Neuropsicología

Síndrome cerebeloso: qué es, síntomas, tipos, causas y tratamiento


¿Qué es el síndrome cerebeloso?

El síndrome cerebeloso es el conjunto de los trastornos nerviosos cuando hay una lesión en el cerebelo, produciendo una serie de signos y síntomas que interfieren en su actividad: hipotonía, ataxia, alteración del equilibrio y la marcha, temblor intencional, trastornos de los reflejos, nistagmo y disartria.

El cerebelo es una de las partes que conforman el sistema nervioso central. Este órgano es la parte de mayor tamaño del cerebro posterior y se encuentra ubicado en la fosa craneal posterior, por detrás del cuarto ventrículo, el bulbo raquídeo y la protuberancia.

Es el órgano que regula las actividades motoras. Para lograr su cometido, recibe las órdenes e información de otros órganos, como el cerebro, la médula espinal y los receptores sensoriales.

Síntomas

Hipotonía

Es decir, bajo tono muscular. Se caracteriza por la disminuida resistencia a la palpación o manipulación pasiva de los músculos. Normalmente, la hipotonía va acompañada de la disminución de los reflejos osteotendinosos y los de tipo pendular.

Una manera de determinar estos efectos es con la prueba de Stewart Holmes, en la que se le pide al paciente que flexione su brazo y oponga resistencia. Mientras, la persona que realiza la prueba tratará de traerlo hacia él.

El efecto es que, al soltarlo, el paciente se golpeará su cara con su propio brazo. Si no existe lesión en el cerebelo, se detendría el tríceps y, de esta manera, se frenaría la flexión del brazo.

Ataxia

La ataxia es la alteración de la coordinación de los movimientos voluntarios. Este síntoma da lugar a la aparición de los siguientes signos:

Hipermetría: se produce cuando una persona ejecuta un movimiento y no consigue interrumpirlo. Una vez que se ha conseguido el objetivo, a través del movimiento ejecutado, estas personas exageran los movimientos y los continúan.

Asinergia: falta de coordinación entre los músculos relacionados en la realización de un movimiento determinado. 

Discronometría: afectación de los movimientos relacionada con el momento de inicio y finalización de los mismos, así como su duración total.

– Adiadococinesia: incapacidad para controlar determinados movimientos musculares. Este signo es notorio cuando se trata de detener un impulso y sustituirlo por otro.

Alteración del equilibrio y de la marcha

Esta alteración produce inestabilidad en una posición erecta (también conocido como ortostatismo). Por esta razón, los pacientes tienden a separar los pies para ampliar su base de sustentación.

Durante la marcha, presentan frecuentes oscilaciones y estas no varían si se cierran los ojos, como ocurre en los trastornos vestibulares.

La manera de caminar de estos pacientes semeja la de una persona que ha consumido una gran cantidad de alcohol y, de hecho, clínicamente se designa como marcha de ebrio.

Esta marcha se caracteriza por ser titubeante, caminar con los pies separados y desviándose hacia el lado de la lesión.

Temblor intencional

Presentan temblores que se pueden apreciar fácilmente, en la realización de movimientos en los que intervienen la musculatura fina. Es decir, son movimientos imprecisos, por ejemplo: abrocharse los botones, escribir, etc.

Trastornos de los reflejos

Presentan reflejos durante un mayor tiempo. En el caso de reflejo osteotendinoso, se produce un movimiento pendular de la rodilla tras haber percutido en el tendón rotuliano.

Nistagmo

Trastorno del movimiento ocular, similar a una ataxia de estos músculos. Este síntoma es una oscilación rítmica de los ojos que se demuestra más fácilmente al desviar los ojos en dirección horizontal.

Puede ocurrir que la oscilación tenga la misma velocidad en ambas direcciones (nistagmo peduncular), o bien, que sea más rápida en una dirección que en otra (nistagmo en sacudida).

