Biología

Lactogénesis: características y etapas


La lactogénesis es la etapa de iniciación de la lactancia materna, marcando el final de diferenciación del tejido mamario. Así, las glándulas comienzan con la secreción de leche, gracias a un proceso orquestado finamente por enzimas y hormonas con funciones regulatorias como la prolactina, somatotropia, lactógeno placentario, corticoides, etc.

Temporalmente, la primera fase de la lactogénesis ocurre en las etapas finales de la gestación, cuando se aproxima el nacimiento del bebé.

Este evento suele ser dividido en dos fases: I y II. La primera comprende todos los cambios necesarios para que la glándula adquiera capacidades secretoras, mientras que en la fase siguiente empieza la secreción de leche. Cada fase tiene su perfil hormonal y enzimático característico.

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Características

Durante el embarazo, las hembras experimentan una serie de cambios fisiológicos que las preparan para la llegada del bebé. Uno de ellos involucra la producción de leche por las glándulas mamarias – fenómeno que solamente ocurre en los mamíferos.

Cuando la hembra inicia la gestación, la glándula mamaria se convierte en una estructura prioritaria en lo que respecta al metabolismo. Esto requiere de la disposición de ciertos nutrientes para poder secretar leche de manera efectiva, como agua, glucosa, distintos aminoácidos, lípidos y minerales.

De esta manera, la lactogénesis es el proceso por el cual la glándula adquiere la capacidad de secreción de leche, e involucra la maduración de las células alveolares.

Durante el proceso, se puede apreciar que incrementa el riego sanguíneo hasta las glándulas. Asimismo, los receptores para ciertas hormonas relacionadas con la lactogénesis incrementan en número.

Antes del parto (aproximadamente al 5to o 6to mes de embarazo) se aprecia una leve secreción lechosa que incrementa de manera precipitada y abundante luego del nacimiento del infante. A continuación exploraremos los detalles de la lactogénesis, en sus dos fases características.

Etapas

La lactogénesis comprende dos etapas: la fase I que se presenta durante el embarazo y la fase II que involucra el comienzo de la secreción láctea luego del parto.

Fase I

La fase I comprende el inicio de la secreción de leche y suele presentarse a las 12 semanas previas al parto. Se caracteriza por elevaciones en la concentración de lactosa, inmunoglobulinas y proteínas totales.

Además, disminuye la concentración de sodio y de cloruro. La fase I está relacionada con la producción del calostro o “primera leche”, una sustancia rica en inmunoglobulinas.

En esta fase ocurren todas las modificaciones necesarias en la glándula mamaria para asegurar su capacidad secretora.

Con la llegada de la fase I, el perfil endocrino de la madre se ve modificado para promover la síntesis de leche. Entre los cambios hormonales resalta la acción de la prolactina, hormona con un papel protagónico en la síntesis de los componentes básicos de la leche.

Los glucocorticoides se relacionan con el desvío de nutrientes, y las hormonas tiroideas se encargan de la sensibilización de los receptores para la prolactina.

Fase II

La segunda fase de la lactogénesis inicia luego del parto (generalmente en los dos o tres días después de dar a luz) y se caracteriza por una producción abundante de leche. Los días consecutivos pueden registrar de 30 a 150 mL de leche por día, mientras que después del quinto día la producción puede superar los 300 mL.

El flujo sanguíneo hacia las glándulas mamarias incrementa, así como la captación del oxígeno, glucosa y citrato. La remoción de la placenta luego del parto se traduce en una disminución de la progesterona y de otras hormonas.

La lactancia es mantenida por la remoción de la leche y por la estimulación del pezón, que causa la liberación de prolactina y oxitocina. La acción conjunta de estas hormonas mantiene el flujo de leche.

Se ha demostrado que situaciones de estrés durante el parto pueden retrasar la aparición de esta segunda fase.

Maduración de la leche en la fase II

Durante la fase II, la leche también experimenta cambios en su composición química. En esta etapa se considera que la leche ha “madurado”. Estos cambios involucran el aumento en el volumen producido y de la concentración de lactosa, precedido de disminuciones de iones sodio, cloruro y ciertas proteínas.

Después del parto, incrementan las concentraciones de citrato, glucosa, fosfato y calcio. Además, el pH de la secreción disminuye – es decir, incrementa su acidez.

Importancia de la lactancia materna

La mejor fuente nutricional que un recién nacido puede obtener es, sin duda, la leche materna proveniente de las glándulas mamarias. El valor de la leche secretada va más allá del mero contenido nutricional, ya que en su composición encontramos un juego complejo de anticuerpos, enzimas y hormonas necesarias para el desarrollo del bebé.

Amamantar es una acción que conlleva a múltiples beneficios – y no solo para el bebé, también para su madre. Los aspectos positivos de la lactancia se encuentran en los ámbitos nutricionales, ambientales, fisiológicos, y socioeconómicos, entre otros.

Por estas razones, la Organización Mundial de la Salud recomienda un periodo mínimo de lactancia de seis meses – que puede extenderse a criterio de la madre y necesidades del infante.

Evolución de la lactancia

El surgimiento de adaptaciones durante el curso de la evolución es un fenómeno que no deja de impresionar a los biólogos. En algunos casos, las adaptaciones pueden evolucionar mediante la combinación de partes que no tienen relación alguna, llevando a resultados asombrosos.

Ejemplo de ello es la evolución de una enzima que participan en la lactancia materna en los mamíferos: la lactosa sintetasa.

El origen de esta enzima viene a partir de modificaciones de dos enzimas ya existentes – sin relación alguna: la galactosil transferasa, una enzima del aparato de Golgi; y la alfa-lactalbúmina, relacionada con la lisozima, una enzima que participa contra la defensa a patógenos.

Así, la unión de dos estructuras no relacionadas llevó a la generación de una de las adaptaciones más importantes de los mamíferos.

¿Solo las hembras son lactantes?

La lactancia es un fenómeno que pareciera estar restringido a las hembras. A pesar de que la maquinaria fisiológica está presente en el sexo masculino y existen múltiples factores ecológicos que pudiesen seleccionar positivamente la lactancia masculina, se trata de un evento poco común en la naturaleza.

En los murciélagos del viejo mundo, se ha reportado la lactancia paterna como rasgo adaptativo potencial, único entre los mamíferos. Hasta la fecha, las especies con esta característica tan particular son Dyacopterus spadecius y Pteropus capistrastus.

Referencias

  1. Asociación Española de Pediatría. (2015). Manual de lactancia materna. Ed. Médica Panamericana.
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