Cefalotina: qué es, para qué sirve, mecanismo de acción, dosis, efectos
¿Qué es la cefalotina?
La cefalotina es un antibacteriano de la familia de las cefalosporinas, cuyo efecto es similar al de las penicilinas. El espectro de acción predominante es sobre bacterias gram positivas y algunas gram-negativas. Se trata de la primera cefalosporina, comercializada en 1964.
Las cefalosporinas son un grupo de antibióticos desarrollados a mediados del siglo pasado. Su denominación deriva del nombre de un hongo –Cephalosporium acremonium-, de donde se obtuvo un compuesto con propiedades bactericidas. Este descubrimiento, ocurrido en 1948, fue el punto de partida para el desarrollo de una nueva clase de antimicrobianos.
Los antibióticos cefalosporínicos fueron evolucionando en el transcurso del tiempo de acuerdo a cambios en su espectro de acción bactericida. Este cambio ha permitido su clasificación en cinco generaciones, perteneciendo la cefalotina a la primera generación.
La actividad bactericida del antibiótico, al igual que otras cefalosporinas de 1° generación, es sobre gérmenes gram-positivos. No obstante, algunas bacterias gram-negativas también son susceptibles a su uso.
La administración de cefalotina es exclusivamente parenteral, tanto por vía endovenosa como intramuscular. Sin embargo, la administración intramuscular es infrecuente debido a los efectos locales del medicamento, que incluyen dolor.
Por vía endovenosa el antibiótico alcanza rápidamente niveles terapéuticos y una elevada unión a proteínas. Su vida media es relativamente corta, de 45 minutos a una hora. Puede difundir fácilmente a cualquier tejido, excepto el sistema nervioso, ya que no penetra la barrera hemato-encefálica. Poco más del 30 % se inactiva en el hígado y su eliminación es por la orina.
La cefalotina es un medicamento asequible, efectivo, seguro y muy bien tolerado. Actualmente el medicamento se emplea en muchos países para el tratamiento de infecciones por gérmenes susceptibles.
En los Estados Unidos la FDA ha descontinuado el uso de cefalotina, debido a la existencia de cefalosporinas más efectivas.
¿Para qué sirve la cefalotina?
La utilidad de la cefalotina se encuentra en función del espectro de acción bactericida que posee. El término espectro bactericida se refiere a la sensibilidad que presentan los diferentes grupos de bacterias frente a un antibiótico. En el caso de una cefalosporina de 1° generación, su efecto es sobre bacterias gram-positivas y algunas gram-negativas.
Las cefalosporinas fueron desarrolladas como una alternativa al uso de las penicilinas, con un efecto similar pero con un espectro de acción superior.
Bacterias sensibles
Las bacterias gram-positivas, como Streptococcus pyogenes, Streptococcus pneumoniae, Staphylococcus epidermidis y S. auereus. También presenta acción contra las bacterias gram-negativas Klebsiella sp, Proteus mirabilis y Escherichia coli. Es posible su uso en caso de infecciones por Shigella sp. y Salmonella sp.
El efecto sobre el Haemophilus influenzae es limitado, y requiere la asociación con otro antibiótico. Los enterococos son resistentes a casi todas las cefalosporinas, incluyendo la cefalotina.
Usos clínicos
La sensibilidad bacteriana al antibiótico permite su uso en infecciones donde participan dichas bacterias. Es frecuente el tratamiento tanto de infecciones superficiales como profundas. Además, las características de distribución de la cefalotina le confieren utilidad en tejidos blandos, así como también en huesos y articulaciones.
Las infecciones donde se usa la cefalotina comúnmente son:
- Piodermitis o infecciones de piel. Los gérmenes comunes de la piel pueden causar, en determinadas circunstancias, infección de los tejidos blandos. Los gérmenes implicados son el Staphylococcus aureus o el Streptococcus epidermidis.
- Infecciones de piel secundarias a quemaduras. Las quemaduras en la piel ocasionan la pérdida de la barrera protectora y la exposición de los planos profundos. Una consecuencia de estas lesiones es la invasión bacteriana e infección tanto de la dermis como del tejido subcutáneo e, incluso, muscular.
