root hairs and rhizoids. Annals of botany110(2), 205-212.
  4. Moore, R., Storey, R., & Uno, G. (2001). Principles of botany. McGraw-Hill.
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