Historia

Las 21 Diosas Romanas Más Importantes (con Imágenes)


Esta lista diosas romanas incluye tanto a personajes tradicionales de su cultura, como a deidades que no eran originales de su mitología. Los romanos en cuanto a la religión solían ser muy específicos, sobre todo a la hora de designar a las deidades. Creaban mitos alrededor de sus dioses y les daban características humanas para poder crear empatía entre las personas y sus ídolos.

Cuando no existía en su panteón algo que consideraban necesario destacar, lo tomaban de otros cultos. Además, al conquistar un nuevo territorio, también incluían esos dioses en el panteón romano, haciendo que el nuevo pueblo se asimilara fácilmente.

1 – Belona

Es famosa por ser la diosa romana de la guerra. Originalmente no existía una descripción muy precisa de su historia, aunque luego esta deidad fue relacionada con la diosa griega Enio.

En algunas de las representaciones de Belona, se la encontraba como la esposa del dios Marte, que era la máxima deidad de la guerra.

En otros casos, se podía ver a esta diosa conduciendo un carro, al tiempo que exhibía características físicas muy desagradables, que inspiraban temor. En su mano llevaba una antorcha, espada o lanza.

2 – Ceres

Era la diosa de la vegetación, las cosechas y la fecundidad. Formaba parte del panteón principal de los romanos, es decir era una Dii Consente. Hija de Saturno y Ops, también Ceres fue la madre de Proserpina.

Sirvió como el equivalente romano de la diosa griega Deméter. Muchos son los aspectos que así lo demostraron. Su nombre está relacionado con una raíz, cuyo significado era brotar.

Las historias que se conocen de Ceres son prácticamente una traducción literal de las de Deméter.

Se dice que cuando los etruscos atacaron a Roma, la ciudad estaba a punto de la inanición. Entonces se consultó a las escrituras griegas y en el año 496 A.C., se introdujo al culto latino la historia de Dionisio y Deméter en Aventino.

3 – Cibeles

También era conocida por los romanos como Magna Mater o Mater Magna, que significaba la Gran Madre. Era una divinidad extranjera llevada a Roma por los vínculos del Imperio con otros pueblos de Asia Menor.

Su culto provenía de Frigia, tenía poder sobre la naturaleza entera y personificaba a la vegetación. En el año 204 a.C., el Senado romano llevó hasta su capital la piedra negra que simbolizaba a la diosa Cibeles.

A través del tiempo, el culto de Cibeles en Roma creció y sus fiestas se convirtieron en un evento orgiástico que se mantuvo hasta el bajo Imperio romano con el nombre de Megalesias.

Se representaba a la Magna Mater como una mujer que portaba una corona de torres, y que estaba acompañada por leones, o que viajaba sobre un carro llevado por las mismas bestias salvajes. Algunos consideran que era la representación frigia de Rea, la madre de Zeus de la mitología griega.

4 – Diana

Era una deidad itálica original de la zona, adorada por tribus aborígenes. Era la diosa de la luna, la naturaleza, la caza, al igual que de la virginidad y el nacimiento. Normalmente era representada con un arco y flechas, poseedora de un cuerpo muy atlético.

A mediados del siglo V a.C., Diana fue relacionada con el relato griego de Artemisa, desde entonces se añadieron muchas versiones a su historia y se la consideró hermana de Febos o Apolo.

5 – Fauna

Es descrita por diferentes fuentes como una deidad con varios orígenes y características. Sin embargo, se piensa que era la contraparte femenina, hermana y esposa, o hija en otros relatos, de Fauno, que a su vez era padre de Latino.

A Fauna se la identificaba con la buena suerte, por lo que también era conocida como Bona Dea, es decir, diosa buena o favorable. Se representaba con características similares a las de un fauno.

6 – Fides

Esta era la diosa de la fidelidad para los romanos. Representaba la palabra que un hombre empeñaba al hacer una promesa.

Normalmente se mostraba como una mujer mayor, canosa y más vieja qué Júpiter. Eso significaba que el respeto a lo que alguien promete es la base del orden de una sociedad.

Para realizarle ofrendas se debía tener la mano derecha envuelta en una tela blanca.