- Otitis externa y media. Uno de los agentes causales de la otitis externa es el Staphylococcus aureus. Bacterias como el Streptococcus pneumoniae, Streptococcus del grupo A y Haemophillus influenzae pueden ocasionar otitis media.
- Faringitis y otras infecciones respiratorias altas, sobre todo las ocasionadas por Streptococcus pyogenes.
- Neumonía producida por gérmenes sensibles, como Streptococcus pneumoniae.
- Endocarditis bacteriana. En los casos donde la infección se deba a Streptococcus viridans o Staphylococcus susceptibles a meticilina.
- Infecciones del tracto urinario, como las producidas por Escherichia coli.
- Colecistitis aguda. La inflamación de la vesícula biliar, en presencia o no de cálculos, puede ocasionar infección bacteriana.
- Osteomielitis.
- Artritis séptica.
- Septicemia.
Adicionalmente, previo a las cirugías, se usa la cefalotina como una opción para la prevención de infecciones.
Mecanismo de acción de la cefalotina
Las cefalosporinas son antibióticos β-lactámicos, cuya actividad impide la síntesis de la pared celular de las bacterias. Esto se debe a la inhibición de las enzimas transpeptidasas necesarias para la síntesis de la barrera protectora. En consecuencia, ocurre la muerte bacteriana.
La pared celular bacteriana está formada por moléculas proteicas asociadas a un carbohidrato, llamadas peptidoglicanos. Estas moléculas le confieren estabilidad y resistencia a la membrana celular de la bacteria, permitiéndole su crecimiento y replicación.
Las transpeptidasas son las enzimas responsables de la síntesis de peptidoglicano. A estas enzimas se les denomina proteínas fijadoras de penicilinas (PFP), ya que en su estructura pueden acoplarse moléculas de antibióticos β-lactámicos.
El efecto de antibióticos como la cefalotina precisa de la unión a las PFP para impedir que realicen su función de síntesis. En consecuencia, los peptidoglicanos no podrán unirse a la pared celular de la bacteria debido a la inhibición de las transpeptidasas.
La pérdida de la configuración, el aumento de la permeabilidad y las lesiones de la pared celular producen finalmente la muerte -lisis- de la bacteria.
Dosis en adultos y pediátrica
La efectividad de los antibióticos, en particular de las cefalosporinas, depende de la permanencia de ellos en plasma a concentraciones adecuadas. La dosis calculada con base en el peso y el intervalo entre dosis garantiza el efecto antimicrobiano ante una bacteria específica.
La presentación de la cefalotina es en ampollas conteniendo polvo liofilizado. La administración es por vía parenteral, de preferencia endovenosa, previa reconstitución y dilución.
Adultos
Dependiendo de la severidad de la infección, la dosis diaria en adultos oscila entre 75 y 150 mg/Kg/día. Por lo general, se pueden administrar 1 a 2 gramos por vía endovenosa en intervalos de 4, 6 u 8 horas, sin exceder los 12 gramos por día. Este esquema de dosificación asegura mantener dosis terapéuticas en el plasma para combatir la infección.
En el caso de infecciones graves, como osteomielitis o sepsis, se considera el uso de la dosis máxima en un intervalo de dosis corto.
A nivel hepático, alrededor del 35% de la cefalotina es transformado en un metabolito con actividad reducida. El 65 a 70% del antibiótico se elimina por la orina, lo que supone un ajuste de dosis en casos de insuficiencia renal. La dosis, tomando en consideración el filtrado glomerular -expresado en mililitros por minuto-, es:
- De 30 a 50 ml/min se usa 1 gramo cada 6 horas.
- Entre 10 y 30 ml/min, 1 gramo cada 8 horas.
- Menos de 10 ml/min, 1 gramo cada 12 horas o 500 mg cada 6 horas
- En los casos de hemodiálisis y diálisis peritoneal la reducción de la dosis será de entre 20 y 50 %.
Pediátricos
Debido a la inmadurez del aparato renal en los neonatos y lactantes menores, su administración debe ser con precaución. Una dosis de cefalotina de 50 mg/Kg/día en un intervalo no menor a 8 horas puede emplearse con seguridad.
En lactantes menores, preescolares y escolares, la dosis efectiva oscila entre 80 a 160 mg/Kg/día, en intervalos de 6 a 8 horas.
