Botánica

Ciprés: características, hábitat, usos, plagas y enfermedades


El ciprés (género Cupressus) forma parte de la familia de plantas coníferas Cupressaceae. Es un género que contiene aproximadamente 28 especies distribuidas alrededor de regiones subtropicales y cálidas de Asia, Europa y Norteamérica. El término “ciprés” se usa con regularidad para nombrar a especies de este género.

Las especies que componen el género Cupressus crecen en forma de árbol, llegando a medir cerca de 25 metros de altura. En general las plantas de ciprés muestran un patrón de crecimiento tipo piramidal, sobretodo en el estadío juvenil.

Para definir el patrón de distribución de los árboles de ciprés, se han designado dos subconjuntos de este género. Los Cupressus del nuevo mundo componen las especies de árboles que habitan las áreas cálidas de Norteamérica. Mientras que los cipreses del viejo mundo, habitan las zonas templadas de Asia y Europa.

Las especies del género Cupressus son muy usadas como árboles madereros. Algunas especies de este género son utilizadas como plantas ornamentales. Los árboles de cipreses se usan en proyectos de reforestación. Además, algunas especies de este género son estudiadas por sus propiedades antibióticas contra una amplia gama de microorganismos.

Los cipreses son susceptibles a varias plagas, destacándose el ataque por insectos. Del mismo modo, las plantas de ciprés son propensas a varios hongos, sobre todo a aquellos causantes del cáncer en estas especies.

Índice del artículo

Características

Árboles

Los árboles de ciprés crecen de forma piramidal, llegando a medir en promedio cerca de 25 metros. Algunas especies de Cupressus desarrollan copas amplias y planas, mientras que otras son arbustos de menos de 6 metros de largo.

Corteza

La corteza del tronco, en algunas especies de Cupressus es suave. Sin embargo, en la mayoría de las especies se separa en placas o tiras delgadas que pueden desprenderse del árbol. Internamente la corteza del tallo presenta coloración marrón-grisácea o anaranjada.

Las paredes transversales del parénquima del xilema pueden ser suaves o nodulares. Los nódulos pueden ser a su vez, grandes o pequeños.

Hojas

Las diferencias en las características de las hojas entre individuos juveniles y adultos son muy marcadas en el género Cupressus. Las hojas de los cipreses juveniles son producidas como el primer tipo de hojas (ontogénicamente). Las hojas de las plantas de Cupressus jóvenes no son decurrentes y tienen la apariencia de una aguja o de una correa.  

Por otro lado, los ejemplares adultos desarrollan las hojas como el último tipo de hoja (ontogénicamente). Las hojas de los cipreses adultos son decurrentes por más de la mitad de la longitud de la hoja.

Por lo general, las hojas son aromáticas, con glándulas en la superficie superior, y cubren el tallo en pares opuestos, lo que le da a la ramita una apariencia de cuatro lados.

Órganos reproductores

Las estructuras reproductivas femeninas (conos) y la minúscula estructura reproductiva masculina están en el mismo árbol, generalmente en la punta de una rama.

Los conos son pequeños, usualmente esféricos, con tres a seis pares de escamas leñosas o coriáceas. Las escamas están adheridas al eje del cono por su parte posterior, y tienen una pequeña proyección en la superficie superior.

A su vez, puede haber dos o más gametos masculinos por tubo polínico. El polen, al momento de la polinización, puede ser mononucleado, binucleado y ocasionalmente multinucleado.

Semillas

Las escamas fértiles de los conos pueden contener de 6 a más de 100 semillas aladas, dependiendo de la especie. Las semillas maduran al final de la segunda temporada después de la fertilización, y pueden conservarse durante varios años hasta que el cono se abra.

Las semillas pueden ser uniformes en su morfología o pueden tener forma irregular. Esto depende en gran medida del número de óvulos y la forma del cono. La forma transversal de la semilla puede ser redondeada, ovoide o plana. Por lo general, las alas de las semillas son simétricas. A su vez, el número de cotiledones puede variar de dos a seis.

Taxonomía

El género Cupressus forma parte de la subfamilia Cupressoideae, de la familia Cupressaceae. Este género contiene la segunda mayor cantidad de especies de la familia Cupressaceae, después del género Juniperus.

Recientemente y según los análisis de secuencias de ADN, se ha sugerido que el género Cupressus es un grupo polifilético, ya que no se ha encontrado el antepasado común de todos sus miembros. Esto conduce a la división del género Cupressus en dos grupos principales: los cipreses del nuevo mundo y los del viejo mundo.

Así pues, según los datos genómicos, bioquímicos y morfológicos, el clado correspondiente a las especies de Cupressus del nuevo mundo comparte un clado con Xanthocyparis. Este último es un clado hermano del clado de separación entre Cupressus y Juniperus del viejo mundo.

