Cultura general

Paideia griega: contexto histórico, carácter, actualidad


La paideia griega consistió en un modelo de educación implementado por los antiguos griegos que transmitía principalmente saberes técnicos y morales. De igual forma, la paideia se caracterizó por formar al individuo con el fin de convertirlo en una persona competente para cumplir con los deberes cívicos que exigían las polis.

Dentro del concepto de paideia se agrupaban disciplinas como la geometría, la gimnasia, la retórica, la gramática, la filosofía y las matemáticas, las cuales eran consideradas como los pilares necesarios para dotar al estudiante de conocimientos y cuidados. Sin embargo, no se incluían las actividades manuales –carpintería, herrería—, ya que estas se creían indignas de un ciudadano ejemplar.

El dominio de disciplinas como la gramática y la retórica le garantizaban al individuo poder desempeñarse de forma correcta en el ágora –plaza donde se discutían temas importantes—, lo que requería de buenas habilidades de persuasión. En cuanto a las ciencias puras como la matemática, estas le proveían al hombre la objetividad necesaria para ejercer como legislador.

Por otro lado, las habilidades en gimnasia les garantizaban a los estudiantes la obtención de capacidades para poder desarrollarse en el arte de la guerra, única actividad manual que se incluía en la paideia. Todas estas características configuraban el perfil aristocrático de los griegos y se vinculaban con la areté, que consistía en la total excelencia del individuo.

Posteriormente, el concepto de paideia fue tomado por los romanos, quienes lo tradujeron como humanitas. Esta palabra quería decir pedagogía, cultura y educación.

Todos estos elementos debían ser propios de los hombres libres y estaban relacionados con el desarrollo de todas las demás disciplinas. En otras palabras, la humanitas o paideia era todo aquello que hace al hombre un ser humano y que lo diferencia de los bárbaros.

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Contexto histórico

Aunque el concepto de paideia ya se manejaba desde el siglo V a.C., el autor Werner Jaeger en su texto Paideia: los ideales de la cultura griega (2001), estableció que los principios de la paideia se aplicaron con mayor ahínco luego de la toma de la ciudad de Atenas por parte de los espartanos en el 404 a. C.

Esto se debió a que, luego de enfrentarse a las devastaciones de la guerra, los griegos tuvieron que aferrarse con mayor fuerza a sus ideales educativos, morales y espirituales. De esta forma, la ciudad lograría recuperarse en menor tiempo y fortalecerse para las próximas batallas.

De hecho, algunos autores afirman que la caída de Atenas trajo como consecuencia el surgimiento de un notable grupo de jóvenes poetas, historiadores y oradores, quienes enriquecieron espiritualmente a la sociedad griega y establecieron las nuevas pautas educativas basadas en las enseñanzas de los sofistas (término que designaba a los hombres que enseñaban los saberes).

Debido a esto, Werner Jaeger argumentó que el siglo IV fue el momento más importante en la historia de la paideia, ya que esta época simbolizó el despertar de todo un ideal de cultura y educación que incluso ha dejado sus reminiscencias en las sociedades actuales.

El carácter de la paideia

Siguiendo el texto La Paideia griega (1989) de Franco Alirio Vergara, se puede establecer que la paideia estuvo constituida por dos elementos o necesidades fundamentales:

Necesidad plástica y estética

La paideia griega se caracterizó por defender la estética tanto de los objetos como de los sujetos. De hecho, se sabe que los griegos admiraban la armonía y la simetría dentro de la creación artística. Por esta razón, su sistema educativo valoraba las cosas buenas y bellas por encima de todo y se influenciaba notoriamente de la naturaleza.

De acuerdo con Franco Vergara, la paideia requería de hombres que pudieran representar y formar la naturaleza humana. Por ello, los estudiantes debían observar con mucha frecuencia a los seres naturales para aprender de ellos el significado de las formas y figuras, así como también el funcionamiento de las cosas.

Así mismo, la paideia tenía como principio básico la mímesis –es decir, la noción de imitación—, la cual debía introducirse en la formación tanto de los artistas como de los demás hombres.

Necesidad política

Para la educación griega, el hombre era un ser político por naturaleza y tenía una tendencia a vivir en una sociedad que lo diferenciara de los demás seres. Por ejemplo, así como las abejas construyen sus panales, los hombres debían construir la polis. En otras palabras, para los griegos era natural que el ser humano decidiera vivir en comunidad y se interesara en la política.

Así mismo, aunque los griegos defendían el carácter individual del hombre, este no podía existir si no cohabitaba en la polis. Es decir, para un griego era imposible concebir la individualidad separada de la Polis; mientras que la polis solo podía existir en la coexistencia de los individuos.

Por ende, la forma humana debía adaptarse al ejercicio político del hombre. Además, todo acto humano era considerado político, se originaba en la polis y estaba destinado a contribuir con el bienestar de ella.

Debido a esto, la mayor ambición de un ciudadano de la polis era ser reconocido como un miembro destacado dentro de su comunidad, ya que esto constituía un gran honor y representaba la máxima aspiración de todo individuo.

La paideia griega en la actualidad

El sentido pedagógico y educativo de la paideia funcionó como una herramienta para construir no solo los ideales de la civilización griega, sino los de todo occidente. Este ideal humanístico se ha conservado hasta nuestros días, ya que en la actualidad todavía se considera que lo que somos y lo que queremos ser se consigue a través de la educación.

Además, occidente también tomó de los griegos la búsqueda por la excelencia, la cual le garantiza al hombre destacar entre los individuos de su comunidad. Sin embargo, esta excelencia no solo debe contribuir con el desarrollo individual, sino que también debe garantizar el bienestar colectivo.

En conclusión, se puede afirmar que los lineamientos de la paideia griega se encuentran vigentes porque todavía el hombre no puede concebir su individualidad sin demostrar un interés político y social. De acuerdo con los griegos, el ser humano busca crear comunidades por naturaleza y mantener la armonía dentro de ellas.

Referencias

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