Biografías de personajes históricos

Sir Walter Raleigh: biografía, aportes, obras, frases


Sir Walter Raleigh (1552 – 1618) fue un corsario, explorador, cortesano, político, militar y escritor inglés de la época isabelina. Intentó establecer una colonia en Norteamérica y también buscó El Dorado, una mítica ciudad del Nuevo Continente.

Fue durante un tiempo el preferido de la reina Isabel I, que lo favoreció especialmente después de que Raleigh prestara su apoyo durante la rebelión irlandesa. Entonces, la reina Isabel le concedió una patente para explorar América y lo ordenó caballero en 1585.

Es famoso por haber introducido el tabaco entre la población inglesa. La buena fortuna de Raleigh con la monarca Isabel I acabó en el momento en que secretamente desposó a una de las damas de honor de la soberana inglesa, lo que fue interpretado como una falta de respeto.

Estuvo encarcelado en diferentes ocasiones, tanto por Isabel I como por su sucesor, Jacobo I. Durante una expedición a Suramérica en 1616, los hombres de Raleigh saquearon un campamento español y al volver a su país fue condenado a muerte por esas acciones.

En cuanto a la poesía que escribió Raleigh, mantuvo un estilo sobrio y medieval. Es decir, resistió la influencia de los renacentistas italianos y de los humanistas, al tiempo que preservó con su pluma el estilo inglés.

Índice del artículo

Biografía

Primeros años

Walter Raleigh nació entre 1552 y 1554 en Hayes Barton, Devon, Inglaterra. Era hijo de Walter Raleigh con su tercera esposa, Katherine Champernowne.

Fue el menor de los tres hijos del matrimonio. Además, tenía medios hermanos por ambos padres de previos enlaces.

Sus hermanos se llamaron Carew y Margery. Por parte de su padre tuvo tres hermanos más y del matrimonio de su madre y Otho Gilbert habían nacido: John, Humphrey y Adrian, todos muy cercanos al pequeño Walter.

Los datos concernientes a la infancia de Raleigh son escasos, aunque una de las pocas certezas es que su familia solía ser perseguida por el gobierno de María I de Inglaterra. Ellos eran protestantes y su tía, Katherine Astley, de hecho era la institutriz de la princesa Isabel Tudor.

Uno de los efectos a largo plazo de los maltratos de los católicos hacia su entorno cercano fue el hecho de que Raleigh despreciara a dicha fe. Además de repudiar a los creyentes del catolicismo, también desarrolló un profundo rechazo contra los españoles.

Juventud

Se sabe que cuando contaba con cerca de 17 años formó parte de las guerras de religión en Francia. Específicamente Raleigh estuvo en la batalla de Jarnac, el 3 de marzo de 1569. Allí luchó a favor de los apodados hugonotes, es decir, los protestantes franceses.

Tres años después de las contiendas, su nombre quedó inscrito en los registros de la Universidad de Oxford, sin embargo, en esta institución no obtuvo un grado profesional.

La razón fue porque poco tiempo después se trasladó a una Inn of the Court, posada de la corte, en la que se preparaban aquellos que deseaban ejercer como abogados en Inglaterra. Allí Raleigh tampoco culminó sus estudios, por lo que nunca se graduó.

Durante esos años se volvió muy cercano a su hermano Humphrey Gilbert, quien fue por esta época su modelo a seguir. La reina Isabel I le concedió a Gilbert un permiso para explorar y reclamar tierras en América que no pertenecieran a otras naciones europeas.

La primera expedición de Gilbert, en la que estuvo acompañado por Raleigh, fue un fracaso. Los marinos que los acompañaban desertaron y se vieron obligados a retornar sin haber alcanzado siquiera las costas del Nuevo Mundo.

Favorito

Desde 1580 Walter Raleigh se convirtió en un miembro de la corte de Isabel I gracias a sus conexiones familiares. Sin embargo, el muchacho era sumamente problemático, por lo que fue enviado a Irlanda.

En aquel país Raleigh formó parte de las fuerzas inglesas que controlaron la segunda rebelión de Desmond en Munster, con la que los Fitzgerard intentaban menguar el poder de la reina.

El asedio duró tres días, pero tras la rendición de los católicos Raleigh realizó una cruel matanza de soldados, mujeres y clérigos que le valió el apoyo de los protestantes, el favor de la reina Isabel I y una gran porción de tierras.

