Cultura general

Aspiraciones personales: definición, importancia, ejemplos


¿Qué son las aspiraciones personales?

Las aspiraciones personales son aquellos deseos, objetivos o metas que todos nos trazamos a lo largo de la existencia. Durante la vida, las aspiraciones cambian de acuerdo a la edad. Por ejemplo, la aspiración de un niño de 7 años puede ser convertirse en un jugador como Cristiano Ronaldo, y cuando cumpla 18 entrar a la universidad y graduarse como Licenciado en Medicina.

Las aspiraciones son cosas que deseamos cumplir en nuestras vidas, y en ese sentido siempre son subjetivas porque todos somos diferentes, a pesar de las similitudes todos los seres humanos esperamos y queremos cosas distintas.

En la medida en que tenemos aspiraciones y las cumplimos sentiremos la satisfacción de haberlas obtenido. En cierta medida, podrían confundirse con las metas u objetivos que nos trazamos en la vida.

Importancia de las aspiraciones personales

Tener aspiraciones personales es importante por varios motivos:

Son un estímulo potente

Cuando tenemos aspiraciones, estas constituyen un fuerte motor, un estímulo tremendo para seguir (estudiando, practicando, trabajando, etc.). Están fuertemente vinculadas con los deseos que cada uno quiere para sí mismo, o con lo que se quiere conseguir en la vida.

Nos permiten también aclarar la visión de nuestros objetivos y dirigir los esfuerzos para lograrlos.

Están relacionadas con las inquietudes y la personalidad

Y por eso es que son subjetivas, porque dependen exclusivamente de lo que en un momento determinado de la vida deseamos. Por ejemplo, una persona con inquietudes espirituales puede desear viajar a la India para vivir de cerca lo que significa estar en un lugar y meditar.

O, si es católica, viajar al Vaticano, en Roma, y acercarse al Papa; si es musulmana, deseará viajar a la Meca. Depende de sus creencias, y de sus expectativas.

Están determinadas por la edad y las transformaciones vitales

Otra cosa importante es que a medida que crecemos, nuestras aspiraciones van cambiando con nosotros. A los 4 años la aspiración puede ser jugar todo el día con el amiguito o amiguita favorita; a los 10 ser el mejor jugador de fútbol o escribir un cuento; a los 21, tener un título universitario, obtener un empleo y ser independiente.

Y es que las aspiraciones cambian porque cambian las necesidades: cuando somos niños queremos tener el amor de nuestros padres, muchos juguetes y amigos y sentirnos queridos; cuando somos adolescentes, necesitamos afirmar nuestra personalidad, terminar el bachillerato, ser artistas o crear el mejor videojuego.

Cuando somos adultos, queremos conseguir un buen trabajo, terminar de formarnos, tener novio o novia, formar una familia, tener hijos, mudarnos a un lugar independiente y empezar a vivir según nuestras propias reglas.

Al ir envejeciendo, las aspiraciones personales pueden traducirse en seguir trabajando en aquello que nos apasiona, ver a los hijos crecer, conocer a los nietos, viajar a aquellos sitios que no dio tiempo en la juventud o dedicar el tiempo a hacer lo que siempre quisimos: escribir, pintar, leer, observar aves o ayudar a los demás.

Diferencias entre las aspiraciones personales y las profesionales

Cuando nos hemos preparado y estudiado una carrera, queremos comenzar a trabajar en aquello que nos gusta y para lo que nos formamos. Esencialmente, las aspiraciones profesionales se refieren a todo lo que queremos desarrollar en el área de trabajo y estudio.

Sin embargo, pese a que puedan parecer iguales, hay diferencias esenciales. Por ejemplo, querer estudiar una carrera puede ser una aspiración personal, pero cuando lo que queremos es especializarnos en un área específica del conocimiento (realizar un postgrado, maestrías, doctorados), eso entra en el terreno profesional.

