Células estrelladas o de Ito: características, formación, partes
Las células estrelladas, células de Ito, células de depósito de grasa estrelladas o lipocitos hepáticos, son un tipo de célula que se encuentra en el espacio perisinusoidal de Disse, una región anatómica del hígado.
El hígado es la glándula más grande del cuerpo humano y está compuesto de células parenquimatosas especializadas, los hepatocitos, que se encargan de convertir sustancias nocivas y tóxicas en sustancias inertes que son excretadas por la bilis.
Los hepatocitos se disponen en el tejido hepático como “lobulillos” hexagonales, que consisten en hileras de no más de un par de células que se agrupan o apilan entre sí, formando unas estructuras que se conocen como “placas anastomosantes”.
En el espacio comprendido entre cada placa de hepatocitos se consiguen los sinusoides hepáticos, que no son más que pequeños capilares por los que fluye la sangre. Alrededor de estos capilares existe una capa de células endoteliales de revestimiento que evita que la sangre de los capilares esté en contacto con los hepatocitos.
Entre la capa de células endoteliales de recubrimiento de los sinusoides y los hepatocitos existe un espacio que se conoce como el espacio perisinusoidal de Disse; y es allí donde se encuentran las células estrelladas, junto con otras células y elementos fibrosos.
Fueron descritas en el año 1876 por el científico alemán von Kupffer, pero sus funciones no fueron esclarecidas hasta el año 1951, 75 años después, por Ito. Más de dos décadas después fueron asociadas íntimamente con la patología de fibrosis hepática, y desde entonces han sido estudiadas extensivamente.
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Características
Las células estrelladas o células de Ito son células que almacenan grasas en una región particular del hígado conocida como el espacio perisinusoidal o espacio de Disse, y por ello también se conocen como lipocitos hepáticos.
Representan aproximadamente el 10% de las células residentes del hígado, ocupando cerca de 1.5% de su volumen. Una de sus características más especiales es la presencia de múltiples “gotas” de vitamina A en su interior, particularmente visibles con algunas técnicas de tinción.
Su nombre tiene que ver con los largos procesos citoplasmáticos tipo dendrita que les permiten el contacto directo tanto con otras células estrelladas, como con las células endoteliales y los hepatocitos que las rodean.
A través de estas proyecciones citoplasmáticas, las células estrelladas pueden intercambiar moléculas solubles como hormonas e incluso neurotransmisores, pues estas también se encuentran al final de muchas terminaciones nerviosas.
Su cuerpo celular tiene una forma alargada, en cuyo interior se encuentran núcleos con forma ovalada o alargada. Además de estar repleto de pequeñas gotas de vitamina A, en el citoplasma se encuentra un pequeño complejo de Golgi cercano al núcleo y un retículo endoplásmico bien desarrollado.
Producen una gran variedad de proteínas de citoesqueleto y tejido conectivo como desmina, vimentina, actina, tubulina, fibronectina, colágeno y laminina.
Estudios recientes han demostrado que estas células tienen algunas propiedades y funciones fagocíticas y que juegan un importante papel en el desarrollo de la fibrosis hepática.
Formación
Las células estrelladas son muy heterogéneas, y puesto que presentan marcadores que son característicos de un amplio abanico de orígenes diferentes, su origen ontogenético ha sido un enigma desde su descubrimiento hace más de 150 años.
En el desarrollo humano, las células de Ito se identifican en la segunda mitad del segundo mes; y se ha planteado que surgen o bien del tejido endodérmico o del tejido cardíaco mesenquimático, proceso estrictamente regulado por múltiples factores.
La teoría más aceptada es la del tejido cardíaco, donde se establece que dichas células provienen de un progenitor mesotelial, probablemente derivado del septo transversal mesenquimatoso, una capa transversal de células que separa las cavidades pericárdica y peritoneal del embrión.
No obstante, la presencia de células estrelladas en diversos órganos extrahepáticos, así como la existencia de algunas células estrelladas con características neurales, es difícil de explicar mediante cualquiera de las dos teorías.
Partes
Así como el resto de las células de los organismos pluricelulares, los lipocitos hepáticos o células estrelladas poseen un pericarion, soma o cuerpo celular, que está acompañado de los procesos o proyecciones citoplasmáticos mencionados con anterioridad.
Las proyecciones citoplasmáticas de las células de Ito poseen tres superficies: interna, externa y lateral. La interna se adhiere a la superficie basal de las células sinusoidales epiteliales, mientras que la externa mira hacia el espacio de Disse y tiene muchas micro proyecciones que están en contacto con los hepatocitos.
Las micro proyecciones en la cara externa de las células estrelladas tienen funciones en la percepción de señales quimiotácticas y su transmisión para la generación de la fuerza contráctil que regula el flujo sanguíneo sinusoidal.
El pericarion o soma se encuentra en el espacio perisinusoidal, en los espacios remanentes entre las células parenquimáticas ubicadas en dicha región, y su diámetro varía de acuerdo con la especie, la región anatómica y la condición fisiológica en la que se encuentre.
Funciones
Las células de Ito se asocian íntimamente con el nicho de células progenitoras o de células “madre” que les dio origen. Se piensa que apoyan la proliferación y desarrollo de estas últimas.
La secreción de sustancias morfogénicas, hace que las células estrelladas tengan un importante papel en el desarrollo (organogénesis) y regeneración del hígado.
Funcionan también en el almacenamiento de retinoides (derivados de la vitamina A), que son importantes factores para el crecimiento de las células epiteliales.
Además, participan en el mantenimiento de la homeostasis de la matriz extracelular, esencial para las funciones hepáticas, así como en la segregación de diferentes moléculas igualmente importantes para dicho proceso, como lo son:
– Factores de crecimiento
– Factores neurotróficos y sus receptores
– Vasoconstrictores
– Péptidos, entre otros.
Tienen funciones en la desintoxicación y el metabolismo hepático de drogas, puesto que expresan las enzimas alcohol y acetaldehído deshidrogenasas.
La activación de estas células en estado “dormido” o “quiescente” promueve diversos cambios en los patrones de expresión genética y fenotípica en las células que participan de la reparación del hígado lesionado.
También participan en la regulación del flujo sanguíneo sinusoidal, gracias a sus diversos mecanismos de percepción de estímulos químicos y hormonales.
Referencias
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