Psicología

¿Qué es el efecto Dunning-Kruger? (Ejemplos reales)


El efecto Dunning-Kruger se caracteriza por la incapacidad que tienen algunas personas de ser conscientes de su incompetencia o ineptitud. Es una distorsión cognitiva por la que una persona que en realidad tiene poca habilidad para realizar una actividad, piensa que tiene mucha, incluso más que algunos expertos.

Un ejemplo muy común es el de un compañero de trabajo que se cree muy capaz y uno de los mejores de la empresa/organización, aunque en realidad es uno de los que peores resultados obtiene. También se suele dar entre jóvenes que comienzan a practicar un deporte, aprenden algo y sobreestiman sus capacidades reales, cuando en realidad tienen un nivel bajo de principiante.

Generalmente esta situación provoca malestar en las personas que se dan cuenta de la persona que está pasando por este efecto; sin embargo ella misma no lo percibe y cree con confianza en sus capacidades.

Al contrario, las personas que son competentes tienen una tendencia a subestimar sus habilidades y capacidades. Se produce entonces una contradicción; mientras que los que saben más creen que son poco competentes, los que saben menos creen que son muy competentes.

Esta tendencia opuesta al efecto Dunning-Kruger existe en personas que son conscientes de que aún necesitan aprender mucho y seguir mejorando, aunque ya tengan altos conocimientos y capacidades. Un ejemplo sería el de un médico que es consciente de que aún le queda mucho que aprender.

También se da en profesionales de alto nivel que ya están en lo más alto de una capacidad o habilidad, pero ellos perciben que tienen una baja habilidad. Un ejemplo sería el de un programador que se cree mediocre aunque sea de los mejores de una determinada organización.

Una de las cosas dolorosas de nuestro tiempo es que aquellos que sienten certeza son estúpidos, y aquellos con alguna imaginación y comprensión están llenos de duda e indecisión.-Bertrand Russell.

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¿En qué consiste el efecto Dunning-Kruger?

Este efecto Dunning-Kruger se debe a la incapacidad que tienen algunas personas de reconocer su propia ineptitud. Se trata de un sesgo cognitivo por el que personas que tienen poca habilidad, conocimientos o menos inteligencia, se consideran superiores en habilidad, conocimientos o inteligencia que otros.

Las causas de este efecto no están claras, aunque puede haber varias:

  • Una forma de proteger el ego y la autoestima.
  • Un simple problema de percepción, carencia de objetividad.
  • Haber estado en un ambiente en el que la persona escucha a menudo que tiene habilidades excepcionales, aunque sea lo contrario.

Al contrario, las personas realmente competentes, inteligentes y habilidosas tienden a subestimar sus capacidades. Es decir, creen que las tareas y habilidades que son sencillas para ellos, también lo son para otras personas.

Como dicen sus investigadores, David Dunning y Justin Kruger de la Universidad de Cornell: 

«La mala medición del incompetente se debe a un error sobre sí mismo, mientras que la mala medición del competente se debe a un error acerca de los demás».

Otros comportamientos que predicen estos investigadores son:

  • Los individuos incompetentes tienden a sobreestimar su propia habilidad.
  • Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer la habilidad de otros.
  • Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer su extrema insuficiencia.
  • Si pueden ser entrenados para mejorar sustancialmente su propio nivel de habilidad, estos individuos pueden reconocer y aceptar su falta de habilidades previa.

Ejemplos reales

Se puede observar este efecto en algunas declaraciones de famosos en los medios de comunicación. Por ejemplo, hay un futbolista llamado Mario Balotelli que decía que era el mejor del mundo, mejor que Messi o Cristiano Ronaldo, aunque en realidad no estaba ni entre los 100 mejores, probablemente ni entre los 500 mejores.

También se puede observar en declaraciones de actores:

“Si simplemente fuese inteligente, estaría bien. Pero soy ferozmente inteligente, lo cual la gente encuentra muy amenazante”.-Sharon Stone.

“La gente alrededor del mundo me reconoce como un gran líder espiritual”.-Steven Seagal.

El efecto contrario -percibir en sí mismo poco competencia-, se observa en uno de los grandes genios de la historia. Albert Einstein decía:

“No es que sea muy inteligente, es que estoy con los problemas más tiempo”.

E incluso en comedias. ¿Hay un mayor exponente que Torrente? Para quien no lo conozca, se trata de un detective totalmente incompetente que cree que está en forma y que es de los mejores en su profesión.

Muy poco conocimiento puede ser peligroso

Este efecto parece pronunciarse más cuanto menos conocimiento o habilidad se tiene de algo. Cuanto más estudia o más conocimientos tiene una persona, más consciente es de todo lo que le queda por conocer. De ahí el “solo sé que no sé nada” de Sócrates.

Por otra parte, las personas que saben muy poco o tienen poca habilidad no son conscientes de todo lo que no saben y de ahí que pueda ser peligroso.

Un claro exponente son los políticos. ¿Cómo puede ser que cometan tales errores en público y hagan tan mal las cosas? ¿Por qué gestionan tan mal el dinero público?

En España se han dado casos de políticos que hablan en importantes eventos en spanglish, que dicen que alguien no es pobre porque tiene Twitter o que se inventan palabras en valenciano.

En Latinoamérica también son numerosos los casos de políticos de cualquier país.

¿Se da este efecto solo en los necios?

En realidad el efecto Dunning-Kruger aplica a todo el mundo, no solo a los necios. Es un sesgo cognitivo humano y que aplica a todos.

Es decir, cuando tenemos poca competencia en algo, todos tendemos a creer que tenemos más de la real. Lo que si es cierto es que algunas personas siguen mejorando su nivel de habilidad, mientras que otras paran o actúan en situaciones complicadas, comprometidas o importantes cuando tenían que haber seguido mejorando…

Soluciones

La solución es el pensamiento crítico, usar un proceso de pensamiento lógico y sobre todo, humildad. Además del pensamiento crítico, la autoevaluación es una habilidad que todos deberíamos desarrollar. 

Y como Sócrates decía:

“La única verdadera sabiduría es saber que no sabes nada”.

Guiándose por ese principio, nunca dejarás de aprender.

También te puedes guiar por uno de los principios que propone el libro Mente Zen, Mente de Principiante; tener siempre una mentalidad de principiante, para estar más atento al mundo y siempre dispuesto a aprender.