Historia

¿Cuál fue la influencia de la Unión Soviética en el mundo?


La influencia de la Unión Soviética en el mundo se evidenció en la ideología, política, economía y tecnología. Entre los años 1945 y 1991, este Estado integrado por 15 repúblicas, con Rusia a la cabeza, provocó hechos que marcaron el curso de la historia. Algunos de estos, incluso, llegaron a poner al mundo al borde de una guerra mundial.

Específicamente, esta influencia de la Unión Soviética en el mundo comenzó a sentirse tras finalizar la Segunda Guerra Mundial. Esta emergió victoriosa como una de las dos superpotencias mundiales, junto con los Estados Unidos. En el período de la postguerra, la Unión Soviética ayudó a la reconstrucción de países de Europa del este.

De esta manera, se conformó un grupo de países “satélites” que aceptaron su liderazgo y se convirtieron en aliados a través de una acuerdo llamado Pacto de Varsovia.

Con un Estado controlando férreamente la actividad económica interna y las relaciones sociales de sus poblaciones, la Unión Soviética aceleró su desarrollo.

Sus avances en deportes, danza, cine, literatura, ciencia y arte llamaron la atención de otros países. Naciones como China, Cuba, Albania, Camboya y Somalia recibieron su ayuda, incrementándose así su área de influencia.

Precisamente, la instalación de misiles soviéticos de alcance intercontinental en Cuba casi desató una Tercera Guerra Mundial.

Claves para entender la influencia de la Unión Soviética en el mundo

Influencia política

En el campo político, la influencia de la Unión Soviética en el mundo proviene de su concepción del poder político en sí mismo. De acuerdo con esta filosofía, el objetivo del poder es instaurar un régimen socialista.

A su vez, este se alcanza a través de una lucha de clases donde el proletariado desaloja del poder a las clases dominantes. Esta lucha liberadora exige una unificación en la ideología y en las acciones de todos los proletarios y sus simpatizantes.  

Dentro de esta corriente, no hay cabida para el disenso. Las corrientes políticas que simpatizan con esta posición abogan por posiciones autoritarias y no democráticas para la obtención de sus metas políticas.

Así pues, este modelo de pensamiento político fue exportado a varias naciones. Gobiernos en diferentes partes del mundo, como Cuba, Corea del Norte y China, lo adoptaron con algunas modificaciones.

Pero todos tienen en común un partido o mandatario único, restricciones en las libertades y el poder centralizado como esquema de gobierno.   

Influencia ideológica

De la concepción ideológica de la Unión Soviética se han desprendido muchas otras corrientes. En principio, al plantearse una lucha de clases como base ideológica, queda como idea de fondo una confrontación.

Sin embargo, esta ha presentado matices, desde la confrontación de ideas hasta las luchas armadas con sus saldos de destrucción y muertes.

Como consecuencia de estas pugnas, se han dado en el mundo desde socialismos democráticos hasta los más radicales y militantes regímenes comunistas. Todos ellos ven en el control por parte del Estado de los medios de producción la manera más idónea y eficiente de conseguir sus objetivos políticos.

Por otro lado, los conceptos centrales de esta ideología soviética (lucha de clases, proletariado, plusvalía, entre otros) se han usado mundialmente para diseñar y ajustar programas de gobiernos e ideologías partidistas. En muchos casos, inclusive naciones no socialistas han ajustado sus planes para manejar eficientemente estos conceptos.  

Entre los países no desarrollados, especialmente, esta influencia ideológica se ha visto potenciada por las desigualdades implícitas en sus esquemas sociales.

Con frecuencia, las bases ideológicas de muchos partidos políticos se acercan a la concepción de los soviéticos. La promesa de acabar con las desigualdades aumenta su popularidad y elegibilidad.

Influencia económica

La influencia de la Unión Soviética en el mundo también se evidenció en el plano económico. En esta área, el modelo soviético impulsó la idea del control por parte del Estado de toda la actividad productiva. Según este modelo, la iniciativa privada no debe existir y, si lo hace, debe ser bajo estricto control del gobierno.

Esta idea surge de la teoría económica de Karl Marx (1818-1883), quien sostenía que el trabajo de los obreros (y en general de todos los asalariados) generaba una ganancia que nunca disfrutaban.

Esta ganancia, llamada plusvalía, era disfrutada solo por los dueños de las empresas. Y, de acuerdo con la teoría económica soviética, la única manera de garantizar el disfrute de la plusvalía por parte de los asalariados era el control de los medios de producción.

En consecuencia, el Estado soviético creó empresas para explotar los recursos más productivos de la nación y así cumplir con esta premisa. Otras actividades menos productivas podían ser explotadas por particulares pero siempre bajo la rectoría del gobierno.

Otros Estados adoptaron este modelo económico. Algunos de ellos, incluso no pertenecientes a la órbita soviética, crearon empresas en determinadas áreas económicas.

De igual manera, otros gobiernos, en un giro de la idea inicial, crearon empresas mixtas para explotar de forma conjunta Estado-iniciativa privada algunos renglones económicos.

Influencia tecnológica

Tras la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética se embarcó en una carrera de desarrollo para competir con su rival, Estados Unidos.

En el curso de esta competencia, y en el marco de la Guerra Fría (rivalidad abierta pero restringida entre los Estados Unidos y la Unión Soviética y sus respectivos aliados) comenzó a tener muchos éxitos.

Entre otras áreas, la agricultura, industria militar e industria aeroespacial sirvieron para consolidar su reputación como potencia mundial. Su tecnología y conocimiento teórico propios estuvieron, con las limitaciones lógicas, a disposición de sus naciones aliadas.

En consecuencia, y para atestiguar la influencia de la Unión Soviética en el mundo, se hizo común ver maquinarias, aviones y sistemas avanzados de armas soviéticas en otros países. Del mismo modo, se hizo frecuente el envío de médicos, personal militar y profesores como parte de tratados entre las naciones.

Compartir estos avances tecnológicos estaba precedido por un acuerdo para obtener reconocimiento, votos de apoyo en organismos internacionales e inclusive asistencia militar. Esta influencia tecnológica significaba un cambio radical de los estándares norteamericanos.

Referencias

  1. Hook, S. (s/f). Knowing the Soviet Union: The ideological dimension. Tomado de bu.edu.
  2. Siegelbaum, L. (s/f). Third World Friendships. Tomado de soviethistory.msu.edu.
  3. Katz, M. N. (s/f). The Soviet Union and the Third World. Tomado de ebot.gmu.edu.