Asimismo, las especies de Cupressus del nuevo mundo, se subdividen a su vez en cuatro grupos, que dependen de las características genéticas de cada especie. No obstante, el carácter monofilético de los cipreses del viejo mundo es apoyado al 100% por datos genómicos y morfológicos.

Hábitat y distribución

Como se ha mencionado anteriormente, el género Cupressus contiene especies que habitan en zonas cálidas y templadas de Norteamérica, Europa y Asia.

Las especies de Cupressus del nuevo mundo, tienen mayor diversidad en California, donde los árboles tienden a crecer en zonas relativamente cálidas y en hábitats marginales. Esto ha conducido a una fragmentación de la comunidad, debido predominantemente a una distribución alopátrica.

Además, esto se combina con la excesiva abundancia local, donde algunas especies llegan a cubrir varios cientos de hectáreas. Sin embargo, la mayoría de las especies están restringidas a un puñado de poblaciones vecinas.

No obstante, hay algunas especies como C. arizonica, C. lusitanica, y C. sargentii, que tienen numerosas poblaciones distribuidas en una gran área geográfica. Estas especies son la excepción y no la regla.

Mientras tanto, los cipreses del viejo mundo abundan en la región del este del Himalaya. En general las especies de Cupressus están esparcidas en el Viejo Mundo, y están adaptadas a una gran variedad de condiciones medioambientales, incluyendo hábitats xéricos y mésicos.

Usos

Los cipreses son usados como árboles madereros; los más utilizados por la industria maderera son el C. torulosa de Bhután e Italia, y los cipreses de Monterrey, C. sempervirens y C. macrocarpa.

La madera de los cipreses es ligera, moderadamente dura, y muy duradera en contacto con el suelo; pero usualmente es nudosa y tiene un olor considerado en algunas ocasiones ofensivo.

Además de las tres especies mencionadas anteriormente, los cipreses de Arizona (C. arizonica y C. glabra), de Goven (C. goveniana), de Kashmir (C. cashmeriana), de México (C. lusitanica), el ciprés de luto (C. funebris), y C. sargentii, son cultivados como árboles ornamentales, debido al follaje y al aspecto agraciado de los individuos jóvenes.

El ciprés italiano y el de luto han sido usados por algunas culturas como símbolos de la muerte y de la inmortalidad. El ciprés híbrido (Cupressocyparis leylandii) es un cortavientos ornamental, desarrollado al cruzar el ciprés de Monterey con el ciprés amarillo (Chamaecyparisnootkatensis).

Además de los usos como árboles madereros y ornamentales, las especies de Cupressus tienen múltiples propiedades antibióticas. Por ejemplo, los aceites esenciales de Cupressus sempervirens presentaron actividad antagónica contra los escarabajos Sitophilus zeamais y Tribolium confusum.

Asimismo, los aceites esenciales de Cupressus sempervirens han mostrado efecto inhibitorio al crecimiento in vitro de varias especies de bacterias Gram negativas y varios hongos fitopatógenos; mientras que componentes aislados y caracterizados de Cupressus lusitanica han presentado actividad fungicida.

Enfermedades y plagas

Los árboles del género Cupressus son susceptibles a los ataques por una amplia variedad de patógenos. Su susceptibilidad a las plagas depende en gran medida de factores medioambientales. Así pues, habitar sobre pendientes, márgenes, y muy a menudo sobre rocas, son condiciones clave para el desarrollo de una enfermedad.

En Norteamérica se ha reportado daño por enfermedad de individuos jóvenes de C. arizonica y C. macrocarpa, a causa de una cepa de Phomopsis muy cercana a Phomopsis juniperovora.

Mientras que en Kenia, la enfermedad rosa, muy común en plantas de café, resultó en un importante número de cipreses por la infección del hongo Corticiumsalmonicolor, y provocó la muerte de ramas jóvenes de varios individuos de C. macrocarpa.

A su vez, en Norteamérica, la roya, Gymnosporangium cupresis, ha sido reportada por causar agallas en Cupressus glabra y en C. arizonica. Mientras que la podredumbre marrón de bolsillo en el duramen de varias especies de cipreses nativas de Monterrey, fue causada por el hongo Polyporus basilari.

Muchas enfermedades de árboles del género Cupressus son causadas por insectos, los cuales pueden atacar mediante la alimentación del follaje, corteza, o madera, provocando así la muerte de un árbol entero. Insectos del orden Collembola pueden causar severos daños a individuos adultos y jóvenes de ciprés.

Mientras que insectos del orden Orthoptera, específicamente los grillos y saltamontes, pueden causar daños en hojas, tallos y raíces de árboles del género Cupressus.

Sin duda alguna la enfermedad más representativa que afecta a los árboles del género Cupressus es el cáncer del ciprés o úlcera del ciprés. Esta enfermedad es provocada por el hongo saprófito Coryneum cardinale. Las esporas de este hongo germinan óptimamente en temperaturas promedio de 26 °C y pueden causar llagas gangrenosas en tejidos epidérmicos de hojas y tallos.

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