Anatomía y fisiología

Músculos intercostales: origen, inserción, inervación, irrigación


Los músculos intercostales son un complejo sistema muscular de la pared torácica que ocupa los espacios que hay entre dos costillas, o espacios intercostales. Son once pares de músculos, uno por cada espacio intercostal, que se ubican desde lo superficial a lo profundo.

Su estructura se compone de tres capas de láminas musculares que son las capas externa, interna y profunda, que se insertan en las costillas y están recubiertas de un espeso tejido conjuntivo.

La función de los músculos intercostales es ayudar al diafragma en el proceso de la respiración. Se encargan de expandir los espacios intercostales para aumentar la capacidad torácica del individuo.

Durante la inspiración los músculos intercostales se contraen haciendo que las costillas tomen una posición más horizontal y permitiendo la entrada de aire. Son considerados músculos respiratorios accesorios.

Resulta importante en la práctica médica conocer su irrigación e inervación, ya que hay algunos procedimientos invasivos que requieren que estos músculos sean penetrados sin lesionar sus estructuras vasculares o neurológicas. Un ejemplo de esto es la colocación de un tubo de tórax, que es un drenaje directo hacia el pulmón.

Índice del artículo

Origen y anatomía

Los músculos intercostales se forman en el feto a partir de la cuarta semana hasta la octava, junto con la piel y el esqueleto torácico. Se trata de tres músculos que corren por la pared costal y se insertan en las costillas.

El músculo intercostal externo es la lámina muscular que se encuentra más superficial. Sus fibras oblicuas corren en una dirección descendente, de arriba hacia abajo. En la parte anterior, cerca del esternón, el músculo se une a una capa gruesa de tejido fibroso.

El músculo intercostal profundo es la capa más profunda de las tres. El recorrido de sus fibras es de atrás hacia adelante y de abajo hacia arriba.

El músculo intercostal interno o medio está ubicado entre los dos músculos anteriores. Sus fibras tienen una dirección de atrás hacia adelante, al igual que las del músculo intercostal interno.

Dentro del grupo de músculos de la pared torácica se encuentran algunos otros músculos que apoyan a los intercostales, pero no se consideran músculos intercostales. Estos son los músculos subcostal y transverso del tórax.

Inserción

La capa externa de los músculos intercostales de inserta en la cara inferior de la costilla superior y llega hasta la cara superior de la costilla inferior.

Sus fibras son oblicuas y corren de atrás hacia adelante. Posteriormente van desde estructuras salientes de la costilla llamadas tuberosidades, y terminan en el esternón, donde se continúan con una capa fibrosa de tejido conectivo denominada membrana intercostal anterior.

La capa interna de los músculos intercostales se ubica en la cara lateral de la costilla superior y realiza un recorrido más bien perpendicular, terminando en la cara superior de la costilla inferior.

Las fibras se ubican en las uniones de las costillas con el esternón, por delante, y posteriormente en el tejido conectivo posterior que une la caja torácica, denominado membrana intercostal posterior.

La capa más profunda de músculos intercostales se inserta en la cara más medial de la costilla superior y llega hasta la cara más interna de la costilla inferior. Está cubierta por un tejido conectivo llamado fascia endotorácica.

Inervación

Los músculos intercostales están inervados por los nervios intercostales, que transitan por el espacio intercostal que se encuentra entre los músculos intercostal interno e intercostal profundo.

Estos nervios se originan directamente de ramas que provienen de la médula espinal. Son nervios de la división dorsal o torácica y van desde T1 a T11 dejando ramas nerviosas para cada espacio intercostal.

Los nervios intercostales son de movimiento y sensibilidad. Cada rama intercostal aporta la sensibilidad de esa zona del tórax superficial.

Irrigación

El suplemento sanguíneo de los músculos intercostales está garantizado por un complejo y potente sistema sanguíneo que aporta ramas arteriales para cada espacio intercostal llamadas arterias intercostales.

Las arterias intercostales se ubican para dar dos ramas anteriores y una posterior las cuales se unen lateralmente formando un arco arterial intercostal.

Las arterias intercostales anteriores en los dos primeros espacios intercostales, son rama de la arteria intercostal superior que a su vez es rama del potente tronco costocervical. La arteria torácica anterior aporta el suministro sanguíneo para los siguientes seis espacios intercostales.

Los últimos espacios intercostales son irrigados por la arteria músculo-frénica que también aporta ramas para el diafragma y el pericardio.

En cuanto a las arterias intercostales posteriores, los dos primeros espacios intercostales son también ramas directas de la arteria intercostal superior.

Los nueve espacios restantes reciben ramas intercostales directamente de la arteria aorta torácica. Estas ramas también ayudan en la irrigación de la pleura e incluso el pulmón.

Cada arteria intercostal está acompañada por su respectiva vena y nervio y se ubican en la cara superior de la costilla inferior.

Funciones

El principal músculo respiratorio es el diafragma. Es un músculo fuerte que se ubica por debajo de la caja torácica y divide el tórax del abdomen. Sin embargo, la mayoría de los músculos de la pared torácica, tanto anteriores como posteriores, intervienen en el proceso de respiración.

Los músculos intercostales tienen funciones accesorias en el mecanismo de la respiración. Los tres grupos musculares que los conforman, actúan sinérgicamente para mantener su función tanto en movimientos inspiratorios como en los espiratorios.

Al momento de contraerse durante la inspiración, los músculos intercostales mueven las costillas, que son huesos articulados con el esternón por delante y la columna vertebral por detrás. Es decir, los músculos intercostales se contraen cuando el individuo toma aire.

El movimiento que logran es el de cambiar la posición costal. De esta forma, las costillas pasan de una posición oblicua a una más horizontal. Este movimiento logra ampliar el tamaño de la caja torácica y aumentar la capacidad de tomar aire.

En la espiración interviene más el grupo muscular profundo de los músculos intercostales. Realmente su función es más visible en la espiración forzada, es decir cuando se expulsa aire conscientemente y más allá de lo que se requiere para una respiración normal.

Cuando una persona en estado de reposo se ve obligada a utilizar estos músculos para poder respirar de manera normal, debe estudiarse para alguna enfermedad respiratoria como el asma.

Referencias

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