Psicología

Aprendizaje no asociativo: características, ventajas, desventajas, ejemplos


El aprendizaje noasociativo, en psicología, es un cambio permanente en la respuesta a un estímulo, debido a la exposición repetida y prolongada al mismo. Normalmente el cambio producido tiene que ver con la fuerza de la respuesta al estímulo.

Ejemplos de aprendizaje no asociativo son quemarse al tocar una sartén (aprender que quema), recibir una picadura de una abeja (aprender que estos insectos pican) o aprender a sentirse relajado en los vuelos de avión.

El aprendizaje no asociativo se caracteriza porque es capaz de provocar cambios de conducta o de respuesta sin necesidad de que haya varios estímulos relacionándose entre sí. De esta forma, se trata de uno de los tipos de aprendizaje más simples que existen, y es común a prácticamente todas las especies animales del planeta.

Cuando hablamos de aprendizaje no asociativo normalmente nos estamos refiriendo a uno de dos posibles procesos: la habituación o la sensibilización. En muchos sentidos se trata de procesos complementarios y opuestos, y están en la base de muchas de nuestras experiencias diarias y del comportamiento de casi todos los animales.

El aprendizaje no asociativo fue descrito de manera formal por la psicología conductista, rama que se centraba únicamente en los comportamientos de las personas y dejaba de lado el contenido de la mente. Hoy en día, las técnicas derivadas de esta corriente siguen siendo muy útiles en contextos como el terapéutico o el educativo.

Índice del artículo

Características del aprendizaje no asociativo

– Se divide en dos procesos

Al hablar de aprendizaje no asociativo, realmente nos estamos refiriendo a dos fenómenos distintos: la habituación y la sensibilización. Ambos implican un cambio de actitud o de conducta como consecuencia de la exposición repetida a un estímulo concreto; pero la manera en la que afectan al organismo es bastante diferente.

Habituación

La habituación se define como un proceso de aprendizaje en el que uno o más de los componentes de la respuesta innata a un estímulo disminuye cuando el individuo se expone al mismo durante un número suficiente de veces. Entre los componentes que pueden disminuir en intensidad encontramos algunos como la probabilidad de la respuesta o la duración de la misma.

La habituación puede afectar a prácticamente cualquier tipo de estímulo físico o mental que nos podamos imaginar. Por ejemplo, al subirnos por primera vez en un avión es frecuente que aparezcan emociones como ansiedad, alegría, curiosidad o nerviosismo. Sin embargo, tras hacerlo unas cuantas veces estas respuestas disminuirán de intensidad y puede que acaben desapareciendo por completo.

El efecto de la habituación es más pronunciado en el caso de estímulos que se dan de manera frecuente, ya que el organismo acabaría acostumbrándose a ellos antes. Lo mismo ocurre con estímulos que provocan respuestas de baja intensidad, que acabarían disminuyendo con mayor rapidez que las más intensas.

Sensibilización

En muchos aspectos la sensibilización es el proceso opuesto al de habituación. Cuando se da este fenómeno, la respuesta a un estímulo aumenta en intensidad como consecuencia únicamente de la exposición repetida al mismo. Se cree que este proceso está detrás de fenómenos de aprendizaje tanto adaptativos como desadaptativos.

Un ejemplo cotidiano de la sensibilización sería lo que ocurre cuando una persona se frota el brazo continuamente. En un principio la sensación es placentera, pero a medida que los nervios periféricos se van sobrecargando de estimulación puede llegar a volverse incómoda o incluso dolorosa.

– Es común a multitud de especies

Al contrario que otros mecanismos de cambio de conducta, el aprendizaje no asociativo se ha encontrado en multitud de especies de seres vivos. Prácticamente todos los animales muestran alguna versión de este proceso; e incluso algunas plantas como la Mimosa pudica y ciertos protozoos son capaces de modificar su conducta de esta manera.

Esto ha llevado a pensar a muchos científicos que el aprendizaje no asociativo fue el primero en aparecer a nivel evolutivo. Posiblemente este proceso tuviera un papel de adaptación al medio, al permitir a los seres vivos ahorrar recursos al evitar reaccionar de manera desmedida frente a estímulos que se presentaran de manera frecuente (habituación) y evitar daños debido a la sobreexposición a un fenómeno (sensibilización).

Debido a la universalidad del aprendizaje no asociativo, las técnicas derivadas del mismo pueden aplicarse en multitud de campos diferentes. Por ejemplo, es posible usarlas en el entrenamiento de mascotas o de animales de todo tipo, pero también han mostrado ser muy útiles en las terapias psicológicas o en la educación.

– Se da habitualmente de forma natural

Todos los procesos de cambio de conducta o de actitud pueden aparecer en la naturaleza; pero el aprendizaje no asociativo es especialmente común. Generalmente cuando nos encontramos frente a un nuevo estímulo nuestra respuesta hacia el mismo es muy intensa, pero va disminuyendo con el tiempo según nos acostumbramos a él.

Si nos fijamos, este proceso se repite en todas las áreas de nuestra vida sin necesidad de que exista una situación extrema y sin la intervención de una persona externa.

Por ejemplo, cuando nos compramos un coche nuevo este nos proporciona una gran sensación de bienestar; pero una vez que nos acostumbramos a él las emociones que nos transmite serán mucho menos intensas.

Ventajas

– Nos otorga mucha resistencia

El aprendizaje no asociativo, y especialmente la habituación, es una herramienta que nos permite desenvolvernos en nuestro entorno de forma muy adaptativa. Si no tuviésemos esta capacidad nos encontraríamos con todo tipo de problemas a la hora de funcionar correctamente en nuestra vida cotidiana.

