Animales

Corales: características, hábitat, reproducción, alimentación


Los corales son un grupo de organismos poco evolucionados que pertenecen al filo cnidarios. Aunque en apariencia  son similares a simples rocas, los corales están ubicados dentro del reino animal debido a sus características anatómicas y funcionales.

El grupo de los corales está conformado por organismos bastante sencillos y primitivos que, de manera general, están conformados por un pólipo, que puede encontrarse en solitario en el sustrato o bien agrupado con otros, formando colonias. La configuración más común es esta última.

La clase Anthozoa a la que pertenecen los corales se encuentra dividida en dos subclases: Octocorallia y Hexacorallia. La diferencia básica entre ambas es la cantidad de tentáculos que tiene cada una.

Así mismo, los corales forman parte importante de los ecosistemas marinos en los que se desarrollan, ya que contribuyen significativamente al mantenimiento de su equilibrio. Igualmente pueden establecer asociaciones simbióticas con otros seres vivos, como es el caso de las establecidas con las algas zooxantelas.

Índice del artículo

Taxonomía

– Dominio: Eukarya.

– Reino: Animalia.

– Filo: Cnidaria.

– Clase: Anthozoa.

– Subclase: Octocorallia.

– Subclase: Hexacorallia.

Características

Son eucariotas pluricelulares

Los individuos del grupo de los corales están conformados por células eucariotas, es decir, su material genético se encuentra localizado en el interior de una estructura celular denominada núcleo celular.

Así mismo, las células que conforman a los corales no son de un único tipo, sino que se encuentran especializadas en diferentes funciones. Debido a esto se afirma entonces que los corales son organismos pluricelulares.

Son animales diblásticos

Durante el desarrollo embrionario de los corales, aparecen solo dos capas embrionarias: ectodermo y endodermo. Estas capas son de vital importancia, ya que a partir de ellas se desarrollan los diferentes tejidos y órganos que conforman al animal adulto.

Son sésiles

Los corales, de manera general, tienen un estilo de vida sésil. Esto quiere decir que se mantienen fijos en el sustrato. Sin embargo, pueden desplazarse muy lentamente mediante el roce de su parte basal. Ese movimiento es extremadamente lento, por lo que en tiempo real no es apreciable.

Son heterótrofos

Los corales son organismos que no tienen la capacidad de sintetizar sus propios nutrientes. Debido a esto deben alimentarse de otros seres vivos, como peces pequeños, o de las sustancias elaboradas por ellos, como es el caso de los corales que se asocian a las zooxantelas y se alimentan de los productos de la digestión del alga.

Algunos son de vida solitaria, otros forman colonias

Algunas especies de corales tienden a agruparse formando colonias, que se encuentran formadas por numerosos pólipos. Por el contrario, hay corales que se encuentran de manera individual sobre el sustrato.

Vida media

La vida media de los corales es bastante diversa. Hay corales que viven sólo tres meses, en tanto que hay otros que pueden llegar a vivir hasta 30 años. Así mismo, el papel que desempeña un coral en el ecosistema tiene gran influencia en su tiempo de vida. Los corales que forman parte de extensas barreras de coral tienden a vivir más tiempo que otros que no lo hacen.

Presentan variedad de colores

Algunos corales presentan diferentes colores como naranja, amarillo o marrón. Esto se debe a la asociación que establecen con las zooxantelas. En el caso de los corales que no se asocian con estas algas, no presentan ningún color, sino que son transparentes.

Morfología

Los corales pertenecen al grupo de animales más simples y primitivos que hay, los cnidarios. Estos no poseen columna vertebral, ni órganos sensoriales como ojos u oídos.

Así mismo, algunos corales se encuentran recubiertos por una corteza dura y resistente, conformada principalmente por carbonato de calcio. De igual forma, hay otros corales que no cuentan con esa cubierta y se conocen como corales blandos.

Desde el punto de vista anatómico, los corales se dividen en tres áreas o zonas: oral, columnar y basal.

Zona oral

Se encuentra ubicada en el llamado disco oral. En esta parte se localizan la boca y la faringe. Así mismo, en la faringe se puede apreciar un surco que se conoce con el nombre de sigonoglifo, el cual se encuentra cubierto de células con prolongaciones similares a cilios que tienen como función mantener el agua en constante movimiento.

