Economía

Tendencia en los países con economías de altos ingresos


El Banco Mundial define un país con economía de altos ingresos como una nación que tenga un ingreso nacional bruto per cápita de $12.056 o más en 2017. Esto es calculado utilizando el método Atlas.

Aunque el término “altos ingresos” se utiliza con frecuencia de forma intercambiable con “país desarrollado” y “primer mundo”, difieren las definiciones técnicas de estas expresiones.

La expresión primer mundo comúnmente representa a las naciones que se alinearon con la OTAN y Estados Unidos durante la Guerra Fría.

Diversas instituciones, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Agencia Central de Inteligencia (CIA), toman en cuenta otros factores además del alto ingreso per cápita al clasificar a las naciones como desarrollados o con economías avanzadas. Por ejemplo, según las Naciones Unidas ciertos países de altos ingresos pueden ser también países en desarrollo.

Actualmente son 81 países con economía de altos ingresos, entre los cuales están Estados Unidos, España, Chile, Francia, Finlandia, Qatar, Arabia Saudita, Singapur, Canadá y Australia. 

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Tendencias en los países de altos ingresos

Aceleración del crecimiento

Uno de los componentes que sobresale en los países con economías de altos ingresos es la aceleración del crecimiento económico.

Sin embargo, en buena medida es algo que se podía esperar. Japón y Europa se están renovando frente a lo que fue una década perdida para el país asiático y muchos países europeos, luego de la crisis hipotecaria.

Portugal y España son claros ejemplos de esta reacción. Para Reino Unido y Estados Unidos es alta la incertidumbre política y tienden hacia la baja las perspectivas de crecimiento. Por otro lado, aún perduran las fuerzas deflacionarias en Italia y Francia.

Así, en los países con economías de altos ingresos hay factores posibles de inestabilidad global y heterogeneidad. Sin embargo, en general se está avanzando para recobrar lo perdido en los años anteriores.

Productividad en la agricultura

La inversión en investigación y desarrollo (I+D) es un motor principal del crecimiento de la productividad en la agricultura. En los países de altos ingresos, como Estados Unidos, Australia y Francia, el aumento de la productividad suele representar casi todo el crecimiento de la producción agrícola.

En los países de altos ingresos, los gobiernos han tendido a invertir una proporción relativamente alta de su gasto público total en investigación y desarrollo en la agricultura.

Una razón es que las innovaciones tecnológicas, como las nuevas semillas, a menudo son difíciles y costosas de desarrollar. Sin embargo, luego son relativamente baratas de distribuir y copiar.

Una segunda razón es que las granjas son generalmente demasiado pequeñas para realizar su propia investigación. Incluso las grandes fincas de hoy son en su mayoría pequeñas empresas.

No obstante, como el Producto Interno Bruto (PIB) agrícola se ha reducido a una pequeña parte de la producción económica nacional en los países de altos ingresos, la proporción de I+D agrícola en el gasto público total ha seguido su ejemplo.

Gasto en investigación y desarrollo

Hasta hace poco, el gasto público en I+D agrícola en los países de altos ingresos aún podía crecer al menos tan rápido o más rápido que el PIB agrícola. Sin embargo, esta tendencia se revirtió en muchos países de altos ingresos luego de la crisis financiera mundial de 2008-09.

Entre 2009 y 2013, después de ajustar la inflación, el gasto total en I+D agrícola de estos países se redujo casi un 6%. Esta es la primera caída sostenida en más de 50 años.

Si continúa esta disminución en la inversión en I+D, el crecimiento de la productividad y la producción agrícola puede disminuir eventualmente.

Cambios en mercado laboral y auge de la automatización

Los investigadores afirman que el 73% del tiempo por el cual se paga a los humanos ahora, se utiliza en actividades que podrían estar automatizadas con la tecnología existente.

Al abordar esto, el informe de StudyPortals dijo que los líderes deberán replantearse el propósito de la educación superior en la formación de los estudiantes para el futuro mundo laboral.

Después de muchas décadas de continuo crecimiento de los títulos universitarios, menoscabando las habilidades intermedias y de nivel medio, es posible que se vea cierta reversión. Esto es porque el trabajo manual calificado, como cocineros, plomeros o electricistas, estará entre los más difíciles de automatizar.

Por otro lado, ya se están viendo en suspenso muchas ocupaciones a nivel universitario, como leyes, contabilidad y periodismo.

Las instituciones deben preparar a los estudiantes para que sean emprendedores y con capacidad de seguir aprendiendo. Deben reinventarse a sí mismas y a sus carreras múltiples veces en sus vidas.

Esperanza de vida

En un estudio realizado a países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico se analizaron todas las causas específicas de mortalidad disponibles en 2014-2016.

La mayoría de los países de altos ingresos experimentaron descensos en la esperanza de vida durante 2014-2015. La disminución promedio fue de 0,21 años para las mujeres y de 0,18 años para los hombres.

En la mayoría de países, este descenso se debía primordialmente a la mortalidad de personas mayores (más de 65 años). También en muertes relacionadas con enfermedades respiratorias, cardiovasculares, del sistema nervioso y trastornos mentales.

En Estados Unidos, la disminución en la esperanza de vida estaba más concentrada en edades menores a 65 años. La sobredosis de drogas y otras causas externas de muerte jugaron un papel importante para llegar a esta disminución.

La mayoría de las naciones que durante 2014-2015 percibieron descensos en la expectativa de vida, durante 2015-2016 advirtieron sólidos incrementos en la expectativa de vida. De esta manera compensaron con creces las disminuciones.

Sin embargo, Reino Unido y Estados Unidos parecen estar experimentando continuas caídas en la expectativa de vida. Esto plantea dudas sobre las tendencias futuras en estos países.

Asia emergente

Otro factor importante es la perseverancia de Asia como un motor para el crecimiento global. A pesar de los cambios orgánicos profundos que están ocurriendo en la región, ese territorio hace lo necesario para poder crecer hasta dos y tres veces más veloz que los países con economías de altos ingresos.

Por una parte se encuentra India, que en los próximos años incluso podría crecer por arriba del 7%.

Por el otro lado se encuentra China, que está en un proceso de reequilibrio tanto de la demanda, donde el consumo aporta al crecimiento más que la inversión, así como de la oferta, donde el sector servicios contribuye con el 50% del PIB. Hace diez años superaba apenas el 40%.

Esto genera como resultado un crecimiento por encima del 6%. Entre estos dos países hay una población mayor al 33% de toda la población mundial.

Referencias

  1. The Bmj (2018). Recent trends in life expectancy across high-income countries: retrospective observational study. Tomado de: bmj.com.
  2. Shalina Chatlani (2018). 8 global trends impacting higher ed. Tomado de: educationdive.com.
  3. Paul Heisey and Keith Fuglie (2018). Agricultural Research in High-Income Countries Faces New Challenges as Public Funding Stalls. USDA. Tomado de: ers.usda.gov.
  4. Wikipedia, the free encyclopedia (2019). World Bank high-income economy. Tomado de: en.wikipedia.org.
  5. World Bank (2019). World Bank Country and Lending Groups. Tomado de: datahelpdesk.worldbank.org.