Disartria

La disastria es producida por la ataxia en los músculos de la laringe. La articulación de las palabras se produce en sacudidas y las sílabas se emiten, normalmente, separadas entre sí.

Otras afectaciones relacionadas

No están relacionadas directamente con el cerebelo, pero sí por alojarse en estructuras cercanas a este. Son las siguientes:

– Cefaleas debido a la compresión de las meninges.

– Náuseas y vómitos, ya que el centro del vómito está alojado en la formación reticular del bulbo raquídeo.

– Trastornos de la visión y diplopía (visión doble) causados por la compresión del VI par craneal.

Tipos de síndrome cerebeloso

Existen dos tipos de síndrome cerebeloso, divididos según la zona a la que afectan.

Síndrome cerebeloso de vermis

La causa más frecuente es la existencia de un meduloblastoma del vermis en niños. Este tipo de tumor maligno provoca la incoordinación muscular de la cabeza y del tronco, no de las extremidades.

Además, produce la caída de la cabeza hacia adelante o hacia atrás, así como la incapacidad para mantenerla quieta y en posición erecta. La imposibilidad de mantenerse en posición firme también afecta al tronco.

Síndrome cerebeloso hemisférico

Suele estar provocado por la existencia de un tumor o una isquemia (detención o disminución de la circulación de la sangre) en un hemisferio del cerebelo.

Normalmente, los síntomas se producen de manera unilateral y afectan de manera ipsilateral al hemisferio cerebeloso afectado.

Es decir, afectan al mismo lado del cuerpo del hemisferio enfermo. En este caso, se ven afectados los movimientos de las extremidades. Son comunes y fácilmente observables la hipermetría (movimientos excesivos y desmesurados) y la descomposición de los movimientos.

Causas

Existen múltiples causas por las que una persona puede presentar un síndrome cerebeloso. Entre ellas, encontramos las siguientes:

 Relacionadas con el sistema vascular

– Insuficiencia vertebrobasilar: serie de condiciones que interrumpen el suministro de sangre a la parte posterior del cerebro.

– Infartos.

– Hemorragias.

– Trombosis.

De tipo tumoral

– Meduloblastoma: causa más común de la aparición del síndrome cerebeloso del vermis en niños.

– Astrocitoma quístico: enfermedad que también suele afectar durante la etapa infantil y en la que se forman tumores en el cerebelo, pueden ser de tipo benigno y maligno. Esta causa está directamente relacionada con el síndrome cerebeloso hemisférico.

– Hemangioblastoma: tumores benignos originados a través de los capilares vasculares y alojados, normalmente, en el cerebelo. En hasta un 20% de los casos están relacionados con la enfermedad de Von Hipple-Lindau.

– Neurinoma del acústico: tumor que se aloja en el conducto auditivo interno. Si no es detectado a tiempo, puede extenderse hasta el ángulo ponto-cerebeloso e incluso comprimir el tronco cerebral. Generalmente, ocasiona la pérdida de la audición.

– Metástasis.

– Síndrome paraneoplásico: ocurre cuando una persona sufre un cáncer (por ejemplo, de pulmón) y por el torrente sanguíneo porta células que pueden afectar a otros órganos, a pesar de que no exista metástasis.

De tipo traumático

– Contusión: daño causado al comprimir o golpear una parte del cerebelo.

– Laceración: herida que se presenta en la piel y que afecta al tejido que hay bajo esta.

– Hematoma: mancha en la piel, normalmente de color morado, causado por la acumulación de sangre provocada tras recibir un golpe o sufrir un impacto.

De tipo tóxico

– Alcohol.

– Drogas.

– Hidantoinatos: fármaco anticonvulsionante. Usado en el tratamiento de la epilepsia y otros trastornos relacionados.

Infecciosas

– Cerebelitis virósicas: inflamación del cerebelo producido por un virus.

– Cerebelitis supuradas: inflamación del cerebelo causada por la supuración del mismo o de algún órgano o estructura cercano al mismo.

