Conidios: concepto, características, origen, formación
¿Qué son los conidios?
Los conidios, conidias o conidiosporas son las esporas externas por medio de las cuales muchos hongos se reproducen o propagan de manera asexual, es decir, por mitosis y no por meiosis. Que sean esporas asexuales significa que, al germinar, estas forman nuevos organismos genéticamente idénticos al que las produjo.
Los conidios, como muchas otras esporas en la naturaleza, consisten generalmente en una célula de pequeño tamaño protegida por una cubierta resistente.
Cuando son producidos, los conidios son liberados hacia el viento, la superficie del suelo o el aire. Sin embargo, se consideran esporas inmóviles o sésiles, ya que no producen un flagelo que les permite nadar y desplazarse de un lado a otro.
Su formación puede ser estimulada por condiciones ambientales favorables y tiene la finalidad de propagar rápidamente el micelio del hongo que las produce o asegurar la perpetuidad de la especie cuando las condiciones se tornan desfavorables.
La formación de los conidios varía de una especie a otra de hongo, así como su forma, su tamaño y su color. De hecho, muchos hongos son reconocidos por el color y la forma en la que se “arreglan” los conidios en su micelio.
¿Quiénes producen conidios en el Reino Fungi?
Los conidios son producidos por los hongos pertenecientes al filo de los ascomicetes (Ascomycota). En este filo se clasifican más de 33.000 especies de hongos conocidas y muchas más especies aún no descritas, por lo que se trata de uno de los filos más grandes del reino.
Dentro de este grupo se incluyen a hongos unicelulares como las levaduras, a hongos filamentosos, hongos formadores de líquenes, a hongos micorrícicos y a hongos patógenos de animales y plantas.
Estos hongos no solo son importantes en materia de salud pública, sino que también son explotados industrialmente para la producción de alimentos, saborizantes, etc.
Entre los ascomicetos productores de conidios más destacados podemos mencionar a especies de los géneros Penicillium, Aspergillus, Cladosporium, Alternaria, Monilia, Botrytis, Fusarium, Oidiodendron, Microsporum, entre otras.
Hay que mencionar que otros grupos de hongos como los basidiomicetos, por ejemplo, también producen conidios, pero se les suele conocer con nombres diferentes, muchos de ellos especie-específicos.
Conidios y otras esporas asexuales
Los conidios son uno de los dos tipos de reproducción asexual de los hongos, pues también existen otras esporas asexuales que son internas e inmóviles y que se forman dentro de una estructura especializada -con forma de saco- conocida como esporangio, la cual es sostenida por otra estructura accesoria llamada esporangióforo.
La diferencia principal entre los conidios y estas esporas tiene que ver con que los primeros son externos y se forman a partir de una célula especial llamada célula conidiógena (o a partir de una hifa fértil), que está sostenida por un órgano accesorio llamado conidióforo.
Recordemos que las hifas son los filamentos característicos del micelio de los hongos multicelulares, y que están formadas por células alargadas que pueden o no contener septos o tabiques en su interior.
Características, origen y formación de los conidios
Los conidios son esporas asexuales que se forman en el extremo o en los costados laterales de unas células especiales -las conidiógenas- que se encuentran en las hifas de algunos hongos multicelulares.
A diferencia de otras esporas asexuales, los conidios no son producidos por segmentación del citoplasma de un grupo de células, sino por una división celular mitótica. Podríamos decir que es similar a la gemación que se observa en levaduras, pero ocurriendo en las células de una estructura multicelular.
A las células conidiógenas o a los grupos de células conidiógenas que portan los conidios, tengan o no una estructura de soporte definida, se les conoce como conidióforos, y son estas estructuras las que se emplean comúnmente para ilustrar los ciclos de vida de los hongos que producen conidios.
La forma en la que los conidios se producen con respecto a las hifas del hongo y a las células conidiógenas, así como su tamaño, color y forma, suelen ser aspectos relevantes durante la clasificación de dichos hongos.
¿Cómo se originan los conidios?
Los conidios se forman a partir de las células conidiógenas, generalmente en los extremos de las hifas donde estas se encuentran. Dependiendo de cómo se originan, estas estructuras de propagación asexual se pueden clasificar en dos grupos: de origen tálico y de origen blástico.
Desarrollo blástico de los conidios
El desarrollo blástico se refiere al crecimiento celular que consiste en el “brote” a partir de una región estrecha y a su elongación y posterior hinchazón o recrecimiento, que ocurre antes de la formación de un septo o tabique, como si de un proceso de gemación se tratase.
- Si la pared celular de la espora que se continúa con la pared celular de la célula conidiógena que le dio origen, entonces el desarrollo se conoce como holoblástico.
- Si la pared celular de la espora está formada solo por la capa interna de la pared celular de la célula conidiógena el desarrollo se conoce como enteroblástico.
Los conidios blásticos pueden formarse en cadenas cuando las células conidiógenas tienen divisiones repetitivas que “empujan” a los conidios “viejos” hacia los extremos.
Desarrollo tálico de los conidios
El desarrollo tálico se diferencia del blástico en que los conidios no son producidos por una “gemación” o “brote”, sino que resultan de la elongación y fragmentación de una célula conidiógena en la que eventualmente se forman septos o tabiques de separación. Además, estos conidios pueden o no hincharse después de la segmentación.
Desarrollo tálico-ártrico
Es una forma de desarrollo de conidios muy similar al desarrollo tálico. Consiste en la elongación de la célula conidiógena y su posterior segmentación en partes iguales que no aumentan de tamaño y que al ser separadas por septos, se desprenden como esporas individuales.
Al igual que el desarrollo blástico, el desarrollo tálico-ártrico puede producir esporas holoártricas y esporas enteroártricas, dependiendo de la participación de las capas de la pared celular de la célula conidiógena en la formación de la pared celular de los conidios.
¿Qué dispara la formación de conidios?
La conidiogénesis (formación de conidios) es un proceso genéticamente controlado que depende de numerosos factores moleculares y proteicos, y que debe ocurrir en un tiempo y en un espacio determinados.
Los principales factores que se han asociado con la inducción de la conidiogénesis son cambios drásticos de las condiciones ambientales (aumento de la salinidad, disminución o exceso de la cantidad de agua, cantidad de luz, temperatura, etc.) y agotamiento de los nutrientes.
No obstante, cada especie de hongo tiene sus propios requerimientos, dependiendo de si se trata de especies acuáticas o terrestres, asociadas con otros organismos, entre otros.