Cuando nos encontramos con un nuevo estímulo generalmente nuestra respuesta frente al mismo es muy intensa. Esto ocurre con la mayoría de cambios; por ejemplo, al cambiar de trabajo o empezar una relación de pareja nuestras emociones tienden a descontrolarse y a impedirnos pensar con claridad. Además, esto sucede tanto con los sentimientos positivos como con los negativos.

Sin embargo, gracias al aprendizaje no asociativo al poco tiempo somos capaces de acostumbrarnos a las emociones que nos despierta el nuevo estímulo y podemos volver a pensar con claridad. Si no fuera por este proceso nuestra mente gastaría demasiados recursos y nos sería imposible funcionar con normalidad en nuestro día a día.

– Tiene aplicaciones de mucha utilidad

Tanto la habituación como la sensibilización pueden utilizarse de formas muy efectivas en numerosos contextos diferentes. Así, son herramientas fundamentales en campos como la educación, la crianza de los hijos o la terapia psicológica.

Por ejemplo, cuando un niño pequeño va a empezar a ir a la escuela infantil lo normal es que sienta miedo o preocupación al enfrentarse a una situación completamente desconocida y que no le aporta seguridad. Sin embargo, si se lleva a cabo un proceso adecuado de habituación en poco tiempo podrá relajarse y empezar a disfrutar de esta nueva etapa de su vida.

A nivel de terapia, la habituación es también uno de los procesos más útiles para el tratamiento de algunos trastornos. Por ejemplo, el manejo de las fobias implica ayudar a la persona a acostumbrarse a la presencia del estímulo que le provoca un miedo irracional, de tal manera que pueda convivir con el mismo sin que interfiera en su vida.

– Nos permite encontrar nuevas oportunidades

En la mayoría de experimentos clásicos sobre el aprendizaje no asociativo los investigadores ponen un gran énfasis en la habituación. Esto se debe a que este proceso es más fácilmente reconocible y a priori tiene un uso más claro. Sin embargo, la sensibilización también puede ser muy útil cuando se utiliza de manera correcta.

Según algunos autores, la sensibilización estaría detrás de muchos procesos de aprendizaje más avanzados, especialmente en todos los ámbitos en los que existe algún tipo de adquisición de nuevas habilidades.

Cuando esto ocurre, la persona sería capaz de detectar estímulos cada vez más pequeños o poco intensos, de tal manera que podría dar una respuesta adecuada con mayor facilidad.

Por ejemplo, una persona que estuviera aprendiendo a conducir tendría al principio problemas para detectar todos los estímulos presentes en la carretera y procesarlos. Poco a poco, sin embargo, le sería cada vez más sencillo hacerlo gracias al proceso de sensibilización.

Desventajas

– Disminuye la intensidad de las emociones positivas

Ya hemos visto que el aprendizaje no asociativo es muy útil en multitud de contextos diferentes, y se trata de una de las herramientas más importantes para nuestra supervivencia en un entorno constantemente cambiante. Sin embargo, también provoca algunos efectos que pueden ser considerados como negativos.

El problema más habitual provocado por le aprendizaje no asociativo es lo que se conoce como “adaptación hedónica”. Este fenómeno implica que no importa cuántas emociones positivas nos produzca un estímulo: con el tiempo estas acabarán disminuyendo en intensidad según nos acostumbremos a él.

Si no se maneja adecuadamente la adaptación hedónica es muy habitual que las personas vivan buscando una emoción intensa tras otra, sin encontrar nunca una satisfacción plena. Según muchos psicólogos este es uno de los principales impedimentos para alcanzar el bienestar emocional, por lo que es necesario aprender a manejarlo adecuadamente.

– Está en la base de las adicciones

Una de las posibles consecuencias más graves del aprendizaje no asociativo y de la adaptación hedónica es la aparición de adicciones de todo tipo. Debido al efecto de la habituación, muchas sustancias o actividades dejan de provocar efectos intensos al poco tiempo de usarlas, por lo que es necesario aumentar su uso.

Por ejemplo, la adicción al alcohol es en gran parte una consecuencia de la habituación a sus efectos.

Ejemplos de aprendizaje no asociativo

El aprendizaje no asociativo está presente en prácticamente todas las áreas de nuestra vida. Algunos ejemplos del mismo serían los siguientes:

– Al ver por primera vez una comedia esta nos parece muy divertida, pero si la volvemos a visualizar su efecto será cada vez menor.

– Si nos rascamos una parte del cuerpo en principio la sensación será placentera; pero si lo seguimos haciendo acabaremos sintiendo dolor.

– Al sufrir una caída o golpe fuerte el dolor puede ser insoportable al principio. Sin embargo, al poco tiempo nos acostumbraremos a él y podremos funcionar con normalidad.

Referencias

  1. “Animal learning” en: Britannica. Recuperado en: 20 Mayo 2020 de Britannica: britannica.com.
  2. “Nonassociative learning” en: Springer Link. Recuperado en: 20 Mayo 2020 de Springer Link: link.springer.com.
  3. “Non – associative and associative learning” en: Spark Notes. Recuperado en: 20 Mayo 2020 de Spark Notes: sparknotes.com.
  4. “Nonassociative learning” en: Psychology Wiki. Recuperado en: 20 Mayo 2020 de Psychology Wiki: psychology.wikia.org.
  5. “Learning” en: Wikipedia. Recuperado en: 20 Mayo 2020 de Wikipedia: en.wikipedia.org.