Gustave Moreau: biografía, obras
Gustave Moreau (1826-1898) fue un pintor de origen francés famoso por sus obras simbolistas, las cuales giraban alrededor de temas que tenían que ver con la mitología y la religión. Hizo hincapié en muchos de sus trabajos en el erotismo y destacó los elementos decorativos de las escenas que retrató gracias a los empastes. Además, experimentó en su obra con el uso de color brillantes y llamativos.
En alguna ocasión declaró que tenía gran interés por los sentimientos humanos y trató de trasladar esas inquietudes a sus trabajos. Las pasiones humanas le intrigaban y lo motivaban.
![Gustave Moreau. Fuente: Gustave Moreau [Public domain], vía Wikimedia Commons.](/academia/assets/jpg/A4D503060A786A7BA591526BE2DD1618.jpg)
Sus trabajos tuvieron una gran influencia de las ideas del renacimiento italiano y de lo exótico. Se inspiró muchas veces en otros artistas de los movimientos simbolistas, pero también de escritores de la época. La mayoría de sus obras se pueden encontrar en el museo Gustave Moreau, en París.
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Biografía
Infancia
Moreau nació el 6 de abril de 1826 en París, Francia. Su padre, Louis Jean Marie Moreau, fue un arquitecto en su ciudad natal y su madre, Adele Pauline Desmoutier, se dedicó a la música. La familia formó parte de los grupos burgueses de la época.
Fue muy protegido mientras creció, en parte porque desde muy temprana edad tuvo muchos problemas de salud. Su hermana murió cuando Gustave solo tenía 13 y fue entonces sacado de la escuela para cuidar su salud.
La buena posición económica de los Moreau permitió que Gustave recibiera una buena educación y su padre se encargó de que tuviera una formación clásica. Su madre, por otra parte, lo incentivó a desarrollarse en las artes. Esto le motivó a empezar a dibujar a los 8 años.
Educación
Su verdadero amor por el arte nació tras una visita a Italia cuando tenía 15 años. Posteriormente su padre le dejó estudiar con Picot, un artista no muy importante pero que destacó por su vocación para la enseñanza.
En 1847 formó parte de la Real Escuela de Bellas Artes, en París. Dejó la institución después de fallar dos veces en conseguir el Premio Roma, que era una beca que daba el gobierno de Francia a los estudiantes de arte.
Influencias
Para Gustave Moreau solo hubo un artista que realmente marcó su trabajo. El pintor francés, aunque nacido en República Dominicana, Théodore Chassériau (1819-1857). Moreau y Chasseriau tuvieron una buena relación y, de hecho, ambos vivieron en la Rue Frochot.
Igualmente, Moreau no fue ajeno al trabajo de otros grandes artistas de la época y de tiempos previos. En un viaje a Italia en 1857 estudió las obras de pintores reconocidos, como fue el caso de Leonardo da Vinci, Miguel Ángel y Giovanni Bellini. Dedicó dos años a el estudio de las pinturas de esos pintores.
El trabajo de Moreau también dejó una huella en otros artistas. Influenció el trabajo del pintor francés Odilo Redon (1840-1916), famoso por sus trabajos simbolistas desde muy joven.
Moreau fue maestro en la Escuela de las Bellas Artes en París. Este rol lo desempeñó desde 1888 hasta su muerte. Allí también influenció de forma notable a otros artistas como Henri Matisse o a Georges Rouault. Para muchos, destacó por su estilo más liberal para la enseñanza.
Muerte
Murió el 18 de abril de 1898. Su casa, donde también se encontraba su taller de trabajo, fue cedida al estado francés. La vivienda posteriormente se convirtió en el Museo Gustave Moreau, que abrió sus puertas en 1903.
En el museo se pueden encontrar cerca de ocho mil obras de Moreau, entre cuadros, acuarelas y dibujos. Las colecciones fueron organizadas por su albacea y por dos de sus amigos más cercanos.
En el Museo Thyssen, en Madrid, también alberga dos de sus obras más importantes como es el caso de Las Voces y Galatea.
Obras
Los primeros trabajos de Moreau fueron copiando obras de otros artistas reconocidos. Instaló su taller en el tercer piso de una casa.
Empezó su carrera como tal en 1852 cuando su obra Piedad fue expuesta al público. En los años siguientes siguió produciendo pinturas y exhibió obras como La muerte de Darío y Atenienses con el Minotauro.
Su mejor época la inició en la década de los 1860, cuando creó Edipo y la Esfinge. Fue en esta etapa cuando centró los temas de sus trabajos en la religión, la fantasía y la historia. Ofreció nuevas lecturas a escenas ya conocidas, especialmente de la mitología griega.
Orfeo
Este cuadro se realizó en 1866 y también representó un punto de inflexión en la obra de Moreau. La idea, la composición y la representación que se hace de la cabeza decapitada de Orfeo son características fundamentales del estilo simbolista. Es un óleo que se encuentra actualmente en el Museo d’Orsay, en París.
La danza de Salomé
Esta obra supuso un cambio importante en el estilo de Moreau. No colocó, como era habitual en sus trabajos, una figura en el centro de la pintura, algo que sí ocurrió en otros cuadros como el Edipo, Esfinge u en Orfeo.
Mantuvo otros principios comunes en sus obras. Había una figura femenina y una masculina, donde resaltó las miradas. Es una acuarela que se encuentra en el Museo d’Orsay, en París.
La danza de Salomé tuvo un gran impacto en 1876 cuando se expuso. La relevancia de esta obra llegó hasta la literatura, donde apareció en trabajos de Joris-Karl Huysmans.
Características de sus obras
Moreau le dio mucha importancia al uso de la imaginación para crear sus trabajos artísticos. Se resistió a las características de otras dos corrientes muy populares durante la época: el realismo y el naturalismo.
Cuando Moreau comenzó a trabajar, Gustave Courbet destacaba con el realismo, que destacó por representar a personas y temas que eran reales. El naturalismo, por su parte, trató de hacer una copia fiel de lo que el ojo veía.
Las obras de Moreau, por el contrario, representaron momentos o situaciones presentes en las narraciones de la biblia o de historias míticas. Utilizó una gran cantidad de símbolos confusos visualmente, que sirvieron para encarnar deseos y emociones con formas más bien abstractas.
Las pinturas de Moreau tuvieron la representación de seres divinos y mortales, pero ambos estaban en conflicto. Su objetivo era la representación de lo divino y terrenal en crisis. Usualmente expresó a estos seres como lo masculino y lo femenino.
Normalmente sus obras cuentan con dos figuras centrales. Estos personajes se caracterizan porque tienen los ojos cerrados y los rostros se reflejan. Estudiosos afirman que esta técnica es un reflejo del psicoanálisis que dio sus primeros pasos a comienzos del siglo XX. Representó la dualidad que existe en la mente de los seres humanos.
Utilizó la luz para resaltar la atmósfera de sus obras. También la luz cumplió la función de dar una sensación mística y mágica a sus pinturas.
Referencias
- Cooke, P. (2014). Gustave Moreau: History Painting, Spirituality and Symbolism. Yale University Press.
- Grigorian, N. (2009). European symbolism. New York: P. Lang.
- Moreau, G., & Kaplan, J. (1974). Gustave Moreau. [S.l.]: Los Angeles County Museum of Art.
- Selz, J., & Moreau, G. (1979). Gustave Moreau. Naefels, Switzerland: Bonfini Press.
- Tsaneva, M. (2014). Gustave Moreau: 123 Paintings and Drawings.