Historia

Mitología japonesa: mitos, dioses y criaturas


¿Qué es la mitología japonesa?

La mitología japonesa se compone de creencias y relatos tradicionales de estas islas asiáticas. Tiene elementos de la religión mayoritaria que es el sintoísmo, pero también contribuyeron el budismo (de Corea y China), las creencias de Okinawa y las ainu.

Esta mitología explica la creación del mundo, el origen divino de la familia imperial, incontables dioses (kami) y criaturas legendarias (yōkai y yūrei). Dos escritos del siglo VIII son las principales obras que recogen estas creencias: el Kojiki y el Nihongi.

El Kojiki, o “Recuento de las cosas antiguas”, fue terminado por Ō no Yasumaro en el 712 a petición de la emperatriz Genmei. Se piensa que es el libro más antiguo de la literatura japonesa.

El Nihongi (también Nihon Shiki), o “Crónicas japonesas”, fue un regalo para la emperatriz Genshi en el año 720. Este texto fue culminado por el príncipe Toneri con asistencia de Ō no Yasumaro.

Aunque el Nihongi toca los mismos temas que el Kojiki, el primero documenta además los reinados en Japón hasta el siglo VIII.

Mito japonés de la creación

La era de los dioses

En el comienzo de la historia, el mundo era una masa caótica sin definición, pero llena de semillas. Las partes más ligeras se condensaron arriba para formar el “plano celestial” y las más densas se aglomeraron debajo para formar la tierra.

En el plano celestial aparecieron cinco dioses. En la tierra aparecieron 12, dos de ellos no tenían sexo definido, pero los otros 10 eran parejas de hombre y mujer.

Izanagi e Izanami, una de las parejas, procrearon a las ocho principales islas del archipiélago japonés, seis islas menores y a varios otros dioses. Izanami murió al poco tiempo de dar a luz a Kagutsuchi, el dios del fuego, por las quemaduras que este le causó.

Su esposo, Izanagi, trató de rescatarla del Yomi (el inframundo), pero no pudo lograrlo. Al regresar se dio un baño para purificarse. Cuando estaba lavando su rostro, brotaron tres dioses muy importantes en el panteón japonés.

Del ojo derecho nació Tsukuyomi, dios de la luna; luego, de la nariz de Izanagi nació Susanoo que era el dios de las tormentas y amo del mar.

Finalmente, del ojo izquierdo nació Amaterasu, diosa del sol. Esta es la deidad más conocida de la mitología japonesa no solo por ser la más poderosa, sino por ser la ancestra divina de Jenmu, el primer emperador de Japón.

La era de los humanos

El primer hijo de la diosa Amaterasu, el dios Ame no Oshihomimi, nació de uno de sus collares que fue pulverizado por Susanoo. Este le dio un nieto llamado Ninigi, que fue enviado por ella al archipiélago para que conquistara el territorio.

Luego Ninigi se casó con la princesa Konohana Sakuya y tuvieron tres hijos. Uno de ellos fue Hikohohodemi, que tomó en matrimonio a la princesa Toyotama, hija del dios del mar. Juntos engendraron a Hikonagisa Takeugaya Fukiaezu y luego lo abandonaron.

La hermana menor de Toyotama acogió al niño, al tiempo se casó con él y tuvieron 4 hijos: Itsuse, Inameshi, Mikenuma y Kan’yamato Iwarehiko. Este último poseía gran sabiduría desde su nacimiento y a los 15 años fue nombrado heredero al trono.

Cuando Iwarehiko contaba con 45 años, en el año 666 a.C., convocó a sus hermanos y los invitó a una campaña de pacificación del archipiélago. Su fin era someter a las deidades y jefes locales, de modo que pudiesen colocar al territorio bajo la autoridad de Amaterasu.

Tras la conquista, Iwarehiko ascendió al trono y tomó el nombre de Hatsukunishirasu, el día 11 de febrero del 660 a.C. En ese momento tenía 52 años y fue el primer emperador de Japón, es recordado por el nombre de Jinmu Tennō o “Guerrero Divino”.

Lista de dioses o kami 

Los kami clásicos

Los kami celestiales originales

  • Amenominakanushi: es la primera deidad en aparecer de la nada antes del mundo.
  • Takamimusubi: segunda deidad en aparecer espontáneamente.
  • Kamimusubi: tercera deidad en aparecer del caos primigenio.