La boca se encuentra rodeada de los tentáculos. En el caso de los octocorales, estos son de forma pinada, y además son huecos. Los tentáculos se encuentran rodeados de pequeñas ramas que se denominan pínulas.

Por otra parte, los corales pertenecientes a la subclase hexocorallia presentan tentáculos que se encuentran en números múltiplos de seis. Así mismo, sus tentáculos no son pinnados y presentan en la base un engrosamiento denominado acrorrago, el cual está conformado por cnidocitos.

Es de hacer notar que los cnidocitos son células que sintetizan y secretan una sustancia urticante y tóxica que sirve para la captura de sus presas y también para la defensa.

Zona columnar

Es el cuerpo del animal propiamente dicho. Está ocupada casi en su totalidad por la cavidad gastrovascular. Esta se encuentra dividida en ocho cavidades o cámaras por ocho tabiques que se conocen con el nombre de sarcoseptos. Esos tabiques son completos porque se extienden desde la pared del animal hasta la faringe. Los tabiques completos se denominan macroseptos.

Por debajo de la faringe los septos son incompletos. Estos se conocen como microseptos. Es importante destacar que dependiendo del tipo de sarcosepto, estos tendrán una configuración diferente en lo referente a sus bordes libres.

En el caso de los macroseptos, no tienen bordes libres, excepto cuando se encuentran por debajo de la faringe. Por otra parte, los microseptos presentan un borde libre.

Esos bordes libres son de gran importancia para el animal, ya que es allí donde se encuentra el tejido que conforma a las gónadas, por lo que se encarga de producir los gametos (células sexuales). Así mismo, algunos tienen la capacidad de secretar ciertas enzimas digestivas que juegan un papel importante en la digestión de las partículas alimenticias.

Zona basal

Es el área opuesta a la zona oral. A través de la zona basal, el animal se mantiene fijo al sustrato. También puede mantenerse fijo a otros individuos en las especies que se organizan formando colonias.

Sistema digestivo

Es de los más primitivos de todo el reino animal. Presenta una única abertura que tiene doble función: boca y ano. A través de ella entran los nutrientes al animal. De igual forma presenta un espacio, conocido con el nombre de cavidad gastrovascular que ocupa casi la totalidad del cuerpo del animal, en la que se realiza el proceso digestivo.

Sistema reproductor

También es bastante simple. Las gónadas se encuentran en los bordes libres de los mesenterios de la cavidad gastrovascular. Allí se producen los gametos, los cuales son liberados por el animal para que ocurra la fecundación.

Es importante mencionar que en los corales es posible encontrar especies hermafroditas, con gónadas tanto masculinas como femeninas. Por otra parte, también hay especies en las que los sexos se encuentran separados.

Hábitat y distribución

Los corales se encuentran ampliamente distribuidos por toda la geografía mundial. Son más abundantes en las zonas tropicales y subtropicales, específicamente en la zona del Indo Pacífico y al oeste del océano Atlántico. Son mundialmente famosas la Gran Barrera de Coral en la costa australiana y las barreras de coral en la costa mexicana.

En lo referente a las condiciones que requieren los corales para poder desarrollarse, estas van a depender de si el coral se encuentra unido a un alga (zooxantela) en una asociación simbiótica o no.

Los corales que se encuentran unidos a este tipo de algas, deben vivir a poca profundidad, ya que el alga requiere de la luz solar para poder llevar a cabo el proceso de fotosíntesis. Por el contrario, los corales que no se encuentran ligados a ningún alga, no tienen ningún inconveniente en desarrollarse a grandes profundidades, hasta los seis mil metros.

Es importante destacar que en las diversas investigaciones que se han desarrollado en los últimos tiempos, se ha demostrado que los corales han ido conquistando cada vez más ambientes. Incluso se han reportado especies que se han desarrollado en aguas de ecosistemas polares, lo que indica que son resistentes a las bajas temperaturas.

Alimentación

Los corales son animales carnívoros, lo que quiere decir que se alimentan de otros animales pequeños, así como también de zoopláncton.