7 – Flora

Era adorada por los latinos y no latinos de la región itálica. Se dice que tenía poder sobre todas las flores, tanto las ornamentales como aquellas de los cultivos.

Un mito la relacionaba con el nacimiento del dios de la guerra; Juno se molestó tras el nacimiento de Minerva desde la cabeza de Júpiter, y solicitó la ayuda de Flora para tener un hijo sin la participación de su esposo. Gracias a unas flores mágicas, Juno pudo dar a luz al dios Marte.

8 – Fortuna

Se cree que esta deidad fue añadida al panteón de los dioses romanos por el rey Servio Tulio. Se identificaba con la abundancia y el rumbo de la vida. Se le conocía como la esposa de Fors el dios de la casualidad, y era representada con una cornucopia y un timón.

9 – Juno

Tenía el papel de la reina de los dioses. Era el equivalente romano de la diosa griega Hera. Juno era la protectora de las mujeres y del hogar, especialmente de las esposas. Era una de las Dii Consentes y parte de la tríada capitolina.

Era la esposa de Júpiter, al mismo tiempo que su hermana; ambos dioses eran hijos de Saturno y Ops. Juno tuvo tres hijos llamados Marte, Vulcano y Belona.

10 – Justicia

Su nombre original era  Iustitia. Era la personificación de la justicia.

Su mito asegura que ella convivía en la tierra con las personas, pero al llenarse el mundo de crímenes cruentos, hubo de refugiarse en el cielo donde se convirtió en una constelación.

11 – Juventus

Era la diosa de la juventud, especialmente protegía a aquellos adolescentes que acababan de cumplir la edad necesaria para vestir la toga viril, es decir el momento en que pasaban de ser niños a hombres. Juventus era venerada en Roma desde antes de la introducción de la tríada capitolina.

Bajo su nombre se crearon muchas instituciones para agrupar a jóvenes con diferentes fines, especialmente militares. Normalmente los muchachos le dejaban tributos a Juventus. En algún punto se asimiló con Hebe, su equivalente griega, que era hija de Zeus y Hera.

12 – Luna

Fue durante un tiempo la diosa de la luna. Sin embargo al, surgir el mito de Febos (Apolo) y Diana resultar emparentada con este, el culto de la luna fue absorbido por la figura de Diana. A partir de entonces, poco a poco desapareció esta deidad secundaria.

13 – Minerva

Minerva era la diosa romana de la sabiduría y la intelectualidad, especialmente consagrada a lo escolar. También estaba relacionada con otras actividades importantes como la guerra, el arte y el comercio.

Su mito era equivalente al de Atenea para los griegos. Nació de la cabeza del dios Júpiter. Era parte de la tríada capitolina junto con quien fuera su padre y la esposa de este, Juno. A pesar de eso no tiene participación en muchos mitos tradicionalmente latinos.

14 – Necesidad

La diosa del destino. Necesidad o Necessitas personificaba a la obligación absoluta e inevitable de la voluntad del destino. En el panteón griego era conocida como Ananké, que representaba una fuerza que incluso los dioses debían obedecer.

15 – Pax

Era la representación divinizada de la paz. En tiempos de conflictos, los romanos le pedían que se restableciera el orden en la ciudad. Su culto comenzó aproximadamente en el siglo I A.C. Su equivalente griego era Irene.

16 – Proserpina

Era la diosa de los infiernos y también, al principio, estaba relacionada con la agricultura, especialmente con la fase de la germinación del grano.

El culto a Proserpina comenzó aproximadamente en el año 249 a.C., en la ciudad de Tarento donde se erigió un templo para ella y se descubrió una piedra que ya tenía inscrita el nombre de esta diosa. Se dice que asimiló los rasgos de la diosa griega Perséfone. Era hija de Ceres y Júpiter.

Su mito reza que al ser raptada por Plutón su madre se puso a buscarla por toda la tierra sin encontrar mayor cosa. Luego, Plutón aceptó que Proserpina viviera 6 meses con su madre y seis meses con él en el Inframundo.

Cada vez que Proserpina visitaba a Ceres la tierra se vestiría de flores en primavera y cuando Proserpina hubiera de regresar al inframundo todo se marchitaría.

