Biografías

Francisco Goitia: biografía, estilo y obras


Francisco Goitia (1882-1960) fue un artista mexicano catalogado como sui generis —de su propio género, ya que su estilo pictórico no se vinculó con ninguna corriente artística imperante del siglo XX. De hecho, Goitia se formó en la Escuela Mexicana de Pintura al igual que Diego Rivera y José Orozco, sin embargo, no se involucró en el famoso movimiento muralista de 1922.

Goitia fue el creador de algunas de las pinturas más emblemáticas de México, como por ejemplo Tata Jesucristo (1927) y Los ahorcados (1914). Ambas obras tienen en común la sordidez de sus imágenes, ya que las dos muestran escenas relacionadas con el sufrimiento humano; en la primera, se retrata la tristeza desgarradora de los marginados, mientras que la segunda registra el homicidio a través del dibujo de cadáveres colgantes.

Acorde con el texto Artes plásticas: Francisco Goitia (s.f.) de Justino Fernández, se puede establecer que la producción pictórica de este artista fue bastante escasa en comparación con la de otros artistas latinoamericanos. No obstante, Fernández argumenta que Goitia no buscaba solamente pintar un cuadro, sino también expresar una idea que tocara las fibras más profundas del espectador.

Por esta razón este autor también afirmó que, aunque la cantidad de pinturas realizadas por Gotia fue reducida, sus creaciones estuvieron cargadas de espontaneidad y fuerza dramática. Además, todas sus pinturas se caracterizan por invitar a los espectadores a reflexionar y a cuestionarse sobre su entorno; esto lo consigue desde un enfoque cultural nutrido por las costumbres mexicanas.

Índice del artículo

Biografía

Primeros años y etapa de formación

Francisco Goitia García nació en el estado de Zacatecas el 4 de octubre de 1882. Sus padres fueron Francisco Bollaín y Goitia y Andrea Altamira, quien falleció luego de dar a luz a Francisco. En consecuencia, el pintor fue criado por Eduarda Velázquez, quien era la mujer encargada de amamantarlo.

En muchas ocasiones Goitia afirmó que su niñez fue tranquila y agradable, ya que su infancia se desarrolló entre la flora y fauna de la Hacienda de Bañón. Por lo tanto, se puede establecer que Goitia creció en contacto directo con la naturaleza, lo que posteriormente influenciaría en su inclinación por retratar los paisajes mexicanos.

Realizó su educación primaria en Fresnillo. Luego de esto, su padre decidió llevarlo a la Hacienda de Ábrego con el objetivo de que el joven realizara labores de escritorio. Aunque a Goitia no le gustó mucho este trabajo, tuvo la oportunidad de leer varios libros importantes.

Por ejemplo, durante este período se instruyó sobre la guerra franco-prusiana, lo que le hizo interesarse por las labores militares. También conoció algunos grandes clásicos de la literatura universal como Los Miserables (Víctor Hugo), Los tres mosqueteros (Alejandro Dumas) y Don Quijote de la Mancha (Miguel de Cervantes); todo esto influenció en su desarrollo artístico.

Sin embargo su padre tenía otros intereses para él, concretamente enviarlo a Ciudad de México para que se formara en la carrera militar. No obstante, el doctor Carranza, amigo de su padre, le aconsejó que no enviara al joven a la academia militar, ya que Goitia tenía destrezas intelectuales que podían sobresalir en la disciplina de las artes plásticas.

Por consiguiente, el joven artista se dirigió a la capital con el objetivo de estudiar en la Academia de San Carlos. En esta institución recibió clases de notables artistas mexicanos como Julio Ruelas Suárez, José María Velasco Gómez-Obregón y Germán Gedovius.

Viaje al viejo continente

En 1904, Francisco Goitia con ayuda de su padre consiguió emprender un viaje a España, específicamente a Barcelona. En esta ciudad asistió a varios talleres y conoció todos los museos. A su vez, durante este periodo recibió clases del artista Francisco Galí y realizó varios dibujos empleando el carboncillo.

De esta época datan algunas de sus obras, como por ejemplo Patio de la Universidad de Barcelona. Pronto sus intereses pictóricos lo llevaron a recibir una beca por parte del ministerio, lo que le permitió realizar algunos estudios en Roma (Italia). En el transcurso de su estadía en Italia conoció la pintura renacentista y la arquitectura grecolatina.

Goitia se formó académicamente durante cuatro años en Europa. Luego tuvo que regresar a su país natal, ya que el militar Porfirio Díaz —en aquel momento presidente de México—, había sido erradicado del poder. Este conflicto político trajo como consecuencia que el pintor perdiera la beca de estudios.

De regreso a la patria

Al regresar a México, Goitia decidió residir un tiempo en Zacatecas. De esta época datan algunos de sus paisajes más famosos como por ejemplo Paisaje de Santa Mónica. Entre 1918 y 1925 decidió trabajar con Manuel Gamio, un antropólogo reconocido. En compañía de Gamio, Goitia realizó dibujos de elementos arqueológicos, lo que lo inspiró a pintar indígenas de forma realista.

De este período data su obra más importante, Tata Jesucristo. Esta pintura le permitió obtener el Primer Premio en la Bienal Interamericana de Pintura y Grabado. Posteriormente, se dedicó a dar clases de arte en la Secretaría de Educación Pública.

