Medicina

Evento adverso: concepto, características y ejemplos


Los eventos adversos son una de las variables más importantes cuando se realizan estudios clínicos y de seguimiento para fármacos y procedimientos quirúrgicos. Se entiende por evento adverso a toda aquella circunstancia sobrevenida durante la ejecución de un procedimiento médico o la administración de un tratamiento.

Los resultados de seguridad y riesgo de los procedimientos dependen bastante de los datos recolectados sobre eventos adversos, además de reacciones adversas y eventos centinela. Estos tres conceptos generan confusión, ya que pueden llegar a solaparse, aunque en realidad no son lo mismo ni tienen el mismo impacto en la seguridad. 

El evento adverso puede ser predecible o impredecible y ser consecuencia directa o no en el tratamiento o procedimiento llevado a cabo. En este sentido, todos los eventos adversos —incluso aquellos donde no parezca existir una relación causa-efecto con el medicamento o procedimiento— deben ser reportados.

Solo la evaluación de los casos acumulados podrá permitir establecer si se trata de una situación que podría poner en riesgo la salud de las personas que lo necesiten.

Índice del artículo

Diferencia entre evento adverso y reacción adversa

Como ya se mencionó, el evento adverso es cualquier situación que aparece durante la administración de un medicamento o la realización de un procedimiento terapéutico, relacionado o no directamente con este.

En este sentido es muy importante diferenciar entre eventos adversos y reacciones adversas.

Las reacciones adversas son un tipo de evento adverso

En las reacciones adversas existe relación causal entre el fármaco o procedimiento y la consecuencia clínica. 

Los eventos adversos son variados

Los eventos adversos pueden ser de toda índole. Además de las reacciones adversas, incluyen también eventos sobrevenidos que en muchos casos pueden llegar a pasar desapercibidos, como es el caso de cambios en ciertos parámetros de laboratorio.

Además se consideran eventos adversos a las comorbilidades (enfermedades secundarias que aparecen durante el curso del tratamiento) e incluso a situaciones de la vida diaria, como podría ser una caída.

A todas las luces es algo importante, sin embargo difícil de comprender, de manera que se ilustrará con varios ejemplos a fin de facilitar la comprensión de este concepto.

Ejemplo de evento adverso

Imaginemos que durante un estudio clínico del medicamento MED-X utilizado para tratar la anemia, un grupo de 20 pacientes fue seguido por un período de 10 meses, llevando un registro detallado de los eventos adversos. 

Durante este tiempo, el registro arrojó los siguientes resultados:

– Un paciente presentó una crisis hipertensiva.

– Tres personas reportaron dolor abdominal.

– Un paciente murió durante una cirugía de cáncer de colon.

– Cinco pacientes sufrieron una caída de sus propios pies.

– Una persona requirió hospitalización por crisis de asma.

– Ocho de los individuos presentaron elevación de los niveles de transaminasas.

Análisis de los casos acumulados

Es importante tomar en cuenta que todos los eventos adversos deben analizarse desde el punto de vista fisiopatológico (causas del evento) y desde el punto de vista estadístico.

El primer análisis es teórico-conceptual y permite sentar las bases del seguimiento; por su parte, el segundo es matemático y puede llevar a que eventualmente un evento adverso cambie su clasificación, como se verá más adelante.

Procedamos con el análisis teórico conceptual de los eventos adversos de MED-X.

– Crisis hipertensiva

El medicamento MED-X es un compuesto de hierro usado para tratar la anemia cuyo mecanismo de acción conocido no afecta de ninguna manera los sistemas que intervienen en la crisis hipertensiva; de esta forma, la crisis hipertensiva es un evento adverso inesperado, no asociado al medicamento.

– Dolor abdominal

Tres pacientes presentaron dolor abdominal (un síntoma), determinándose a la postre que un paciente tenía cálculos en la vía biliar, uno sufrió gastroenteritis y el tercero dolor abdominal de origen desconocido, el cual cedió al suspender el medicamento.

En estos casos particulares el mismo evento adverso (dolor abdominal) puede clasificarse de dos maneras según el escenario:

En los dos primeros pacientes (cálculos en la vesícula biliar y gastroenteritis) se trata de un evento adverso inesperado, no relacionado con la administración del medicamento. Por su parte, el último evento (dolor de origen desconocido) es un evento adverso inesperado, probablemente relacionado con la administración del medicamento.

Se hace hincapié en la palabra probablemente, ya que se trata de un solo caso entre varios individuos, lo cual no permite establecer una asociación causal desde el punto de vista estadístico; de allí la importancia del análisis matemático a largo plazo, como se verá más adelante.

– Muerte por cirugía de cáncer de colon

En este caso resulta muy claro que se trata de un evento adverso inesperado, no relacionado con el medicamento, porque el cáncer de colon estaba allí antes de iniciar la administración del fármaco y la cirugía era una variable independiente del medicamento.

– Caídas

Cinco pacientes sufrieron caídas de sus propios pies. Dado que MED-X no tiene efectos sobre la fuerza muscular, sistema nervioso central, equilibrio ni reflejos, en inicio se trata de un evento adverso inesperado, no asociado al medicamento.