17 – Tellus

También era conocida por el nombre de Terra Mater, lo que significa “la tierra maternal”. Esta era la diosa del planeta y la tierra. Representaba una  equivalencia de los romanos para la diosa del panteón griego Gea, la madre de los titanes.

La diosa Tellus no poseía un mito; sin embargo, se identificaba como el elemento primordial del que surgieron el resto de las razas, es decir los dioses. Se pensaba que tenía su contraparte masculina, que fue llamada Tellumo, puesto que los romanos gustaban de crear siempre un complemento del género opuesto.

18 – Venus

Esta  fue una antiquísima diosa latina venerada desde tiempos remotos por los habitantes de la zona. Venus, originalmente, estaba ligada a la protección de los huertos. Previamente a la fundación de la ciudad de Roma la diosa poseía un sitio de culto cerca de Ardea.

A partir del siglo II a.C., se asimilaron sus características con las de la diosa griega Afrodita. A partir de entonces, también pasó a ser la diosa del amor, la belleza y la sexualidad, y era una de las Dii Consentes.

19 – Vesta

Era la diosa del fuego del hogar, que se entendía como el centro de la casa de los romanos. Pertenecía al grupo de las Dii Consentes puesto que era una de las figuras principales en el panteón de los latinos.

Su culto era uno de los más importantes en la religión romana y estaba atendido por el Gran Pontífice y por las Vestales, que eran sacerdotisas vírgenes que consagraban su vida al servicio de esta diosa.

Las vestales debían pertenecer a familias importantes y eran ordenadas a los 10 años de edad. Su labor consistía en mantener encendido el fuego de Vesta. Esa llama representaba a la misma diosa y si se apagaba constituiría una desgracia para todo el pueblo de Roma.

Su culto fue introducido en la ciudad por su propio fundador, Rómulo. El animal sagrado de la diosa era el asno y en las Vestalias, fiestas en honor a la deidad, esos animales portaban coronas de flores y no trabajaban.

Vesta era una de las hijas de Saturno y Ops. También se consideraba como la diosa de la fidelidad y el corazón.

20 – Victoria

Era la representación divina de la victoria. Se considera como la equivalencia romana de la diosa griega Niké. Victoria siempre era mostrada como una figura femenina alada que colocaba en las sienes de los vencedores una corona de laurel.

El culto de esta diosa era muy importante para los romanos, que erigieron numerosos altares en su honor, además de darle un importante lugar en representaciones realizadas tanto en monedas como en el arte en general.

Se cree que al difundirse la religión católica por la civilización romana, la figura de los ángeles se tomó de las referencias que existían en el imperio de Victoria.

Extra: 21 – Roma

Los romanos gustaban de recrear en su panteón aquellas cosas que consideraban importantes, por eso incluyeron a una diosa llamada Roma, que representara al Estado Romano. Algunos debaten si la representación de Roma era una figura femenina que usaba un casco o si era la de una amazona.

Otros consideran que Roma no era propiamente una diosa, sino más bien un genio, es decir un espíritu que protegía a la ciudad, al Estado y a su pueblo.

Sin embargo, al expandirse el Imperio romano, el culto a Roma también amplió sus fronteras, como una forma de llevar unidad para los habitantes de tierras distantes y hacerlos sentir parte de una gran entidad.

Mussolini aprovechaba la antigua figura de la diosa Roma, al igual que del Estado e Imperio, para invocar el nacionalismo en el pueblo italiano.

Referencias 

  1. Grimal, P. (1982). Diccionario de mitología griega y romana. Barcelona: Paidós.
  2. En.wikipedia.org. (2019). Roman mythology. [online] Available at: en.wikipedia.org [Accessed 3 Feb. 2019].
  3. Encyclopedia Britannica. (2019). Roman religion. [online] Available at: britannica.com [Accessed 3 Feb. 2019].
  4. Wasson, D. (2018). Roman Mythology. [online] Ancient History Encyclopedia. Available at: ancient.eu [Accessed 3 Feb. 2019].
  5. Toro y Gisbert, M. and Garcia-Pelayo y Gross, R. (1970). Pequeño Larousse ilustrado. Paris: Ed. Larousse.