Biografías

Randy Gardner: el hombre que pasó 11 días sin dormir


Randy Gardner (1946) fue un joven estadounidense que saltó a la fama en la década de los 60 cuando decidió batir el récord del mundo en cuanto a horas seguidas sin dormir. Durante más de 11 días, permaneció despierto sin utilizar para ello estimulantes de ningún tipo; ni siquiera café.

Hay muchas maneras diferentes de saltar a la fama. Una persona puede hacerse conocida por su talento para cantar o sus habilidades como actor, por su inteligencia o por su capacidad para resolver problemas. Sin embargo, una de las formas más peculiares de hacerse conocido es la que escogió este hombre.

Aunque varias personas habían conseguido mantenerse sin dormir durante varios días antes que él, e incluso a pesar de que su hazaña haya sido superada en varias ocasiones posteriores, Randy Gardner tuvo el mérito de haber sido la persona que pasó por este proceso a la vez que era estudiado por un equipo de científicos.

La hazaña de Gardner nos permitió conocer con mucha más profundidad los efectos que provoca la falta de sueño sobre nuestro cerebro. Hoy te contamos su historia.

Índice del artículo

Biografía e historia del reto

En 1963, Randy Gardner era un joven estudiante de San Diego que se había propuesto un reto inusual: conseguir batir el Récord Guinness de horas seguidas sin dormir.

La idea surgió a partir de una experiencia similar vivida en 1959 por un locutor de radio llamado Peter Tripp, que había conseguido mantenerse 8 días despierto utilizando para ello su música, café y anfetaminas, muy populares en aquella época.

En el mismo año, el récord de Tripp fue superado por otro locutor de radio, que consiguió permanecer despierto durante 260 horas. Esta marca parecía imbatible, pero Gardner estaba decidido a superarla. Sin embargo, para hacerse el reto todavía mayor, su intención era conseguirlo sin utilizar ningún tipo de sustancia estimulante.

Las razones por las que tomó esta decisión eran varias. Por una parte, los dos locutores habían experimentado alucinaciones y paranoias, provocadas sin duda por una mezcla de cansancio y las drogas que estaban ingiriendo. Por otro, Randy Gardner quería demostrar que estar en una situación extrema de falta de sueño no tenía ninguna consecuencia grave para la salud.

Así, el joven estudiante le pidió ayuda a un investigador de Stanford, el doctor William C. Dement, que se dedicaba a estudiar el sueño y sus efectos en el cerebro humano. Al mismo tiempo, otros investigadores se encargaron de vigilar su salud física, y algunos de sus compañeros de clase le ayudaron a mantenerse despierto y registraron todo lo que iba ocurriendo.

Con todo preparado, Randy Gardner comenzó su experimento el 28 de diciembre de 1963. Tras despertarse a las 6 de la mañana, se propuso el reto de permanecer despierto hasta el comienzo del día 8 del mes siguiente.

Qué ocurrió durante el experimento

El primer día del reto de Gardner fue como cualquier otro. El joven se sentía con energía y motivado por el reto que se le planteaba. Sin embargo, a partir del segundo día comenzó a experimentar algunos problemas menores, que se irían haciendo más severos según avanzase la prueba.

Así, a partir de la mañana del día 29, Randy sentía como si su cabeza estuviera “nublada”, de tal manera que le costaba pensar con rapidez y razonar correctamente. Esta sensación se mantuvo durante toda la prueba. Además, a partir del tercer día, comentaba que su vista comenzó a hacerse borrosa, por lo que cada vez dependía más del tacto para manejarse correctamente en su entorno.

A partir del cuarto día, Gardner empezó a experimentar serios problemas para seguir conversaciones normales y para concentrarse en una sola tarea. Además, el joven le contaba a los investigadores y a sus amigos que le visitaban una especie de demonios que se posaban en sus ojos para que se durmiera. En este punto, empezaron las paranoias y unas ligeras alucinaciones.

Fueron muchos los efectos extraños que la falta de sueño provocó en el cerebro del joven estudiante. En varios puntos del estudio, Gardner estaba convencido de que era en realidad un famoso jugador de fútbol americano; y durante el quinto día, comentó cómo las paredes de su casa se desvanecieron, dejando paso a un camino que le llevaba por un bosque.

Estudios sobre su salud mental

Sin embargo, durante los 11 días que duró el reto, el joven estuvo vigilado en todo momento por sus compañeros, y era sometido a pruebas psicológicas y neurológicas con frecuencia para comprobar su estado mental. A pesar de la evidente fatiga que mostraba, y de los extraños efectos que sentía, los estudios concluyeron que su salud cerebral seguía en perfectas condiciones.

Así, incluso en medio de las paranoias, la falta de memoria y concentración, la dificultad para recordar lo que estaba haciendo, y las preocupantes alucinaciones, los investigadores estaban de acuerdo en que lo único que le pasaba es que se encontraba cansado. No se produjeron efectos perjudiciales en su cerebro, ni parecía que le fueran a quedar secuelas a largo plazo.

William Dement, el investigador encargado de dirigir el estudio del caso, declaró que sus habilidades cognitivas parecían seguir intactas. De hecho, en un informe sobre el experimento se menciona como curiosidad que Gardner consiguió ganarle al pinball durante el décimo día que permaneció despierto.

El final del experimento

Cuando por fin llegó el día 8 de enero, el joven estadounidense se sometió a una última tanda de pruebas para comprobar el estado de su salud física y mental. Al ver que todo estaba correcto, Randy Gardner dio un discurso público en el que demostró poder hablar sin complicaciones, y sin que se le notara nada extraño más allá de su evidente fatiga.

Después, el joven se fue finalmente a dormir, tras haber establecido el nuevo Récord Guinnes en 264 horas y 25 minutos sin descansar. Tras dos días en los que durmió bastante más de lo habitual, los nuevos estudios sobre su cerebro revelaron que no había sufrido cambios ni daños de ningún tipo.

Así, la extraña experiencia de Randy Gardner sirvió para reforzar la teoría de que la falta extrema de sueño no tiene más consecuencias que una gran fatiga. Sin embargo, el tema todavía no está cerrado, ya que algunos estudios posteriores apuntan a que no dormir puede llegar a ser muy peligroso.

En cualquier caso, aunque aún no sepamos con seguridad qué ocurre tras estar mucho tiempo sin descansar, la conclusión es evidente: mejor no intentar imitar la hazaña de Gardner en casa.

Referencias

  1. “El experimento del joven que estuvo sin dormir durante 11 días… y 25 minutos” en: BBC. Recuperado en: 24 Septiembre 2019 de BBC: bbc.com.
  2. “Randy Gardner” en: Wikipedia. Recuperado en: 24 Septiembre 2019 de Wikipedia: es.wikipedia.org.
  3. “Los delirios y paranoias del estudiante que se pasó 11 días seguidos sin dormir” en: PlayGround. Recuperado en: 24 Septiembre 2019 de PlayGround: playgroundmag.net.
  4. “Randy Gardner: el hombre que permaneció más tiempo sin dormir” en: Xataca Ciencia. Recuperado en: 24 Septiembre 2019 de Xataca Ciencia: xatacaciencia.com.
  5. “Randy Gardner” en: Wikipedia. Recuperado en: 24 Septiembre 2019 de Wikipedia: en.wikipedia.org.