Valores organizacionales: características, importancia, ejemplos
Los valores organizacionales son considerados las bases más importantes para generar un ambiente de armonía y, por ende, de alta productividad dentro de una organización. La perseverancia, el aprendizaje, la disciplina y la autocrítica son algunos de los valores organizacionales más destacados.
Estos valores conforman la cultura organizacional, que corresponde a que aquellas creencias o formas de proceder gracias a las cuales una empresa puede diferenciarse de otra, incluso si ambas forman parte del mismo sector o se dedican exactamente a lo mismo.
Dado que los valores organizacionales son tan fundamentales dentro de una empresa, es de vital importancia que todos los que hagan vida en una organización tengan claridad absoluta de cuáles son estos valores y a través de qué vías pueden desarrollarse de forma exitosa.
Para que los valores organizacionales tengan real impacto positivo dentro de una empresa, es necesario que sean compartidos y aprehendidos por todos los miembros de la organización. De lo contrario, serán solo palabras que no tendrán influencia evidente en los resultados de la empresa.
Índice del artículo
- 1 Características de los valores organizacionales
- 2 Actividades con las que se implementan
- 3 Importancia
- 4 Ejemplos
- 5 Referencias
Es importante que los valores organizacionales estén enunciados de forma clara y precisa. Deben ser de fácil comprensión por los miembros de la organización, para que de esta forma ellos puedan entender sus implicaciones y adoptarlos en su labor cotidiana dentro de la empresa.
Es fundamental que los valores organizacionales sean coherentes con la misión y visión específicas de una empresa. Por esta razón, la escogencia de estos valores no debe ser arbitraria, sino que debe responder al espíritu de la organización.
Cada empresa es diferente a pesar de que tenga elementos en común con otras del mismo sector, y son precisamente los valores organizacionales los que contribuyen a diferenciar una institución de otra de forma concreta.
Entonces, los valores organizacionales corresponden a esa marca valiosa que describe a una empresa y que la hace más competitiva ante los ojos de los clientes.
Al tomar cualquier tipo de decisiones, desde las más cotidianas hasta las más trascendentales, los miembros de una empresa deben considerar los valores organizacionales.
Esto es así porque dichos valores son los que definen las rutas de acción que preferirá seguir una empresa a diferencia de otra. Estas rutas de acción definirán los objetivos obtenidos, por lo que enfocarse en los valores organizacionales adecuados es determinante para tener resultados exitosos.
Los valores organizacionales resultan un elemento motivador o de empuje para los trabajadores de una empresa, pues se trata de nociones a través de las cuales se promueve la mejora personal y profesional.
Estos valores deben ser vistos por los trabajadores como la vía para alcanzar la autorrealización y, al mismo tiempo, lograr el éxito de la organización gracia a la formación de excelentes capacidades en el equipo de trabajo.
Cuando los valores organizacionales se enuncian de forma adecuada representan una fuerte motivación para los miembros de una empresa, quienes buscarán siempre dar lo mejor de sí mismos para cumplir con los objetivos planteados por la directiva de una empresa.
Esta característica tiene relación con la anterior. Cuando un trabajador se siente motivado y tomado en cuenta por una organización, se genera en él un sentido de pertenencia que le hace comprometerse con la empresa hasta su punto máximo y estar consciente de su propia responsabilidad en el cumplimiento de sus compromisos laborales.
Los valores organizacionales son compartidos por todos los miembros de una empresa, por lo que se convierten en un elemento común que les vincula a todos y les hace formar parte de un gran proyecto.
Históricamente, para el ser humano siempre ha sido importante sentir que forma parte de algo dado que somos seres de naturaleza social. Por esta razón es natural que sintamos bienestar al desarrollar el sentido de pertenencia dentro de una organización.
Algunas empresas organizan encuentros, reuniones o convivencias en las que buscan informar de forma directa sobre cuáles son los valores organizacionales de una empresa y de qué forma se aplican dentro de la institución.
Esta puede ser una vía muy eficiente de dar a conocer dichos valores, ya que son promovidos de manera oficial y se evitan malas interpretaciones. Así mismo, dichos programas también pueden estar enfocados en desarrollar las actividades asociadas a un valor específico.
Por ejemplo, si uno de los valores organizacionales de una empresa es la puntualidad, pueden ofrecerse talleres relacionados con la correcta gestión del tiempo; o si el valor diferenciador es la proactividad, pueden organizarse charlas sobre las formas de innovar dentro de una empresa o sobre cómo evitar la procrastinación.