Los kami celestiales descendientes

  • Ajishikitakahikone: uno de muchos dioses del trueno.
  • Ama no uzume o Uzume: diosa de la aurora y de la danza.
  • Amaterasu: la deidad principal del panteón japonés, diosa del sol y de la luz. Considerada como la antecesora de la casa imperial de Japón.
  • Ame-no-wakahiko: dios de los cereales.
  • Chimata: dios de las vías y los cruces de caminos. Se le venera como símbolo de virilidad y fertilidad.
  • Fujin: dios del viento.
  • Izanagi e Izanami: los últimos dioses en aparecer de la nada. Son esposos y crearon el mundo. Sus primeros ocho hijos son las ocho islas que conformaban el antiguo Imperio japonés. Además, tras la muerte de Izanami, Amaterasu nació de una gota de agua que escurría del ojo izquierdo de Izanagi.
  • Kagutsuchi: dios del fuego.
  • Kuraokami: hijo de Kagutsuchi, dios dragón responsable de la lluvia.
  • Mizuhame: diosa del agua y última descendiente de Izanami. Nació del dolor de esta al saber las desgracias que Kagutsuchi traería al mundo.
  • Ninigi: nieto de Amaterasu y legendario fundador de la casa imperial.
  • Okamutsumi: dios creado por Izanagi, protector de la humanidad contra el sufrimiento y los pesares.
  • Ōtoshi: dios del arroz.
  • Owatatsumi: principal dios del mar.
  • Los dioses Rusu: son los encargados de cuidar del mundo mientras los otros dioses se encuentran ocupados en su asamblea anual.
  • Susanoo: Hermano de Amaterasu, dios de las tormentas y amo del mar. Luego de gastarle una broma pesada a Amaterasu fue castigado a ser el señor de la tierra de los muertos.
  • Takemikazuchi: dios guerrero que nació de la sangre del dios Kagutsuchi.
  • Tsukiyomi: dios de la luna, amo de la noche.

Los kami terrenales

  • Hoderi: dios de la pesca.
  • Ho-ori (Hikohohodemi): dios bisnieto de Amaterasu y abuelo de Jenmu, el primer emperador de Japón.
  • Konohanasakuya-hime: es la diosa del monte Fuji y de todos los volcanes del archipiélago. Además, es la personificación del modo de vida de los japoneses. Bisabuela de Jenmu, el primer emperador.
  • Kotoshironushi: dios protector de la provincia de Izumo y de la corte imperial. Su hija fue consorte del emperador Jenmu.
  • Kuyebiko: la deidad de la sabiduría, el conocimiento y la agricultura. Se muestra como un espantapájaros consciente.
  • Nai: dios de los terremotos cuya personificación es el dios Namazu, un bagre gigante que vive bajo la tierra.
  • Ōkuninushi: “Amo de la tierra”, culminó el trabajo de creación comenzado por Izanami e Izanagi, dios de la medicina y la magia.
  • Oyamatsumi: Dios de montaña. Suegro de Susanoo y de Ninigi.
  • Raiden o Raijin: uno de los dioses del trueno. A veces es mostrado como un demonio.
  • Sarutahiko: dios de la purificación, la fuerza y la guía, patrón de las artes marciales.
  • Suijin: dios del agua, de los manantiales y de los pozos.
  • Suitengu: uno de los dioses del mar, a quien se apela para protegerse de los naufragios.
  • Sukunabikona: dios enano que ayudó a Ōkuninushi a culminar el trabajo de la creación de la tierra.
  • Takeminakata: dios hijo de Ōkuninushi.

Los kami visitantes de ultramar o marebito

  • Ebisu: dios de los pescadores y la buena fortuna. Una de las Siete Deidades de la Suerte. 

Los nuevos kami

Los kami establecidos por las autoridades

  • Bimbogami: dios de la pobreza, no se lo venera, pero se realizan rituales para deshacerse de él o para evitar su mirada.
  • Futsunushi: dios guerrero y protector.
  • Ida-ten: diosa de la alimentación y del control del apetito.
  • Kamado-gami: dios de las estufas, fogones y cocinas.
  • Kawa: aunque los ríos más importantes del archipiélago tienen sus propias deidades, todas las corrientes fluviales están bajo la autoridad de este dios.
  • Sanbō-Kōjin: dios del hogar, la cocina y del fuego controlado para usos beneficiosos.
  • Sumiyoshi: dios de los marinos y de la poesía.
  • Ta: dios de los campos de arroz.
  • Tenjin: dios del aprendizaje y de la escolaridad.