La profesión, aunque forma parte fundamental de nuestra vida, no es lo único que nos define. Podríamos decir que las aspiraciones personales tienen que ver más con lo que somos a un nivel más profundo, responden a necesidades más vitales.

Se podría hacer un paralelismo: las aspiraciones profesionales tienen que ver con la forma y las personales con el contenido.

Cuando queremos montar un negocio, llevar adelante un emprendimiento, tener una empresa propia, todo eso apunta a lo profesional; cuando queremos algo que consideramos esencial para nuestra vida, como tener un hijo o una familia, ser feliz, mudarnos y ser independientes, eso apunta a necesidades íntimas y personales.

Ejemplos de aspiraciones personales

A continuación se muestran varios ejemplos de aspiraciones personales:

  1. Hacer más amigos.
  2. Ser más amable con la gente.
  3. Vencer la timidez: hablarle a una persona desconocida todos los días que salga a la calle.
  4. Hacer actividad física al menos 5 días a la semana.
  5. Eliminar dos o tres alimentos de la dieta poco saludables.
  6. Empezar a practicar un deporte.
  7. Leer más libros (científicos, literarios).
  8. Tener una mascota (perro, gato, pez, tortuga).
  9. Dormir con la luz apagada para vencer el temor a la oscuridad.
  10. Reír tres veces más cada día.
  11. Aprender a tocar un instrumento musical.
  12. Explorar las zonas del mundo que tienen pirámides.
  13. Tener un novio o una novia.
  14. Mantener una buena rutina de sueño y dormir por lo menos 7 horas.
  15. Ver el amanecer al menos una vez a la semana.
  16. Meditar todos los días para no perder el enfoque.
  17. Ayudar a los demás: colaborar con organizaciones que apoyan a la gente (iglesias, ongs, etc.).
  18. Sembrar un árbol.
  19. Tener un mini huerto en el balcón con macetas y tener plantas aromáticas que se pueden usar para cocinar: albahaca, orégano, menta, etc.
  20. Mejorar cada día el rendimiento físico.
  21. Aprender a hablar un idioma del que no conozca nada (húngaro, ruso, náhuatl, guaraní).
  22. Ser independiente.
  23. Tener hábitos saludables: beber 8 vasos de agua diarios, levantarme temprano, etc.
  24. Aprender a hacer yoga y mantener el cuerpo y la mente flexibles.
  25. Pasar más tiempo en contacto con la naturaleza: hacer pequeñas excursiones o, si no es posible, visitar un parque con árboles al menos una vez a la semana.
  26. Ver las mejores 100 películas de todos los tiempos.
  27. Aprender a escuchar a los amigos y familiares, no emitir opiniones ni juicios.
  28. Aprender a controlar el miedo escénico y hablar en público (en el cole, en la facultad, en la oficina).
  29. Viajar en coche y conocer ciudades y pueblos de mi país.
  30. Conocer y bañarse en dos mares, dos océanos, dos ríos.
  31. Casarse con la persona que se ama.
  32. Tener un hijo o hija.
  33. Vencer el miedo al ridículo: ser espontáneo y natural.
  34. Hacer un viaje de tres meses a cualquier parte del mundo, y tratar de conocer a la gente que vive allí.
  35. Aprender a bailar (tango, salsa, flamenco…).

Temas de interés

Metas personales.

Valores humanos.

Objetivos de una empresa.

Referencias

  1. Valle, C.D.G., Martín, M.E., Amaíz, A., Guerra, P. (2014). Competencias personales y sociales en adolescentes. Revista Iberoamericana de Educación. Tomado de rieoei.org.
  2. Alfonso Águila, B., Calcines Castillo, M. (2015). Estrés académico. Tomado de scielo.sid.cu.
  3. Razmus, W., Jaroszyńska, Palęga, M. (2017). Personal aspirations and Brand engagement in self-concept. Tomado de sciencedirect.com.
  4. Aspiraciones personales y profesionales, diferencias (2021). Tomado de consejosgratis.es.