Organizar este tipo de eventos refleja la importancia que la empresa da a sus valores y puede brindar a los empleados la seguridad de que hay real motivación por parte de la organización en promover la mejora tanto personal como profesional de sus empleados.
Un valor organizacional podrá comprenderse mejor si está vinculado a una práctica o actividad específica.
Una estrategia eficiente es evitar promover el valor desde lo abstracto e integrarlo a las prácticas cotidianas del día a día de la empresa, como en reuniones con clientes, en las maneras de comunicarse dentro de la empresa o incluso en cómo luce el espacio físico de la organización.
Es importante para los empleados saber que sus acciones contribuyen directamente a generar resultados positivos dentro de la organización, especialmente cuando estos resultados provienen de elementos tan abstractos como los valores organizacionales.
Por ello es vital dar a conocer a los empleados cuáles han sido los objetivos que se han cumplido y cómo han influido los valores organizacionales en la obtención de dichas metas. Esto hará que los miembros de la empresa noten que sus esfuerzos y modos de comportamiento son productivos.
Puede resultar muy motivador dar crédito a aquellas personas cuyo comportamiento toma como pilar los valores organizacionales, y esta motivación incide tanto en quien recibe el reconocimiento como en los demás miembros de la empresa, que sentirán que sus esfuerzos también podrían ser reconocidos.
Como hemos comentado anteriormente, los valores organizacionales son la base sobre la cual se establece una empresa. En la medida en que estos valores estén claros y sean de aplicación cotidiana, más eficiente y productiva será dicha empresa, pues todos sus empleados estarán enfocados en llevar a cabo las acciones más beneficiosas para la institución.
Una organización con valores bien definidos tiene un plan de acción más preciso y todos sus procedimientos son coherentes con su misión y su visión. Esto es percibido como un elemento positivo por parte de los clientes, quienes tendrán mayor interés en vincularse con la organización.
Además, los valores organizacionales son factores diferenciadores por excelencia, dado que son estos los que definen las características principales de una empresa en cuanto a cómo se comporta con su público ideal y de qué forma ejecuta las acciones a través de las que brinda sus productos o servicios a sus clientes.
Este valor refleja la rectitud que caracteriza a una empresa. Una organización basada en la disciplina se compromete a cumplir con sus responsabilidades cabalmente, lo que implica que hay respeto hacia el cliente y en todos los procesos internos de la empresa.
El valor de la proactividad hace referencia a la capacidad de responder rápida y eficientemente a los requerimientos de los clientes.
Así mismo, refleja la motivación de la empresa por tener iniciativas orientadas a proyectar futuras posibles demandas y determinar de qué formas pueden ser cubiertas.
A través de este valor una empresa expresa su disposición a mejorar de forma continua como consecuencia de la evaluación y revisión de sus formas de accionar, lo que garantiza una evolución en cuanto al desempeño de los trabajadores.
En este caso es importante que se fomente el aspecto constructivo de la autocrítica, pues de lo contrario tendrá un efecto contraproducente porque tenderá a desmotivar y a ser una carga moral para los empleados.
Una empresa cuyo valor organizacional central sea la perseverancia da a entender que no se rinde ante las adversidades y que se propone alcanzar los objetivos propuestos aunque exista un contexto hostil.
En el ámbito empresarial en general, la perseverancia es uno de los valores más determinantes para la consecución de objetivos.
El aprendizaje como valor organizacional refleja la disposición que tiene una empresa en actualizarse constantemente para ofrecer mejores productos y servicios a sus clientes.
Este valor implica que la empresa espera de sus empleados que se mantengan en constante formación, para así poder cumplir completamente con las expectativas de los clientes.
Este es otro valor en el que se da énfasis al respeto. Una empresa responsable respeta los tiempos acordados, no da menos de lo que ofrece y se posiciona ante los clientes como una institución confiable.
Así mismo, la responsabilidad implica que todas las decisiones que se toman en la empresa son cuidadosamente estudiadas para que los sectores involucrados se beneficien o, al menos, no sean víctimas de perjuicios.
Consiste en el hábito de tratar bien al cliente, con amabilidad y de forma amigable.
La tendencia a innovar productos y servicios, sin quedarse en el pasado.
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