Lengua y literatura

Comentario crítico: concepto, características, estructura, ejemplos


¿Qué es un comentario crítico?

El comentario crítico es una exposición oral o escrita en torno a un tema determinado, en la que el expositor expresa su opinión sobre el mismo de forma razonada, con argumentos claros y pertinentes.

El comentario crítico está presente en nuestra vida diaria, en artículos de prensa o revistas, en los noticieros de la televisión, en los centros académicos y hasta en nuestra charla diaria, como cuando razonamos por qué estamos de acuerdo con algo, o por qué perdió el juego nuestro equipo favorito.

Esta multiplicidad hace que no exista una estructura fija sobre cómo se elabora un comentario crítico, aunque en el aspecto académico existan componentes comunes, presentes en cualquier exposición de esta clase.

Características del comentario crítico

El comentario crítico es una opinión y no una reinterpretación

El comentario crítico no intenta explicar o reinterpretar un texto o discurso, sino juzgarlo, expresar una opinión sobre el mismo.

Tiene una parte objetiva y otra subjetiva

Un comentario crítico tiene una visión objetiva, la que presenta la idea o tesis que se va a comentar y los argumentos razonados; y otra subjetiva, cuando se expone la opinión personal del comentador.

Es por ello que en un comentario crítico pueden alternarse la primera y la tercera persona, la opinión y la argumentación.

Es un comentario razonado y racional

Argumentos irracionales como “no me gusta” o “me parece malo” no tienen cabida en el comentario crítico. Se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con el texto o discurso, y los motivos deben exponerse racionalmente.

Comprensión de la idea del autor y resumen

Hay que entender claramente la idea o la tesis del autor y exponerla lo más resumidamente posible, antes de presentar la opinión y los razonamientos.

Actitud respetuosa hacia el texto comentado

Un buen comentario crítico, aunque esté en desacuerdo con el texto comentado, puede cuestionarlo sin necesidad de ofender o descalificar al autor o a sus ideas.

Exposición clara

El comentario crítico debe hacerse con un lenguaje claro y preciso en todas sus partes: la introducción, la opinión, los argumentos y la conclusión.

Estructura de un comentario crítico

Un comentario crítico puede tener diversas estructuras, sin embargo, en casi todos están presentes las siguientes partes:

Introducción

En la introducción se da la perspectiva general de un problema, de un autor o una situación, y se describe brevemente la tesis o el tema que se va a comentar, proporcionando al lector un mínimo de información (si se trata de un libro o artículo, el nombre del autor, el título del texto y el año de publicación).

Opinión o planteamiento

El autor del comentario crítico expone su punto de vista sobre el tema tratado. La postura crítica no implica necesariamente el rechazo de la opinión del texto, puede ser favorable con algunos puntos de desacuerdo, o completamente favorable.

La opinión suele plantearse en primera persona, y hay quienes prefieren utilizar la primera persona del plural. Sin embargo, también es posible plantear una postura de modo impersonal.

Argumentación

Ya sea a favor o en contra, se deben argumentar los motivos por los que se asume determinada posición respecto al texto o discurso. Los argumentos deben ser razonables, pertinentes y expuestos con un lenguaje claro.

Conclusión

Se retoma la tesis comentada y la opinión o perspectiva propuesta. En esta parte se puede hablar de las consecuencias, proponer una evaluación o hacer recomendaciones.

Cómo se hace un comentario crítico paso a paso

A continuación explicamos cómo hacer un comentario crítico utilizando como ejemplo un clásico de la literatura, Frankenstein, de Mary Shelley.

1. Introducción (datos, contexto histórico y breve resumen)

En 1816 la compañera del poeta inglés Percy B. Shelley, Mary Shelley, participó en un reto propuesto por otro poeta, Lord Byron, mientras pasaban una temporada en la villa Diodati (propiedad de Byron), en Ginebra: el de componer una historia de terror.

Resultado de este desafío fue su novela Frankenstein o el moderno Prometeo, publicada en 1818, donde narra la historia de un científico que, yendo contra todas las normas éticas y morales de su sociedad, construye un ser vivo con restos de cadáveres, creando un monstruo que se saldrá de control.