Desde ese momento, la soberana inglesa le entregó a Raleigh importantes cargos dentro del gobierno, así como patentes de monopolios y una gran influencia en diferentes materias de Estado.

Su hermano, sir Humphrey Gilbert había conseguido suficientes recursos para armar una segunda expedición que partió en 1583 hacia Terranova, en donde reclamó tierras para la corona.

Los exploradores regresaron por una ruta distinta y su barco se hundió en un lugar indeterminado en las cercanías de las islas Azores. La patente que ostentaba su medio hermano fue trasferida a Raleigh tras el fallecimiento del primero.

Norteamérica

Aunque Walter Raleigh no se separó de la corte durante sus años como favorito de la reina, sí preparó una expedición para América. En primer lugar, buscó ayuda de académicos para instruir a su tripulación.

Según el trato alcanzado con la corona, Raleigh obtendría una quinta parte del oro y la plata que fuesen explotados en los territorios que pudiese reclamar para Inglaterra.

Sus enviados a América arribaron a las orillas del actual estado conocido como Carolina del Norte, cuya capital fue bautizada “Raleigh” en honor a este personaje. Esta primera colonia fracasó por falta de recursos y los pioneros se vieron en la necesidad de volver al año siguiente.

Walter Raleigh fue ordenado caballero en 1585, del mismo modo se le dio el cargo de gobernador de Virginia, que fue el nombre con el que se bautizó al territorio descubierto por los exploradores del cortesano.

En 1587 se realizó un segundo intento de colonizar Virginia. De la población que había sido instalada en el campamento no quedaron rastros, aunque las viviendas permanecieron intactas. A partir de ese misterioso y curioso evento se les bautizó como “la colonia perdida”.

Auge y caída

En 1584 Raleigh fue seleccionado como miembro del Parlamento en representación de Devon, su condado natal. Además, fue electo por otros lugares en diferentes períodos, entre esos condados estuvieron Mitchell, Dorset y Cornualles.

También se desempeñó como lugarteniente de Cornualles y vicealmirante de Devon. Finalmente, en 1587 Isabel I lo nombró capitán de su guardia real y sirvió como uno de los principales custodios de la reina.

Estuvo dentro de la defensa de Devon, en la que se frenaron los ataques españoles a Inglaterra. Por conflictos en la corte Raleigh decidió retirarse un tiempo a sus propiedades en Irlanda en 1589.

A principios de 1592, Isabel I le asignó la tenencia de Durham House; entonces probablemente no sabía que Raleigh y su dama de honor, Elizabeth Throckmorton, se habían casado en secreto a finales del año anterior.

Al enterarse, la reina muy ofendida e iracunda ordenó que se encerrara en la Torre de Londres al matrimonio. Dos meses más tarde liberó a Raleigh momentáneamente para que supervisara asuntos administrativos y luego lo recluyó nuevamente en prisión hasta 1593.

Raleigh tuvo con su esposa dos hijos que sobrevivieron la infancia, Walter, nacido en 1593 y Carew en 1605. Tras ser liberado, el matrimonio se retiró a Sherborne durante un tiempo.

Expediciones

La primera vez que Raleigh formó parte de una tripulación de exploración fue en 1595. Esa travesía tuvo como destino Suramérica, específicamente el territorio de la actual Venezuela en la que navegó por el río Orinoco y otras costas continentales.

Al regresar al continente europeo publicó un libro titulado El descubrimiento del gran y bello Imperio de Guyana. En esa obra exageró todo lo que vio durante su viaje y habló de su búsqueda de una legendaria y muy rica ciudad, lo que alimentó la leyenda de El Dorado.

Después de esto participó en dos actos bélicos contra España, el primero fue el saqueo del puerto de Cádiz. Luego partió nuevamente a intentar la misma aventura en las islas Azores, sin embargo, esta fue un fracaso.

En ambas oportunidades Raleigh estuvo bajo el liderazgo del otro favorito de Isabel I y su enemigo personal: el conde de Essex, Robert Devereux. Toda la culpa del fracaso recayó sobre los hombros de Devereux y lo dejó a él bien parado.

Por esos mismos meses se le dio el cargo de gobernador de la isla de Jersey, que estaba ubicada en la costa de Normandía. No obstante, su reivindicación con la monarca británica duró poco, ya que esta falleció en 1603 y Raleigh perdió toda su influencia en el gobierno.