El mecanismo a través del cual se alimentan es el siguiente: mediante los tentáculos son capaces de capturar pequeños peces. A estos le inyectan una dosis de la  toxina que producen, ocasionándoles la muerte. Posteriormente ingieren al animal a través de la boca.

El alimento pasa a la cavidad gastrovascular y allí es sometido a la acción de las diversas enzimas digestivas que son secretadas por el tejido de los mesenterios. Una vez los nutrientes son procesados y absorbidos, los desechos son liberados a través de la misma abertura oral por la que ingresó el alimento.

Los corales que se encuentra unidos a las zooxantelas reciben nutrientes producto del proceso fotosintético de estas. Se alimentan también de peces y de zoopláncton, pero la mayor carga energética la reciben de las algas.

Reproducción

En los corales se pueden observar los dos tipos de reproducción: asexual y sexual.

Reproducción asexual

En este tipo de reproducción no hay fusión de gametos, por lo que los descendientes son exactamente iguales al progenitor. En los corales, la reproducción asexual se puede dar a través de varios procesos: gemación, división (longitudinal o transversal) y escisión del disco basal.

Gemación

Este proceso es bastante común en los corales. Lo que ocurre aquí es que sobre el coral comienza a desarrollarse una excrecencia o yema, a partir de la cual crece un individuo totalmente nuevo. Una vez que este se encuentra lo suficientemente maduro, se separa de su organismo progenitor y puede vivir de manera independiente a este.

División

Este tipo de reproducción asexual contempla la división de un coral en dos mitades. A partir de cada una surge un individuo distinto.

Este proceso, que, dependiendo del plano en el que se realice la división, puede ser longitudinal o transversal, es muy común tanto en corales blandos como en aquellos que tienen exoesqueleto.

En el caso de la división longitudinal, lo que sucede es que el pólipo del coral se divide por el plano longitudinal, desde la zona oral hasta la zona basal. A partir de cada segmento se genera un nuevo coral.

Por otra parte, en la división transversal, la división del coral ocurre en el plano transversal. Como resultado de esto, queda una parte que contiene el área basal, y otra que contiene el área oral con los tentáculos. En este sentido, después de la separación, cada parte debe regenerar lo que le hace falta para proseguir con su desarrollo.

Este tipo de reproducción asexual es posible gracias a que los cnidarios, entre los cuales se cuentan los corales, poseen una amplia cantidad de células totipotentes. La característica principal de este tipo de células es que tienen la capacidad de transformarse y diferenciarse en cualquier tipo de célula para formar diversos tejidos.

Escisión del disco basal

En este tipo de reproducción lo que ocurre es que a partir de un fragmento del disco basal se puede regenerar un individuo completo y totalmente independiente. La pérdida del fragmento del disco basal puede ocurrir por algún traumatismo de causa externa o por causa natural en el lento proceso de desplazamiento del coral por el sustrato irregular.

Reproducción sexual

En este tipo de reproducción ocurre la fusión de un gameto sexual masculino y uno femenino.

Lo primero que ocurre es la producción de gametos a nivel de las gónadas de cada individuo, hermafrodita o no. Posteriormente, los gametos son liberados a través de la boca hacia la corriente marina. Una vez allí se encuentran y ocurre la fecundación que, como se aprecia, es de tipo externa.

Como producto de la fecundación se forma una larva conocida como plánula. Este nombre se debe a que es aplanada. Además presenta ciertos cilios, lo cual le permite desplazarse libremente por el entorno. El tiempo de vida libre de estas larvas es de aproximadamente unos 7 días.

Pasado ese período de tiempo, la larva se fija a algún sustrato adecuado y allí comienza a desarrollarse el pólipo que dará origen, ya sea al coral solitario o eventualmente a la colonia de corales.

Es importante destacar que este no es el único mecanismo de reproducción sexual en los corales, ya que hay especies en las que la fecundación ocurre en el interior de la cavidad gastrovascular. Allí mismo se forman las larvas y estas se liberan para fijarse en un sustrato cercano al coral originario y así incrementar el tamaño de la colonia.

Referencias

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