Historia

Ruido de Sables (Chile): qué fue, antecedentes, consecuencias


¿Qué fue el Ruido de Sables?

El Ruido de Sables (Chile) fue una protesta simbólica realizada por un grupo de militares en 1924. El gesto fue efectuado en el interior del Senado del país, en plena celebración de un pleno ordinario. Se trató de la primera intervención de los militares en la política chilena desde la guerra civil de 1891.

El presidente en esa época era Arturo Alessandri, que se encontró con un país con muchos problemas económicos que afectaban a las capas más desfavorecidas y a los trabajadores. Alessandri, que había prometido mejorar sus condiciones, se encontró con la oposición de un Congreso mayoritariamente conservador.

Por otra parte, los militares tampoco pasaban por un buen momento. La crisis había afectado a los sueldos, sobre todo a los de los soldados rasos. Esto provocó un fuerte malestar entre los uniformados.

La sesión del Congreso en la que los militares realizaron ese Ruido de Sables, se había convocado para aprobar una serie de medidas beneficiosas para la población.

En su lugar, los senadores decidieron votar una subida de las dietas parlamentarias. Esto provocó el enfado de los militares presentes que golpearon el suelo de la sala con sus sables.

Antecedentes

Arturo Alessandri, conocido políticamente como el León de Tarapacá, había llegado a la presidencia del país con un discurso eminentemente social.

Eran famosos sus discursos en los que halagaba a lo que él llamaba “mi querida chusma”, las capas de población menos favorecidas. Gracias a sus propuestas de mejora, logró vencer en las elecciones de 1920.

Situación del país

La situación económica de Chile cuando Alessandri alcanzó la presidencia era bastante precaria. Después de 30 años de Estado oligárquico, el estallido de la Primera Guerra Mundial y los síntomas iniciales de la crisis que desembocaron en la Gran Depresión, golpearon el país de manera muy negativa.

El salitre, su principal fuente de riqueza durante muchas décadas, estaba empezando a decaer debido a la aparición de una versión sintética. Además, los gobernantes de la oligarquía habían gastado buena parte de las reservas financieras en grandes obras sin mucho sentido práctico.

Así, a principios de los años 20 Chile se encontró con su economía bajo mínimos. Los gastos eran enormes, sin que existiera una fuente de riqueza que pudiera cubrirlos.

Esto afectaba especialmente a obreros, campesinos y al resto de las clases más bajas, aunque también comenzó a causar problemas a la clase media.

Para agravar los problemas, la huelga del 14 de febrero de 1921 —celebrada en la salitrera de San Gregorio— acabó con la muerte de 73 personas. Todos acusaron al gobierno de esta masacre, y pronto los movimientos obreros se expandieron por todo el país.

Los militares

No solo los civiles estaban pasando un mal momento en Chile. También los militares sufrían las consecuencias de la crisis económicas, especialmente los oficiales de rango más bajo. Estos habían sido ignorados desde el gobierno de Balmaceda y cobraban sueldos muy bajos.

En cierto modo, su situación los igualaba con las clases medias bajas, que eran una parte de la base de votantes que auparon a Alessandri.

Ruido de Sables

Uno de los principales problemas que el presidente encontraba para cumplir sus promesas era la composición del Congreso. Este estaba dominado por los conservadores, partidarios de la oligarquía y poco dados a beneficiar a las clases populares.

Desde el principio de su legislatura todas las propuestas presidenciales habían sido paralizadas por la mayoría parlamentaria, haciendo crecer la tensión en el país. De esta forma, llegó el año 1924 sin que nada pareciera mejorar.

Sesión del Senado

El descontento se dejó notar durante la 71ª sesión ordinaria del Senado de Chile. Ese día, 3 de septiembre de 1924, los parlamentarios tenían en el orden del día el aumento de sus sueldos, postergando las mejoras a otros grupos sociales.

En la Cámara se encontraba un grupo de militares, todos jóvenes oficiales. En un momento dado comenzaron a protestar porque se iba a aprobar la dieta parlamentaria en lugar de legislar para la mayoría de la población.

El ministro de la Guerra ordenó que abandonaran la sala. Mientras obedecían a su superior, los soldados empezaron a golpear con sus sables contra el suelo de mármol del recinto, con el fin de mostrar su descontento y su apoyo a las propuestas sociales del presidente.

A partir de ese momento, ese ruido de sables pasó a ser sinónimo de posibles movilizaciones militares contra un gobierno.

Consecuencias

Una vez demostrado su descontento, los militares procedieron a crear un Comité para negociar con Alessandri. En la reunión posterior, que tuvo lugar en el Palacio de La Moneda, solicitaron que se llevaran a cabo las mejoras sociales prometidas.

Aprobación de las medidas

La actuación de los militares y su determinación crearon un clima de temor en los parlamentarios. Alessandri aprovechó para convocar otra sesión en la Cámara. Esta, que tuvo lugar entre los días 8 y 9 de septiembre, aprobó varias reformas destinadas a mejorar la situación en el país.

Las leyes aprobadas fueron la jornada laboral de 8 horas, la prohibición del trabajo infantil, una ley de accidentes de trabajo y otra sobre cooperativas. Además, se procedió a legalizar los sindicatos, se reglamentaron los trabajos colectivos y se crearon tribunales de conciliación y arbitraje.

En realidad, se trataba de propuestas ya presentadas anteriormente, pero frenadas por los conservadores.

Dimisión del presidente

A pesar de su triunfo, el comité militar siguió funcionando. La presión a Alessandri era cada vez mayor y este decidió presentar su dimisión. Los militares la aceptaron, poniendo la condición de que saliera del país durante seis meses.

Tras esto se formó una junta de gobierno a cuyo frente se colocó el general Luis Altamirano, y se procedió a disolver el Congreso.

La labor de la junta no consiguió que Chile mejorara, por lo que propusieron a Alessandri que regresara. No obstante, se adelantó un golpe de Estado protagonizado por el coronel de ejército Carlos Ibáñez del Campo el 23 de enero de 1925. Se formó entonces una junta cívico-militar que hizo volver a Alessandri de inmediato.

Constitución de 1925

Lo primero que hizo el nuevo gobierno fue promulgar una nueva Constitución. En esta se estableció un sistema presidencialista, con separación entre la Iglesia y el Estado.

Poco después, ante la inestabilidad en la que el país seguía sumido, Alessandri volvió a dimitir, dejando al frente del gobierno a Luis Barros Borgoño, ya que no quería que lo sustituyera Carlos Ibáñez del Campo, quien era ministro de la Guerra.