Historia

¿Qué eran los juglares? Origen, forma de vida y tipos


¿Qué eran los juglares?

Los juglares eran artistas que representaban espectáculos de diversos tipos durante la Edad Media europea. Sus actuaciones iban desde el recitado de poesía a relatar o cantar leyendas e historias, pasando por espectáculos cómicos o de malabares.

Aunque existieron artistas semejantes en culturas más antiguas, su denominación como juglares procede de la época medieval. Casi todos actuaban en las plazas públicas, aunque algunas veces podían ser contratados para realizar sus espectáculos en las fiestas organizadas por la nobleza.

A diferencia de los trovadores, los juglares solían tener un modo de vida nómada, desplazándose de localidad en localidad para ganarse la vida. Además, no eran los autores de las canciones e historias que ofrecían en sus espectáculos, sino que aprovechaban las creaciones de los trovadores.

Su lenguaje era el mismo que hablaba el pueblo llano y no evitaban usar términos vulgares. A pesar de eso, la labor de los juglares fue fundamental para que parte de los cuentos y relatos medievales se conservaran a través del tiempo.

Origen de los juglares

La palabra juglar proviene del latín jocularis, que podría traducirse como bromista o gracioso. Su uso, sin embargo, se extendió a artistas que cultivaban casi todos los géneros: acróbatas, malabaristas, lanzadores de cuchillo, músicos, cuentacuentos, etc.

Cada artista solía dominar más de una disciplina y era frecuente que las combinaran durante sus espectáculos. Un ejemplo quedó recogido en Daurel et Betón, un cantar de gesta del siglo XIII en el que un juglar tocaba el arpa, cantaba y hacía de saltimbanqui.

Aunque se trató de una figura vinculada a la Edad Media, artistas parecidos existieron ya en tiempos anteriores. Así, se pueden encontrar ejemplos en Grecia y Roma, así como en culturas no europeas como la egipcia o la China. En todos estos lugares, su trabajo era entretener al público.

Juglares en la Europa medieval

No existen datos suficientes para saber cuándo exactamente aparecieron los juglares en Europa. Algunos historiadores piensan que su origen se produjo en el siglo VI o VII, mientras que otros autores retrasan este hecho hasta el siglo XI.

Sí se tiene constancia, sin embargo, de la primera aparición de la palabra juglar en español. Esta se produjo en 1116, cuando surgieron los juglares en León.

Evolución

Según los partidarios de una temprana aparición de los juglares, su origen se remonta a los artistas que entretenían a los nobles en sus palacios y al pueblo llano en las plazas. Según autores como Ramón Menéndez Pidal, estos artistas recibieron en sus inicios distintos nombres, de acuerdo al tipo de espectáculo.

Estos primeros juglares heredaron las formas de artes escénicas de la Alta Edad Media. La principal diferencia era que utilizaban los idiomas locales en lugar del latín.

Con el tiempo, se produjo una diferenciación entre los artistas que trabajaban para la nobleza y aquellos que entretenían al pueblo. Por ejemplo, los músicos del primer tipo empezaron a ser llamados ministriles a partir del siglo XIII, mientras que los segundos fueron englobados bajo el término juglar.

Los juglares, por otra parte, abandonaron pronto su faceta como autores y empezaron a usar las creaciones de los trovadores y clérigos.

El auge de las ferias comerciales, mercados al aire libre que se celebraban en determinadas fechas en las ciudades más importantes, ofreció a los juglares un lugar perfecto para actuar. Así, mientras se celebraban estos eventos, los juglares entretenían al público presente.

Forma de vida

Los juglares se trasladaban de pueblo en pueblo para ofrecer sus espectáculos, muchas veces siguieron las ferias comerciales. Si tenían suerte, podían ser contratados por la nobleza del lugar. En esos casos, sus espectáculos tenían como función entretener a los aristócratas durante sus fiestas o banquetes.

En caso contrario, su escenario era la plaza de la localidad. Allí ofrecían espectáculos compuestos por varios tipos de disciplinas artísticas. Así, podían recitar poemas, relatar o cantar relatos épicos, hacer juegos de manos o practicar malabares. Como parte de su actuación, tocaban diversos instrumentos musicales.

Aunque eran apreciados como artistas de entretenimiento, los juglares eran mal vistos en el resto de los aspectos de su vida. De esta forma, se les consideraba casi vagabundos y se les acusaba de embaucar a quien se acercara para robarle.

Tipos de juglares

Dependiendo de su forma de vida y de sus trabajos, los juglares podían dividirse en tres grupos diferentes:

  • Los independientes y libres: llevaban una vida errante y bohemia y se desplazaban de ciudad en ciudad siguiendo las ferias y fiestas.
  • Aquellos que trabajaban solo en la corte y evolucionaron hasta convertirse en los bufones de las representaciones cómicas del Siglo de Oro.
  • Los que trabajaban para trovadores importantes por un sueldo. En este caso, los juglares viajan con sus jefes y realizaban también la función de mensajeros.

Tipos de juglares según su espectáculo

Aunque no fue inmediato, con el tiempo los juglares se especializaron en un tipo de espectáculo. Se encontraban así, los líricos, que recitaban obras de este tipo compuestas por los trovadores, y los épicos, que contaban al público cantares de gesta y otros relatos similares.

Otro de los grupos estaba compuesto por los juglares especializados en imitaciones, que recibían el nombre de remedadores. Los goliardos, por su parte, eran clérigos o estudiantes que se desplazaban de lugar en lugar.

Los zaharrones eran aquellos juglares que se disfrazaban y realizaban gestos grotescos, mientras que los trasechadores se dedicaban a la magia.

Aquellos juglares músicos que conseguían quedarse al servicio de un noble recibían el nombre de ministriles.

Los cazurros se caracterizaban por su forma de recitar, sin reglas y de una manera disparatada.

Por último, también existían mujeres que realizaban este oficio. Las denominadas juglaresas o soldaderas eran nómadas y su especialidad era el canto y el baile.

Diferencia con trovadores

La principal diferencia entre los juglares y los trovadores fue que estos segundos eran los autores de sus composiciones, mientras que los primeros utilizaban obras ajenas, muchas veces escritas por un trovador. Su aportación se limitaba a las improvisaciones que introducían conforme se desarrollaba su actuación.

Además, muchos trovadores no vivían de su obra, sino que procedían de la nobleza y solo pretendían crear arte. Los juglares, en cambio, tenían que ir de ciudad en ciudad ofreciendo sus espectáculos para poder sobrevivir. Cuando eran contratados por los nobles, su salario solía consistir en alimentos.

Sobre el escenario, los juglares solían utilizar una mímica bastante exagerada con el propósito de aumentar su expresividad y llegar mejor al público. Los trovadores, por su parte, acabaron especializándose en un tipo de música concreta. Sus obras, frente a la oralidad de los juglares, fue recogida en papel.