2. Opinión

Aunque para algunos autores se trata de una novela de terror “gótica”, coincido con aquellos que la consideran la primera novela moderna de ciencia ficción.

3. Argumentación

Como cualquier autor contemporáneo de ciencia ficción, Mary Shelley se inspiró en los conocimientos científicos de su época para proyectar una historia fantástica. Por entonces la electricidad era un fenómeno misterioso, y su uso para “revivir” cadáveres momentáneamente causaba escándalo e inquietud en Europa.

Como todo buen autor de ciencia ficción, Shelley utiliza un tema fantástico para exponer problemas de su actualidad: los límites de la revolución científica, qué hacer cuando la ética y la ciencia chocan.

Las numerosas versiones, reediciones, series y películas sobre el personaje y la novela demuestran que la autora tocó un tema sensible y que sigue interesando a los seres humanos: el poder de crear vida.

4. Conclusión

Sin duda Frankenstein puede considerarse como la primera novela de ciencia ficción, y quizás la primera que expone cómo la ciencia, el conocimiento científico, puede ser una posible amenaza para los seres humanos.

Los recientes avances en biología, y especialmente en la genética, han revivido el dilema del doctor Frankenstein sobre hasta dónde podemos llegar, y si es lícito usar todo lo que sabemos.

Sin duda, sigue siendo recomendable la lectura de Frankenstein, y quizás descubramos quién es verdaderamente el monstruo.

Ejemplos de comentarios críticos

Comentario crítico de un documental, Seaspiracy

Sin duda, la contaminación de los océanos y mares, así como la reducción de las poblaciones de peces, es uno de los problemas ambientales más serios que enfrenta el planeta.

Este es el tema del documental del joven cineasta Ali Tabrizi, Seaspiracy: la pesca insostenible (2021), donde plantea como principal problema para los ecosistemas marinos la sobreexplotación de la pesca.

Y propone como solución radical dejar de comer pescados y otros productos marinos.

¿Es esto completamente cierto? Probablemente no, y quizás la solución propuesta tampoco sea la correcta. Los críticos del documental afirman que la contaminación proveniente de los continentes y el calentamiento global siguen siendo los principales problemas que enfrentan los océanos, sin desestimar los daños que está produciendo la industria pesquera. Argumentan que Tabrizi se enfocó más en atacar organizaciones ambientalistas, sin poner en la mira las grandes corporaciones productoras de plástico.

En nuestra opinión, ambos tienen razón: la contaminación y el calentamiento son tan graves como la sobreexplotación, y el aporte de Seaspiracy ha sido recordarnos que es urgente cambiar el modo en que tratamos a la fauna marina, si queremos que nuestros descendientes sigan comiendo pescado y que los peces marinos puedan recuperarse.

Comentario crítico de un capítulo de un libro, “El mayor fraude de la historia”

En su libro De animales a dioses (2011), Yuval Noah Harari plantea el surgimiento de la agricultura hace unos 10.000 años, no solo como una revolución tecnológica y cultural, sino como el “mayor fraude de la historia”, al propiciar el surgimiento de enfermedades, esclavitud y mucha infelicidad. El autor sugiere que nuestra vida como cazadores recolectores era mucho más plena.

Es posible que el autor esté en lo cierto. Si se ha estado en contacto con las pocas culturas seminómadas que aún persisten, cazadores recolectores que practican una agricultura de tala y quema, itinerante, se puede constatar que llevan una vida con una dieta más variada y balanceada (incluso en ecosistemas relativamente pobres), que disponen de mucho tiempo libre, en contraste con los que viven en sociedades organizadas, y que posiblemente lleven una vida más feliz.

Ciertamente, como también reconoce el autor, la agricultura permitió que las poblaciones crecieran y surgieran las ciudades y los estados, y hoy en día no podríamos renunciar a ella ni a todos sus beneficios. Pero quizás también por eso muchos seres humanos sigan sintiendo nostalgia por una vida más natural.