Historia

¿Qué es la protohistoria?


Protohistoria es un término creado por el arqueólogo francés Jean Guilaine para designar un periodo intermedio entre la prehistoria y la historia. Aunque sus límites temporales son muy imprecisos, se considera que fue un periodo en el que ya se utilizaban los metales, pero no la escritura.

Este periodo presenta importantes variaciones temporales dependiendo de la zona del planeta. Así, los pueblos que habitaban Mesopotamia, China, Egipto o la India alcanzaron este punto mucho antes que en Europa o en otras partes del mundo.

La protohistoria ha sido definida de manera diferente por los historiadores. En general, no obstante, este periodo se corresponde a la Edad de los Metales. Según la corriente historiográfica, puede corresponderse a las tres divisiones clásicas de esa etapa (Edad del Cobre, Edad del Bronce y Edad del Hierro) o solo a alguna de ellas.

La no existencia de escritura entre las culturas de la protohistoria hace que los únicos datos que se tienen sobre ellas provengan de los restos arqueológicos encontrados. Estos se completan con los escritos de los pueblos más avanzados o de los antiguos griegos y romanos.

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Concepto de protohistoria

El término protohistoria proviene de la palabra griega “proto” (primero) y de la latina historia. Este concepto fue creado por Jean Guilaine, un arqueólogo francés especializado en el estudio de la Prehistoria tardía y de la propia Protohistoria.

La protohistoria cubre un periodo no muy bien definido. En general, se considera que fue la etapa situada entre el final de la Prehistoria y el inicio de la historia antigua.

Los pueblos que vivieron durante la protohistoria no dominaban todavía la escritura, por lo que solo se conocen por los restos arqueológicos o por los escritos de aquellos pueblos que, aunque contemporáneos, ya habían comenzado a escribir. De esta forma, las civilizaciones de Oriente Próximo se encontraban mucho más avanzadas que las europeas.

Las diferencias regionales son uno de los factores que dificultan establecer los límites temporales de la protohistoria. En Europa, por ejemplo, se considera que abarcó desde finales del tercer milenio hasta finales del primero.

Límites temporales

Los límites temporales de la protohistoria son bastante difusos. Dependiendo de las corrientes historiográficas se pueden encontrar diferentes interpretaciones.

De acuerdo a la definición más clásica, la protohistoria engloba el estudio de los grupos humanos que no habían desarrollado la escritura y que se conocen gracias a las fuentes escritas provenientes de civilizaciones contemporáneas que sí escribían.

Un ejemplo de lo anterior son las descripciones sobre los íberos que dejaron los escritores griegos y romanos. Según esta definición, la protohistoria solo se correspondería con la Segunda Edad del Hierro.

Por otra parte, la escuela francesa considera que las civilizaciones europeas protohistóricas serían la que se desarrollaron en una época durante la que en Oriente Próximo ya utilizaban la escritura. De esta forma, se trataría de un periodo enmarcado en la prehistoria más reciente, desde el Calcolítico a la Edad del Hierro.

Por último, existe una definición más moderna que amplía el periodo considerablemente. Según esta corriente historiográfico, las sociedades protohistóricas eran las que estaban evolucionando hacia una cultura escrita, además de estar en proceso de formación de un estado.

Esto, en Europa, se corresponde con la Edad de los Metales, mientras que el periodo en otras partes del mundo puede ser diferente.

La Edad de los Metales

Un aspecto en el que coinciden todas las corrientes historiográficas es la correspondencia de la protohistoria con la Edad de los Metales, ya sea completamente o en parte.

La Edad de los Metales se caracteriza principalmente por la aparición de la metalurgia, industria que fue evolucionado durante este periodo. Esto permitió una gran mejora de las herramientas, tanto bélicas como agrícolas.

Este periodo se divide en tres etapas diferentes, marcadas por el uso de materiales diferentes y por la aparición de técnicas más productivas.

El primero de estos periodos fue la Edad de Cobre o Calcolítico. El metal que le da nombre fue el primero que usaron los humanos. Se trabajaba mediante el moldeado, con la técnica del martillado o el batido en frío. Sin embargo, todavía no se sabía como fundir los metales.

El siguiente periodo fue la Edad de Bronce, cuando los hombres aprendieron a elaborar aleaciones. En concreto, los seres humanos descubrieron que mezclando el cobre con el estaño podían obtener bronce, una aleación que presentaba múltiples ventajas sobre el cobre.

Por último, la Edad de los Metales se cerró con la Edad del Hierro. Aparte de generalizarse el uso del metal que le da nombre, mucho más duro que los anteriores, fue en este periodo cuando se empezó a utilizar la escritura de manera más extendida.

Características de la protohistoria

Atendiendo a las definiciones de la protohistoria que cada escuela historiográfica ha aportado, las características de este periodo son las misma que las de la Edad de los Metales antes comentadas.

Fue un periodo, igualmente, en el que se levantaron monumentos megalíticos y la producción cerámica experimentó un importante desarrollo.

Además de la evolución de la metalurgia y los consiguientes inventos y herramientas que mejoraron la agricultura y permitieron la aparición de otros oficios, se pueden apuntar un aspecto importante que se produjo durante la protohistoria.

Evolución hacia la aparición del Estado

Las mejoras tecnológicas fueron la base del desarrollo paulatino de una nueva realidad social. Así, las prácticas agrícolas se modernizaron, lo que permitió que muchos antiguos campesinos se dedicaran a oficios como la artesanía o el comercio.

Como venía sucediendo desde el Neolítico, última etapa de la prehistoria, las aldeas fueron creciendo en tamaño y población. En Europa, por ejemplo, aparecieron muchas entidades políticas semicentralizadas al mismo tiempo que se comenzaba a desarrollar la escritura.

La sociedad fue organizándose de una manera cada vez más jerarquizada, con los cuerpos militares y religiosos en la cúspide. Los artesanos también fueron adquiriendo una creciente importancia, al igual que los comerciantes. La posesión de la tierra, por su parte, fue concentrándose en las clases altas.

Con el tiempo, esas clases altas de la sociedad comenzó a elaborar breves documentos epigráficos. Después, aparecieron las primeras crónicas extensas, momento en que empezó la historia antigua.

Referencias

  1. Moreno, Juana. Qué es prehistoria y protohistoria. Obtenido de unprofesor.com
  2. Francisco Gracia Alonso, Glòria Munilla Cabrillana. Protohistoria: pueblos y culturas en el Mediterráneo entre los siglos XIV y II a. C. Recuperado de books.google.es
  3. Kostyukova, Olga. Prehistory and Protohistory. Obtenido de uni-heidelberg.de
  4. Wikipedia. Protohistory. Obtenido de en.wikipedia.org
  5. History.com Editors. Iron Age. Obtenido de history.com