Los kami provenientes del budismo

  • Aizen Myō-ō: dios del amor y de la lujuria.
  • Amida Nyorai: el buda piadoso de la Tierra Pura.
  • Battabara bosatsu: dios patrón de los baños y del aseo personal.
  • Benzaiten: diosa del talento y de la elocuencia. Personificación del río que fluye desde el monte Meru. La única mujer entre las Siete Deidades de la Suerte.
  • Bishamon-ten: dios protector de la Ley Budista y de la felicidad. Una de las Siete Deidades de la Suerte y, además, uno de los cuatro protectores (o emperadores) celestiales.
  • Daikoku: dios de la riqueza, venerado por granjeros y comerciantes. Una de las Siete Deidades de la Suerte.
  • Dainichi Nyorai: el buda iluminado, representación del sol.
  • Dakiniten: diosa budista protectora del régimen del emperador.
  • Fudō Myō-ō: “El Inamovible”, representa la determinación y el empeño.
  • Fukurokuju: dios de la sabiduría, la longevidad y el deseo sexual. Una de las Siete Deidades de la Suerte.
  • Gozu-tenno: dios de la plaga y la enfermedad, se le invoca para aplacarlas.
  • Hotei: el buda sonriente. Una de las Siete Deidades de la Suerte.
  • Inari: diosa del arroz, de la abundancia y de la prosperidad.
  • Jurojin: dios de la longevidad y una de las Siete Deidades de la Suerte.
  • Kasuga Daimyōjin: deidad que es la combinación de cinco deidades budistas y cinco sintoístas, protectora de la provincia Yamato, que era la principal en Japón durante el siglo VIII.
  • Kishimojin: Es tanto una diosa protectora de los infantes, como un demonio que trae miseria e infelicidad a los padres y sus hijos.
  • Konpira-daigongen: dios protector del mar interior del archipiélago, o mar de Seto. Así mismo, es protector de navegantes, pesqueros y mercantes.
  • Shō-ten: deidad de la riqueza.
  • Yakushi Nyorai: el buda de la medicina.

Los kami locales

  • Atago-gongen: dios guardián del monte Atago, al norte de Kioto. Se le adora como protector contra el fuego.
  • Hitokotonushi: dios del monte Kaduraki.
  • Sengen: diosa del sagrado monte Fuji.
  • Zaō-gongen: dios protector del monte Zaō.

Criaturas de la mitología japonesa

Yōkai

Entes sobrenaturales que poseen mayor fuerza y destreza que las personas. Su naturaleza puede ser bondadosa o malvada dependiendo del Yōkai. Pueden tener rasgos animales o humanoides, así como de objetos.

Existen varios tipos de Yōkai, generalmente asociados con animales que cambian de forma a humanos. Entre ellos se encuentran los Kitsune (zorros), Tanuki (perro mapache), Kamaitachi (comadreja), Inugami (perro), Ōkami (lobo), Bakeneko y Nekomata (gato), entre otros.

Han’yō

Son una mezcla entre un Yōkai y un ser humano. Se cree que pueden tener características o poderes sobrenaturales, pueden heredar rasgos de Yōkai o algunas habilidades que superan a las de un ser humano corriente.

Oni

Los oni pueden definirse como ogros o demonios dentro de las tradiciones japonesas. Pueden ser humanoides, pero con características que los diferencian como piel  de colores (normalmente azul, blanca o roja), cuernos, gran musculatura, abundante pelo y largas garras.

Yūrei

Estas criaturas se corresponden con la concepción que existe en occidente de los fantasmas. Se piensa que estos seres fueron condenados a pasar la eternidad sin descanso por algún acto que cometieron en vida o por la falta de ritos funerarios apropiados.

Los Yūrei están divididos en varios tipos, entre ellos se encuentran los Onryō, que son fantasmas que vienen del purgatorio para buscar venganza por algo que les hicieron en vida. También están los Ubume, que son madres que murieron en el parto o mientras tenían un hijo pequeño.

Están los Goryō, que son espíritus de aristócratas que regresan a vengarse. Los Funayūrei son otro tipo de espectros que fallecieron en el mar y pueden tomar una forma similar a la de una sirena o un sireno.

Existe un tipo de fantasma que se trata de los niños pequeños que han muerto y se les llama Zashiki-warashi. Algunas almas en pena son conocidas como Fuyūrei y Jibakurei, estas no tienen ningún propósito en la tierra.