Sin embargo, llama la atención que afectó al 25 % de los pacientes, lo cual obliga a generar una alerta para seguimiento a largo plazo de este evento adverso. Dicho evento, como se verá más adelante, puede cambiar sus características.

– Hospitalización por crisis de asma

En este caso se trataba de un paciente con diagnóstico de asma severa recurrente desde antes del inicio del tratamiento con MED-X, con antecedentes de 1 o 2 hospitalizaciones al mes por su enfermedad de base.

Tomando esto en consideración, la hospitalización por la crisis de asma es un evento adverso esperado (dados los antecedentes del paciente), no relacionado con el medicamento.

– Elevación de las transaminasas

En este punto, se sabe que MED-X tiene metabolismo de primer paso hepático. Además, se conoce que en estudios llevados a cabo en animales de experimentación se puso en evidencia que en mamíferos grandes (perros) hubo elevación de los niveles de transaminasas.

Con esta información en mente y considerando que fue un evento adverso que afectó al 40 % de los pacientes estudiados (8 de 20), existen grandes posibilidades de establecer una relación causa-efecto entre MED-X y la elevación de las transaminasas; por lo que en este caso se trata de un evento adverso esperado, relacionado con el medicamento.

Clasificación de los eventos adversos

Hasta este momento se puede deducir del análisis realizado que existen al menos dos formas de clasificar los eventos adversos: por la posibilidad de anticipar o no su ocurrencia, y si están asociados o no al medicamento o fármaco.

Entonces, la clasificación básica es:

– Esperado o inesperado.

– Asociado o no asociado al medicamento o procedimiento.

En inicio esta clasificación es útil para establecer la relación temporal y causal, mas no permite determinar la severidad, algo fundamental en los estudios de seguridad.

De allí que todos los eventos adversos (esperados, inesperados, asociados o no asociados al medicamento) pueden a su vez clasificarse con base en su severidad, como se indica a continuación:

– Evento adverso (EA) grado 1 o leve.

– EA grado 2 o moderado.

– EA grado 3 o severo.

– EA grado 4 o incapacitante/pone en riesgo la vida.

– EA grado 5 o es capaz de producir la muerte.

Como se puede ver, el registro, clasificación y análisis de los efectos adversos es una tarea compleja y a la vez vital para la seguridad de los procedimientos terapéuticos. Y esto considerando que hasta el momento se ha estudiado tan solo una parte del análisis de los mismos.

A continuación veremos como se procesan estadísticamente los eventos adversos.

Análisis de los eventos adversos (datos acumulados)

Además de la descripción inicial y registro, es importante realizar un análisis estadístico de los eventos adversos. Conforme se acumulan casos, este análisis puede llevar a hallazgos inesperados o asociaciones causales que no se habían establecido previamente.

Tomando como modelo el caso de las caídas asociadas al medicamento MED-X, se puede ver que el porcentaje de caídas de las personas que usaron el medicamento fue alto (25 %), sustancialmente mayor al porcentaje de caídas en la población general (10-15 %).

Si dicha tendencia se mantiene, el personal responsable de vigilancia de seguridad terapéutica podría plantearse una hipótesis: “¿Existe relación causal entre las caídas y el uso de MED-X?”

Para encontrar respuesta a esta pregunta, podría diseñarse un estudio ad hoc, doble ciego controlado para evaluación de la reacción adversa a medicamentos.

En dicho estudio se asigna un grupo de pacientes a MED-X y otro a placebo, y se evalúan por un período de tiempo determinado, por ejemplo 12 meses.

Si al final del estudio el grupo que recibió MED-X tiene un porcentaje de caídas significativamente mayor que el grupo control (que recibió placebo) la respuesta a la hipótesis es que existe relación causal; de lo contrario, se niega dicha posibilidad.

Cuando se establece la relación causal

Supongamos que se estableció la relación causal. En este momento pueden pasar dos cosas: se retira el  medicamento del mercado (si ya estuviese comercializándose) y se estudia la razón de las caídas o, en su lugar, se coloca una advertencia en el prospecto, se hacen las recomendaciones de seguridad y se mantiene en venta, pero igual se estudia.

Si procediera de acuerdo al segundo escenario, supongamos que se hacen estudios ad hoc y eventualmente se determina que, al administrar MED-X, el metabolismo del medicamento induce un metabolito activo que pasa la barrera hemato-encefálica e interactúa con receptores a nivel del cerebelo, alterando la coordinación.

En este punto, el evento adverso pasa a ser una reacción adversa al medicamento, porque se estableció una relación causal entre un evento adverso, al inicio aparentemente no vinculado al medicamento, y la administración de un fármaco dado.

Este proceso es continuo y constante para todos los procedimientos terapéuticos y tratamientos médicos. De allí que una situación dada pueda cambiar de categoría conforme se realizan los estudios epidemiológicos de seguimiento.

Estos estudios suelen extenderse por décadas, aportando datos que permiten optimizar el perfil de seguridad de todos los tratamientos modernos.

Referencias

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