Biografías de personajes históricos

Carmen Romero Rubio: biografía y aportes como primera dama


Carmen Romero Rubio (también conocida como “Carmelita”) fue la Primera Dama de México entre 1884 y 1911. Fue la esposa de Porfirio Díaz, presidente de los Estados Unidos Mexicanos durante 30 años. Ha sido la mayor extensión histórica en el cargo.

Carmelita nació como María Fabiana Sebastiana Carmen Romero Rubio y Castelló en Tula, Tamaulipas, el 20 de enero de 1864. Se casó con Díaz en 1881 y permanecieron casados hasta el día de la muerte del general Porfirio Díaz.

Debido al perfil del general, de hombre duro y de armas, se considera que el aporte refinado de Carmelita y de elevada educación le proporcionaría al presidente un acercamiento hacia los poderes económicos de la época. Además, pudo haber acercado la relación entre la Iglesia católica y el Estado.

Tanto Porfirio como los padres de Carmelita tenían influencias importantes en la iglesia, y la época requería un acercamiento luego de distanciamientos anteriores. Carmen Romero Rubio murió el 25 de junio de 1944 en la Ciudad de México, a los 80 años de edad.

Índice del artículo

Biografía

Carmelita nació en el seno de una familia acaudalada, con un apellido de larga tradición en la aristocracia mexicana. Fue hija de Manuel Romero Rubio y Agustina Castelló, y hermana de Sofía y María Luisa.

Su padre, abogado de profesión, fue mano derecha de Sebastián Lerdo de Tejada, presidente de México entre 1872 y 1876.

Se creía que Manuel Romero Rubio tenía grandes posibilidades de aspirar a la presidencia una vez terminado el mandato de Tejada. Pero en 1876, el general Porfirio Díaz (su futuro yerno) depuso al presidente Lerdo encabezando el plan de Tuxtepec.

Las familias de Romero Rubio y de Lerdo de Tejada se exiliaron a Estados Unidos, donde se criaron Carmelita y sus hermanas. Allí acudió a colegios de reputación, estudió idiomas y artes y comenzó a dominar los modales de la alta sociedad.

El presidente Porfirio Díaz enviudó en 1880, cuando falleció su primera esposa Delfina Ortega, luego de 13 años de matrimonio. Delfina Ortega, además de su esposa, también era su sobrina.

El día de su matrimonio, Puebla, la ciudad de la ceremonia, se encontraba sitiada. Por lo tanto, Porfirio debió enviar a un representante legal en su lugar para que firmara el acta.

Porfirio y Carmelita

Un año después de enviudar, en 1881, Díaz conoció a Carmelita en un evento en la embajada de Estados Unidos. La contrató como maestra de inglés, pero pronto comenzó a atraerle los encantos de la joven.

Existen suposiciones que adjudican la alianza de esta relación a fines estratégicos, para estabilizar el orden y la pacificación de un México procesando la transición hacia la paz luego de un largo proceso de conflicto histórico.

Matrimonio

El 5 de noviembre del mismo 1881, se casaron don Porfirio Díaz (51 años) y Carmelita Romero Rubio (17 años). En ese entonces, el gobierno de México estaba encabezado por Manuel González debido a la imposibilidad de reelección consecutiva de Díaz. En 1884 Porfirio Díaz retornó al poder, lo que convirtió a Carmelita en primera dama de México.

Se cree que Carmelita tenía problemas de fertilidad, por lo que nunca tuvo hijos. Sin embargo, durante su matrimonio cumplió el rol de madre de los tres hijos de Díaz: Amada, Luz y Porfirio eran los hijos que Porfirio Díaz contrajo con su esposa Delfina y con Rafaela Quiñones.

Carmelita tuvo mucha influencia en el comportamiento y los modales de Porfirio Díaz. Se encargaba de educarlo en las costumbres de protocolo y ceremonial, lo asistía con su estilo personal, lo maquillaba y le impartía clases de idiomas.

Además, Carmelita asistía a eventos inaugurales y actos de presencia, formó juntas de socorro en grandes accidentes y conducía obras de beneficencia.

Pacificación con la Iglesia

Tras el proceso reformista liberal de Juárez y Lerdo de Tejada, las relaciones entre la Iglesia católica y el Estado se encontraban en constante tensión. Los conflictos se evidenciaban en el campo político y las leyes de la reforma liberal continuaban en la Carta Magna.

Sin embargo, la boda de Porfirio y Carmelita también componía una estrategia de pacificación entre las dos instituciones.

A partir de este matrimonio comenzó un acercamiento encabezado por el obispo de Yucatán, Eulogio Gillow, un obispo diplomático que hábilmente representaba a la iglesia. Tenía cercanas relaciones con Díaz, además de ser amigo de la familia de Carmelita. Por lo tanto, esta unión provocó el inicio de la conciliación.

Exilio y regreso

Carmen Romero Rubio fue primera dama durante 27 años, entre el 1 de diciembre de 1884 hasta el 25 de mayo de 1911. Cuando Díaz renunció a su cargo, fue desterrado de México y emigró a Francia.

Se instalaron en Francia y durante su estadía viajaron por todo el continente siendo recibidos por los principales líderes políticos de la región. La pareja visitó Madrid, San Sebastian, Zaragoza, Munich y El Cairo, entre otros destinos.

A principios de 1915 Porfirio Díaz comenzó a padecer de un grave cuadro de salud. El 2 de julio de ese año falleció a los 84 años.

Carmela aún poseía propiedades en México, por lo que cuando falleció su marido, continuó viviendo en París de la renta que estas le propiciaban. En 1931 decidió volver a México y se estableció en Ciudad de México.

Fallecimiento

El 25 de junio de 1944, a los 80 años de edad, falleció Carmen Romero Rubio y Castelló en Ciudad de México. Se encuentra sepultada en el Panteón Francés de la Piedad, un prestigioso cementerio.

Aportes como primera dama de México

1- A Carmelita se la recuerda como a la primera dama que, a través de un estratégico matrimonio, logró recomponer en gran medida la paz de México.

2- A través del prestigio social y político de su familia y los contactos con importantes líderes institucionales, logró el contacto entre sectores históricamente en disputa.

3- Influyó en los modales y las costumbres del presidente Díaz, para lograr la reconciliación entre sus seguidores y los poderes económicos y políticos de México.

Referencias

  1. Díaz, P. (2014). Memorias. Barcelona: Linkgua digital.
  2. KRAUZE, E. (1987). Porfirio Díaz, místico de la autoridad. México: Fondo de Cultura Económica.
  3. Tello Díaz, C. (1993). El exilio: un relato de familia. México: Cal y Arena.
  4. VIGIL, J. M. (1981). México a través de los siglos, tomo 10. México: Editorial Cumbre.
  5. ZERÓN MEDINA, F. (1993). Porfirio: El origen, la guerra, la ambición, el poder, el derrumbe y el destierro. México: Editorial Clío.