Efectos secundarios de la cefalotina
A pesar de ser un medicamento seguro y bien tolerado, es posible observar algunas reacciones -poco frecuentes- con el uso de cefalotina.
Renales
Existen tres factores que desencadenan efectos renales por el uso de cefalotina:
- Uso simultáneo de medicamentos nefrotóxicos, como amikacina.
- La insuficiencia renal pre-existente, que puede agravarse con el uso del antibiótico.
- La reacción de hipersensibilidad puede conducir al depósito de inmunocomplejos, induciendo la insuficiencia renal.
Con la administración adecuada, y en ausencia de hipersensibilidd al fármaco, la cefalotina rara vez afecta la función renal.
Reacciones alérgicas o de hipersensibilidad
No son comunes y pueden observarse en el 10 a 15% de los pacientes que reciben cefalotina. Incluyen tanto reacciones dérmicas como síntomas respiratorios. Los efectos sistémicos pueden llevar a vasodilatación periférica y shock.
La hipersensibilidad es mediada por una reacción hapteno-anticuerpo, debido a una exposición previa al medicamento.
Las reacciones pueden ser rash cutáneo, erupción local o generalizada y prurito. La congestión nasal, rinorrea, estornudos e hiperreactividad bronquial son los síntomas respiratorios más frecuentes. En casos severos es posible el angioedema, edema de glotis y shock anafiláctico.
Aunque es raro, la hipersensibilidad puede inducir insuficiencia renal de origen inmunológico.
Aparato digestivo
A pesar de ser un medicamento bien tolerado, es posible observar efectos a nivel gastrointestinal, como náuseas, vómitos y diarrea medicamentosa. La colitis pseudomembranosa se debe a la replicación del Clostridium difficile, causado por la disminución de la flora bacteriana intestinal.
Hematológico
Los efectos secundarios hematológicos son muy raros y pueden observarse anemia hemolítica, disminución de las plaquetas o una disminución de todas las células sanguíneas -pancitopenia-, cuyo mecanismo aún no es claro.
Hígado
El efecto de cefalotina a nivel hepático es infrecuente, e incluye aumento transitorio de la bilirrubina y enzimas hepáticas.
Sistema nervioso
La cefalotina no atraviesa la barrera hemato-encefálica, por lo que los síntomas neurológicos son prácticamente inexistentes. Síntomas como mareos o cefalea durante el tratamiento no suelen asociarse al uso de cefalotina, sin embargo es posible observar confusión transitoria.
Efectos locales
Tanto la inyección intramuscular como por vía endovenosa pueden desencadenar reacciones inflamatorias locales. La vía intramuscular no se recomienda debido a la irritación y dolor local tras la colocación del medicamento. La flebitis es una complicación asociada al uso endovenoso.
Contraindicaciones
En algunas circunstancias, el uso de cefalotina o cefalosporinas está prohibido o restringido. Las contraindicaciones para el uso del fármaco pueden ser absolutas o relativas, dependiendo del riesgo implícito para la salud.
Absolutas
La contraindicación absoluta para el uso de cefalotina es la hipersensibilidad o alergia demostrada a su componente. En anafilaxia por penicilinas también está contraindicado el uso de cualquier cefalosporina. Esto se debe a la similitud de los componentes de las moléculas, que pueden inducir reacciones cruzadas de hipersensibilidad severa.
Relativas
- Hipersensibilidad a la penicilina que no implique anafilaxia.
- Embarazo. Cefalotina es un medicamento de riesgo clase B, sin efectos teratogénicos sobre el feto en animales. Su uso en mujeres embarazadas debe ser supervisado.
- Insuficiencia hepática.
- Trastornos del aparato digestivo, en especial las colopatías crónicas.
- Insuficiencia renal.
- Alteraciones hematológicas.
- Hipoproteinemia.
- El uso simultáneo con aminoglicósidos, probenecid o anticoagulantes.
Referencias
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- Bardal, SK; Martin DS (in Applied Pharmacology, 2011). Cephalosporins. Recuperado de sicncedirect.com
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- [email protected]: FDA Approved Drug Products (s.f.). Cephalotin sodium. Recuperado de accessdata.fda.gov
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- Medscape editors (2017). Cefazolin. Recuprado de reference.medscape.com