– Absceso: acumulación de pus en el interior del cerebelo o fuera de este.

– Tuberculomas: manifestación de la tuberculosis que se puede presentar en el cerebelo.

Enfermedades de tipo degenerativo

– Ataxia de Friedich: trastorno genético de tipo autosómico recesivo que provoca el desgaste de algunas zonas del cerebro y de la médula espinal. Quedan afectadas las actividades relacionadas con la locomoción.

– Enfermedad de Pierre-Marie: enfermedad neurológica heredodegenerativa que se caracteriza por la ataxia y el síndrome cerebeloso.

– Esclerosis múltiple: enfermedad crónica del sistema nervioso central.

Malformaciones

– Enfermedad de Arnold Chiari: malformación que afecta al cerebelo, siendo un tamaño superior al normal y, por lo tanto, ocupando espacio de la médula espinal.

– Síndrome de Dandy Walker: asociación de anomalías cerebrales congénitas que pueden formar parte de diversos cuadros y que no constituyen uno como tal.

– Malformaciones vasculares: anomalías presentes desde el nacimiento y que nunca desaparecen. De hecho, pueden aumentar su tamaño.

Diagnóstico

La detección del síndrome cerebeloso se puede realizar a través de pruebas sencillas, que pueden informar al especialista sobre la dificultad del paciente para ejecutar determinados movimientos.

Es importante, también, que se tenga en cuenta la historia clínica del paciente y algunos análisis, como los de sangre. Se pueden realizar las siguientes pruebas:

Prueba de dedo a nariz

Se le pide a la persona que toque su nariz con su dedo. A través de esta prueba se puede hallar si los movimientos son temblorosos y/o si existiera disinergia (trastorno de la coordinación muscular).

Prueba de talón a rodilla

El paciente se acostará boca arriba y, posteriormente, tendrá que deslizar el talón de uno de sus pies sobre la pierna contraria, comenzando desde la rodilla. Si el talón oscilase, indica la presencia del síndrome cerebeloso.

Movimientos alternos rápidos

En esta prueba se le pide que realice los siguientes movimientos: golpearse el muslo, elevar la mano y girarla, después volver a golpearse el muslo. Si no es capaz de realizarlo, es probable que padezca adiadococinesia.

Prueba de Romberg

Mirando a quien administre la prueba, la persona debe estar quieta, con los pies juntos y tocando sus talones. Después, deberá levantar los brazos con las palmas de las manos mirando arriba y cerrar los ojos.

Si durante la ejecución de los movimientos, oscila y/o se mueve, se tratará del síndrome cerebeloso.

Marcha

Se observará si durante la marcha, el paciente oscila y/o se tambalea. Además, si camina abriendo las piernas para obtener una mayor base.

Además de estas técnicas, han de realizarse algunas pruebas de radiología, como la resonancia magnética funcional o tomografía axial computarizada, para comprobar si existe algún tipo de afectación orgánica.

Tratamiento

En el caso de este síndrome, el tratamiento más extendido y que probablemente arroja mejores resultados es la fisioterapia. Para llevar a cabo esta dinámica ha de realizarse en primer lugar una evaluación y ver qué aspectos hay que trabajar en mayor medida.

De esta manera, podrá realizar un plan de trabajo adaptado a las necesidades del paciente. Normalmente, la fisioterapia va orientada a mejorar la coordinación de los movimientos, reinsertar los automatismos funcionales, así como reeducar el equilibrio y la marcha.

La necesidad de otro tratamiento y/o prescripción médica será determinada por el profesional sanitario y, probablemente, esté determinada por la etiología del síndrome cerebeloso en función del paciente, así como sus necesidades y las manifestaciones de la enfermedad.

Referencias

  1. Síndrome Cerebeloso. Jesús A. Custodio Marroquín.
  2. Síndrome Cerebeloso. Portal web Viviendo Bien.
  3. Ataxia de Friedich. Medline Plus.
  4. Anomalía de Arnold Chiari. Kids Health.