Nuevo gobierno

El heredero del trono fue Jacobo I y el nuevo soberano no estaba en la mejor disposición de aceptar a Walter Raleigh entre sus hombres. Especialmente por la propensión del explorador a ser agresivo contra España, un país con el que Inglaterra en ese momento deseaba una relación pacífica.

Por eso, Jacobo I hizo que Raleigh fuese capturado en julio de 1603 y lo envió directo a la Torre de Londres. Se le acusó de conspirar contra el nuevo rey y, aunque fue sentenciado como culpable y condenado a muerte, se le conmutó la pena por cadena perpetua.

Estuvo prisionero hasta cerca de 1616, fecha en la que Jacobo I dispuso que partiera con una nueva expedición hacia Venezuela a buscar El Dorado. Las cosas se salieron de control cuando los hombres de Raleigh atacaron a un campamento español cerca del Orinoco.

Habían violado el tratado de paz entre ambas naciones y además el hijo mayor de Raleigh falleció en el enfrentamiento. Como compensación por la ofensa, el embajador español requirió a Jacobo I que se ejecutara al líder de la expedición que los atacó y esto fue concedido sin quejas.

Al entrar en territorio británico, la presencia de Raleigh fue solicitada en Londres y este fue llevado a la capital de inmediato.

Muerte

Sir Walter Raleigh fue ejecutado el 29 de octubre de 1618 en Westminster. Se ordenó, como era costumbre para los hombres nobles en Inglaterra, que se le decapitara.

Su cuerpo fue enterrado en el cementerio local y su cabeza embalsamada fue enviada a su esposa, que la conservó hasta el momento de su muerte.

Aportes 

Muchos consideran que el entusiasmo de las narraciones de Walter Raleigh fue primordial para la consolidación del deseo inglés de convertirse en un imperio.

Especialmente sus textos acerca del Nuevo Mundo despertaron el interés en descubrir y poseer las riquezas americanas.

También se ha dicho que los hombres de Raleigh fueron los que llevaron el tabaco a Inglaterra y él se encargó de convertirlo en una moda entre los aristócratas.

Aunque otros europeos ya habían tomado esa costumbre, la misma fue introducida a los británicos por los colonos que volvieron de Roanoke Island. En ese momento se pensaba que el tabaco tenía buenas propiedades.

A Jacobo I le desagradaba ese hábito, por lo que habló contra el mismo públicamente y durante su gobierno se le pusieron impuestos especiales.

Obras

La opinión del Sr. Raleigh sobre las mociones presentadas a él con el propósito de subyugar la rebelión en Munster(The Opinion of Mr. Rawley, upon motions made to hym for the meanes of subduing the Rebellion in Monster), 1582.

Reporte de la verdad sobre la lucha en la Isla de Azores (Report of the Truth of the Fight about the Isles of the Azores), 1591.

El descubrimiento del gran y bello Imperio de Guyana (The Discoverie of the large and bewtiful Empire of Guiana), 1596.

Un discurso referente a la guerra con España y acerca de la protección de Holanda (A Discourse touching a War with Spain, and of the Protecting of the Netherlands), 1603.

Historia del mundo (The History of the World), 1614.

Apología del viaje a Guyana (Apologie for the Voyage to Guiana), 1618.

Poesías atribuidas

The Advice.

Another of the Same.

Conceit begotten by the Eyes.

Epitaph on Sir Philip Sidney.

Epitaph on the Earl of Leicester.

Even such is Time.

The Excuse.

False Love.

Farewell to the Court.

If Cynthia be a Queen.

The Lie.

Like Hermit Poor.

Lines from Catullus.

Love and Time.

My Body in the Walls captive.

The Nymph’s Reply to the Shepherd.

Of Spenser’s Faery Queen.

On the Snuff of a Candle.

The Ocean’s Love to Cynthia.

A Poem entreating of Sorrow.

A Poem put into my Lady Laiton’s Pocket.

The Pilgrimage.

A Prognistication upon Cards and Dice.

The Shepherd’s Praise of Diana.

Frases

– “Porque el que domina el mar domina el comercio; el que domina el comercio del mundo domina las riquezas del mundo y, en consecuencia, al mundo mismo”.

– “Mejor es no nacer que ser mal criado”.

– “Hablar mucho también es una señal de vanidad, puesto que el que es generoso en palabras es escaso en acciones”.

– “No hay nada exento del riesgo de la mutación”.

– “Las semillas corruptas producen plantas corruptas”.

– “La historia ha triunfado sobre el tiempo y junto  ella solo la eternidad ha triunfado”.