Psicología

¿Qué son las necesidades sociales? Características, tipos y ejemplos


Las necesidades sociales del ser humano son todas aquellas interacciones ineludibles para garantizar el bienestar del sujeto dentro de un entorno y contexto social. Estas necesidades están sujetas a un abordaje psicológico y, junto a otras necesidades, conforman el espectro de supervivencia y bienestar que requiere el hombre y la mujer para una vida plena.

Ejemplos de necesidades sociales son la amistad, amor, afecto, ocio, sentido de pertenencia, afecto o respeto. El ser humano es considerado un ser social, por lo que puede afirmarse que una vida sin ningún tipo de interacción social podría resultar en aspectos negativos dentro de la conducta humana.

Las necesidades sociales se manifiestan en distintos niveles de interacción y comunidad; satisfacerlas conduce al hombre a un estado en el que puede avanzar con mayor facilidad en sus aspiraciones.

Las necesidades en el ser humano nunca llegan a desaparecer, y son inherentes a su condición de ser vivo.

El desarrollo de la sociedad y las nuevas convenciones sociales han instaurado nuevas necesidades que van mucho más allá de la mera supervivencia y sustento. El hombre ahora debe satisfacer nuevas insuficiencias para garantizar su bienestar, individual o colectivo.

La atenuación de las necesidades sociales facilita el enfrentamiento y la superación de un sujeto frente a problemas de carácter individual o colectivo, brindando la seguridad de contar con el apoyo de similares que facilitan los tránsitos conflictivos en las sociedades modernas.

Satisfacer las necesidades sociales puede absolver a un sujeto de problemas como depresión, ansiedad y soledad.

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Las necesidades sociales en la Pirámide de Maslow

En el ámbito de la Psicología, el estudio y caracterización de las necesidades sociales surge en múltiples teorías, siendo la jerarquía de necesidades de Maslow, o simplemente pirámide de Maslow, una de las más populares y accesibles para explicar estos fenómenos.

En ella, Maslow establece una serie de niveles de necesidades cuya atenuación o satisfacción se ve subordinada por la satisfacción de niveles previos.

Las necesidades sociales se encuentran en la mitad del camino en esta pirámide, por encima de las necesidades fisiológicas (inherentes a nuestra condición física) y las necesidades de seguridad (nuestra capacidad y garantía de supervivencia como seres).

Para Maslow, las necesidades sociales o de adiliación recaen en la garantía de la interacción constante entre los distintos grupos o niveles de comunidad presentes en la sociedad, y en los aspectos resultantes que puedan repercutir en la prosperidad física y mental de cada sujeto.

El aislamiento social en la actualidad no es considerado una opción sana para el desarrollo humano.

Bajo estos conceptos, las necesidades sociales son categorizadas como necesidades de afiliación hacia similares, buscando estímulos principalmente positivos, y que reafirmen la confianza y seguridad de cada sujeto frente a su entorno.

Tipos de necesidades sociales

Básicamente existen tres tipos de necesidades sociales: afecto familiar, relaciones amistosas y de carácter formal, y relaciones amorosas.

Según la piramide de Maslow, la inclusión de estas tres categorías dentro de las necesidades sociales no coloca a una sobre la otra en cuanto a importancia.

La interacción del ser humano en todos los niveles es esencial para garantizar un estado de cordura que le permita continuar atenuando necesidades superiores, también denominadas metanecesidades, más relacionadas con sus propias capacidades para lograr sus cometidos.

A continuación se detallarán las características principales de los tres niveles de necesidades sociales:

1- Reconocimiento y afecto familiar

La familia es la primera forma de comunidad, y es en su seno en donde se cultivan las primeras nociones de interacción social.

Todo niño ve en sus padres los primeros modelos a seguir en cuanto a estímulos y respuestas sociales, así que es en ellos en quienes busca las primeras señales de reconocimiento y reciprocidad afectiva.

De esta forma, la familia funciona como un sostén que permite el apto desarrollo del humano a través de sus primeras etapas, y que condicionará la manera en la que se desenvuelva socialmente en el futuro.

La familia tiene un soporte tan fuerte en la vida del hombre, que incluso en la adultez sigue siendo un refugio en el cual buscar apoyo y afecto.

La familia sienta las bases para las primeras reflexiones personales, y es el mejor receptor en la búsqueda de respuestas durante los primeros escenarios de incertidumbre que se presentan en la vida.

Si la familia es una estructura disfuncional, la formación social del sujeto puede verse condicionada de forma negativa.

2- Amistades y relaciones formales

Este nivel de interacción se presenta mucho más horizontal, ya que se desvanece el carácter autoritario que puede existir en el núcleo familiar.

Las relaciones amistosas permiten una mejor percepción del entorno social contemporáneo, al igual que impulsa a generar un mayor nivel de empatía.

El sujeto que se somete de manera frecuente a la interacción con similares encuentra mucho más fácil lidiar con los obstáculos que puedan presentar otros aspectos de la vida en sociedad, como la educación o el trabajo.

Interactuar con otras personas similares le permite a un individuo reconocer que no se encuentra solo y que puede encontrar apoyo, así como brindarlo, en aquellos con quienes comparte más cosas en común.

Las relaciones amistosas tienen una cualidad: deben cultivarse, de manera que el afecto y el respeto estén siempre por delante.

El acelerado ritmo de vida en gran parte del mundo y la proliferación de intereses individuales pueden llevar al deterioro con cierta rapidez de este tipo de relaciones, generando resultado negativos en sus participantes.

Dentro de esta categoría también se ven incluidas las relaciones que poseen un cierto carácter de formalidad, como las interacciones resultantes de un ambiente laboral o educativo que, bien llevadas, permiten nutrir el desarrollo y bienestar del ser humano.

3- Relaciones amorosas e intimidad sexual

La intimidad, el afecto y el reconocimiento mutuo en un entorno intrínseco son esenciales para el ser humano en su camino por la vida en sociedad.

En la sociedad moderna, las relaciones afectivas más cercanas pueden ser consideradas el punto clave para que un sujeto pueda enfrentar el resto de los aspectos de su vida de una mejor manera.

Se ha determinado que la ausencia de afecto e intimidad sexual en el ser humano puede traer resultados negativos para su bienestar físico y mental.

Ésta puede ser considerada la forma de interacción social más cerrada y genuina emocionalmente, por lo que se considera una necesidad social que debe ser atenuada con prudencia.

Referencias

  1. Costanzaa, R., Fishera, B., Alib, S., Beerc, C., Bondd, L., Boumansa, R., Mahoneyi, D. (2007). Quality of life: An approach integrating opportunities, human needs, and subjective well-being. Ecological Economics, 267-276.
  2. Maslow, A. H. (s.f.). A Theory of Human Motivation. Psychological Review, 370-396.
  3. P, S., SJ, B., M, U. H., N, H., & F, S. (1981). First things first: meeting basic human needs in the developing countries. New York: Oxford University Press.
  4. Steverink, B., & Lindenberg, S. (2006). Which social needs are important for subjective well-being? What happens to them with aging? Psychology and Aging, 281-290.