Participación en la guerra

Goitia decidió acompañar al general Felipe Ángeles en sus hazañas militares. Sin embargo, el pintor no participó como militar, sino que se encargó de registrar los acontecimientos bélicos a través de su pintura.

En consecuencia, el artista tuvo que presenciar distintas batallas. Sus obras de estos años son un reflejo de la fascinación y el horror que se vive en la guerra. Otra de sus pinturas más importantes data de esta época: Los ahorcados.

Para realizar esta pintura, Goitia decidió colgar él mismo a un grupo de cadáveres de los árboles con el objetivo de registrar en sus pinturas la descomposición de los cuerpos. Estos cuerpos eran acompañados por los paisajes mexicanos, lo que ofrecía un contraste notorio entre lo bello y lo grotesco.

Distanciamiento cultural y últimos años

En 1920 conoció a Ignacio Rosete; un hombre familiar que posteriormente le vendió al pintor un terreno. Esta tierra fue empleada por Goitia para construir una choza, donde se dedicó a seguir retratando los desolados paisajes mexicanos.

Durante el resto de su vida, Goitia decidió no pertenecer a la vida tanto intelectual como cultural de México. Falleció el 26 de marzo de 1960 a la edad de 77 años por causa de una neumonía.

Obras

Algunas de las obras más importantes de Francisco Goitia son:

El viejo en el muladar (1926)

Esta obra de Goitia destaca por la simplicidad de sus líneas y por la sutil paleta de colores. En la pintura se puede apreciar una gama de tonos azules, así como también varios marrones y algunos matices verdes.

La escena retratada por el autor es una imagen cotidiana. El protagonista es un anciano vestido con ropaje humilde, el cual reposa tranquilamente en una ladera. Sin embargo, el ceño del hombre está fruncido, ya sea por tristeza o por la incidencia de los rayos solares.

Al fondo y del lado derecho, se observa lo que podría ser un ave emprendiendo el vuelo. En cambio, de lado izquierdo se percibe una serie de elementos que parecen conformar el hogar del viejo. No obstante, dichos elementos no podrían definirse como una casa, ya que se trata de un cúmulo de escombros.

Esto le sugiere al espectador que se trata de un hombre pobre que no cuenta con muchos recursos. De hecho, una característica particular del anciano es que anda descalzo. Algunos autores afirman que a Goitia le gustaba retratar personajes marginados e ignorados dentro del contexto mexicano.

Tata Jesucristo (1927)

Fue realizada por el pintor cuando tenía cuarenta y cinco años y es considerada por la mayoría de los críticos como la mejor obra del artista. Consiste en una imagen que refleja lo más patético y profundo del espíritu mexicano, donde se unen la antigua tradición indígena con la creencia cristiana secular.

En consecuencia, se trata de una síntesis de distintos mundos religiosos y espirituales que se identifican con la tragedia humana. En la pintura se pueden contemplar dos figuras humanas junto a un ciro encendido y dos flores amarillas; todos estos elementos le aseguran al espectador que la temática principal es la muerte, aunque esta no esté retratada de forma tácita en el cuadro.

Algunos críticos afirman que el cuadro comparte algunos elementos con el arte barroco, ya que contiene un notable contraste de luces y de sombras, así como también movimiento y riqueza de color. No obstante, no puede ser catalogada como una pintura barroca, ya que contiene una esencia particular distinta a todos los demás cuadros de este género.

Al lado derecho de la composición pictórica se erige una figura que muestra un rostro lleno de dolor, mientras que al lado izquierdo se muestra a una joven que oculta su rostro con sus manos.

Los ahorcados (1914)

Para muchos críticos de arte, esta es una de las obras más interesantes de Francisco Goitia. En la escena retratada se pueden contemplar varios elementos: en un primer plano, se observan los cráneos de unos animales, pertenecientes probablemente al ganado. Luego, se erigen un par de árboles totalmente secos (ninguna hoja y ramas opacas).

De las ramas de estos árboles cuelgan dos cadáveres. Uno de estos está completamente desnudo y se bambolea hacia la derecha, mientras que el otro lleva una camisa harapienta y se bambolea hacia la izquierda. Por encima de estos cuerpos revolotean dos aves de rapiña. Al fondo se vislumbra más paisaje desértico y un cielo azul y sin nubes.

Referencias

  1. Fernández, J. (s.f.) Artes plásticas: Francisco Goitia. Recuperado el 21 de noviembre de 2019 de Revista de la Universidad de México.
  2. Goldman, S. (1995) Contemporary mexican painting in a time of change. Recuperado el 21 de noviembre de 2019 de openhibart.fr
  3. Macedo, L. (s.f.) El paisaje en la pintura mexicana. Recuperado el 21 de noviembre de 2019 de Biblioteca argentina: biblioteca.org.ar
  4. Mello, R. (s.f.) La máquina de pintar. Recuperado el 21 de noviembre de 2019 de Estéticas UNAM.
  5. Rodríguez, A. (1969) A history of mexican mural painting. Recuperado el 21 de noviembre de 2019 de bcin.ca
  6. S.A. (2010) Francisco Goitia, creador representativo del arte mexicano. Recuperado el 21 de noviembre de 2019 de informador.mx
  7. S.A. (s.f.) Francisco Goitia. Recuperado el 21 de noviembre de 2019 de es.wikipedia.org