Mapa histórico: concepto, características, para qué sirve, ejemplos
¿Qué es un mapa histórico?
Un mapa histórico es un tipo de mapa en el que se representan aquellos lugares, fenómenos o sucesos que existieron en un tiempo anterior a la fecha de elaboración del mapa.
No se debe confundir los mapas antiguos con los mapas históricos. Un mapa antiguo fue elaborado en el pasado y ya no se puede emplear para el propósito con el que fue elaborado, pues se trata de una representación obsoleta. En cambio, los mapas históricos son elaborados en el presente, pero representan cosas del pasado.
Los mapas históricos tienen como propósito recrear una situación política o geográfica del pasado con el objetivo de comprender la historia de una determinada geografía, cultura o región. Debido a esto, los mapas de este tipo son empleados frecuentemente por los docentes en las aulas de clase, puesto que les permite optimizar la comprensión de un suceso a través de la cartografía.
Por ejemplo, si un profesor está impartiendo clases sobre el antiguo Imperio romano, puede usar un mapa histórico para mostrarle a sus alumnos los territorios que estuvieron bajo los dominios de esta cultura.
En líneas generales, los mapas históricos muestran una región del mundo como era en tiempos pasados. Así mismo, pueden estar enfocados en ofrecer determinada información sobre la zona cartografiada, como por ejemplo rutas de exploración, rutas comerciales, disminución o aumento de un imperio, modificaciones en los límites, entre otros aspectos.
Características de los mapas históricos
– Los mapas históricos se caracterizan por emplear un código especial, conformado por signos y símbolos. Generalmente, estos símbolos carecen de una normativa específica de uso, por lo que su código estará sujeto al estilo de quien los elabore.
– Los mapas históricos son estudiados por la cartografía histórica; una disciplina que proviene de la cartografía y que se dedica al análisis de sucesos históricos que ocurrieron en determinadas geografías.
– Estos mapas pueden tener un fin político, geográfico, económico, cultural e incluso patriótico, puesto que les permiten a ciertos ciudadanos desarrollar empatía por la unidad territorial que comprende a su nación.
– Se cree que estos mapas empezaron a usarse desde 1807, cuando el historiador Jean-François Champollion presentó ante la Academia de Grenoble la recreación de un mapa del Antiguo Egipto. Tras esto, el uso de los mapas históricos se incrementó con la llegada del siglo XX y en la actualidad son usados en todas partes del mundo y por diversos motivos.
¿Para qué sirve un mapa histórico?
Los mapas históricos sirven para recrear eventos del pasado; esto engloba la representación de fenómenos naturales, geográficos, políticos y culturales.
La función de estos mapas es dar a conocer ciertos aspectos específicos de una determinada región, por lo que se usan con frecuencia en los salones de clase y para el desarrollo de determinadas disciplinas tales como historia, arqueología, etnología, entre otras.
¿Cómo se lee un mapa histórico?
– En primer lugar, es importante determinar el título del mapa, puesto que esto indicará la zona que fue representada junto con su posible fecha.
– Luego, se debe establecer el espacio geográfico que fue representado; es decir, localizar el continente, los estados, las regiones, los mares, entre otros.
– Así mismo, se tienen que distinguir los lugares señalados, estableciendo los nombres políticos y los acontecimientos que ahí sucedieron.
– Se debe verificar el periodo histórico representado en el mapa, determinando el siglo o el año al que corresponde.
– Posteriormente, el investigador debe leer e interpretar la simbología del mapa con el objetivo de comprender el contenido histórico. Para ello, quien estudia el mapa tiene que informarse acerca del uso de los símbolos cartográficos (es decir, conocer qué significa tal o cual signo dibujado en el mapa, como por ejemplo algún rectángulo o círculo).
– En caso de ser necesario, el investigador puede tener en cuenta el orden cronológico en el que ocurrieron los acontecimientos.
Ejemplos de mapas históricos
Mapa histórico de México
Un mapa histórico de México, por ejemplo, podría ser una coropleta; es decir, un mapa temático cuyas regiones se colorean de distintas formas para señalar un elemento o característica particular.
En él se encuentra delimitada la ubicación de las distintas civilizaciones prehispánicas que habitaron anteriormente en el territorio mexica; también se podría señalar la ubicación cronológica de las diferentes comunidades.
Mapa histórico de Ecuador
Un mapa histórico de Ecuador podría estar compuesto por las comunidades indígenas que habitaron en el país a comienzos del siglo XX; en este mapa se determinaría la ubicación de dichas comunidades y se podría añadir la lengua que empleaba cada una de ellas.
Este tipo de información resulta muy llamativa para los etnólogos, quienes de esta manera pueden conocer las diferentes culturas que habitaron el territorio ecuatoriano a principios del siglo XX y establecer una comparación con las comunidades indígenas actuales.
A través de este mapa, los investigadores pueden realizarse preguntas tales como: durante ese período de tiempo, ¿se movilizaron algunas tribus? ¿realizaron migraciones a las ciudades? ¿cuántas de ellas todavía existen en la actualidad? Entre otras.
Mapa histórico de Colombia
Los investigadores interesados en el territorio colombiano pueden percatarse de que, debido a su geografía, el suelo de esta región es muy rico en minerales e hidrocarburos. Un mapa histórico de Colombia podría consistir en determinar la ubicación de los minerales que eran trabajados por los indígenas antes de la conquista española.
También se podría realizar un mapa histórico donde se delimiten las principales minerías que instalaron los españoles a mediados de 1500 con el objetivo de extraer oro, esmeraldas y cuarzos del suelo colombiano.
Mapa histórico de España
Un mapa histórico de España puede delimitar, por ejemplo, la extensión geográfica y cultural de la península ibérica durante la ocupación de los musulmanes.
Así mismo, también puede abarcar las diferentes lenguas habladas en España durante el siglo XVII, especificando la ubicación de cada una de ellas. Este tipo de mapa resulta de notable interés tanto para los historiadores como para los lingüistas.