Inflorescencia: tipos, partes y diferencia con flor
Una inflorescencia es un agrupamiento o un conjunto natural de flores. Estas varían ampliamente en términos de su anatomía y disposición. La caracterización de estos patrones suelen ser de valor taxonómico. Las inflorescencias pueden encontrarse compuestas, momento en que reciben el nombre de sinflorescencia.
La mayoría de las inflorescencias presentan un aspecto compacto, ya que es normal que las regiones de los entrenudos no experimenten un alargamiento significativo durante el desarrollo.
Generalmente estas mejoran el éxito reproductivo de la planta, si las comparamos con una única flor. Muchas flores juntas logran incrementar la visibilidad del sistema hacia los polinizadores potenciales.
La extensa variabilidad en las inflorescencias se debe a la inmensa diversificación que exhiben los elementos individuales que forman las estructuras florales. Ejemplos de inflorescencia son las magnolias, los tulipanes, el trigo, y la camelia, entre otras.
En caso de que ocurra la fecundación de la inflorescencia, dará lugar a una infrutescencia. En esta situación, los frutos están unidos unos con otros, dando la apariencia de un solo fruto. Algunos de ellos son de consumo humano, con alto valor económico, como la fresa, el higo y la piña.
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Partes de una inflorescencia
Los términos botánicos para referirnos a cada una de las partes de una inflorescencia son: raquis, raquillas, pedicelo y pedúnculo.
El eje central de la estructura floral se denomina raquis. En caso de que existan ejes laterales (pueden ser secundarios, terciarios, etc.) se llaman raquillas.
El pedicelo consiste en la ramificación que sirve como sostén a cada flor, en una inflorescencia compuesta. El eje que sostiene a toda la inflorescencia se denomina pedúnculo.
Si las inflorescencias se encuentran agrupadas unas con otras, se habla de una sinflorescencia, y a las ramas que llevan las flores se les denomina paracladios.
Existe un tipo de hoja modificada que nace sobre el raquis de la inflorescencia y se denomina hipsófilo o bráctea. La apariencia de esta estructura varía ampliamente: puede ser colorida, verdosa o bien tener el aspecto de una hoja corriente. La función es principalmente protectora.
Los frutos que derivan de los ovarios de una inflorescencia se denominan infrutescencia. Al igual que las inflorescencias, las infrutescencias se caracterizan por ser un conjunto de pequeños frutos que, generalmente, retienen la estructura y la forma de la estructura floral que los originó.
Tipos
Los botánicos se han encargado de establecer múltiples categorías para la clasificación de las inflorescencias, basándose principalmente en aspectos anatómicos de las flores. Desde el año 1944, en una revisión realizado por Rickett (ver referencias), quedó claro que la terminología relacionada con las inflorescencias es confusa.
Inflorescencias monotelas y politelas
Morfológicamente, una distinción principal entre las inflorescencias es la manera en que termina el eje. Esta clasificación tiene dos categorías o tipos: monotelas y politelas.
En las monotelas el eje termina en una flor, donde la inflorescencia puede ser cerrada o definida. Las politelas son el caso contrario, donde la yema apical se encuentra en estado vegetativo, y la inflorescencia puede ser de tipo abierta o indefinida.
Inflorescencias racimosas y cimosas
Otros autores simplemente las clasifican en dos tipos: racimosas y cimosas, cuando el crecimiento de la inflorescencia es indefinido o definido, respectivamente.
Las racimosas presentan las flores de manera lateral. El eje de la inflorescencia presenta un crecimiento indefinido, y en las regiones laterales ocurre la producción de yemas florales, que abren progresivamente.
En el caso de las cimosas todas las flores son terminales. Si observamos la apariencia de las inflorescencias cimosas nos pueden parecer bastante similares a las racimosas. No obstante, las diferencias tienen su base en el patrón de desarrollo y no en la mera apariencia física.
Inflorescencias simples y compuestas
Otra clasificación se enfoca en el producto de la yema axilar. En caso de que cada una de las yemas axilares origine una sola flor, la inflorescencia es simple. Si la yema axilar origina otra inflorescencia se cataloga como compuesta.
Cada una de estas clasificaciones se ramifica en subclasificaciones internas que escapan del objetivo de este artículo. Si el lector desea profundizar en los diferentes tipos de inflorescencia puede consultar la guía botánica enfocada en flores de Plitt, J. J. (2006).
Diferencia con flor
En las plantas espermatofitas (plantas vasculares que producen semillas) la flor es la encargada de la reproducción sexual.
Cuando pensamos en las flores, generalmente evocamos imágenes de estructuras coloridas y llamativas (cuya función principal es la atracción de los polinizadores), que son las flores típicas que encontramos en las angiospermas.
Sin embargo, las estructuras florales se caracterizan por su extensa variabilidad dentro de los vegetales. Estas pueden nacer solas, o bien en patrones repetitivos sobre la base de la planta.
En el caso de que las flores formen agrupaciones o conjuntos naturales son llamadas inflorescencias. Es decir, las inflorescencias son un tipo de distribución agrupada de las estructuras florales. No deben entenderse como conceptos mutuamente excluyentes o contrastantes.
En algunos casos, la diferencia entre la flor y la inflorescencia no es tan clara. Por ejemplo, en algunos individuos pertenecientes a la familia Potamogetonaceae, las estructuras florales parecieran estar en una transición de una flor a una inflorescencia, dificultando la identificación.
Diferencias con el tallo
Las inflorescencias presentan características muy puntuales que permiten ser diferenciadas del resto de las porciones vegetativas del individuo. Las más importantes son:
– El tallo puede crecer de manera ilimitada durante toda la vida del vegetal. En contraste, el crecimiento de la inflorescencia es limitado, y su vida termina una vez que ha cumplido con la función asociada: la reproducción. Además, las ramificaciones de las inflorescencias crecen en muy poco tiempo.
– En el tallo las yemas se mantienen en un estado inactivo, mientras que en las inflorescencias las yemas generalmente se transforman en ramas. Gracias a esta característica, suelen ser estructuras con apariencias bastante ramificadas.
– Las hojas de ambas estructuras son diferentes. En las inflorescencias encontramos hojas muy heterogéneas, en términos del tamaño, la forma y la coloración. Estas hojas modificadas se denominan brácteas (mencionadas anteriormente), y son hojas que ayudan a proteger a las flores.
Referencias
- Bentley, R. (1873). A Manual of Botany: Including the Structure, Functions, Classification, Properties, and Uses of Plants. J. & A. Churchill.
- Bravo, L. H. E. (2001). Manual de Laboratorio de Morfología Vegetal. Bib. Orton IICA/CATIE.
- Mauseth, J. D., & Mauseth, J. D. (1988). Plant anatomy. California: Benjamin/Cummings Publishing Company.
- Peña, J. R. A. (2011). Manual de histología vegetal. Editorial Paraninfo.
- Plitt, J. J. (2006). La flor y otros órganos derivados. Universidad de Caldas.
- Raven, P. H., Evert, R. F., & Curtis, H. (1981). Biology of plants.
- Rickett, H. W. (1944). The classification of inflorescences. The Botanical Review, 10(3), 187–231.